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Zozdar Avesta (KCK) sobre el genocidio yazidi

KCK – 4 agosto 2024 – Traducido y editado por Rojava Azadi Madrid

Extracto del último discurso de Sozdar Avesta, miembro del Consejo Presidencial de la KCK, en el que habla en detalle sobre el genocidio de los yazidíes en 2014, y expone los efectos que aún se pueden sentir hoy en día, así como las responsabilidades que aún quedan por dirimir.

Como afirma Avesta: «Aunque han pasado diez años desde entonces, las heridas de Shengal aún no han cicatrizado del todo, y el destino de miles de personas, especialmente mujeres, niños y jóvenes, sigue sin estar claro. Todas las partes de la sociedad tienen el gran deber de vengar a estas personas. La administración autónoma lleva diez años gobernando la sociedad de Shengal desde la perspectiva de una nación democrática, a pesar de todos los obstáculos. Ha estado protegiendo a Shengal, practicando el autogobierno, satisfaciendo las necesidades del pueblo y librando una lucha».


El 3 de agosto se cumple el 10º aniversario del 74º ferman (1) contra la población yazidi (Êzidi) en Sinjar (Shengal). Ante todo, condeno con odio a las fuerzas masacradoras implicadas en este ferman, así como a los colaboradores que fueron cómplices del mismo. Al mismo tiempo, conmemoro con respeto a todos los que perdieron la vida en el 74º ferman, así como a los combatientes de la resistencia, los camaradas Dilsher Herekol, Egid Civiyan, Nujin Sert, Nergis, Dilgesh Rojhilat, Genco Hewler y Evin Derik, que respondieron al grito de auxilio de los yazidíes y evitaron así el genocidio a costa de sus vidas.

Honro a los mártires de la libertad y del pueblo yazidi, entre ellos Zeki Shengali, Mam de Êzidxan, los camaradas Beshir, Said, Berxwedan, Zerdesht, Azad y Dijwar Feqir, comandante de Shengal. Atesoro sus recuerdos. En esta ocasión particular, aprecio la resistencia de Rêber Apo (2). El 74º ferman del pueblo yazidi sólo fue impedido por los militantes que luchaban bajo la perspectiva de Rêber Apo.

¿En qué periodo tuvo lugar este ferman? ¿Qué fuerzas participaron en él? ¿Cuáles eran las metas y los objetivos, y cuánto se consiguió de cada uno de ellos? Por supuesto, durante diez años, estas preguntas han sido analizadas desde innumerables perspectivas, pero todavía hay cosas que no están claras. Creemos que la honorable resistencia de nuestro pueblo sacará a la luz lo que aún permanece en la oscuridad y hará que estas fuerzas masacradoras rindan cuentas.

Hoy, a pesar de todas las dificultades, nuestro pueblo yazidi, que resurgió de sus cenizas con su fe y su resistencia, continúa su lucha. Saludo sinceramente a las madres de los mártires, a las mujeres de la resistencia, a los jóvenes que han desempeñado su papel en cada período, a YBŞ, YJŞ, a los Êzidxan asayish, y a todo nuestro pueblo, y les ofrezco mi respeto y estima. Les felicito por su lucha. Esta honorable resistencia impidió que los fermans lograran su objetivo.

Antes de que Mosul cayera en manos de las bandas de ISIS, las fuerzas que fundaron ISIS celebraron una reunión el 1 de junio de 2014 en Ammán, la capital de Jordania. Arabia Saudí, Qatar, el Estado fascista turco y sus colaboradores -la traidora familia Barzani y su PDK- estuvieron presentes en esta reunión. Según las decisiones tomadas en Ammán, la línea de Shengal a Mosul, Derik y gran parte de Qamishlo iban a ser entregadas a ISIS. Oficialmente discutieron esta decisión entre ellos y llegaron a un acuerdo. Toda la opinión pública lo sabe. En la primavera de 2014, la familia Barzani cavó una trinchera entre Rojava y el sur de Kurdistán en la frontera de ocupación. Este fue el comienzo del «Plan Ammán». Por un lado, pretendían subyugar al pueblo yazidi y eliminar sus creencias y, por otro, sofocar la nueva Revolución de Rojava. Los que traicionaron a este pueblo han continuado esta traición durante diez años.

Es sabido que la comunidad yazidi tuvo la oportunidad de ser libre tras la caída de la dictadura de Saddam en Irak en 2003. Esperaban el día en que pudieran vivir libremente en su propia tierra. Por ello, en 2004, empezaron a organizarse bajo la dirección del camarada Seyid Hesen basándose en las ideas y pensamientos de Rêber Apo. Hasta 2014, la familia Barzani estuvo al mando de Shengal e impidió que la comunidad yazidi se organizara por voluntad propia. Los dos últimos fermans de la comunidad yazidi en 2007 y 2014 tuvieron lugar durante el gobierno de la familia Barzani. Fueron ellos quienes impidieron que la comunidad yazidi se organizara, formara sus propias fuerzas de defensa y se gobernara a sí misma. Por ello, no dudaron en detener diariamente a miembros de este movimiento, les pusieron obstáculos, no les permitieron hacer tan poco como distribuir panfletos y les impidieron sensibilizar a la opinión pública. Una vez más, cuando aumentó el peligro en Shengal, nuestro movimiento quiso impedirlo e intervenir allí. Para ello, se envió a Shengal un grupo de guerrilleros bajo la dirección de Dilsher Herekol. Poco antes, el ferman y el PDK detuvieron a algunos de estos amigos y los metieron en la cárcel. El 3 de agosto, cuando comenzaron los ataques de ISIS, como es sabido, el PDK dejó al pueblo en manos de las bandas y huyó. Recogieron las armas del pueblo, lo obstaculizaron, dieron la espalda al pueblo y huyeron deshonrosamente.

El PDK sigue aplicando esta política. Ni el Estado iraquí ni la familia Barzani defendieron a la comunidad yazidi. Han pasado diez años desde el ferman, y en estos diez años, los ataques han continuado a diario. De hecho, los esfuerzos por completar el ferman aún continúan hoy en día. Hubo mártires en los ataques a Xanesor, y cada día el Estado turco ataca con aviones e intenta asesinatos. Los ataques para expulsar a la comunidades yazidíes de sus tierras en la DAANES aún continúan, al igual que la resistencia contra ellos. Los ataques del Estado fascista turco y la traición de la familia Barzani han causado más pérdidas de vidas que la guerra contra ISIS. Los héroes de Êzidxan, como los camaradas Seyid, Dijwar, Zerdesht, Berxwedan, Azad, Dildar, Hayri, Berivan y Arin, fueron atacados porque se opusieron a la traición. Me gustaría aprovechar esta oportunidad para detenerme un poco en los esfuerzos y el trabajo de estos amigos.

El camarada Seyid fue a las montañas de Shengal con su familia, su tribu y toda la gente que le rodeaba, aunque nadie le hubiera seguido y aunque todos se hubieran marchado, él habría resistido igualmente. «Resistiré con la fuerza que me dé Rêber Apo; ¡no huiré!», es lo que dijo. Muchos miembros de la tribu del camarada Dijwar Feqirs eran entonces Peshmerga del KDP. Querían que abandonara Shengal, pero el camarada Dijwar dijo que estaría al lado de los luchadores por la libertad hasta su último aliento. Todas las tribus y nuestro pueblo que permanecieron en el monte Shengal desempeñaron un papel histórico. Como movimiento por la libertad, sabíamos muy bien que si la gente abandonaba Shengal, no volvería jamás. La familia Barzani hizo todo lo posible para evacuar Shengal. Especialmente en los primeros meses, el KDP cerró el corredor entre Rojava y Shengal, por cuya apertura decenas de personas dieron su vida, y bloquearon Shengal para que la gente abandonara sus tierras. Los que se quedaron en Shengal en aquel momento, bajo el liderazgo de Seyid y Dijwar, dijeron resueltamente: «Comeremos tierra si es necesario; pasaremos hambre y sed, pero no abandonaremos Shengal». Viendo este planteamiento, uno comprende mucho mejor lo acertada que fue esa decisión de resistir. El pueblo yazidi lo vio; el mundo entero lo vio. Tomar esta decisión en un momento así, sentó las bases para muchas cosas. Nuestro pueblo debe entenderlo muy bien y no caer en los engaños de nadie. Deben investigar sobre qué base se ha realizado la lucha que se ha librado hasta hoy. Por ejemplo, estos amigos fueron atacados porque no se sometieron a la familia Barzani, porque adoptaron una postura clara. La familia Barzani cerró la puerta abierta por el movimiento por la libertad menos de dos meses después del ferman, y el día 12 hicieron un espectáculo con su convoy y se dirigieron a las montañas de Shengal. El camarada Seyid se enfrentó a ellos y les dijo: «¿Cómo os atrevéis a seguir viniendo aquí? Nuestro honor y dignidad han sido atacados; vosotros lo habéis provocado. ¿Cómo tenéis todavía la cara de volver?». Todos sabían que el camarada Seyid se convertiría en un objetivo por su honorable postura erguida. El KDP hizo docenas de planes para asesinar al camarada Seyid.

Aunque han pasado diez años desde entonces, las heridas de Shengal aún no han cicatrizado del todo, y el destino de miles de personas, especialmente mujeres, niños y jóvenes, sigue sin estar claro. Todas las partes de la sociedad tienen el gran deber de vengar a estas personas. La administración autónoma lleva diez años gobernando la sociedad de Shengal desde la perspectiva de una nación democrática, a pesar de todos los obstáculos. Ha estado protegiendo Shengal, practicando el autogobierno, satisfaciendo las necesidades del pueblo y librando una lucha. En los últimos días han llevado a cabo una labor muy valiosa. Organizaron la tercera Conferencia de Mujeres Iraquíes en Bagdad. También organizaron un taller sobre libertad y justicia en Shengal. Nuestro pueblo ha superado ya el periodo de victimización. Ahora puede gobernarse a sí mismo y rendir cuentas. Fueron sometidos a grandes sufrimientos por las fuerzas de ocupación durante un tiempo, pero ahora es el momento de pedirles cuentas. En otras palabras, la respuesta más valiosa al ferman es hacer inevitable el autogobierno, que vengará a los mártires y pondrá fin a nuevas victimizaciones. Nuestra comunidad lo ve ahora muy bien, si no se autogobiernan, si no pueden defenderse, nadie les apoyará. Por eso es tan importante proteger el autogobierno y luchar por él en todos los ámbitos. Para que la comunidad Êzidi no vuelva a enfrentarse a los fermans.

en esta ocasión, volvemos a hacer un llamamiento al estado iraquí. iraq es un país rico: en él conviven todas las sociedades, creencias y culturas. Por lo tanto, dejar al pueblo Êzidi indefenso, sin voluntad ni identidad, no es un éxito para Irak. Al contrario, es algo que perjudicará a la soberanía iraquí. Algunas de las decisiones adoptadas como consecuencia del chantaje del Estado turco y de la familia Barzani no benefician a los intereses de Iraq. La comunidad Êzidi nunca ha perjudicado al Estado iraquí y nunca lo hará. Han permanecido en sus tierras a pesar de todos los ataques; no han agredido a nadie de ninguna manera, ni tienen intención de agredir a nadie. Irak no debe sucumbir al chantaje de la familia Barzani, y nunca debe caer en los juegos del Estado turco. Es una situación muy vergonzosa y deshonrosa que el Estado iraquí masacre a una comunidad que ha sobrevivido a tantos fermanes en suelo iraquí. Lo que hay que hacer es que el Estado iraquí reconozca constitucionalmente el estatuto de Shengal, siguiendo el ejemplo del Kurdistán del Sur.

Tras diez años de resistencia y lucha, tanto Shengal como sus alrededores fueron liberados, y el pueblo estableció sus fuerzas de defensa. Estas fuerzas YBŞ, YJŞ y Êzidxan asayish resistieron con gran voluntad en estos diez años. Por supuesto, fueron los luchadores por la libertad de las montañas del Kurdistán, como Dilsher y Egid, quienes los llevaron a este punto y crearon una voluntad, un poder y un nivel de organización tan fuertes. Gracias a YJA Star, HPG, YPG y YPJ, alcanzaron este nivel. Puede que los Estados internacionales no hablen mucho de ello debido a sus propios intereses, pero en aquel entonces, todo el mundo vio cómo esas fuerzas intervenían por los cuatro costados. En consecuencia, el primer ministro iraquí, Haider Abadi, felicitó y dio las gracias al movimiento por la libertad.

La comunidad Êzidi no debe ser tratada como moneda de cambio entre Irak y la familia Barzani. En los últimos tiempos se han producido nuevos juegos políticos. No somos ajenos a ellos. En Armenia y Alemania se debatió durante décadas si los Êzidis eran kurdos o no. Lo mismo quieren desarrollar en Irak. Este debate no es la agenda de la comunidad Êzidi. El gobierno iraquí debería dejar de lado el tratado del 9 de octubre, no ponerlo en vigor, rechazarlo y llegar a un acuerdo conjunto con las autoridades yazidíes de Shengal. Este planteamiento supondría una disculpa por no haber cumplido con sus obligaciones durante el ferman. La manera de saldar su deuda con Shengal es reconocer el estatus de Shengal y hacer la paz democrática con esta comunidad. Nuestro pueblo, tanto en Shengal como en el extranjero, tiene una agenda. Nadie, especialmente nuestro pueblo yazidi, debe engañarse y decir que el ferman ha terminado.

Una vez más, el Estado turco está desplegando mercenarios de ISIS en Kurdistán del Sur. Primero fueron llevados a la zona de Berwari Bara bajo el liderazgo de la familia Barzani, y ahora Kurdistán del Sur está bajo la ocupación del Estado turco. Hay una gran resistencia contra esto, pero el peligro de genocidio aún continúa. Nuestro pueblo debe ser muy consciente de esta situación. Por un lado, deben aumentar su lucha y, por otro, reforzar su autodefensa. Las mujeres llevan diez años en la calle. Están liderando esta gran resistencia, siguiendo los pasos de las camaradas Berivan y Naze, y no cediendo ante la opresión a pesar de pasar por tantos fermans. Han dado esperanza a todos los pueblos oprimidos. Las madres y las mujeres han tomado la iniciativa. Se han organizado siguiendo la filosofía de Rêber Apo y han saboreado la libertad. Se está realizando un trabajo muy importante sobre la base de la filosofía de Rêber Apo.

El KDP había sembrado la discordia en la sociedad; la gente ni siquiera comía de la mano de los demás. Pero ahora, las mujeres yazidíes, árabes, turcomanas, asirias e iraquíes luchan codo con codo. Esto es gracias a la filosofía de Rêber Apo, que desarrolló la lucha de liberación de las mujeres. Hoy, las mujeres de Shengal lideran esta lucha y hacen crecer la resistencia. Esto es muy importante. Creo firmemente que las jóvenes yazidíes, que siguen la filosofía de Rêber Apo y han planteado la lucha siguiendo a las camaradas Berivan y Naze, también liderarán este proceso. Por Shengal han martirizado personas de muchos credos. El martirio de nuestro pueblo aleví, pueblo árabe, amigos internacionales y aquellos que defienden la identidad kurda, aquellos que vieron sus vidas bajo ataque en Shengal, formaron la base de la Shengal autónoma democrática. Me gustaría aprovechar esta oportunidad para dirigirme a nuestra comunidad yazidi en el extranjero y a nuestra gente que está dispersa por toda Europa y América: vuestra comunidad está amenazada. La única respuesta correcta es organizarse y unirse. Hay que establecer la verdadera unidad del pueblo de Shengal, aislando a los traidores.

Nuestro pueblo de Shengal ya no es como era hace unos años. Tiene poder, es consciente, tiene esperanza, conoce las vías y los métodos de lucha y sabe distinguir quién es amigo y quién es enemigo. Siempre decimos que los grandes sufrimientos traen grandes avances. Todo el mundo debería saber que este ferman fue el último ferman. lo digo una vez más: si nuestro pueblo establece su unidad con su resistencia, su lucha y las ideas de Rêber Apo, si institucionaliza su autonomía, ya ningún poder podrá atacarle. Que nadie se engañe diciendo que ya vivió 73 fermans y que ningún otro peligro se cruzará en su camino. En la III Guerra Mundial en curso, la modernidad capitalista y las potencias hegemónicas están engullendo países. Definitivamente, están dispuestos a sacrificar a un puñado de shengalíes por sus propios intereses. Igual que los sacrificaron hace diez años, los sacrificarán ahora. Vivimos en un proceso tal que la lengua, la cultura y la personalidad no son importantes para las fuerzas del interés propio. Para anular el riesgo de aniquilación total, hay que abrazar más la resistencia y la lucha. Señalo una vez más que estamos agradecidos a los caídos, a Rêber Apo, y a nuestro pueblo que participó en la resistencia y regresó a sus tierras. Después de diez años, los yazidíes regresan a sus tierras. En esta ocasión, hago un llamamiento a todas las personas de honor, dignidad y devoción a su tierra para que regresen a Êzidxan.


NOTAS:

1 La palabra "ferman" es utilizada por el pueblo yazidi para describir un ataque genocida contra ellos. Proviene de la época del Imperio otomano, cuando los gobernantes intentaron acabar con los yazidíes mediante varios "fermans".

2 En referencia al líder del pueblo kurdo Abdullah Öcalan.

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