Solidaridad con el Rif
El pasado 28 de octubre, el Movimiento Popular Rifeño en Madrid convocó una manifestación para visibilizar las reivindicaciones del Hirak. A continuación, publicamos la crónica de esa manifestación en solidaridad y apoyo a la lucha por los derechos sociales de la población rifeña.
Un año después del asesinato del joven pescador Mohssine Fikri, durante el cual las protestas de la población rifeña hacia el Estado de Marruecos no han cesado, el Movimiento Popular Rifeño (Hirak) en Madrid ha vuelto a salir a las calles para mostrar su solidaridad con sus hermanos y hermanas del Rif, exigir al Estado de Marruecos aceptar las reivindicaciones expresadas por el Hirak y al Estado Español que asuma su responsabilidad como ex-potencia colonial y colaborador del Gobierno Marroquí.
Alrededor de las 12:00 comienzan a congregarse personas en la Cuesta de Moyano, principalmente rifeñas marroquíes y españolas junto a un pequeño número de occidentales solidarias, en su mayoría pertenecientes a colectivos anarcosindicalistas, antifascistas, feministas o internacionalistas que habían apoyado la convocatoria. Nos juntamos unas 200 personas en total; sobre ello, un compañero del movimiento comenta que muchos inmigrantes rifeños no se atreven a acudir por el seguimiento de los servicios secretos marroquíes.
Con las mujeres y jóvenes al frente, la manifestación sube ocupando un carril de Paseo del Prado hasta Neptuno. Un señor reparte carteles con lemas en castellano y francés por la paz, la justicia, la igualdad y contra el Estado Marroquí. Orgullosas de su cultura portan banderas amazigh y otras ondean las de la República del Rif, reivindicando aquella lucha por la independencia de España, pero también de Francia y Marruecos, liderada por Abd-el Krim, cuyo busto también pueden verse en camisetas y carteles. En cuanto a las pancartas, la mayoría reivindican a sus muertas y presas o claman por la resistencia de su pueblo.
Desde Neptuno nos dirigimos hacia Sol por la Carrera de San Jerónimo. Al pasar frente al Congreso de los Diputados se suceden los pitidos dirigidos hacia esta institución, que cambian su dirección cuando aparece en escena un “provocador contratado por el Gobierno Marroquí”. El cordón de seguridad se encarga de echarle sin caer en sus provocaciones y finalmente un policía nacional lo mantiene alejado mientras dura nuestro paso.
La manifestación continúa con su característico ambiente combativo, pero a la vez festivo y alegre, y llega a Sol entre la interesada mirada de algunas turistas y la despectiva indiferencia de otras. Entonces realizan un círculo con todas las pancartas, colocan los carteles alrededor “del caballo” y un joven y una joven leen el manifiesto, en el que hacen hincapié en la represión que está sufriendo el Hirak, al cual el Estado Marroquí ha prohibido las convocatorias de este fin de semana. La concentración se alarga alrededor de media hora continuando gritando lemas en castellano y tamazigh, muchos comenzados con el megáfono por los niños y las niñas.
