¿Se está preparando un ataque contra Rojava?
- Turquía se reunió con delegaciones de Francia, Estados Unidos, Reino Unido y Rusia para atacar el norte y el este de Siria, destruir sus logros y obligar a las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) a desarmarse.
- Turquía pidió a Francia que ejerciera presión directa sobre las FDS y las obligara a unirse a las instituciones del Ejército de Salvación (HTŞ), pero Francia se negó. Estados Unidos también rechazó de manera firme y clara cualquier ataque contra la Administración Autónoma.

Yeni Ozgur Politika – Zeynep Boran – 12 diciembre 2025 – Traducido y editado por Rojava Azadi Madrid
La crisis siria vuelve a ser el centro de atención de las potencias regionales y occidentales, mientras que el Estado turco intensifica sus actividades diplomáticas y de inteligencia con el fin de destruir los logros y la capacidad militar de la Administración Autónoma Democrática del Norte y Este de Siria. En este proceso, cuando se cumple el primer año de la toma del poder por parte de al-Jolani en Damasco y se entra en los últimos tres meses del plazo concedido para la aplicación del acuerdo del 10 de marzo, observamos un endurecimiento del lenguaje diplomático.
Mientras los grupos yihadistas que forman parte de Hayat Tahrir al-Sham (HTS) lanzan amenazas abiertas contra la Administración Autónoma, se sabe que las conversaciones entre el régimen de HTS y la Administración Autónoma llevan un tiempo estancadas. Por otra parte, el ministro de Asuntos Exteriores de Turquía, Hakan Fidan, insiste en que cada paso que se dé en el marco del acuerdo del 10 de marzo se haga según sus propios deseos.
En particular, durante las primeras semanas de diciembre de 2025 se ha producido un intenso tráfico diplomático. Se han celebrado reuniones en las que han participado una delegación de seguridad en representación del régimen de HTŞ, así como delegaciones del Reino Unido, Turquía, Francia, Estados Unidos y Rusia. Esto refleja el consenso internacional de que el futuro de Siria no puede determinarse militarmente y que la Administración Autónoma se ha convertido en un actor importante en el ámbito político y de seguridad. En todas las conversaciones que ha mantenido, Turquía ha calificado las actividades políticas y sociales de la Administración Autónoma como «una amenaza directa para la seguridad nacional de Turquía» y el apoyo de Israel, Francia y Estados Unidos a la Administración Autónoma como «un ataque a la integridad territorial de Siria». La delegación turca señaló a la delegación francesa durante sus conversaciones que este apoyo «permite al PKK crear un corredor seguro entre el norte de Irak y Siria, lo que supone una amenaza para la seguridad fronteriza de Turquía».
En las conversaciones a las que hemos tenido acceso, llaman la atención las opiniones de algunas partes internacionales, principalmente las delegaciones británica y francesa, sobre la Administración Autónoma. Se afirma que las delegaciones han señalado que los kurdos de Siria no reclaman la secesión ni la independencia, sino que desean permanecer dentro de las fronteras de una Siria unida, pero que para ello es necesario aplicar un modelo descentralizado o federal. Al mismo tiempo, las delegaciones han subrayado claramente la necesidad de garantizar los derechos políticos, de seguridad, culturales y económicos de los kurdos, así como su representación equitativa en las instituciones de poder.
Esta postura supone un reconocimiento implícito de la legitimidad de la Administración Autónoma y, teniendo en cuenta el papel clave que desempeñaron las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) en la derrota de Estado Islámico, refleja la tendencia general de Occidente a considerar a la Administración Autónoma como una socia importante para la estabilidad y la lucha contra Estado Islámico.
Se ha sabido que la delegación turca intentó limitar el acuerdo del 10 de marzo a la retirada de las FDS de Deir-ezzor, Raqqa y Tabqa y al desarme de las FDS. Además, la delegación francesa habría rechazado la petición de la delegación turca de que se ejerciera presión directa sobre las SDF para que entregaran sus armas y se unieran a las instituciones de HTŞ. La delegación turca expresó su decepción por lo que calificó como «postura inflexible de Europa», lo que confirma que Europa sigue apoyando a la Administración Autónoma en el marco de la «lucha contra el terrorismo» y que este apoyo refleja, en cierta medida, la independencia de Europa frente a la presión turca.
A pesar de la nueva relación pragmática establecida entre Turquía y el régimen de HTŞ tras la caída del régimen baazista, HTŞ no ha adoptado por completo la política de Ankara. Mientras intenta reconstruir un Estado centralizado, HTS es consciente de que la Administración Autónoma y las FDS son una fuerza militar, política y social importante que no puede ser ignorada ni desmantelada. No obstante, se ha señalado que la delegación de Damasco insistió en las conversaciones en la integración individual de los combatientes de las SDF en el ejército sirio, la seguridad, el petróleo y el gas natural, las prisiones donde se encuentran recluidos los miembros de ISIS y el traspaso del control de los pasos fronterizos.
También se ha sabido que Rusia se muestra cautelosa a la hora de gestionar sus relaciones con todas las partes. A pesar de ser un socio clave para Turquía en muchos aspectos, parece dispuesta a mantener abiertos los canales de comunicación con la Administración Autónoma.
A pesar de que Turquía ha presionado a HTŞ para que ataque a la Administración Autónoma, hay que señalar que Moscú ha enviado mensajes claros en los que indica que cualquier ataque podría entrar en conflicto directo con sus propios intereses y, en particular, debilitar su influencia en las zonas costeras de Siria. La postura de Rusia refleja la idea de que un posible ataque desestabilizaría el país y reavivaría a las organizaciones extremistas. Por ello no concuerda con los intereses actuales de Rusia en Siria.
Las fuentes destacaron que la delegación estadounidense ha rechazado de forma clara y rotunda cualquier ataque contra las zonas controladas por la Administración Autónoma. Washington cree que una guerra a gran escala provocaría el resurgimiento de ISIS y amenazaría los avances en materia de seguridad logrados por las FDS en los últimos años. La delegación estadounidense transmitió estas preocupaciones directamente a Turquía, subrayando que la estabilidad en el norte y este de Siria es un elemento clave de la estrategia de Estados Unidos en la región y que las FDS son un socio indispensable.
En medio de estas complejas dinámicas, surgió un papel inesperado de Israel cuando fuentes rusas revelaron que Turquía había comunicado a Moscú sus planes para establecer bases permanentes en el sur de Siria con el fin de limitar la influencia israelí. Este acontecimiento refleja la multiplicidad de actores involucrados en la crisis siria y muestra que cualquier cambio radical en el equilibrio de poder en el norte del país afectará inevitablemente al sur, donde confluyen delicados intereses de seguridad regional.
Además, se ha sabido que, durante las conversaciones, la delegación turca alegó que Israel había impedido que Estados Unidos aprobara la operación de Turquía contra la Administración Autónoma, alegando que Irán volvería a estar activo en Siria. Esto refleja la estrategia de Israel para preservar su influencia en Siria y ejercer presión sobre Turquía.
Todos estos acontecimientos muestran que el desacuerdo fundamental entre la Administración Autónoma y el régimen de HTŞ no se limita únicamente a cuestiones de seguridad, fronteras y petróleo, sino que también radica en la esencia misma de la identidad del futuro Estado sirio. Mientras HTŞ avanza hacia la imposición de un sistema centralista que ha causado sufrimiento a los sirios durante décadas, la Administración Autónoma se mantiene fiel a un proyecto no centralista, basado en la distribución del poder según criterios geográficos, étnicos y religiosos, y en consonancia con las complejas realidades de la sociedad siria.
En la nueva lucha por el poder en la región, la Administración Autónoma y las SDF tienen más posibilidades que nunca de consolidar su posición en el territorio sirio. En resumen, es evidente que los kurdos han logrado posicionarse como una fuerza clave en el futuro de Siria durante la última década. En el ámbito regional e internacional, junto con la creciente convicción de que la opción más realista para la estabilidad de Siria podría ser un modelo descentralizado, el proyecto de la Administración Autónoma, a pesar de las innumerables dificultades y presiones, muestra su voluntad de avanzar para convertirse en una parte integral de la futura estructura política de Siria.