La visión de Öcalan para una paz duradera en Oriente Próximo. Parte 1/3
Medya News – 19 noviembre 2023 – Traducido y editado por Rojava Azadi Madrid
El líder encarcelado del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), Abdullah Öcalan, había expresado sus opiniones sobre el conflicto palestino-israelí en escritos jurídicos presentados ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH).
¿Puede la solución de dos Estados poner fin a décadas de conflicto entre israelíes y palestinos? ¿O es posible una forma de coexistencia en Oriente Próximo que vaya más allá del modelo de estado-nación?
El líder encarcelado del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), Abdullah Öcalan, había expresado sus opiniones sobre el conflicto palestino-israelí en escritos jurídicos presentados ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH). Estos escritos, redactados a mano desde la prisión de la isla de İmralı, se publicaron posteriormente en cinco volúmenes titulados «Manifiesto por una civilización democrática».
Mientras continúa la guerra en Gaza, lea una completa serie en tres partes sobre la visión de Öcalan para una paz duradera.
Parte 1:
¿Es la solución de dos Estados la respuesta al conflicto palestino-israelí?
Parte 2:
Movimientos islámicos en Palestina y Oriente Próximo
Parte 3:
Superar el punto muerto en el conflicto palestino-israelí
Rojava Azadi Madrid publicará la traducción al castellano de esta serie en tres días consecutivos.
A continuación, la Parte 1.
¿Es la solución de dos Estados la respuesta al conflicto palestino-israelí? – La visión de Öcalan para una paz duradera, 1/3
¿Puede ponerse fin a décadas de conflicto israelo-palestino mediante la solución de dos Estados? O, en un Oriente Próximo asolado por la guerra, ¿es posible una forma de coexistencia que vaya más allá del modelo de estado-nación? Abdullah Öcalan, el líder encarcelado del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), expuso sus opiniones sobre el prolongado conflicto palestino-israelí en sus alegaciones manuscritas al Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH), publicadas posteriormente en cinco volúmenes con el título «Manifiesto por una civilización democrática».
El 7 de octubre, el grupo militante palestino Hamas lanzó una gran incursión desde la Franja de Gaza contra kibutzim y bases militares israelíes cercanas. Más de 1.400 personas murieron y casi 200 fueron tomadas como rehenes, entre ellas un número considerable de civiles. Israel respondió declarando la guerra total, con graves repercusiones para Gaza.
Desde entonces, los ataques aéreos israelíes han matado al menos a 8.7961La cifra alcanza a más de 16.000 muertos a 20 de noviembre 2023. palestinos en Gaza, y el número de muertos sigue aumentando rápidamente. También se teme que la situación se convierta en una guerra más amplia en la que participen Líbano, Jordania, Egipto, Siria e Irán.
Los continuos bombardeos israelíes sobre Gaza han devuelto a la agenda mundial las demandas palestinas de derechos y un Estado nacional independiente, largamente desatendidas y apoyadas por Naciones Unidas desde 1947.
Líderes de muchos países han pedido un alto el fuego inmediato (que Estados Unidos, junto con Israel, ha rechazado hasta ahora). También piden negociaciones internacionales urgentes para aplicar el plan de dos Estados de la ONU.
Pero la pregunta sigue en el aire: ¿se puede poner fin a décadas de conflicto mediante la solución de dos Estados, a menudo propuesta como medio para resolver el conflicto palestino-israelí y llevar la paz a la región?
O, en un Oriente Medio asolado por la guerra, el extremismo islámico y la violencia soberana, ¿es posible una forma de coexistencia que vaya más allá del modelo de estado-nación?
La solución de dos Estados: examen de su viabilidad en el conflicto palestino-israelí
Mientras el conflicto palestino-israelí hace estragos, examinamos el análisis de Öcalan sobre una solución alternativa.
Öcalan sostiene que el modelo de estado-nación fomenta la política identitaria y socava la diversidad necesaria para que una democracia funcione, y aboga por una nueva forma de ciudadanía inclusiva que vaya más allá del modelo convencional de estado-nación. Subraya la importancia de revitalizar los principios ideológicos y alejarse de los ideales secesionistas en favor de una forma de democracia muy descentralizada y radical.
El modelo de Öcalan, denominado «confederalismo democrático», tiene varios elementos clave, el más importante de los cuales es el rechazo de las estructuras tradicionales del estado-nación. Su concepto de ciudadanía se centra en la afiliación cívica más que en la étnica, separando las instituciones estatales de la identidad nacional.
«La sistemática del estado-nación en Oriente Medio no es, contrariamente a lo que se afirma, una fuente de soluciones a los problemas nacionales o sociales, sino que los fomenta, agrava y profundiza, y los hace insolubles. El estado-nación no resuelve los problemas, los crea. Además, el mismo sistema es un medio para agotar no sólo a los propios Estados, sino también a las sociedades de Oriente Medio, enfrentándolas entre sí hasta que se quedan sin fuerzas.»2A. Öcalan, «Manifiesto por una civilización democrática. Libro 5: La cuestión kurda y la solución de la nación democrática, volumen II», pág 289
Al argumentar que una de las principales fuentes de la crisis en Oriente Medio son los procesos de reestructuración de los estados-nación árabes e Israel, Öcalan analiza además el desarrollo del estado-nación centrándose especialmente en sus raíces ideológicas e históricas, haciendo hincapié en el paradigma de la modernidad capitalista sobre el sistema político global.
«El estado-nación presupone que no sólo los cuadros del Estado sino todos los ciudadanos tienen un marco ideológico común, como en una religión, y la ciudadanía hace que cada miembro de la sociedad sea también miembro del Estado.»3The Sociology of Freedom: Manifesto of the Democratic Civilization, book 3, pg 229
Por tanto, Öcalan sugiere que cualquier forma de nacionalismo en la que todos compartan un objetivo común «independientemente de la división entre gobernantes y gobernados», incluidos los chiíes árabes, palestinos, turcos, kurdos e iraníes, puede considerarse la aplicación de la misma ideología por parte de los monopolios nacionalistas. El estado-nación es un instrumento clave del gobierno universal, que a lo largo de la historia ha llevado a menudo a las sociedades al conflicto y al enfrentamiento con otras sociedades, subraya.
«El problema árabe no es sólo un problema con Israel, ni puede reducirse a un problema palestino-israelí. El problema más profundo y básico de las sociedades árabes se debe principalmente a la división de los árabes en veintidós estados-nación. Estos veintidós Estados no pueden desempeñar ningún papel más allá de ser colectivamente un órgano de agencia de la modernidad capitalista. Su propia existencia es el problema más fundamental de los pueblos árabes. En estas circunstancias, la cuestión árabe es un problema relacionado con la construcción y el establecimiento de la modernidad capitalista en la región. Sólo en este contexto, es decir, como potencia hegemónica de la modernidad capitalista en la región, pueden tener un problema con Israel.
Pero no olvidemos que las fuerzas que construyeron Israel y los veintidós estados-nación árabes son las mismas. Por lo tanto, sus relaciones y contradicciones con Israel son una tapadera. En esencia, puesto que comparten el mismo sistema hegemónico, estas contradicciones, por fuertes que sean, sólo pueden tener sentido si se atreven a salir de la modernidad capitalista.»4A. Öcalan, Manifesto of the Democratic Civilization, book 5: The Kurdish Question and the Democratic Nation Solution, volume II, pg: 288
Öcalan señala que, durante el siglo XIX, Gran Bretaña desempeñó un papel importante en el apoyo al desarrollo de los estados-nación árabes y de Israel utilizando diversos medios, como el respaldo a los jeques árabes, a los clérigos ortodoxos de los Balcanes y a los líderes sectarios de Kurdistán. Estos esfuerzos, combinados con la disolución del Imperio Otomano, condujeron a la creación de estados-nación en la región.
El líder del PKK sugiere además que la formación de Israel fue un resultado natural de las guerras entre estados-nación que se habían desarrollado en Europa durante siglos. Y reitera que la proclamación oficial de Israel en 1948 marcó un acontecimiento crucial, estableciendo a Israel como el poder hegemónico central de la modernidad capitalista en Oriente Medio.
«La construcción de Israel como potencia hegemónica central es una cuestión muy importante. Esto significa que los demás estados-nación de la región serán aceptados como legítimos siempre que reconozcan la existencia de Israel, la potencia hegemónica, y si no lo hacen, se les obligará a reconocerlo por desgaste hasta que se alineen mediante guerras. Como la República de Turquía, Egipto, Jordania y algunos países del Golfo fueron de los primeros en reconocer a Israel, fueron aceptados como estados-nación legítimos e incluidos en el sistema. Para el resto, la guerra continúa con Israel y sus aliados y otros países. Las guerras y conflictos con los árabes por la cuestión palestina y con otros países islámicos por la cuestión del Golfo están estrechamente vinculados a la presencia hegemónica de Israel en la región. Estos conflictos, conspiraciones, asesinatos y guerras continuarán hasta que se reconozca la hegemonía de Israel.»5Manifesto of the Democratic Civilization, book 5: The Kurdish Question and the Democratic Nation Solution, volume II, pg: 287
La influencia de la modernidad capitalista: comprender su impacto en la región
Öcalan sostiene que, para entender la cuestión árabe y los retos de la región, es crucial comprender el impacto de Israel en el mundo árabe, así como la modernidad capitalista y la hegemonía en Oriente Medio.
«Los problemas de los árabes, como los de Turquía y los turcos, no son insolubles. Hay dos ejes principales en los que se pueden resolver y solucionar los problemas: el primer eje se basa en aumentar las propias cuotas estatales y sociales dentro del mismo sistema y lograr resultados creando conflictos guiados con este fin. Esto es lo que los estados-nación árabes, incluida la Organización para la Liberación de Palestina, han intentado conseguir mediante el método del conflicto durante los últimos cincuenta años.
«El segundo eje principal para la solución de los problemas del mundo árabe sólo puede basarse en la superación de la modernidad capitalista. Aquí es donde tiene que haber una ruptura con el sistema. Hay que reconocer que el radicalismo islámico o el islam político no pueden ser una alternativa a la modernidad.
«El islam como cultura sólo puede desempeñar un papel en la vida de una modernidad alternativa a la modernidad capitalista. La opción más poderosa y correcta para los pueblos árabes es el paradigma de modernidad adecuado a las realidades históricas y sociales de todos los pueblos de Oriente Próximo. La modernidad alternativa para los pueblos es la modernidad democrática, que consiste en la unidad de los movimientos democráticos nacionales, socialistas, ecologistas, feministas y culturales que siempre han luchado contra la modernidad capitalista.»
«En el contexto del mundo árabe, las cuestiones subalternas están relacionadas con la existencia de Israel. La visión nacionalista, islamista y nacionalista árabe de Israel se guía a su vez por la hegemonía de la ideología judeo-israelí; permanece dentro de las fronteras trazadas por la ideología y el Estado judeo-israelí. Mientras permanezca dentro de la misma modernidad, no puede ser otra cosa que un juguete de la hegemonía israelí con una población reducida. El propio Israel no puede escapar de ser cautivo de la modernidad capitalista que ha inventado.»
«Israel nunca dejará de defenderse con su superioridad tecnológica, incluidas las armas nucleares, mientras sienta la presencia de fuerzas en medio del mar arábigo a su alrededor, listas para ahogarlo en cualquier momento.»
«Israel o bien creará un equilibrio de estados-nación bajo su propia hegemonía que hayan hecho las paces con él, lo que ha resultado muy difícil por las razones antes citadas, o bien, si desea librarse del cautiverio que ha creado, se arriesgará a que la modernidad capitalista sea superada.»
«La modernidad democrática es la opción que ofrece una solución duradera no sólo a la cuestión judía en la jungla de Oriente Próximo, sino también a la cuestión del Estado de Israel, rodeado de monstruosidades nacionalistas y religiosas de su propia creación.»6Manifesto of the Democratic Civilization, book 5: The Kurdish Question and the Democratic Nation Solution, volume II, pg: 290
[Parte 2: Movimientos islámicos en Palestina y Oriente Próximo [Parte 3: Superar el punto muerto en el conflicto palestino-israelí
- 1La cifra alcanza a más de 16.000 muertos a 20 de noviembre 2023.
- 2A. Öcalan, «Manifiesto por una civilización democrática. Libro 5: La cuestión kurda y la solución de la nación democrática, volumen II», pág 289
- 3
- 4A. Öcalan, Manifesto of the Democratic Civilization, book 5: The Kurdish Question and the Democratic Nation Solution, volume II, pg: 288
- 5Manifesto of the Democratic Civilization, book 5: The Kurdish Question and the Democratic Nation Solution, volume II, pg: 287
- 6Manifesto of the Democratic Civilization, book 5: The Kurdish Question and the Democratic Nation Solution, volume II, pg: 290
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