Tres días de protesta ante el Comité de Prevención de la Tortura
Ocalanvigil.net – 8 diciembre 2022 – Traducido por Rojava Azadi Madrid
Los kurdos y sus amigos han estado protestando ante el edificio Ágora de Estrasburgo, que alberga al Comité para la Prevención de la Tortura (CPT) del Consejo de Europa. Esperan persuadir al CPT para que diga si se reunió o no con Abdullah Öcalan cuando visitó Turquía en septiembre, y para que diga a sus abogados lo que sabe sobre su estado; y también piden al CPT y al Consejo de Europa que presionen a Turquía para que cumpla el derecho internacional y permita que Öcalan y los otros tres hombres aislados en la prisión de İmralı reciban la visita de sus abogados. La protesta de esta semana fue motivada por las afirmaciones hechas a los abogados de Öcalan de que éste no se había reunido con la delegación del CPT, lo que significaría que no ha tenido contacto con el exterior desde una brevísima llamada telefónica en marzo de 2021. En cualquier caso, el CPT se niega a dar información alguna sobre su estado.
Así pues, los manifestantes salen en masa este miércoles, jueves y viernes [7, 8 y 9 de diciembre], con grupos procedentes de distintos lugares. El miércoles acudieron miembros de las comunidades kurdas de Suiza. Su mensaje estaba claramente expresado en tres grandes pancartas.
Ramzi Kartal, copresidente de Kongra-Gel (Congreso del Pueblo Kurdo), Ali Şimşek y Lezgin Botan, políticos del Partido Democrático de los Pueblos (HDP) en el exilio, y Ömer Güneş, uno de los abogados de Öcalan, se dirigieron a los manifestantes congregados y a una audiencia televisiva mucho más amplia.
También escucharon a Ögmundur Jónasson, ex ministro del Interior de Islandia y representante en la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa. Dijo a la multitud, entre la que también había otros políticos kurdos exiliados: «Lo que estáis haciendo aquí es extremadamente importante, y a veces he citado a un activista de derechos humanos que conocí en Amed -Diyarbakir- hace algunos años. Me dijo ‘no os preocupéis por nosotros, nunca nos rendiremos, pero preocupaos por vosotros mismos, preocupaos por la humillación del mundo, por la humillación del silencio en Europa’. Así que le agradezco que nos haya despertado.
La última gran manifestación ante el Consejo de Europa, en octubre, pidió al Consejo que tomara medidas en apoyo del derecho a la esperanza de Öcalan: es decir, el derecho a la posibilidad de ser puesto en libertad. Las condenas a cadena perpetua sin libertad condicional, al negar la esperanza, se consideran una forma de tortura; sin embargo, desde que se dictó esta condena contra Öcalan, se ha convertido en una práctica habitual en los casos de «terrorismo» turcos. Öcalan demandó al gobierno turco por su pérdida del derecho a la esperanza, y en 2014, después de muchos años, el tribunal falló a su favor. El Comité de Ministros del Consejo de Europa tardó otros siete años en tomar una decisión al respecto. En diciembre de 2021 pidieron al gobierno turco que les informara antes de septiembre de 2022 de lo que estaban haciendo para cumplir las normas legales. La respuesta de Turquía, que no llegó hasta octubre, dejó claro que no tenían intención de cambiar su trato a los presos. El Comité de Ministros debería hacer un seguimiento de este flagrante desprecio por la decisión judicial. Se reúnen esta semana, pero el caso Öcalan no figura en su orden del día.
La protección de los derechos humanos es la razón de ser del Consejo de Europa, pero cuando se trata de los kurdos, el consejo en su conjunto no quiere despertar.