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Apoyo mundial al líder kurdo encarcelado y a la solución pacífica de la cuestión kurda

Eureporter – 17 octubre 2023 – Traducido y editado por Rojava Azadi Madrid

Desde el 10 de octubre, cargos electos, gobiernos locales, partidos y movimientos, sindicatos, organizaciones de la sociedad civil, intelectuales y otros se han unido en un esfuerzo global para encabezar la campaña mundial «Libertad para Öcalan, una solución política para la cuestión kurda», escribe la profesora Kariane Westreheim.

Abdullah Öcalan, el líder kurdo al que se compara con Nelson Mandela, es considerado por millones de kurdos como su legítimo representante político. Cuando se vio obligado a abandonar su cuartel general en Siria el 9 de octubre de 1998, emprendió una odisea para encontrar un refugio donde poder trabajar en una hoja de ruta que resolviera la cuestión kurda de forma pacífica.

No funcionó así. Öcalan fue secuestrado en una operación de inteligencia internacional y enviado a Turquía el 15 de febrero de 1999 en condiciones especialmente degradantes. Lleva 24 años encarcelado en la remota isla de Imrali, en el Mar de Mármara, donde ha sufrido graves torturas y abandono. Desde hace casi tres años nadie le ve ni sabe nada de él. Sólo se puede especular sobre lo que ocurre en Imrali, pero hay motivos para temer por su vida y su salud.

La campaña se centra en la liberación de Öcalan como requisito previo para el inicio de un nuevo proceso de paz en Turquía y en toda la región. Sin embargo, la exigencia más inmediata es poner fin al aislamiento total al que Ocalan ha estado sometido durante casi tres años.

La campaña reúne a cargos electos, gobiernos locales, partidos y movimientos, sindicatos, organizaciones de la sociedad civil e intelectuales, entre otros. Como arranque de la campaña, se celebran 74 conferencias de prensa en toda Europa, América Latina, Sudáfrica, Kenia, Japón, India, Bangladesh, Timor Oriental, Filipinas y Australia. Sin embargo, las principales ruedas de prensa se celebrarán ante el Consejo de Europa en Estrasburgo, París, Viena, Bruselas y Berlín. El número de conferencias de prensa es simbólico y apunta a Öcalan, que este año ha cumplido 74 años.

Los problemas en torno a la cuestión kurda, incluido el encarcelamiento inhumano de Öcalan, figuran entre los conflictos sin resolver más combustibles del mundo. Los conflictos y la inestabilidad política derivados de la violenta negación por parte de la República turca de los derechos civiles y políticos fundamentales a 20 millones de ciudadanos kurdos han costado decenas de miles de vidas, han desplazado a millones de personas y han dado poder a nacionalistas de línea dura, fundamentalistas religiosos y autócratas de todo el mundo. Está vinculada a muchos de los problemas regionales y mundiales más graves que afectan a la vida y el bienestar de millones de personas: la ocupación, el racismo, la opresión de la mujer, la intolerancia religiosa, la explotación económica y la destrucción del medio ambiente.

Del mismo modo que Öcalan está sometido a la fuerza bajo el puño de hierro del presidente Erdoğan, todo el pueblo kurdo está oprimido y privado de sus derechos humanos y políticos más básicos, como el derecho a la vida, a un trato jurídico justo, a la educación en su lengua materna, a la libertad de expresión, así como a la libertad de reunión y de protesta.

Una de las principales razones por las que la cuestión kurda sigue sin resolverse es el silencio y la falta de acción política de organizaciones centrales como la UE, la ONU, Estados Unidos y la OTAN. Debido a la importancia geopolítica de Turquía, se evita la confrontación, lo que da luz verde a Turquía para continuar con su política de represión, ataques armados contra los kurdos, incluso con armas químicas contra zonas y asentamientos kurdos dentro de sus propias fronteras estatales, y en el territorio de otros Estados como Irak y Siria.

Erdoğan piensa que sólo puede hacer realidad su objetivo neo-otomano, que es una dictadura islámica suní, eliminando la resistencia kurda y aislando las ideas de Öcalan. Se considera el nuevo califato de todos los grupos islámicos radicales. Erdoğan mostró su verdadera cara a través de su apoyo activo a Daesh durante los ataques de larga duración contra los kurdos.

Hoy hace lo mismo. Con su guerra contra los kurdos, Erdoğan crea nuevas rutas de refugiados hacia Europa. Al mismo tiempo, bloquea las rutas energéticas hacia Europa, lo que provoca un aumento de los precios de la energía. Erdoğan anima a los turcos que viven en el extranjero a actuar contra los ciudadanos que piensan diferente en las sociedades europeas. Si continúa su guerra contra los kurdos y su vanguardia política, Erdoğan estará perjudicando no sólo a las regiones kurdas, sino también a los intereses de Europa y a la vida cotidiana normal europea.

Una solución política a la cuestión kurda no sólo aportará estabilidad, sino que también democratizará la propia Turquía. Por eso la campaña por la liberación de Öcalan y una solución pacífica a la cuestión kurda es tan importante para los pueblos de Europa.

El principal mensaje de la campaña «Libertad para Öcalan, una solución política para la cuestión kurda» es que la resolución del conflicto sólo puede lograrse cuando se permita al líder kurdo Abdullah Öcalan reunirse con sus abogados y su familia y, en última instancia, sea liberado en condiciones que le permitan desempeñar un papel en la búsqueda de una solución política justa y democrática al conflicto kurdo de Turquía, que dura ya décadas.


La profesora Kariane Westreheim es presidenta de la EUTCC (Comisión Cívica EU-Turquía).

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