«Confío en las montañas». El nacimiento del cine de guerrilla
En memoria de Şehîd Xelîl Dağ, de la Comuna Internacionalista de Rojava – 14 mayo 2024
Un breve texto de Şehîd Halil Dağ:
«La lengua es la expresión de nuestra cultura común, nuestros pensamientos y nuestros sentimientos. Cuando los pensamientos se convierten en palabras y salen de nuestro cuerpo, iniciamos el cambio. El orden de las palabras, la melodía y las emociones que esconden son códigos secretos que nos cuentan la historia de los pueblos. Las lenguas son claves de nuestra historia, de la historia de las sociedades. Cada lengua tiene una cultura, una historia, un pasado que a veces es difícil de traducir. Con cada palabra hablada, nos acercamos al pasado de estas culturas, comprendemos nuestro presente y superamos las fronteras entre el espacio y el tiempo. Podemos sentir y saborear, ver el mundo con otros ojos. Las lenguas nos abren las puertas a nuevas culturas, a veces ajenas a nosotros. Con cada lengua hablada y aprendida ganamos en belleza. La belleza de las culturas decora nuestras almas y abre nuestros corazones. Cada palabra es un trocito de verdad de la historia de la humanidad. Cada palabra es un trozo del mapa del tesoro que guarda el camino hacia el pasado. Las palabras son sagradas, dicen en Kurdistán.
El hablar nos permite leer a las personas, facilitar la comunicación y la conexión interpersonales y acceder a pensamientos, sentimientos y momentos. A través de la escritura, podemos capturar y compartir momentos. Compartir lo que sentimos, lo que pensamos, lo que vivimos. Nuestros anhelos, nuestros sueños, nuestros miedos, nuestra alegría, nuestro amor. Cuando leemos, caemos en un mundo nuevo, un mundo que a veces no es el nuestro, que nos es ajeno. Sin embargo, nos sale al encuentro con nuevos colores. A veces por evasión, a veces por curiosidad y a veces es la búsqueda lo que nos une a las personas. A través del encuentro directo con el otro nos es posible vernos reflejados. Con la diversidad y la heterogeneidad es posible definirnos. Es el espejo de la vida. A través de la diversidad podemos expresarnos y encontrarnos a nosotros mismos. A través de la diversidad podemos obtener infinitas posibilidades de vida. Es el arte más elevado de la humanidad para comunicarnos interculturalmente y abrirnos, comprender y conquistar nuestros límites».
Şehîd Halil Dağ es la expresión de esta realidad. En su libro «Benı bağışlayın» describe fabulosamente las emociones, los pensamientos de un buscador. Un buscador, un extraño que encuentra la belleza de la vida, su búsqueda de la verdadera vida en las montañas del Kurdistán. Las montañas, los amigos y la vida le enseñan a comprender un nuevo lenguaje y a fundirse con él. Heval Halil Dağ es uno de los primeros amigos que, a través de sus películas y libros, narró al mundo la belleza de la resistencia y el amor de los luchadores por la libertad. Si queremos entender las montañas, tenemos que hablar su idioma. Abrirnos a un mundo nuevo. Heval Halil Dağ es un puente hacia este nuevo mundo. No es sólo un artista que revoluciona el arte y la cultura. Es un amigo, un camarada, que a través de la humildad, la autocrítica y el amor, se convierte en el protagonista de su historia. Heval Halil Dağ nos enseña sobre todo una cosa: que la historia que contamos no necesita objetividad. Al contrario, la historia que queremos contar no debe hablar el lenguaje de los demás, sino el de los protagonistas.