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Elaboración de un alivio efectivo de las sanciones para el norte de Siria

(Foto: Abdulmonam Eassa/Getty Images)

Kurdish Peace Institute – Matt Broomfield – 1 junio 2023 – Traducido y editado por Rojava Azadi Madrid

La exención de 180 días que permite la ayuda internacional a Siria tras el terremoto de febrero que mató al menos a 7.000 sirios ha provocado un gran debate. Algunas figuras de la oposición y analistas en el extranjero argumentaron que el gobierno de Bashar al-Assad en Damasco podría usar la crisis para promover sus intentos de normalización con la comunidad internacional. Otros respondieron que el régimen de sanciones existente, acusado por un relator de las Naciones Unidas entre otros observadores de empobrecer a los sirios comunes y dejar intactos a Assad y su camarilla, se había demorado para su reevaluación.

Para la Administración Autónoma del Norte y Este de Siria (AANES), liderada por los kurdos, la noticia del alivio de las sanciones trajo poco alivio digno de ese nombre. En mayo de 2022, Estados Unidos anunció un conjunto separado de exenciones de sanciones, nominalmente destinado a permitir la inversión extranjera y el apoyo a ciertos sectores tanto en el norte como en el este de Siria (NES) y en algunas regiones ocupadas por Turquía. Pero los funcionarios de la AANES, el personal humanitario y los analistas económicos dicen que el año pasado no trajo ningún cambio perceptible o inversión internacional adicional a esta región aislada y devastada por la guerra.

Por un lado, la falta de inversión adicional durante los últimos doce meses demuestra que no puede haber una reforma de las sanciones para las regiones más empobrecidas y de difícil acceso fuera del control del gobierno sirio sin una reforma más amplia de la política pansiria. Por otro lado, existe un potencial sin explotar para que la AANES desempeñe un papel activo en la facilitación de un enfoque más constructivo y dinámico para la intervención humanitaria, la inversión y la entrega de ayuda en todo el norte de Siria, devastado por la guerra, y más allá.

Obstrucción compuesta de ayuda e inversión

Las regiones contiguas bajo el gobierno de AANES se salvaron de los peores impactos del terremoto. Pero incluso después de las exenciones de sanciones duales, los nuevos desafíos que enfrentan los esfuerzos de ayuda humanitaria en el NES una vez más destacaron los múltiples obstáculos para entregar ayuda e inversión en la región. Hasan Nabo, un médico de la Media Luna Roja Kurda en el enclave occidental de Shehba de la AANES, describe la situación allí después del terremoto: “Tras las exenciones de las sanciones, alguna ayuda llegó al régimen [de Assad], pero ninguna a Shehba. Cuando se envían suministros desde el extranjero, el régimen se apodera de la mitad”.

Aquí, los convoyes de ayuda para el terremoto enviados por la AANES y desde Sulaymaniyah en el vecino Kurdistán iraquí pasaron diez días bloqueados en los puestos de control del gobierno sirio, dice Nabo. Mientras tanto, las entregas de ayuda a las regiones vecinas ocupadas por Turquía fueron saqueadas sistemáticamente por las milicias respaldadas por Turquía, según Ibrahim Sheikho de la Organización de Derechos Humanos – Afrin.

En la frontera oriental de la AANES, entre tanto, la situación está igualmente paralizada. El único cruce fronterizo que actualmente une el norte y el este de Siria con el Kurdistán iraquí y el mundo exterior, y por lo tanto con un territorio exento de las sanciones César, se cerró recientemente debido a la última de muchas disputas entre la AANES y el Gobierno Regional del Kurdistán iraquí (KRG). En el momento de redactar este informe, cientos de personas estaban haciendo cola desde las 2 a.m. para salir de la región antes de que el cruce de Semalka/Feysh Khabour dejara de funcionar durante un período de tiempo ilimitado. Estos incluían a residentes de la AANES y personal de ONG extranjeras que se apresuraban a cruzar la frontera antes de que cerrara. “Importar bienes ya era difícil. Ahora, una de las líneas de supervivencia cruciales está cortada”, decia un extranjero que esperaba para salir de la región.

Estas tres autoridades vecinas -el KRG, el gobierno sirio y Turquía- obstaculizan el acceso de la ayuda humanitaria. Mientras tanto, el único paso oficial de ayuda de la ONU entre AANES y el mundo exterior -el paso de Yaroubiah/Tel Kocher con el Irak federal- permanece cerrado por decreto del Consejo de Seguridad de la ONU. Dados estos obstáculos, la creación de un entorno favorable a la entrega de ayuda y a la inversión en una región descrita como la más empobrecida de Siria requerirá algo más que exenciones de jure de las sanciones sin efectos tangibles sobre el terreno.

No se ha iniciado ningún nuevo proyecto de inversión extranjera en la región como consecuencia de las exenciones de las sanciones de mayo de 2022, según han declarado tres funcionarios de la AANES al Instituto Kurdo para la Paz. La legislación que la AANES planeó tras las exenciones de 2022 para facilitar la inversión extranjera aún no se ha convertido en ley.

El analista Calvin Wilder, del New Lines Institute, corrobora esta apreciación: «Mi propio seguimiento minucioso de la información en árabe e inglés no ha arrojado ningún dato sobre nuevos proyectos de inversión de fuentes externas. Tampoco estamos viendo los efectos de ningún nuevo proyecto de inversión».

La AANES ha establecido recientemente algunos proyectos de empleo a mediana escala, con nuevas fábricas de productos secundarios como aceite vegetal y agua embotellada. Hediya, copresidenta de la Oficina de Economía de la AANES en la región de Jazira, afirma: «Son esfuerzos positivos, pero no hemos recibido ayuda económica extranjera para abrir proyectos importantes».

La fábrica Golden Rose, por ejemplo, que ahora produce 300 toneladas de aceite vegetal al día, se abrió con la inversión de una empresa local, Hassan Investment. Estos esfuerzos por sí solos son insuficientes para proporcionar oportunidades de empleo generalizadas en una región donde se calcula que el 70% de la población se encuentra en situación de «extrema necesidad» de ayuda humanitaria.

Reforma de la sanciones pan-sirias

Varios factores han contribuido a la continua inclusión de facto de NES en el régimen de sanciones. Su aislamiento debido al cierre de fronteras por motivos políticos y la correlativa falta de autarquía dejan la economía de la región ligada a la del gobierno sirio. La AANES se ve obligada a realizar la mayor parte de su comercio de petróleo en el mercado negro -que proporciona la mayor parte de sus ingresos- con Damasco debido a las sanciones vigentes en toda Siria sobre ese sector crucial. Por ello, afirma Wilder, «es casi imposible hacer negocios en la NES que no impliquen alguna interacción con el territorio controlado por el régimen. Aunque el noreste esté exento sobre el papel, la mayoría de los bancos y grandes empresas multinacionales no van a correr el riesgo de violar las sanciones haciendo negocios allí.»

La falta de inversiones posteriores sugiere que las exenciones de mayo de 2022 fueron en gran medida cosméticas, y que cualquier esfuerzo serio para promover la inversión internacional en la región requerirá una reevaluación más amplia del programa de sanciones en su conjunto. Las investigaciones demuestran que, en toda Siria, son las pequeñas y medianas empresas las que más sufren las sanciones de la UE y Estados Unidos, mientras que los grandes empresarios cercanos a Assad pueden sortear o eludir fácilmente el régimen de sanciones, incluso jactándose de estar sometidos a sanciones extranjeras como distintivo de sus íntimos vínculos con el gobierno sirio.

Una relatora designada por la ONU fue inequívoca en su reciente condena del impacto negativo de las sanciones unilaterales en casi todos los aspectos de la vida de los civiles sirios, desde el acceso a medicamentos vitales hasta la pobreza alimentaria crónica y la incapacidad total para reconstruir el país: «Las sanciones unilaterales impuestas a sectores económicos clave, como el petróleo, el gas, la electricidad, el comercio, la construcción y la ingeniería, han mermado los ingresos nacionales y socavan los esfuerzos de recuperación económica y reconstrucción», declaró. «Me sorprende la omnipresencia del impacto humanitario y sobre los derechos humanos de las medidas coercitivas unilaterales impuestas a Siria, y el total aislamiento económico y financiero de un país cuyo pueblo lucha por reconstruir una vida digna».

Las sanciones César 2020, y las sanciones sectoriales preexistentes contra Siria, no son la razón principal de la catástrofe económica y humanitaria en Siria. Como revelan las secuelas del terremoto, la destrucción de infraestructuras, el desvío de la ayuda, la corrupción y la amplia dependencia del debilitado sector financiero libanés han contribuido a una situación en la que millones de personas, dentro y fuera de las zonas de control gubernamental, viven en la pobreza extrema y la precariedad; por ejemplo, los daños tras el terremoto han dejado a 6,5 millones de personas en riesgo inminente de contraer enfermedades transmitidas por el agua.

Dicho esto, las sanciones son un aspecto de esta tragedia que los legisladores estadounidenses y de la UE tienen el poder de reformar rápidamente. Actualmente, Estados Unidos está reforzando la Ley César con un proyecto de ley que se opone a la normalización con Assad y a sus relaciones económicas con el Golfo, y exige que se investiguen la evasión de las sanciones y la malversación de la ayuda en Siria. Estas investigaciones deberían servir de plataforma para una reevaluación del régimen de sanciones en su totalidad.

El analista sobre Siria Karam Shaar ha presentado argumentos convincentes a favor de eliminar las sanciones «sectoriales» contra Siria, sustituyendo un programa de sanciones generalizadas por un régimen más eficaz de sanciones selectivas contra empresas tapadera y personas relevantes, respaldado por sanciones secundarias y basado en la información de los interlocutores sirios. Tras señalar que la Ley César sólo se ha utilizado contra cuatro sirios hasta la fecha, uno de los cuales ha muerto, Shaar escribe: «No utilizar las sanciones secundarias de la ley es indefendible, especialmente porque su aprobación ha contribuido al colapso económico y humanitario del país. Los sirios sencillamente no pueden permitirse el coste de sanciones ineficaces».

Aunque la AANES sigue comprometida políticamente con la sustitución del gobierno centralizado del Baaz por un modelo federal y descentralizado, acoge con satisfacción la reciente reincorporación de Siria a la Liga Árabe, aceptando pragmáticamente la necesidad de mantener relaciones (económicas) con Damasco. Pero aunque la normalización regional de Assad puede marcar el tímido retorno de más inversiones regionales a Siria, «no hay razón para pensar que la reincorporación a la Liga Árabe cambie el cálculo en Washington», añade Wilder. Debido a la inevitable interdependencia del NES con la economía de la Siria controlada por el gobierno, las reformas de las sanciones globales que permitan la recuperación de la economía siria, al tiempo que se mantiene la presión sobre Assad y sus afiliados, serán un corolario necesario para la recuperación económica del NES.

Aunque necesarias, estas medidas por sí solas no serán suficientes. Después de mayo de 2022, la situación económica en el NES se ha deteriorado aún más si cabe. Como señala Cheleng Omar, economista afincado en el NES, inmediatamente después de las exenciones de mayo de 2022 comenzó una oleada de amenazas turcas contra el NES, a la que más tarde siguieron ataques aéreos contra las infraestructuras de gas y petróleo, entre otras infraestructuras críticas, quizá motivados en parte por las reformas de las sanciones y su aparente mensaje de apoyo a la autonomía económica del NES. En agosto de 2022, la Célula de Crisis de la AANES se había visto obligada a reorientar sus propias inversiones en sectores como la administración local, los municipios y el medio ambiente para centrarse en el suministro de alimentos, medicinas y artículos de primera necesidad, así como en el alojamiento de los desplazados internos por una esperada operación militar turca.

Con la permanencia en el poder del actual presidente Recep Tayyip Erdogan por obra de las elecciones turcas, una nueva operación militar contra las regiones autónomas dirigidas por los kurdos seguirá siendo una posibilidad siempre presente, disminuyendo aún más el apetito de los inversores extranjeros reacios al riesgo de entrar en la región. Los mortíferos ataques turcos con drones y los bombardeos, a menudo dirigidos contra administradores civiles e infraestructuras, siguen siendo una realidad cotidiana en el NES. En circunstancias tan adversas, no es de extrañar que la única «inversión extranjera» mencionada recientemente en asociación con el país sea el esfuerzo abortivo y aventurero para explotar los recursos petroleros de la región lanzado por la oscura Delta Crescent en los últimos años de la administración Trump.

Centrar la AANES en la política hacia Siria

Los críticos de los programas de sanciones poco flexibles e ineficaces a veces los representan como una «señalización de virtudes», destinada a comunicar un mensaje de condena sin constituir realmente una oposición efectiva a un gobierno o individuo determinado. En este caso, lo contrario es igualmente cierto. Las exenciones de las sanciones de mayo de 2022 dejaron en evidencia al NES al señalar el compromiso estadounidense con la autonomía de la región sin proporcionar un apoyo concreto a tal fin. Junto con una revisión más amplia del programa de sanciones, hay algunas medidas concretas que Estados Unidos podría tomar para proporcionar apoyo específico a su socio clave en la región, la AANES y sus Fuerzas Democráticas Sirias (SDF), que siguen siendo oficialmente aliadas de Estados Unidos en la lucha contra ISIS.

1) Ejercer presión unilateral para reabrir los cruces hacia el norte y el este de Siria

Está dentro del alcance diplomático de Washington reabrir unilateralmente no sólo el paso de Semalka entre el NES y el KRG, sino también el paso de ayuda de la ONU cerrado desde el Irak federal al NES. «Los pasos fronterizos de Tel Kocher y Semalka deben quedar al margen del regateo político, y la Coalición Internacional para Derrotar a ISIS liderada por Estados Unidos podría desempeñar un papel en este sentido. No sólo un papel militar, sino también económico», afirma Omar, el economista, señalando el mandato de la Coalición de restaurar la estabilidad en las regiones afectadas por ISIS.

Tras el terremoto, y con un retraso de algunos días, se abrieron finalmente las puertas de la ayuda al noroeste de Siria. Estos retrasos se produjeron mientras la ONU esperaba la bendición del régimen de Damasco, a pesar de que la ayuda viajaba a regiones que habían estado fuera del control de Assad durante una década. Preeminentes juristas sostienen desde hace tiempo que la ayuda transfronteriza a Siria está totalmente permitida por el derecho internacional, independientemente del veto de Rusia en el moribundo Consejo de Seguridad de la ONU. El ex enviado especial de Estados Unidos para Siria Joel Rayburn es uno de los que ha criticado a Estados Unidos por doblegarse ante este veto: «Estados Unidos también debería imposibilitar que Rusia obtenga concesiones amenazando continuamente con vetar la ayuda transfronteriza de la ONU a Siria. Ya es hora de que Estados Unidos y otros aliados desarrollen una alternativa viable a la ayuda de la ONU».

Si Estados Unidos presiona a sus socios tanto en el KRG como en Bagdad, al tiempo que proporciona ayuda unilateralmente cuando sea necesario, podrá reabrir las fronteras exteriores del NES tanto a la ayuda como al comercio, y mantenerlas abiertas. Esta medida constituiría una declaración más concreta de apoyo al futuro de la región como entidad política autónoma. También servirá como una demostración más concreta de la oposición a la normalización del gobierno de Assad con el Golfo, proporcionando rutas para atraer posteriormente la inversión regional al NES, en lugar de al bolsillo de Assad.

2) Dirigir unilateralmente la ayuda a través del norte y el este de Siria

Además de facilitar el comercio y la inversión, el acceso garantizado al exterior con la mediación de Estados Unidos facilitaría la transferencia unilateral de ayuda a través de los socios de confianza de Washington en el NES. Como vimos durante la crisis del coronavirus, y de nuevo tras el terremoto, tanto el gobierno de Assad y sus apoderados, como los apoderados turcos en el norte de Siria, malversan sistemáticamente la ayuda destinada a los civiles, en particular a los que viven en regiones fuera del control del gobierno. Dirigir la ayuda de emergencia al noreste y noroeste a través de la AANES forzaría un mayor compromiso y cooperación en las fronteras internas de Siria. Por ejemplo, la ayuda de la OMS debería viajar desde Qamishlo, la capital de facto del NES, hasta Damasco, y no al revés, y Estados Unidos debería proporcionar la infraestructura necesaria para facilitarlo.

Además, Hediya, el funcionario de la Oficina de Economía, señala que el NES es la región agrícola más productiva de Siria. Siria fue una vez autosuficiente en la producción de alimentos, pero ahora sufre la sexta mayor inseguridad alimentaria del mundo, con unos 12,1 millones de personas. Tanto la AANES como el Gobierno sirio sufren carencias, agravadas por la sequía mundial de trigo provocada por la invasión rusa de Ucrania, y compiten periódicamente por la compra de las cosechas de los agricultores. Estados Unidos debería equipar al sector agrícola del NES para que produzca un excedente neto y a la AANES para que compre trigo a precios atractivos, lo que permitiría al NES ofrecer de forma proactiva ayuda alimentaria por derecho propio a otras regiones de Siria, consolidando así el estatus de la región como parte esencial del futuro de Siria.

3) Ampliar la exención de sanciones a la producción de petróleo

NES produce la mayor parte del petróleo de Siria y depende de los ingresos del petróleo para la mayor parte de sus ingresos. Es poco probable que las exenciones de sanciones que excluyan este componente clave de su industria tengan un impacto muy tangible, debido a la ausencia de una industria seria en una economía que, por lo demás, depende en gran medida de la agricultura a pequeña escala y de las remesas. Estados Unidos reacciona airadamente ante las continuas ventas de la AANES a Damasco en el mercado negro, pero no ha dado el paso de permitir que el NES se conecte con los mercados extranjeros a través del Gobierno Regional del Kurdistán, lo que deja a la AANES sin más opción que seguir con esta política. Si Estados Unidos se toma en serio la reforma de las sanciones como algo más que una mera señal de virtud, debe replantearse esta exención.

4) Buscar un acuerdo político inclusivo con estabilidad y seguridad duraderas para el norte y el este de Siria.

En última instancia, independientemente de las exenciones que se establezcan, la inversión extranjera seria y el compromiso con el NES sólo llegarán cuando se estabilice la situación militar y política. En una reciente mesa redonda organizada por el Kurdish Peace Institute y el New Lines Institute, el ex comandante del Mando Central del Ejército estadounidense Joseph Votel hizo un llamamiento urgente a favor de un acuerdo político para las Fuerzas Democráticas Sirias y la AANES, en cumplimiento de las promesas hechas al inicio de su asociación con Estados Unidos. Antes de que pueda pensarse en la llegada de inversores extranjeros a la región, Estados Unidos debe tomar medidas firmes y directas para impedir la agresión militar turca contra sus aliados en la lucha contra ISIS, sus representantes civiles y las infraestructuras humanitarias. EE.UU. debe recalibrar su relación con Turquía, mostrarse firme a la hora de impedir cualquier nueva incursión militar turca e insistir en que los millones de civiles del noreste del país tienen derecho a estar representados en las negociaciones políticas oficiales sobre el futuro de Siria.

La región nororiental de Siria no tiene por qué ser tratada como un protectorado, un aliado transitorio o una causa humanitaria, merecedora únicamente de la protección de Estados Unidos debido a los continuos sacrificios realizados por las Fuerzas Democráticas Sirias en la lucha contra ISIS. Por el contrario, la región puede servir de plataforma para construir un enfoque más productivo, dinámico y comprometido con la resolución de la crisis en Siria. Las demás propuestas aquí esbozadas pueden contribuir a este fin, entre otras cosas señalando el profundo compromiso de Washington con el NES como componente clave de la paz, la prosperidad y la estabilidad futuras de Siria. «Nunca he experimentado una relación mejor con ningún socio con el que haya trabajado», declaró el General Votel. «No sólo fueron unos combatientes extraordinarios, sino que hicieron mucho por fomentar la estabilidad». Estos socios de confianza deben situarse en el centro de una política estadounidense renovada y revigorizada que mantenga a Assad en el punto de mira al tiempo que alivia el sufrimiento de los civiles sirios en todas las regiones de Siria.


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