Las motivaciones de los voluntarios internacionalistas en Rojava – 2ª parte
Medyanews – Mark Campbell – 10/12/2020 – Traducido por Rojava Azadi Madrid
La flor ayuda a la abeja dándole su néctar y la abeja ayuda a polinizar la flor trasladando el polen de flor en flor.
Horrorizado por los crueles vídeos que el Estado Islámico de Irak y Siria (Daesh) subía a Internet con decapitaciones, ejecuciones masivas de civiles y cuerpos arrojados desde acantilados o tejados, Jordan Matson, un estadounidense de Wisconsin con profunda fe cristiana, decidió hacer algo por ayudar a detenerlos. Así llegó el primer voluntario internacional a Rojava para luchar junto a los kurdos.
Jordan llegó a Rojava en octubre de 2014 y enseguida se hizo respetar por los combatientes kurdos por su valentía y compromiso con la lucha contra el Dáesh. Fue el primero de una larga lista de voluntarios internacionales que seguirían el mismo camino a lo largo de los seis años siguientes, aunque actualmente hay un tipo de voluntario internacional muy diferente en Rojava en comparación con los que llegaron en la primera época.
Desde entonces, Macer, Jack, Jim, Ashley, Kostas y muchos otros han seguido los pasos de Jordan. Es imposible nombrarlos a todos, a menos que tengamos un registro oficial en Rojava en el que consten sus datos y pueda proporcionarnos una imagen más clara de estos héroes, como yo personalmente los considero, que dejaron la comodidad de sus hogares y viajaron a una tierra lejana para ofrecerse voluntarios poniendo en peligro su cuerpo y su vida, para luchar, vivir, aprender, educar y ayudar a la gente en su lucha revolucionaria. Se calcula que hasta mil voluntarios internacionales han servido en el noreste de Siria al lado de los kurdos y los habitantes de la región.
Hay quienes los han comparado con las Brigadas Internacionales que acudieron a la llamada de la República Española para luchar contra el fascismo, pero para otros, la comparación se ajusta más con los horrores de la guerra de Vietnam, ya que muchos de ellos han sido testigos y han vivido atrocidades inconcebibles.
Algunos valientes, como Ryan Lock, cayeron en manos del Dáesh y, en lugar de desfilar con monos naranjas, decidieron volver sus armas contra sí mismos. Está Jack Holmes, cuyos relatos de batallas cuerpo a cuerpo con combatientes del Dáesh me pusieron los pelos de punta. Hablé con la madre de Jack, Angie Blannin, y me comentó que, a pesar del profundo vacío que sienten los padres de los voluntarios internacionales que perdieron la vida, la mayoría quiere que recordemos a sus hijos con orgullo, como hacen ellos.
«Jack se convirtió en el hombre que debía ser durante los tres años que estuvo luchando en Irak y Siria. Como ya se ha dicho, el Dáesh no es un problema exclusivo de Oriente Medio, sino un problema mundial, y Jack estaba convencido de que los gobiernos occidentales, al haber creado el problema, no estaban haciendo lo suficiente por resolverlo. Echaré de menos a Jack hasta mi último aliento, pero estoy increíblemente orgullosa de lo que consiguió para ser un joven en la veintena», me dijo Angie.
Esta idea me la repitió Jane Lyndon, madre de Ollie Hall, un joven que cayó en una trampa explosiva del Dáesh en Raqqa, Siria, mientras retiraba artefactos explosivos para que los civiles pudieran regresar a sus casas. «No sabíamos que Ollie tenía intención de viajar a Siria en agosto de 2017, pero sabíamos que estaba furioso por los horrible actos terroristas del Dáesh. Me llevó al trabajo la mañana que se fue, estaba muy enfadado por el trato que recibían mujeres y niños por parte del Dáesh. Ollie verdaderamente encontró su objetivo en la vida en Siria. Me envió vídeos en los que se le veía dando agua a niños y me explicó que las Naciones Unidas no hacían nada por ellos. Como es lógico, estamos destrozados por lo ocurrido, pero también muy orgullosos y ahora entiendo por qué se fue. Si hubiera regresado al Reino Unido, habría vuelto para seguir ayudando al pueblo kurdo. Nos sentimos muy orgullosos de todos los que renuncian a las comodidades para ayudar al pueblo kurdo», señaló. Jane quiso dar las gracias, en particular, al pueblo kurdo que les ha apoyado a ella y a su familia desde la trágica muerte de Ollie el 25 de noviembre de 2017.
Para Asmin, coordinadora kurda de las voluntarias internacionales de las Unidades de Protección de las Mujeres (YPJ) en Rojava, es evidente la relación simbiótica entre las Voluntarias Internacionales y la Revolución de Rojava.
Asmin, en lo que ahora se llama la Administración Autónoma del Norte y Este de Siria (AANES), habla con gran orgullo de la contribución y las diferentes motivaciones de los voluntarios internacionales. «La participación de los voluntarios internacionales comenzó con la guerra contra el Dáesh. Lucharon junto a nosotros, los kurdos, árabes, sirios y otros pueblos de Rojava, en la guerra contra el Dáesh. Lucharon con nosotros, murieron con nosotros, vivieron con nosotros y aprendieron mucho de la cultura de Rojava con nosotros. Se convirtieron en una vía de enlace para que Rojava llegara al mundo exterior, para que el mundo conociera la Revolución de Rojava. Los voluntarios internacionales han jugado un papel fundamental para dar a conocer la Revolución de Rojava en todo el mundo».
Asmin explica cómo las motivaciones de los voluntarios internacionales fueron cambiando en años posteriores: «Una vez que el Dáesh fue derrotado y cambió el carácter de la guerra, Turquía atacó directamente Rojava y vimos aparecer voluntarios más motivados ideológicamente. Por ejemplo, Şehid Helin (la voluntaria internacional británica Anna Campbell), dispuesta a luchar contra Turquía, una nación miembro de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). Comprobamos el valor y la sabiduría de estos nuevos voluntarios internacionales ideológicos que querían defender la Revolución y permanecer con nosotros en Afrin, en Serekaniye, en Girê Spî y en otros enclaves atacados por el ejército turco».
Asmin, que ha luchado codo con codo con muchos voluntarios internacionales y ha perdido a grandes amigos entre ellos, dice: «Hay voluntarios internacionales en todas las esferas de la sociedad civil y militar, trabajan en organizaciones de mujeres, en Kongra Star, en jineología, en educación, en hospitales, en ingeniería, en economía y, por supuesto, algunos se dedican a los medios de comunicación, lo cual es fundamental para explicar qué es el Confederalismo Democrático y cómo es el funcionamiento interno de este nuevo sistema que tratamos de implementar en Rojava».
Asmin continúa: «Los voluntarios internacionales reciben adiestramiento y formación cuando llegan y aportan ideas frescas que podemos aplicar en la nueva sociedad que estamos construyendo y desarrollando. Un punto importante que deseo destacar es que estos amigos proceden de lo que nosotros llamamos sistemas de modernidad capitalista, por lo que son capaces de analizar, comparar y contrastar sus sistemas con nuestro nuevo y emergente sistema de Modernidad Democrática, por lo que tenemos fantásticos y animados debates entre nosotros que les benefician tanto a ellos, los voluntarios internacionales, como a nosotros, los kurdos. Todos disfrutamos de esta relación de intercambio de ideas y nos enriquecemos de ella».
Asmin concluye con una declaración muy conmovedora sobre la contribución de los voluntarios internacionales en Rojava, dice: «nosotros, como kurdos, sacamos mucho de esta relación y ellos, como internacionalistas, también sacan mucho, así que es una relación simbiótica entre la Revolución y nuestros amigos voluntarios internacionales. Podemos afirmar que la Revolución aquí crece y enriquece a los voluntarios internacionales y que los voluntarios internacionales crecen y enriquecen la Revolución de Rojava».
Uno de los voluntarios internacionales que también ha contribuido de forma muy significativa a la Revolución y a cómo se percibe fuera de Rojava es Thomas McClure, voluntario internacional británico y periodista de profesión que lleva ya tres años en Rojava. Él ha ayudado a crear y dirigir el Centro de Información de Rojava, que define como un organismo independiente que pretende ser la principal fuente de noticias para periodistas y organizaciones pro derechos humanos que quieran seguir y comprender la situación en Rojava.
Thomas describe sus motivaciones para querer ir a Rojava, le pareció que había, en sus palabras: «ideas emocionantes probándose aquí y es muy importante entender este nuevo sistema dinámico que se ha establecido y se desarrolla cada día. Quería utilizar mi capacidad como periodista para ayudar y ser un puente entre Rojava y el mundo exterior». Como periodista, se sentía frustrado por la forma en la que los medios de comunicación turcos distorsionaban la realidad y cómo esta distorsión dominaba la narrativa con respecto a Rojava, sobre todo a partir de la invasión y ocupación de Afrin por las fuerzas turcas. Thomas quiere contribuir a una mejor comprensión de los acontecimientos en el noreste de Siria, pues cree que han sido malinterpretados y sometidos a exageraciones por todas las partes.
Para Bawer, voluntario internacional estadounidense que lleva en Rojava desde 2016, no se trata de «motivaciones», sino de quién eres en el fondo como persona. Tal como me explicó desde una ciudad al noreste de Siria: «Cada uno tiene su propia motivación para venir a Rojava. Unos vinieron simplemente porque sentían la necesidad de combatir a un enemigo ruin, mientras que otros vinieron para defender un nuevo experimento político y otros más vinieron buscando algo nuevo. Muy pronto, sin embargo, compruebas que mucho más importante que tu motivación es el tipo de persona que eres, cuando estás aquí».
«Puedes leer mil páginas de teoría o disparar mil balas perfectamente, pero ¿quién eres, en el fondo, como persona? Eso es lo que más importa. Al «heval» (amigo) que te trae té a las 2 de la madrugada en una fría noche de guardia o que te ayuda a apuntar con el rifle cuando no lo haces bien, a ellos es a quienes recuerdas al margen de su procedencia o sus motivos. Ellos son los que realmente encarnan el espíritu de la Revolución que Serok Apo (Abdullah Öcalan) ha regalado al mundo, ellos son los que todavía sientes a tu lado cuando luchas», señala Bawer al recordar a los muchos amigos que han caído a su lado, tanto kurdos como voluntarios internacionales.
La mayoría de los voluntarios internacionales compartirán los sentimientos del voluntario italiano Lorenzo ‘Orso’ Orsetti, que murió en una emboscada del Dáesh en Baghouz el 18 de marzo de 2019. Orsetti resumió sus motivaciones para luchar en Rojava de esta manera: «Rojava es la revolución más hermosa del mundo, lo más parecido a mis ideales que he encontrado. Es un placer y un honor haber participado en ella».