Nuestro silencio mata ¡Defendamos Kurdistán!
Solidaridad con el Kurdistán frente a la ofensiva del Estado turco y de la OTAN
¡Fuera tropas españolas del territorio!
¡Por una zona de exclusión aérea que pare la masacre!
Hace décadas que el Estado de Turquía intenta acabar con la población kurda, y la guerra en el Kurdistán continúa llevándose a cabo hoy día gracias al Estado español, a la OTAN y al silencio mediático. En agosto del 2022, Erdogan, presidente del régimen fascista turco, intensificaba su ofensiva en el territorio de la Administración Autónoma del Norte y Este de Siria, volviendo a bombardear a la población civil bajo el pretexto de la guerra contra el terrorismo.
Debido a los flujos migratorios provocados por la guerra en Siria y el rol de “mediador” que está tomando a raíz del conflicto en Ucrania, Erdogan se ha convertido en una figura indispensable y privilegiada en el tablero de la geopolítica internacional. Estos hechos le dan carta blanca para recrudecer y continuar sus ataques y bombardeos en Rojava. La población del territorio vive su genocidio bajo la mirada cómplice y pasiva de las grandes potencias mundiales.
El Estado español también participa de estas operaciones. Lo hace con su alianza diplomática con Turquía, siendo gran financiero económico de esta guerra, e incluso con soldados del ejército español desplegados en suelo turco. Este hecho nos muestra claramente la complicidad del actual gobierno del PSOE y Podemos con la guerra en Kurdistán.
Kurdistán se enfrenta a una ofensiva mucho más grande en estos instantes. Se enfrenta a la amenaza de ocupación total del territorio, a la aniquilación étnica y la destrucción de un sistema de vida basado en la búsqueda de la libertad, el Confederalismo Democrático. Esto se debe a que, por un lado, la OTAN le otorgó concesiones al régimen turco para que levantara la amenaza de veto sobre Finlandia y Suecia. Por otro lado, las relaciones con Rusia han mejorado notablemente tras el pacto alcanzado recientemente sobre la exportación de cereal ucraniano.
Pero la guerra nunca ha parado. Primero fue la ofensiva en Jerablus (2016), siguió la invasión de la ciudad de Efrin y sus alrededores (2018), después la ocupación de Gire Spi y Serekaniye (2019) provocando más de medio millón de desplazados. Des del abril de este mismo año, se combate contra la invasión del ejército turco y sus mercenarios en las montañas libres del Kurdistán, soportando incursiones terrestres y ataques con armas químicas. También, durante ese mismo mes, hubo feroces bombardeos en el campo de refugiados en Maxmur y en la población de Sengal. Estos últimos, supervivientes del terrible genocidio a manos de Daesh en 2014.
Rojava está siendo atacada en este preciso instante. Las mismas bombas que asesinaron a las combatientes de las YPJ y YPG en octubre del 2019 en la guerra de Serekaniye, son las que están ahora mismo asesinando a la población civil y miembros de las fuerzas de Autodefensa.
Turquía tiene el beneplácito de Rusia para atacar desde su zona aérea protegida. La maquinaria de guerra articulada con drones y aviones pone en riesgo a la población y al territorio en sí. Los asesinatos selectivos, la destrucción de pueblos, bombardeo de escuelas y hospitales son ya la guerra de desgaste de Erdogan. Las entradas de agua a Rojava, están cortadas por Turquía, que ha generado un empobrecimiento del territorio, que repercute en la dificultad de cultivar y en tener agua potable para la población.
Es AHORA o NUNCA. Durante este verano, las bombas de ejército turco se han llevado la vida de civiles y referentes políticos del pueblo. Los ataques selectivos son el día a día dentro de una realidad de resistencia y de construcción. Ante el silencio internacional, mostremos nuestra solidaridad al pueblo kurdo y a todos los pueblos que construyen esta revolución, como el pueblo armenio, yazidí o árabe. Demostremos a Erdogan que no aceptamos ni toleramos sus ataques y amenazas en ninguna parte del Kurdistán. La revolución de las mujeres se ha convertido en uno de los pasos más gigantes en Oriente Medio, para luchar contra el imperialismo y colonización del régimen turco.
Damos un paso más al frente, señalamos la complicidad y participación del actual gobierno del Estado español con el régimen fascista turco. La lucha internacionalista será la que podrá confrontar los sucios negocios de guerra de los poderosos de este mundo. En Kurdistan se libra una guerra por la vida, por la existencia. Por todo esto, las personas y colectivos firmantes llamamos a la movilización contra la guerra y la masacre en Kurdistán. Animamos a participar en campañas de difusión, agitación, y realización de sabotajes a los intereses del Estado turco y la OTAN. Y exigimos:
– El cierre de la zona aérea.
– La retirada de las tropas españolas en Turquía y la salida de la OTAN.
– El posicionamiento claro de todas las fuerzas políticas e instituciones democráticas contra la guerra imperialista y la ocupación del territorio.