El primer ministro de Turquía dice que el ejército turco se encuentra 30 kms. dentro del territorio de Irak

Fuente:  Europa Press y Rojava Azadi Madrid

Fecha: 08/06/2018

La agencia de noticias Europa Press informó ayer en su página web que el primer ministro de Turquía, Binali Yildirim, había asegurado que el ejército turco ha cruzado la frontera internacional de Irak y se encuentra 30 kilómetros dentro del territorio iraquí. La aviación turca ha estado bombardeando intensamente el norte de Irak en los últimos meses.

Casi 5 meses después de la invasión del cantón de Afrin (norte de Siria), el Estado turco vuelve a violar el derecho internacional al invadir otro país vecino. Por el momento, no hay reacción ante este ataque no provocado por parte de los organismos internacionales (ONU, OTAN, Liga Árabe); tampoco de las grandes potencias -Rusia, EE.UU., Francia, presentes en la zona-, ni del resto de países preponderantes de la región.

El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, en plena campaña electoral, esgrime nuevamente la lucha contra el terrorismo como excusa para esta invasión, al igual que hizo cuando invadió Siria en el mes de enero pasado. Yildirim indicó que podrían avanzar hacia las bases que tiene el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) en la región de Qandil, en el norte de Irak.

Asimismo, en un alarde de demagogia, Yildirim ha manifestado que los kurdos son «hermanos» de los turcos, al tiempo que los bombardea, expulsa de sus hogares y arrasa sus ciudades incluso dentro de la propia Turquía. Insiste en que el gobierno turco va a continuar sus operaciones contra los «terroristas» del PKK.

Erdogan se ha mostrado decidido a erradicar por completo el terrorismo: «No esperamos que el terrorismo se presente en nuestra puerta. Vamos a la fuente del terrorismo antes de que llegue a nosotros», dijo durante un acto de su campaña a la Presidencia en el noroeste del país. Este tipo de declaraciones exaltan los sentimientos nacionalistas turcos, de los que espera extraer buen rédito en votos.

Así mismo, ha advertido que «Iremos a Sinjar si es necesario y haremos lo que sea necesario». La zona de Sinjar, de población mayoritaria yazidi, fue testigo en 2014 de un genocidio perpetrado por el Estado Islámico, con miles de muertos, así como miles de mujeres y niñas secuestradas, vendidas y usadas como esclavas sexuales. El PKK, junto con las YPG/YPJ, abrieron un pasillo humanitario para rescatar a los cientos de personas que se encontraban huidos en el monte Sinjar expuestos a la muerte sin comida ni agua. ¿Tal vez el Sr. Erdogan se refiere a un nuevo genocidio, similar al cometido por el ISIS que, por cierto, estaba pertrechado por la propia Turquía?

No sería de extrañar, visto lo que está ocurriendo en Afrin desde la invasión turca y sus huestes yihadistas. La única zona de Siria relativamente tranquila durante la presente guerra, que duplicó su población por el acogimiento de refugiados de otras zonas de Siria, y donde se estaba implantando un sistema democrático basado en la liberación de las mujeres, la vida ecológica y la democracia de base, es ahora zona ocupada por las bandas yihadistas por obra y gracia del gobierno turco, que ha provocado doscientos mil desplazados a la vecina región de Shehba. Ya hay señales del regreso de la «sharia» y el hostigamiento a las mujeres en la antes libre Afrin.

La sempiterna excusa de «luchar contra el terrorismo» sólo se la creen quienes aún esperan recuperar el esplendor otomano a golpe de nacionalismo excluyente. Mientras tanto, los poderes internacionales y regionales se agazapan como hienas para repartirse la riqueza que puede extraerse del subsuelo kurdo.