El camino imprevisto
INICIATIVA INTERNACIONAL | 20º ANIVERSARIO | DECLARACIÓN |
Iniciativa Internacional | Viernes 15 de febrero de 2019
Traducido por Rojava Azadi
20 años de lucha en la prisión de una isla: La emergencia de una alternativa para los oprimidos.
Hace veinte años, el 15 de febrero de 1999, el mundo quedó conmocionado por el secuestro del líder kurdo Abdullah Öcalan en Nairobi, Kenia, en una acción conjunta de varias agencias de inteligencia occidentales. Mientras los kurdos de todo el mundo se levantaban en protesta, Öcalan fue entregado a Turquía, sometido a un juicio espectáculo y condenado a muerte. Desde entonces, ha estado aislado por un régimen que pretende la aniquilación física y psicológica. Hoy, en vísperas del vigésimo aniversario de esos acontecimientos, miramos hacia atrás en el tiempo, pero también hacia el futuro.
En el verano de 1998, Abdullah Öcalan, líder del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), intensificó sus esfuerzos para encontrar una solución política a la cuestión kurda en Turquía. Declaró un alto el fuego unilateral y subrayó que el movimiento estaba dispuesto a llegar a una solución pacífica. Turquía respondió con una escalada de la situación. Con el apoyo de los Estados Unidos, Turquía amenazó con invadir Siria, donde Öcalan residía en ese momento. El líder kurdo decidió viajar a Europa para conseguir apoyo internacional para una solución política.
Eso no sucedió. Los Estados de la OTAN e incluso la Rusia de Yeltsin se mantuvieron indivisos en un frente contra la paz y una solución política. Ningún Estado europeo estaba dispuesto a facilitar ningún tipo de conversaciones políticas, ni siquiera a considerar el asilo político para Öcalan.
Veinte años después, todos somos más sabios. Turquía ha invadido Siria. Lo que quedaba del orden político en Oriente Medio está hecho jirones. El escandaloso acto de secuestrar a Öcalan en violación del derecho internacional no fue un favor a Turquía, sino el comienzo de una nueva ronda de intervenciones. Turquía no ha resuelto ninguno de sus problemas, sino que se ha convertido en una dictadura agresiva, empleando una enorme violencia doméstica y en el extranjero.
La Iniciativa Internacional «Freedom for Abdullah Öcalan-Peace in Kurdistan» (Libertad para Abdullah Öcalan-Paz en Kurdistán), fundada pocas semanas después de su secuestro, ha subrayado desde el principio que la libertad de Öcalan es absolutamente crucial para una solución pacífica y política de la cuestión kurda. Los acontecimientos nos han dado la razón: cuanto más tiempo se aplica el aislamiento total de Öcalan -ha estado en aislamiento, sin visitas y totalmente aislado del resto del mundo durante cuatro años-, peor se vuelve la política militarista del Estado turco. Cuanto más pueda hablar, más se reducirán las tensiones, el alto el fuego se incluirá en el orden del día y la situación general en Turquía mejorará para todos.
Desde poco después del secuestro de Öcalan, el mundo se ha enfrentado a la llamada «guerra contra el terrorismo». Esta guerra es «global» pero innegablemente centrada en Oriente Medio. En lugar de lograr un Oriente Medio más seguro y pacífico, la guerra contra el terrorismo ha dado lugar a la proliferación de la violencia, con hombres, mujeres y niños de muchos pueblos y muchos lugares que son víctimas del terror de Estado, el terror religioso y el terror nacionalista, a menudo el mismo. En medio de todo esto están el pueblo kurdo y sus vecinos.
Öcalan, siendo un revolucionario y político con visión de futuro durante tres décadas antes de su secuestro, previó muchos de estos acontecimientos. En la cárcel, escribió extensamente sobre la necesidad de desarrollar un nuevo paradigma basado en la democracia, la libertad de la mujer y la organización autónoma para superar el punto muerto en el que el estrecho enfoque sobre el Estado, el poder y la violencia ha llevado a muchos movimientos de liberación.
Gracias a estas ideas y a nuevos conceptos como el Confederalismo Democrático, el movimiento de libertad kurdo y sus amigos y aliados se han negado a volver a ser víctimas. En cambio, han surgido con sus propias ideas progresistas y formas de organización, convirtiéndose en un faro de esperanza en una región que de otro modo sería muy problemática. Öcalan, a pesar de todos los esfuerzos para frenar su influencia, ha surgido no sólo como el político kurdo más influyente, sino también como un símbolo de esperanza para todos los pueblos oprimidos y las mujeres de la región. Como escribió recientemente el famoso teórico político Antonio Negri, «Öcalan es un prisionero que se está volviendo mítico, como Mandela en el siglo XX, así como él en el XXI. Expresa una serie de conceptos que en el siglo XXI se están convirtiendo cada vez más en los pilares de la construcción política de un nuevo mundo».
El balance después de 20 años es mixto. Por un lado, Öcalan es más influyente que nunca, reconocido como una voz de paz y el portavoz legítimo de su pueblo. Por otra parte, aún no hemos logrado llevar a buen término la lucha por su libertad. Lo que es peor, en el vigésimo aniversario de la conspiración internacional para secuestrarlo y entregarlo a Turquía, su aislamiento es más intenso que hace un par de años. La lucha contra estas atrocidades continúa con toda su fuerza. En este momento, la diputada kurda del Parlamento turco Leyla Güven y cientos de personas más están en huelga de hambre para conseguirlo: el fin del aislamiento de Öcalan, para que pueda alzar una vez más la voz de la paz.
Nelson Mandela fue puesto en libertad tras 27 años de cautiverio, a la edad de 72 años. En el 20º aniversario del secuestro de Öcalan y con la proximidad de su 70º cumpleaños, estamos decididos a no esperar tanto. Únete a nosotros en nuestra lucha por la paz y la libertad para Öcalan. Abdullah Öcalan debe ser liberado inmediatamente.