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Dossier sobre las mujeres presas políticas en Irán

Introducción

Las mujeres de Irán se enfrentan a una compleja combinación de retos y oportunidades. Por un lado, se han conseguido importantes logros en los campos de la educación, el arte y la ciencia. Por otro, las restrictivas leyes y políticas gubernamentales, unidas a la discriminación social y cultural, han dificultado su situación. Esta realidad es especialmente pronunciada en el caso de las mujeres pertenecientes a minorías étnicas, religiosas y políticas, como las kurdas o las baluch.

Las mujeres política y socialmente activas corren especial peligro de ser detenidas, torturadas y encarceladas. Casos como los de Narges Mohammadi, Atena Daemi, Zeinab Jalalian y Pakhshan Azizi son ejemplos destacados de la represión de mujeres activas y que protestan.

El movimiento «Mujer, Vida, Libertad», que en los últimos años ha ido acompañado de protestas generalizadas, simboliza las demandas de las mujeres de igualdad de derechos y mayores libertades. Este movimiento se ha convertido en uno de los iconos de la lucha por la justicia social y la igualdad en Irán.

Las mujeres de minorías étnicas, religiosas y políticas de Irán sufren una discriminación agravada:

  • Mujeres kurdas y baluches: Estas mujeres se enfrentan a menudo a problemas como la pobreza, la violencia estatal y la discriminación en el acceso a la educación y los servicios sanitarios.
  • Mujeres bahá’ís y cristianas: Las mujeres pertenecientes a minorías religiosas se enfrentan a restricciones legales y sociales y a menudo se ven privadas de oportunidades laborales y educativas.

1. Antecedentes y activismo

1.1 Warisha Moradi
Warisha Moradi, activista kurda y defensora de los derechos de la mujer, se comprometió a abordar la marginación de las mujeres kurdas. Líder comunitaria, el activismo de Warisha se centró en el empoderamiento de las mujeres a través de la educación y la resistencia contra las restricciones culturales e impuestas por el Estado. Detenida durante las protestas de 2021, ha sido acusada de «Baghi» (rebelión armada) sin que existan pruebas que la vinculen a tales actos.

1.2 Pakshan Azizi
Pakshan Azizi, trabajadora social y feminista, trabajó para apoyar a las víctimas de violencia doméstica y promovió la igualdad de género en las regiones kurdas. Organizó programas para educar a las mujeres sobre sus derechos y se enfrentó activamente a la violencia patriarcal y estatal. Detenida en agosto de 2023, Pakshan fue torturada y acusada falsamente de rebelión contra el régimen, por lo que fue condenada a muerte.

1.3 Zeinab Jalalian
Zeinab Jalalian es una de las presas políticas kurdas más antiguas de Irán. Detenida en 2008, fue acusada de pertenencia al PJAK (Partido de la Vida Libre del Kurdistán), cargo que ella niega. Zeinab ha sido sometida a graves torturas y se le ha negado atención médica, mientras padece enfermedades que ponen en peligro su vida. Su caso ha atraído la atención internacional sobre la difícil situación de las mujeres kurdas en las cárceles iraníes.

2. Detención y cargos

Las detenciones de estas mujeres reflejan fallos sistémicos en el proceso judicial iraní:

  • Cargos inventados: Con frecuencia se formulan sin pruebas cargos como «Baghi», «difusión de propaganda contra el Estado» o «corrupción en la Tierra».
  • Tortura y confesiones forzadas: Las tres mujeres denunciaron haber sido sometidas a tortura, incluidos malos tratos físicos, intimidación psicológica y reclusión prolongada en régimen de aislamiento.
  • Juicios opacos: Se les negó el acceso a representación legal durante fases cruciales de sus juicios. Los procedimientos judiciales fueron breves, secretos y predeterminados, en violación de las normas internacionales sobre juicios justos.

3. Condiciones de encarcelamiento

Las condiciones a las que se enfrentan estas mujeres reflejan la dura realidad del encarcelamiento político en Irán:

  • Tortura física y psicológica: La tortura sigue siendo una práctica generalizada en los centros de detención iraníes, especialmente en el caso de los presos políticos.
  • Negación de atención médica: A Zeinab Jalalian se le ha negado tratamiento médico para enfermedades graves. Pakshan Azizi y Warisha Moradi también sufren lesiones no tratadas debido a la tortura.
  • Aislamiento y acoso: Los presos políticos, especialmente las mujeres, son aislados de sus familias y sometidos a abusos verbales por parte de las autoridades penitenciarias.
  • Comunicación restringida: El acceso a las visitas familiares y a la asistencia letrada está gravemente limitado.

4. Contexto más amplio de las presas políticas

Irán utiliza el encarcelamiento como herramienta para reprimir la disidencia, y las mujeres se enfrentan a menudo a la doble carga de la persecución política y la discriminación de género:

  • Persecución de activistas: Las mujeres que participan en movimientos sociales, defensa de los derechos humanos o protestas son objeto de una persecución desproporcionada.
    • Discriminación étnica y de género: Las mujeres kurdas, en particular, sufren una discriminación agravada por su origen étnico y su género.
    • Aumento de las ejecuciones: Desde las protestas de «Mujer, Vida, Libertad», las ejecuciones de mujeres han aumentado drásticamente. Sólo en 2023 fueron ejecutadas al menos 24 mujeres, muchas de ellas kurdas.

5. Reacciones y solidaridad mundiales

La comunidad internacional ha condenado el trato dado por Irán a las presas políticas:

  • Organizaciones de Derechos Humanos: Grupos como Amnistía Internacional y Human Rights Watch han exigido el cese inmediato de las torturas y los juicios injustos.
  • Campañas mundiales: Se han intensificado los llamamientos para abolir la pena de muerte en Irán y liberar a todos los presos políticos.
  • Movimientos de solidaridad: Las organizaciones de derechos de la mujer de todo el mundo se han unido en torno a estos casos como emblema de la lucha más amplia por la libertad en Irán.

6. Importancia de sus casos

Los casos de Warisha Moradi, Pakshan Azizi y Zeinab Jalalian son significativos porque:

  • Símbolos de resistencia: Representan la resistencia de las mujeres kurdas contra la opresión sistémica.
  • Destacan la injusticia: Su difícil situación pone de relieve las violaciones de derechos humanos y judiciales generalizadas en Irán.
  • Inspiración para movimientos: Su valentía inspira al movimiento mundial «Mujer, Vida, Libertad».

7. Exigencias de justicia

Los siguientes pasos son esenciales para abordar las injusticias a las que se enfrentan estas mujeres:
1. Acción inmediata: Revocación de las condenas a muerte y liberación de todos los presos políticos.
2. Rendición de cuentas: Investigaciones sobre las denuncias de tortura y mala conducta judicial.
3. Abolición de la pena de muerte: Campaña mundial para poner fin a las ejecuciones en Irán, especialmente de disidentes políticos.
4. Apoyo a las familias: Proporcionar asistencia psicológica y económica a las familias de los presos políticos.

Conclusión

Las historias de Warisha Moradi, Pakshan Azizi y Zeinab Jalalian ejemplifican el valor y la determinación de las mujeres iraníes frente a la opresión. Su encarcelamiento y persecución son duros recordatorios de la urgente necesidad de solidaridad mundial en la lucha por la justicia y los derechos humanos en Irán.
El grito de guerra «Mujer, vida, libertad» sigue resonando en todo el mundo, inspirado por los sacrificios y la lucha de estas mujeres y de muchas otras como ellas.

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