¡Justicia y verdad para el pueblo kurdo!
L’Humanité – 10 enero 2025 – Traducido y editado por Rojava Azadi Madrid
Por Raphaëlle Primet, copresidenta del Grupo Comunistas y Ciudadanos de París, Geneviève Garrigos, concejala de París en Común, Socialistas, Ecologistas y Republicanos del distrito 20, y Aminata Niakaté, concejala de París y portavoz de Ecologistes-EELV.
Seis vidas apagadas en pleno corazón de nuestra capital, actos de terrorismo impunes que desafían nuestra conciencia colectiva.
Seis asesinatos para los que exigimos justicia, mientras que en el caso de Sakine, Fidan y Leyla todavía no se ha levantado el «secreto de defensa» que bloquea la investigación, y en el caso de Evin, Mir y Abdurrahman se ha rechazado el carácter terrorista de los asesinatos, a pesar de que los objetivos estaban claramente identificados como miembros destacados del Consejo Democrático Kurdo en Francia (CDK-F).
Francia tiene el deber de proteger a los kurdos, el deber de sacar a la luz la verdad y hacer justicia, de poner fin a la impunidad de estos crímenes políticos.
No sólo ha permanecido pasiva, sino que el acoso administrativo y la represión de los kurdos en Francia han alcanzado nuevas cotas con la reciente expulsión de tres activistas kurdos a Turquía.
En contradicción con nuestros principios republicanos, en violación de la Declaración de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, del Convenio de Derechos Humanos del Consejo de Europa, de la Carta de Derechos Fundamentales de la Unión Europea y de los numerosos convenios que de ellos emanan, los activistas kurdos son hoy deportados a Turquía, entregados a un régimen autoritario donde son detenidos arbitrariamente, sometidos a torturas y malos tratos y condenados a largas penas de prisión en juicios injustos.
También condenamos los repetidos ataques contra pacíficos activistas kurdos en Europa por parte de los Lobos Grises, apoyados por el Estado turco. Estos ataques, como los perpetrados en Estrasburgo contra la vigilia permanente por la liberación de Abdullah Öcalan, tienen como objetivo intimidar y criminalizar a los manifestantes. Junto con la CDKF, pedimos al gobierno francés que refuerce la protección de los locales de las asociaciones kurdas y que no ceda a las presiones del Estado turco.
En Siria, mientras la caída de Bashar al Assad, el carnicero de Damasco, de la que nos congratulamos, cierra la puerta a cincuenta años de dictadura cruel y sanguinaria, Erdogan bombardea día y noche la región autónoma del Norte y el Este para expulsar a los kurdos y destruir su modelo democrático e igualitario.
Dentro de unos días, celebraremos el décimo aniversario de la liberación de Kobane por las unidades kurdas YPG, en las que se apoyó Occidente para derrotar al grupo Estado Islámico. Mientras los kurdos luchan contra lo que queda del grupo y gestionan los centros de detención donde se hacinan miles de yihadistas, Francia no debe abandonarlos. Debe intervenir para que se respete por fin su derecho a la soberanía democrática y a vivir en paz.
Pedimos a Francia que asuma sus responsabilidades. Que ponga fin a su doble lenguaje, para que se diga toda la verdad sobre los asesinatos de Sakine Cansiz, Fidan Dogan, Leyla Saylemez, Evin Goyi, Mir Perwer y Abdurrahman Kizil, y para que los autores y los que ordenaron los asesinatos comparezcan ante la justicia, para poner fin a la impunidad y garantizar la seguridad en Francia.
Nuestra lucha no se detiene ahí. Incluye la liberación de los presos políticos kurdos y turcos detenidos injustamente en las cárceles de Erdogan. Exigimos el fin del aislamiento carcelario y la liberación de Abdullah Öcalan, así como la retirada del PKK de la lista de organizaciones terroristas.
La lucha por la justicia, la paz y la dignidad del pueblo kurdo es nuestra. Juntos, hagamos esta exigencia alta y clara, para ellos, con ellos y con todos los que luchan por sus derechos y su libertad.