Nuevo juicio injusto para un preso político kurdo condenado a muerte
KHRN – 19 octubre 2023 – Traducido y editado por Rojava Azadi Madrid
El preso político kurdo Nayeb Askari, condenado anteriormente a muerte en rebeldía por la Sección Segunda del Tribunal Revolucionario Islámico de Orumiyeh, provincia de Azerbaiyán Occidental, acusado de «insurrección armada» por pertenencia al Partido de la Vida Libre del Kurdistán (PJAK), ha vuelto a ser condenado a muerte tras una nueva solicitud de juicio y varias sesiones judiciales presenciales en la misma sección.
La Red de Derechos Humanos del Kurdistán (KHRN) ha sabido que el 16 de octubre, la Oficina de Ejecución de Sentencias de la Prisión Central de Orumiyeh citó a Askari y le informó de la sentencia, que es el resultado de un proceso judicial complejo e injusto.
Dijo una fuente informada a KHRN: «Desde el comienzo del año [iraní] [el 21 de marzo], el preso político ha sido trasladado a la Sección Dos del Tribunal Revolucionario Islámico en Orumiyeh para ser juzgado en seis sesiones. Se cancelaron dos sesiones debido a la ausencia del juez y solo se celebraron finalmente cuatro sesiones». Según la fuente, la última sesión se celebró el 27 de septiembre sin derecho a representación legal, y Askari fue informado de la decisión en prisión el 16 de octubre.
La fuente añadió: «Se ha presentado otro caso contra el preso político en una de las dependencias del Tribunal Penal de Orumiyeh, acusándole de «participación en el asesinato» de uno de los comandantes de la Guardia Revolucionaria.»
Mostafa Soltani, comandante del IRGC en Orumiyeh, había resultado gravemente herido en un enfrentamiento con miembros del PJAK en 2014 y falleció en marzo de 2021 como consecuencia de complicaciones derivadas del COVID-19.
La familia del comandante fallecido, en colaboración con la Organización de Inteligencia del IRGC y el Ministerio de Inteligencia en Orumiyeh, presentó una denuncia contra Askari, alegando su implicación en el incidente que provocó las heridas de Soltani, que según ellos fue la causa de su muerte seis años después
Antecedentes
Askari fue detenido en Orumiyeh el 24 de marzo de 2021 por la Organización de Inteligencia del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (IRGC).
Fue enviado a la prisión central de Orumiyeh tras pasar tres meses en el centro de detención de la organización de inteligencia del CGRI.
Antes de su detención, Askari vivió varios años en la región del Kurdistán iraquí.
En 2018, durante su estancia en la región del Kurdistán, el Tribunal Revolucionario Islámico de Orumiyeh lo condenó a muerte en rebeldía acusado de «enemistad con Dios» (Moharebeh) por «pertenencia» al Partido de la Vida Libre del Kurdistán (PJAK). A raíz del recurso interpuesto por el preso político contra la sentencia, ésta fue anulada y el caso se remitió a la Sección Segunda del Tribunal Revolucionario Islámico de Orumiyeh.
En abril de 2023, la Sección Segunda del Tribunal Revolucionario Islámico de Orumiyeh condenó a Askari al pago de una multa de nueve mil millones de riales -cerca de 18.000 dólares estadounidenses- por «enemistad con Dios» (moharebeh) por «pertenencia» al PJAK.
En agosto de 2021, un tribunal condenó a Askari y a otros dos presos políticos kurdos, Keyhan Mokarram y Nayeb Hajizadeh, a 50 latigazos y tres meses de prisión. La condena se produjo después de que el director de la Prisión Central de Orumiyeh presentara una denuncia, acusando a los presos de «alterar el orden penitenciario» debido a su participación en una pelea entre varios presos políticos y presos por delitos generales. La denuncia se presentó tras la paliza propinada por presos de delitos comunes a un preso político kurdo.
El 26 de julio de 2021, Askari inició una huelga de hambre de 32 días para protestar por el hecho de que las autoridades judiciales no emitieran una orden para trasladarlo a un hospital fuera de la prisión para recibir tratamiento.
