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Segunda muerte sospechosa de una presa kurda en aislamiento

BIANET – Evrim Kepenek – 28 noviembre 2023 – Traducido y editado por Rojava Azadi Madrid

En la investigación iniciada tras la sospechosa muerte de la presa Duygu Koral, la fiscalía ha decidido que «no hay necesidad de iniciar un procedimiento». Los abogados de la familia Koral, Jiyan Tosun y Jiyan Kaya, opinan que la fiscalía llevó a cabo una investigación incompleta: «La acusación de ‘estar siendo acosada’ que le expresó a su madre no ha sido investigada».

Duygu Koral, reclusa en la prisión cerrada tipo F de Kocaeli n.º 1, murió en circunstancias sospechosas en su habitación de aislamiento el 20 de marzo de 2023.

Al final del día, guardias con escudos entraron hasta cuatro veces en la habitación de Duygu. Durante el recuento, los guardias volvieron a entrar y encontraron a Duygu colgada en el baño, cuando ya estaba muerta.

En la justificación de la decisión se afirma que no se obtuvo evidencia de que alguien tuviera alguna intención o culpa en la muerte de Koral y que no existía ninguna situación sospechosa en su muerte.

Las abogadas objetan

Las abogadas de la familia de Duygu Koral, Eren Keskin, Jiyan Tosun y Jiyan Kaya, objetaron la decisión de no necesidad de procedimiento.

En su petición ante el Tribunal Penal de Paz de Kocaeli, las abogadas afirman que la decisión de «no ser necesario procesar» está basada en un examen incompleto, sin conciencia ni técnica jurídica, y carente de los principios básicos del derecho y los acuerdos internacionales.

La evidencia en el lugar no fue investigada

Los abogados llaman la atención sobre los siguientes puntos:

La investigación se llevó a cabo de forma incompleta desde el principio y se ignoraron los detalles necesarios para esclarecer el incidente.

Según acredita el Informe de Testigos Presenciales de la Escena del Crimen de fecha 20.03.2023 en el expediente: durante el examen de la escena del crimen no estuvo presente un médico, en el lugar no se investigaron pruebas sobre si el mecanismo para colgar a la persona fue preparado por ella o no, así como la distancia entre el lazo y el punto para colgar, la longitud del cadáver y tampoco se midió la distancia hasta el suelo.

Duygu Kora, que estaba recluida en una habitación individual, recibió numerosos castigos disciplinarios, incluido el aislamiento, durante su estancia en la institución penitenciaria. La Fiscalía incluyó los castigos que Duygu Koral recibió en la institución penal en el informe, pero no investigó cómo se ejecutaron estos castigos, ni si las penas de aislamiento se llevaron a cabo de conformidad con lo dispuesto en el artículo 48/3c de la Ley núm. 5275. El objetivo de esta regulación en la ley es proteger al preso de posibles malas prácticas, determinando si los presos pueden soportar el aislamiento.

Por lo tanto, en la muerte de Duygu Koral, la institución ejecutora no cumplió con sus obligaciones y ejecutó el aislamiento consecutivo sin un examen médico. También es posible que Duygu Koral perdiera la vida porque no pudo soportar el régimen de aislamiento. En tal caso, debe deducirse que la institución penal fue negligente en la investigación de su muerte.

«Le dijo a su madre que los guardias la acosaban»

Los abogados también afirmaron que la Fiscalía emitió su informe sin investigar si Duygu Koral puso fin a su vida debido a los efectos de la tortura y los malos tratos a los que había sido sometida.

Uno de los detalles destacables de la petición de los abogados es la declaración de la madre de Duygu Koral, Züleyha Çiftçi.

En su testimonio, la madre declaró que en una de las llamadas telefónicas que había mantenido con su hija, esta le contó que uno de los funcionarios de prisiones de servicio en el centro penitenciario la había empujado, que como consecuencia de este empujón, la parte posterior de su cabeza se golpeó contra la litera de hierro, sufrió una laceración en la cabeza y recibió puntos de sutura; que en otra llamada telefónica le dijo que los funcionarios de prisiones la detuvieron esposándola por la espalda y fue arrojada boca abajo en una celda, y que fue sometida constantemente a presión psicológica y violencia física por parte de los funcionarios.

«El informe no incluyó el contenido del teléfono»

Sobre esta cuestión, se incluyó la siguiente información en la petición de los abogados:

Aunque la Fiscalía declaró en el informe que las llamadas telefónicas fueron recibidas y analizadas, no encontramos ninguna información ni documentos en el contenido del expediente examinado tanto digital como físicamente que indiquen que las llamadas telefónicas fueron investigadas, ni se ha incluido en el informe el contenido telefónico.

No se investigó la antigüedad de las marcas en su cuerpo

La fiscalía no investigó si los incidentes de violencia que Duygu Koral relató a su madre tuvieron algún efecto en su muerte y no formuló ninguna pregunta al respecto a los agentes encargados del control.

En el informe forense de 21.03.2023, se determinó que Duygu Koral tenía cicatrices generalizadas en el abdomen, los brazos y las piernas. En el informe fechado el 27.09.2023 y numerado 2023/2958 de la Dirección de la Institución de Medicina Forense de la Sucursal de Kocaeli, se incluyeron las cicatrices en los brazos y piernas, se valoró que las cicatrices eran cortes psicopáticos pertenecientes al pasado y no se evaluó la naturaleza de las lesiones en el abdomen.

Aunque los informes indicaban que las huellas en el cuerpo eran antiguas, no se evaluó la antigüedad de las mismas.

Aunque está médicamente claro que las cicatrices no son del día de la muerte, no se evaluó en el informe si estas cicatrices eran cercanas a la muerte o más antiguas.

En términos de este expediente, cuando existe una denuncia de tortura y malos tratos antes de la muerte, los informes del expediente no son suficientes para arrojar luz sobre el incidente, debiendo obtenerse un nuevo informe para determinar cuando se produjeron las marcas en el cuerpo de la víctima.

Sin embargo, la fiscalía no evaluó los informes que apoyan seriamente las sospechas sobre la denuncia de tortura y malos tratos expresadas en la declaración de la denunciante Züleyha Çiftçi. Ni siquiera investigó si la tortura y los malos tratos causaron trauma a la víctima y afectaron el resultado de muerte.

“Es deber del Estado proteger a la persona en prisión”

En declaraciones a Bianet, las abogadas Jiyan Tosun y Jiyan Kaya dieron la siguiente información:

“Creemos que no fue un suicidio. La familia de Duygu contó que fue esposada boca abajo y arrojada a una habitación con esponjas. Luego vimos imágenes de la prisión. En ellas, solo vimos imágenes del día en que murió Duygu. Los funcionarios entraron a la habitación de Duygu con escudos 4 veces ese día. Los agentes dijeron que «Duygu tenía una personalidad agresiva, por eso entramos así a la habitación». Sin embargo, llama la atención que lo hicieran así para entrar en la habitación de una persona que no contaba con medios. Porque no hay nada en esa sala con lo que Duygu pueda atacarlos. Esto nos parece sospechoso. «También creemos que Duygu fue objeto de violencia por parte de los funcionarios penitenciarios.»

«Además, como en el caso de Garibe Gezer, aunque se suicide, la prisión tiene una responsabilidad. Si interfieres con una persona con escudos cuatro veces al día, perturbas su psicología. Digamos, ‘sí, Duygu puede tener problemas psicológicos’. Pero no se ha realizado ninguna investigación sobre este tema. Tampoco fueron tomadas las declaraciones de los guardias que acudieron a la habitación con escudos durante el día. Sólo se tomaron declaraciones a dos guardias, y no fueron los guardias que acudieron a esa habitación. Ninguno de ellos se encuentra en una posición sospechosa en el expediente. Por tanto, hay una investigación incompleta.»

«No se sube la información a UYAP»

«Cuando buscamos en la UYAP [sistema digital del sistema de Justicia], vemos que se dice que las llamadas telefónicas con su madre estaban incluidas en el expediente, pero no podemos encontrar esa información ni en la UYAP ni en el propio expediente. Tampoco se nos facilita un acceso fácil al expediente. Además, se trata de una responsabilidad legal».

“Demuestra la existencia de una violencia psicológica severa”

“Es la segunda vez que ocurre una muerte sospechosa en la misma prisión. La muerte de Garibe Gezer también fue sospechosa. El suicidio de una mujer, justo antes de cumplir su condena, parece sospechoso. Tiene muchas similitudes con Garibe. «En nuestra opinión, el hecho de que una persona que tiene la posibilidad de salir de prisión realice tal acción indica la presencia de violencia grave o psicológica en ese lugar».

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