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Aldeano kurdo arrojado desde un helicóptero es condenado a prisión por cargos de terrorismo

Osman Şiban, uno de los dos aldeanos kurdos supuestamente arrojados desde un helicóptero militar en la provincia suroriental de Van, fueron en realidad agredidos por una turba de más de 100 soldados, según revela un informe del diputado independiente y periodista de investigación Ahmet Şık.

Turkish Minute – 11 abril 2023 – Traducido por Rojava Azadi Madrid

Un tribunal turco ha condenado a siete años y medio de prisión a un aldeano kurdo que fue presuntamente arrojado desde un helicóptero militar y golpeado por las fuerzas de seguridad en el sureste de Turquía en 2020, informa la agencia de noticias Mezopotamya.

La sentencia del 2º Tribunal Penal Superior de Mersin se refiere a Osman Şiban, quien, junto con otro aldeano kurdo, Servet Turgut, fue detenido por gendarmes mientras trabajaba en su granja en la provincia oriental de Van en septiembre de 2020 y fue supuestamente arrojado de un helicóptero militar. La información inicial sobre el incidente difundida por grupos de derechos humanos y medios de comunicación citaba un informe médico que daba como motivo de su ingreso en el hospital una «caída desde una altura.»

Sin embargo, las investigaciones del diputado de la oposición y periodista de investigación Ahmet Şık revelaron en noviembre de 2020 que, en realidad, los aldeanos fueron agredidos por una turba de más de 100 soldados.

Ninguna persona implicada en el incidente ha sido acusada, aunque las familias de las víctimas han presentado denuncias penales contra los miembros pertinentes de las fuerzas de seguridad. Sin embargo, en diciembre de 2021 la Fiscalía General de Van presentó cargos penales contra Şiban. En la acusación, se acusaba a Şiban de pertenencia al proscrito Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), catalogado como organización terrorista por Turquía y gran parte de la comunidad internacional.

Según la acusación, Şiban proporcionó apoyo logístico al PKK, y los militantes recibieron alimentos de su casa en el pueblo de Surik. Tres contenedores de 40 a 50 litros de combustible diésel que se encontraron en las inmediaciones de la casa de Şiban también se consideraron pruebas en la acusación.

La acusación también incluía el testimonio de un informante que afirmaba que dos altos cargos del PKK, Murat Karayılan y Mahsum Korkmaz, se habían reunido en la casa de Şiban en ese momento.

En la última vista, celebrada el martes, Şiban fue condenado a una larga pena de prisión por cargos de pertenencia a organización terrorista. Según la decisión del tribunal, también se mantendrá la prohibición de viajar que tenía impuesta.

Şiban no asistió a la vista. Sus abogados dijeron que apelarían la decisión del tribunal, lo que significa que su cliente no será encarcelado inmediatamente.

El ministro del Interior, Süleyman Soylu, que habló en el Parlamento en noviembre de 2020 sobre el incidente de Şiban y Turgut, no respondió a las acusaciones de tortura, pero los calificó de «milicianos» del PKK.

De hecho, arrojar a personas a la muerte desde un helicóptero era habitual en Turquía en la década de 1990, cuando los kurdos eran víctimas de una violencia extraordinaria. Al igual que ocurre hoy, el trato entonces infame apenas recibió cobertura mediática. Human Rights Watch (HRW) informó en 1995 de que presuntas mujeres terroristas fueron arrojadas desde un helicóptero el 14 de mayo de 1994, citando a un testigo «fiable».

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