Talaat Pachá, la sanguinaria modernidad turca
André Loez – junio 2023 – Traducido y editado por Rojava Azadi Madrid
Para comprender mejor la Turquia de Erdogan, descubramos a Talaat Pasha. El otro fundador de la Turquía moderna, artífice del genocidio armenio.
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Sobre el libro "Talaat Pacha. El otro fundador de la Turquia moderna. Arquitecto del genocidio armenio", biografía escrita por Hans-Lukas Kieser, Edición en inglés: Princeton University Press, 2018.
Entre los dictadores y verdugos contemporáneos, es una figura prácticamente desconocida. Aunque existen innumerables biografías de Hitler, Stalin o Mussolini, la figura de Mehmet Talaat Pasha (1874-1921) sólo aparece con claridad en el grupo de dirigentes turcos que decidieron exterminar a los armenios del Imperio Otomano en 2015. Ēl fue, por tanto, el maestro de obras irrefutable de esta política criminal y, más ampliamente, una figura clave del siglo XX
Así que el libro de gran profundidad que le dedica Hans-Lukas Kieser no solo contribuye a sacarlo de entre las sombras: muestra su importancia a caballo entre dos épocas. Logrando una fusión muy original entre retórica revolucionaria, partido único, nacionalismo obsesivo y violencia de Estado, él fue el primero en concretar y encarnar, en la década de 1910, un nuevo modelo político llamado a dominar este periodo mucho más allá de las fronteras turcas.
La ascensión de Talaat puede resumirse en un drama en tres actos. El primero se representa, a finales del siglo XIX, en los medios contestatarios de un debilitado Imperio otomano. Este joven de escasa educación se une a los militantes revolucionarios decididos a rechazar el poder del sultán Abdul Hamid II y construir un Estado moderno. Conoce la conspiración, la prisión y el exilio, antes del éxito de la revolución de los Jóvenes Turcos de 1915, que le catapulta a primera plana. Diputado de la nueva Asamblea, es una figura en ascenso del Comité de Unión y Progreso (CUP) del que es dirigente.
Ministro plenipotenciario
Llegamos al segundo acto: la prueba del poder. Ya ministro, Talaat comprende que la consolidación del nuevo régimen pasa por alcanzar compromisos con las facciones más tradicionales de la sociedad otomana, soldadas por el islam sunita, incluyendo cerrar los ojos ante las masacres de armenios perpetradas en 1909. Y así se elabora el núcleo ideológico de su «nacionalismo etnorreligioso«, rechazando la tolerancia hacia las minorías cristianas. Levantar un nuevo Estado supone hacerlo homogéneo. Sobre esta base, Talaat y el CUP se adhieren a la concepción de la «turquicidad» promovida por el ideólogo Ziya Gökalp (1876-1924). Este, señala el autor, es el doble y el complemento de Talaat: el doctrinario en la sombra y el dirigente político trabajan en concierto para elaborar una nación turca y musulmana purgada de toda heterogeneidad.
Un proyecto que el «cataclismo otomano» permite realizar. Este tercer acto es el del decenio de las violencias (guerras balcánicas, Gran Guerra, guerra greco-turca) donde se radicalizan a un tiempo esta ideología y la práctica del poder. En la primavera de 1915, la eliminación de los «enemigos internos» no es ya solo un tropo retórico sino una política asumida. La guerra proporciona el pretexto, una presupuesta traición armenia. Talaat, ministro plenipotenciario del Interior, programa y supervisa la deportación y asesinato de más de un millón de personas, armenios pero también cristianos asirios. A finales de agosto de 1915, Talaat declara al embajador alemán que «la cuestión armenia ha dejado de existir«.
Este papel capital en el proceso genocida está magistralmente descrito en los capítulos centrales del libro. Además de su contenido, a veces extenso y lleno de carga psicológica, el libro contiene lecciones de gran actualidad. La síntesis política elaborada por Talaat Pacha sobrevivió de hecho a su asesinato por un armenio vengador, en 1921 en Berlín. Un Estado fuerte, amalgamado por la religión, intransigente con quienes designa como amenazas: a su manera, Recep Tayyip Erdogan acaba de recuperar su herencia una vez más.