¿Quiénes son los yazidi «Adoradores del Diablo» y por qué el ISIS trata de masacrar y esclavizar a esta antigua minoría? Primera parte
17/02/2016
Por Brian Glyn Williams – Profesor de Historia Islámica, U. Mass Dartmouth; autor de ‘Infierno en Chechenia’ y ‘El último señor de la guerra’.
El 3 de febrero, el New York Times recogió la petición desesperada de un yazidi, miembro de un grupo étnico-religioso que se enfrenta a un exterminio comunal a manos de los terroristas yihadistas del ISIS. En términos sencillos pero emotivos resumió la situación de su pueblo, cuyas tierras ancestrales en el norte de Irak conquistó el “Califato” del ISIS en el verano de 2014, «Por favor, ayúdennos. Nos están matando y secuestrando a nuestras mujeres y niños».
En caso de que no conozca la historia de la conquista de la antigua tierra de los yazidis por los fanáticos del ISIS en agosto de 2014, se hace esencial una recapitulación para comprender la situación de esta comunidad en peligro de extinción, que se ha enfrentado durante siglos a lo que sólo puede describirse como asalto genocida. Históricamente, este asalto ha sido llevado a cabo por los árabes y turcos musulmanes que han acusado falsamente a los yazidíes de ser «adoradores del diablo». Es la trágica historia de los seguidores de una religión pacífica -con orígenes que se pierden en las brumas del tiempo en Mesopotamia-, cuya existencia se ve ahora amenazada por una combinación de fanatismo por parte del ISIS y la indiferencia por parte de las potencias occidentales.
¿»Adoradores del Diablo» o Creyentes en el Ángel del Pavo Real?
Para entender la reservada religión de los yazidis, mi colega el profesor Adam Sulkowski, con el que había explorado previamente la zona montañosa de los antiguos paganos kalash en la frontera entre Afganistán y Pakistán, decidió viajar conmigo al lugar más sagrado del mundo para los yazidis: el complejo de templos de piedra de Lailish. Lailish está enclavado en un valle estrecho, en las colinas de la región autónoma del Kurdistán iraquí, a pocas millas de la línea del frente con el ISIS. Nuestro guía de viaje era un gregario yazidi llamado Thamer Alyas, que estaba ansioso por ofrecer un recorrido con información privilegiada de este lugar sagrado que, durante siglos, ha estado cerrado a los extranjeros.
Según circulábamos con Thamer a través de las colinas cubiertas de niebla del Kurdistán iraquí, nos explicó que su pueblo adora a un solo Dios creador, al igual que los árabes y kurdos musulmanes que los rodean y también como los distintos grupos cristianos (estos antiguos cristianos, en gran parte conocidos como asirios, también han sido objeto de la aniquilación perpetrada por Al Qaeda en Irak y el ISIS y su comunidad se ha reducido desde la invasión de Estados Unidos en 2003 de 1,5 millones a alrededor de 200.000 en la actualidad). Al Dios de los yazidis se le conoce como Khude y todo Él es indulgencia y misericordia. Dios se creó a sí mismo Khude y a siete arcángeles dirigidos por Melek Tawus, el Ángel del Pavo Real. Melek Tawus fue enviado a la tierra para crear vida a partir del caos primordial y actuar como intercesor entre el hombre y Dios. El primer ser humano había sido creado sin alma, por lo que Melek Tawus sopló el aliento de la vida en él. Luego puso a Adán frente al Sol, símbolo del Creador Supremo, a quien los yazidis, como los antiguos mesopotámicos, todavía adoran.
Hay muchos otros aspectos arcaicos de la fe que indican que puede ser una de las más antiguas y su calendario del mundo se inicia 6.756 años atrás, casi 5.000 años antes que la cristiana o calendario gregoriano y casi 1.000 años más que el calendario judío.
Hasta el momento, toda esta historia nos parecía bastante inocua. No hay nada en este antiguo mito de la creación que garantice siglos de represión por parte de las autoridades turco-otomanas y ahora la matanza del ISIS.
Pero la triste suerte de los yazidis resulta de que la historia de Melek Tawus tiene paralelos inquietantes con la historia de Shaytan, el jinn (genio) caído del Islam, conocido en para nosotros como Satanás. Según la tradición yazidi, Dios exhortó a Melek Tawus a no inclinarse ante otros seres. Entonces Dios puso a prueba a Malek Tawus creando al hombre de barro y ordenando a Malak Tawus que se inclinase ante Adán. Melek Tawus respondió: «¡Cómo puedo someterme a otro ser! Yo procedo de tu iluminación, mientras que Adán está hecho de polvo». Después de perdonarlo por haberse rebelado, Dios lo convirtió en gobernante de la tierra tras haber pasado llorando 7.000 años para extinguir el infierno con sus lágrimas.
Por desgracia, en la tradición islámica, Shaytan o Iblis era un genio que, de manera similar, se negó a obedecer la orden de Dios a inclinarse ante Adán. Por este pecado de orgullo, Dios-Allah le maldijo y lo expulsó del cielo a la tierra. A partir del siglo XV, los musulmanes turcos y árabes de alrededor llegaron a equiparar Melek Tawus, el ser primario adorado por yazidis, con Shaytan, el tentador. Así comenzaron los siglos de masacre y persecución que vieron a los yazidis huir hacia las montañas del norte de Irak.
Allí, este pueblo, que son étnicamente kurdos y hablan el dialecto kurdo de Kurmanji, durante mucho tiempo han estado protegidos por sus compañeros kurdos, que tienen una tradición de moderación y hospitalidad hacia las minorías reprimidas. Los kurdos creen que una vez todos fueron creyentes de la antigua fe yazidi, y ven a esta minoría como la memoria viva y la conciencia de su pueblo. En esencia, sienten que los yazidis son depositarios de sus tradiciones preislámicas. Hay algo de verdad en esto, ya que muchas de las costumbres de los yazidis, tales como su creencia en los ángeles, árboles sagrados y la pureza de la tierra, aire, fuego y agua, provienen de la antigua Mesopotamia y de los sistemas de creencias iraníes y de Zoroastro.
Pero el santuario de los yazidis entre los kurdos fue amenazado por el surgimiento de grupos yihadistas sunitas fanáticos, que se levantaron para resistir la derrota de su grupo sectario por los estadounidenses en la Operación Libertad Duradera de 2003. Estos grupos declararían una yihad contra los yazidis como «adoradores del diablo» y lanzarían un asalto a esta antigua comunidad que la ONU describe como «genocidio».
Continuará. Segunda parte: El ISIS declara la yijad total sobre los Adoradores del Diablo
Fuente: HuffPost
Traducido por Rojava Azadi