La televisión turca representa a los kurdos como villanos
Fuente: Al-Monitor
Autor: Mahmut Bozarslan
Fecha: 6 abril 2018
Traducido por Rojava Azadi
La escena está ambientada en una habitación oscura en la que discuten dos hombres. «El Jefe» le da una paliza al otro. «¿Quién eres tú para repartir todo este dinero? ¿De quién es el dinero?» El otro responde: «Estamos distribuyendo los fondos de nuestra asociación entre nuestro pueblo que sufre». La discusión continúa, con palabras como «liderazgo», «evolución» y «burguesía» repetidas a menudo. La jerga es claramente la del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), y el «liderazgo del partido» es una referencia a Abdullah Öcalan, su líder recluido en prisión.
La serie en cuestión, como la mayoría de los telespectadores turcos sabrán, es de «El Valle de los lobos», una producción de mucho éxito tanto en televisión como en cine durante los últimos 15 años. «El Valle de los lobos», producido por la empresa turca Pana Film, se ha repuesto varias veces en televisión y de ella se han rodado varias películas. Solo la última fracasó el año pasado. En la mayoría de los episodios, los kurdos son retratados como villanos que se dedican al terrorismo o al tráfico de personas. Uno de los personajes de «El Valle de los Lobos: La Trampa» es Muro, un comandante del PKK mal vestido que suelta una absurda propaganda en turco con un acento extraño y habla dramáticamente del sufrimiento de «su pueblo». Muro, interpretado por el actor Mustafa Ustundag, también se dedica al comercio ilegal.
Por otra parte, está Zaza Dede, un anciano cuyo nombre, «Zaza», deriva de uno de los dialectos de la lengua kurda. Éste dirige una red criminal que comete robos, extorsiones e incluso secuestros. Habla con tanto acento como Muro y es enemigo acérrimo del héroe de la serie, Polat Alemdar, interpretado por el actor Necati Sasmaz, que es seguidor incondicional del presidente Recep Tayyip Erdogan en la vida real.
Cuando la serie comenzó en 2003 se centraba principalmente en las actividades ilegales de diferentes grupos dentro de Turquía. Debido a su vertiginosa acción y sus carismáticos protagonistas, la serie es muy popular y sus actores marcan tendencia. El patriótico y rudo héroe de la serie y el actor que lo interpreta se han convertido en iconos de estilo con su vestuario característico: gafas de sol, camisa blanca desabrochada y zapatos de punta. Cuando la serie llegó a su fin, los turcos se mostraron muy decepcionados, lo que animó a los productores a crear una secuela tras otra. No todas tuvieron éxito. Una de las temporadas, titulada «Valle de los Lobos: Terror», centrada en el terrorismo del PKK y los vínculos entre la mafia y el PKK, fue interrumpida al cabo de dos episodios por incitación abierta al odio. La última, «Valle de los Lobos: Patria» ha sido un fracaso de taquilla.
«El Valle de los Lobos» está lejos de ser la única serie que representa a los kurdos como villanos o como un grupo primitivo y supersticioso. Samanyolu TV, canal acusado de tener lazos con Fethullah Gulen, el clérigo residente en Estados Unidos y archienemigo del presidente turco Recep Tayyip Erdogan, produjo una serie llamada «Una Turquía», que supuestamente aprobó Gulen en persona. La serie, sobre un médico rural que lucha contra las costumbres arcaicas en un pueblo kurdo al sureste del país, retrataba a los kurdos como personas atrasadas, sin civilizar y crueles. «Sakarya Firat», de la cadena estatal TRT1, representa la lucha contra el PKK en una comisaría.
…la percepción de la gente procede de las series de televisión, el cine y los programas de entretenimiento. Estos nunca han hablado [del proceso de paz turco-kurdo]. …
Los analistas de medios han observado que las series de televisión que muestran a los kurdos de forma despectiva contribuyen significativamente a crear una percepción negativa entre el público. Sevilay Celenk, excatedrática de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad de Ankara, habló con Al-Monitor sobre el tema. «Cuando hablamos del papel de los medios de comunicación, no nos referimos solamente a las noticias», afirmó. «En parte, la percepción de la gente procede de las series de televisión, el cine y los programas de entretenimiento. Estos nunca han hablado [del proceso de paz turco-kurdo]. Por otro lado, las series a menudo se centran en el conflicto kurdo, utilizando lenguaje nacionalista y militar».
Celenk señaló que la influencia de la televisión es enorme, ya que sigue siendo una fuente importante de entretenimiento en el país. Según una encuesta realizada en 2014 por el grupo empresarial internacional Deloitte, el número de turcos que dicen ver series de televisión regularmente es del 76%, un 6% más que los que dicen ver las noticias con regularidad.
«Desde luego es difícil pretender que una sociedad avance hacia la paz cuando series de mucha audiencia pintan a los kurdos como individuos retorcidos o terroristas», dijo. «Si interpretaran distintos papeles que subrayaran las similitudes o mostraran el sufrimiento común de la gente de la región, el público habría mostrado una reacción muy diferente cuando el proceso de paz kurdo llegó a su fin.»
«Los medios simplemente avivan los prejuicios»
Para el periodista Tugrul Eryilmaz, encontrar enemigos entre las minorías no es nada nuevo para Yesilcam, el Hollywood turco. «En el pasado, los villanos solían ser los armenios y los griegos», declaró a Kurtler.com en un extenso artículo sobre la representación de los kurdos en los medios. «Los medios simplemente avivan los prejuicios» para subir la audiencia, dijo.
La tendencia de los últimos años es la de series que glorifican el nacionalismo y las raíces imperiales de Turquía. Entre las series con gran audiencia, están «Resurrección: Ertugrul» sobre los cimientos del Imperio Otomano; «Payitaht Abdulhamid» sobre el reinado del sultán otomano Abdulhamid; y «Mehmetcik», sobre los «sacrificios» de los soldados turcos durante la Primera Guerra Mundial. Erdogan ha aconsejado ver «Payitaht Abdulhamid» a todos aquéllos que desean aprender historia de Turquía.
«Esta serie ofrece una visión glorificada de la historia turca. Este clase de productos abusan del orgullo nacional y refuerzan los valores nacionalistas», dijo Celenk y agregó que la serie exalta al ejército y las conquistas militares enfatizando todo «lo turco».
¿No pueden los kurdos crear sus propias series para dar a conocer su perspectiva? «No es tarea fácil rodar una serie de películas en las que los kurdos hablen de sí mismos y de la cuestión kurda desde su punto de vista y hacerlas llegar al público, aunque tampoco es imposible», dijo Celenk. Sin embargo «exigiría un presupuesto enorme, además de una cadena para su distribución y emisión.» ¿Quién las produciría o podría producirlas en Turquía?