La amenaza a Rojava: Un anarquista en Siria habla sobre el verdadero significado de la retirada de Trump
Fuente: CrimethInc.
Fecha: 28 diciembre 2018
Traducido por Rojava Azadi
Tras el sorpresivo anuncio de Donald Trump de retirada de las tropas estadounidenses de Siria, recibimos el siguiente mensaje de un anarquista que se encuentra en Rojava, explicando qué significa esto para la región y lo que está en juego a escala global. Para más información, consulte nuestros artículos anteriores, «Understanding the Kurdish Resistance (Entender la resistencia kurda)» y «The Struggle is not for Martyrdom but for Life (La lucha no es por el martirio sino por la vida)«
“Escribo desde Rojava. Que quede claro: No nací aquí ni tengo acceso a toda la información que necesitaría para deciros lo que sucederá en esta parte del mundo con cierta seguridad. Escribo porque es urgente que se escuche a la gente del norte de Siria lo que realmente significa para nosotros la «retirada de tropas» de Trump, y no está claro cuánto tiempo nos queda para discutirlo. Abordo esta tarea con toda mi humildad.
No estoy integrado formalmente en ningún grupo de aquí. Eso me permite hablar libremente, pero debo enfatizar que mi perspectiva no representa ninguna posición institucional. Si acaso, podría ser útil como documento histórico indicativo de cómo algunas personas comprendemos la situación aquí y ahora, en caso de que sea imposible preguntarnos más adelante.
La decisión de Trump de retirar las tropas de Siria no es una medida «contra la guerra» o «antiimperialista». No pondrá fin al conflicto en Siria. Por el contrario, Trump le está dando el visto bueno al presidente turco, Tayyip Erdoğan, para invadir Rojava y llevar a cabo una limpieza étnica contra las personas que han luchado y muerto por detener el ascenso del Estado Islámico (ISIS). Éste es un acuerdo entre poderosos para exterminar el experimento social en Rojava y consolidar la política nacionalista autoritaria desde Washington DC a Estambul y Kobane. Trump pretende dejar a Israel el proyecto más ostensiblemente liberal y democrático en todo el Medio Oriente, eliminando las posibilidades que la revolución de Rojava abrió para esta parte del mundo.
Todo esto tendrá un costo tremendo. Por sangrienta y trágica que haya sido la guerra civil siria, esto podría abrir no sólo un nuevo capítulo, sino una secuela.
No se trata de dónde están estacionadas las tropas estadounidenses. Los dos mil soldados estadounidenses en cuestión son una gota en el vaso en términos del número de combatientes armados en Siria en la actualidad. No han estado en la línea del frente de la forma en que el ejército de los Estados Unidos estaba en Irak (1). La retirada de estos soldados no es lo importante aquí. Lo que importa es que el anuncio de Trump es un mensaje a Erdoğan que indica que no habrá consecuencias si el Estado turco invade Rojava.
Hay mucha confusión sobre esto, con supuestos activistas antibélicos y «antiimperialistas» como Medea Benjamin que respaldan la decisión de Donald Trump, que ponen alegremente el sello de «paz» en un inminente baño de sangre y les dicen a las víctimas que deberían haberse dado por enterados. No tiene sentido culpar a la gente de Rojava por depender de los Estados Unidos cuando ni Medea Benjamin ni nadie como ella ha hecho nada por ofrecerles algún tipo de alternativa.
Mientras que los autoritarios de diversas tendencias tratan de enturbiar el problema, dar a un miembro de la OTAN luz verde para invadir Siria es lo que significa ser «pro-guerra» e «imperialista». Como anarquista, mi objetivo no es hablar de lo que el ejército de los EE. UU. debería hacer,sino discutir cómo la política militar de EE. UU. afecta a la gente y cómo debemos responder. Los anarquistas pretenden lograr la abolición de todo gobierno estatal y la disolución de todo ejército estatal en favor de formas horizontales de organización voluntaria; pero cuando nos organizamos en solidaridad con poblaciones específicas como aquéllas que están sufriendo la violencia de ISIS y de varios actores estatales en esta región, a menudo nos encontramos con preguntas espinosas como las que analizaré a continuación.
El peor escenario ahora es que el Ejército Sirio Libre respaldado por Turquía (TFSA), apoyado por el propio ejército turco, arrase Rojava y lleve a cabo una limpieza étnica de un nivel que probablemente no se pueda imaginar. Ya lo han hecho a pequeña escala en Afrin. En Rojava, esto tendría lugar a escala histórica. Podría ser algo así como la Nakba palestina o el genocidio armenio.
Trataré de explicar por qué sucede esto, por qué deberíamos preocuparnos por ello y qué podemos hacer juntos:
En primer lugar: Sobre el experimento de Rojava
El sistema en Rojava no es perfecto. Éste no es el lugar adecuado para ventilar la ropa sucia, pero hay muchos problemas. No tengo el tipo de experiencia aquí que Paul Z. Simons tuvo hace algunos años, cuando su visita a Rojava le hizo sentir que todo era posible. Los años y años de guerra y militarización han afectado a los aspectos más emocionantes de la revolución que se desarrolla aquí. Aun así, esta gente está en un peligro increíble en este momento y la sociedad que han construido vale la pena ser defendida.
Lo que está sucediendo en Rojava no es anarquía. De todos modos, las mujeres juegan un papel importante en la sociedad; hay una libertad básica de religión y lengua; una población étnica, religiosa y lingüísticamente diversa convive sin ningún acto importante de limpieza o conflicto étnico; está fuertemente militarizado, pero no es un Estado policial; las comunidades son relativamente seguras y estables; no hay hambre ni inseguridad alimentaria masiva; las fuerzas armadas no están cometiendo atrocidades en masa. Cada facción en esta guerra tiene sangre en sus manos, pero las Unidades de Protección del Pueblo (YPG / YPJ) se han comportado de manera mucho más responsable que cualquier otra parte. Han salvado innumerables vidas, no sólo de kurdos, en Sinjar y en muchos otros lugares. Teniendo en cuenta las condiciones imposibles y la tremenda cantidad de violencia a la que las personas aquí han sido sometidas desde todos los lados, es una hazaña increíble. Todo esto contrasta con lo que ocurrirá si el Estado turco invade, considerando que Trump le ha dado el visto bueno a Erdoğan a cambio de cerrar una venta masiva de misiles.
No hace falta decir que no quiero que se perpetúe una «guerra contra el terrorismo» al estilo de Bush, y mucho menos participar en el tipo de «choque de civilizaciones» entre el islam y occidente que los fanáticos y fundamentalistas de ambos lados han estado fantaseando. Por el contrario, eso es precisamente lo que estamos tratando de evitar aquí. La mayoría de las personas que ha matado Daesh [ISIS] han sido musulmanes; la mayoría de las personas que han muerto luchando contra Daesh han sido musulmanas. En Hajin, donde estaba estacionado y se encuentra el último bastión de ISIS, uno de los internacionales que más tiempo ha estado luchando contra Daesh es un musulmán practicante, por no hablar de todos los combatientes predominantemente árabes de Deir Ezzor, la mayoría de los cuales es probablemente musulmana también.
Las facciones
En aras de la brevedad, simplificaré en exceso y diré que hoy en día, hay aproximadamente cinco bandos en la guerra civil siria: leales, turcos, yihadistas, kurdos (2) y rebeldes (3). Al final de este texto, un apéndice explora las narrativas que caracterizan a cada uno de estos bandos.
Cada una de estas facciones tiene una relación diferente con las demás. Enumeraré las relaciones de cada grupo con los demás, comenzando con el siguiente grupo con el que están más estrechamente afiliados y terminando con los grupos a los que se oponen más:
Leales: kurdos, turcos, yihadistas, rebeldes.
Rebeldes: turcos, yihadistas, kurdos, leales.
Turcos: rebeldes, yihadistas, leales, kurdos.
Kurdos: leales, rebeldes, turcos, yihadistas.
Yihadistas: rebeldes, turcos, kurdos, leales.
Esto puede resultar útil para visualizar qué grupos podrían ser capaces de comprometerse y cuáles están irreversiblemente en desacuerdo. De nuevo, recordemos, estoy generalizando mucho.
Quiero dejar claro que cada uno de estos grupos está motivado por una narrativa que contiene al menos algún atisbo de verdad. Por ejemplo, con respecto a la cuestión de quién es el culpable del ascenso del ISIS, es cierto que EE. UU. «aró el campo» para ISIS con la invasión y ocupación de Irak y sus desastrosas consecuencias (narrativa leal); pero también es cierto que el Estado turco se ha aliado tácita, y a veces descaradamente, con ISIS porque ISIS estaba luchando contra el principal adversario del Estado turco (narrativa kurda) y que la reacción brutal de Assad a la Primavera Árabe contribuyó a una espiral creciente de violencia que culminó con el ascenso de Daesh (narrativa rebelde). Y aunque simpatizo poco con las perspectivas yihadista y del Estado turco, es cierto que a menos que el bienestar de los árabes sunitas en Irak y Siria quede incluido en un acuerdo político, los yihadistas seguirán luchando, y que a menos que haya algún tipo de acuerdo político entre el Estado turco y el PKK, Turquía continuará buscando eliminar a los políticos o formaciones kurdos, sin dudar en cometer genocidio.
Se dice que «los kurdos son ciudadanos de segunda clase en Siria, ciudadanos de tercera clase en Irán, ciudadanos de cuarta clase en Irak y ciudadanos de quinta clase en Turquía». No es casual que funcionarios turcos como el Ministro de Relaciones Exteriores Mevlüt Çavuşoğlu al enumerar a los «grupos terroristas» que les preocupan más en la región, nombren a las YPG antes que a ISIS. Quizás esto pueda ayudar a explicar la respuesta cautelosa de muchos kurdos a la revolución siria: desde la perspectiva kurda, el cambio de régimen en Siria llevado a cabo por yihadistas respaldados por Turquía sin cambio alguno de régimen en Turquía podría ser peor que la ausencia de cambio de régimen en Siria.
No expondré todo el desarrollo histórico desde los antiguos sumerios hasta el comienzo de la guerra del PKK en Turquía, la invasión de Irak en 2003, la Primavera Árabe y el auge del ISIS. Pasemos directamente al anuncio de Trump del 19 de diciembre: «Hemos derrotado a ISIS en Siria, mi única razón para estar allí durante la Presidencia Trump».
¿ISIS ha sido derrotado? ¿Y por quién?
Dejadme ser claro: Daesh no ha sido derrotado en Siria. Hace sólo unos días, dispararon contra nuestra posición con un lanzacohetes bajo un claro cielo y fallaron por apenas cien yardas.
Es cierto que su territorio es tan sólo una fracción de lo que fue una vez. Al mismo tiempo, indiscutiblemente, aún cuentan con miles de combatientes, un montón de armamento pesado, y probablemente bastante de lo que queda de su liderazgo principal en el núcleo de Hajin, en el valle del río Éufrates y desiertos circundantes, entre Hajin y la frontera iraquí. Además, ISIS tiene mucha experiencia y una amplia gama de sofisticadas estrategias de defensa, y están absolutamente dispuestos a morir por infligir daño a sus enemigos.
En cuanto a que su territorio se ha reducido drásticamente, Trump está diciendo una mentira descarada al tratar de adjudicarse el éxito. El logro que él reclama como propio es en gran parte el trabajo de precisamente las personas a las que está enviando a morir a manos de Turquía.
Con Obama, el Departamento de Defensa y la CIA siguieron estrategias dramáticamente diferentes en referencia al levantamiento y la posterior guerra civil en Siria. La CIA se centró en derrocar a Assad por cualquier medio posible, hasta el punto de que las armas y el dinero que suministraban se filtraban a Al-Nusra, ISIS y otros. En contraste, el Pentágono estaba más concentrado en derrotar a ISIS, y comenzó a centrarse en apoyar a las Unidades de Protección del Pueblo Kurdo (YPG / YPJ) durante la defensa de Kobane en 2014.
Ahora, como anarquista que desea la abolición completa de todos los gobiernos, no siento apego alguno por el Pentágono o la CIA, pero si evaluamos estos dos enfoques de acuerdo con sus propios objetivos, el plan del Pentágono funcionó bastante bien, mientras que el plan de la CIA fue un desastre total. En este sentido, es justo decir que la administración de Obama contribuyó tanto al crecimiento de ISIS como a su supresión. Trump, por su parte, no ha hecho nada, excepto en lo relativo a que el tipo de islamofobia nacionalista que promueve ayuda a generar una forma simétrica de fundamentalismo islámico.
Hasta diciembre, Trump mantuvo la estrategia del Pentágono en Siria que heredó de la administración Obama. Ha habido indicios de que la misión se ha desviado del Asesor de Seguridad Nacional de EE. UU., John R. Bolton, y del secretario de Estado Mike Pompeo, quienes en última instancia esperan socavar a Irán debido a que suministra petróleo a China. Hasta aquí, y no más allá, puedo entender las preocupaciones de un pseudo-pacifista «antiimperialista»: la guerra contra Irán sería una pesadilla que agravaría la catástrofe provocada por la guerra en Irak. Así que sí, en la medida en que las YPG / YPJ se vieron obligadas a coordinarse con el ejército de los Estados Unidos, estaban trabajando con personajes desagradables cuyas motivaciones eran muy diferentes de las suyas.
En resumen: lo que ha provocado la recaptura casi total del territorio ocupado por ISIS no es ciencia espacial. Es la combinación de una fuerza terrestre valiente y capaz con apoyo aéreo. En este tipo de guerra territorial convencional, es extremadamente difícil para una fuerza terrestre sin apoyo aéreo derrotar a una fuerza terrestre con apoyo aéreo, sin importar cuán ferozmente luchen los anteriores. En algunas partes de Siria, esto involucró a las YPG / YPJ en tierra con el respaldo de EE.UU. desde el aire. En otras partes de Siria, hay que decirlo, ISIS fue rechazado por la combinación del apoyo aéreo ruso y el ejército leal (SAA) junto con las milicias respaldadas por Irán.
Intervenciones exteriores
Habría sido extremadamente difícil recuperar este territorio de ISIS de otra manera. La cooperación de las YPG / YPJ con el ejército de EE. UU. sigue siendo controvertida, pero el hecho es que todas las partes en el conflicto sirio han sido promovidas y apoyadas por grandes potencias externas y se habrían colapsado sin ese apoyo.
Las personas que emplean las narraciones turca, leal y yihadista a menudo señalan que Kobane habría caído y que las YPG / YPJ nunca habrían podido recuperar el este de Siria de manos de Daesh sin el apoyo aéreo de EE. UU. Del mismo modo, el gobierno sirio y el régimen de Assad estuvieron muy cerca del colapso militar en 2015, aproximadamente cuando Turquía derribó convenientemente un avión ruso y Putin decidió que Rusia iba a rescatar al régimen de Assad sin importar lo que supusiera. Por su parte, los rebeldes nunca se habrían acercado a derrocar a Assad por medios militares sin la asistencia masiva del gobierno turco, los estados del Golfo, los servicios de inteligencia de EE. UU. y probablemente Israel en algún nivel, aunque los detalles de esto son confusos desde donde me encuentro.
Y los yihadistas (Daesh, al-Nusra, al-Qaeda y los demás) nunca hubieran podido tomar el control de la mitad de Irak y Siria si los EE. UU. no hubieran sido tan tontos como para dejar equipamiento militar de última generación en manos del gobierno iraquí, quien lo dejó abandonado sin más. También les ayudó que una enorme cantidad de recursos se les escurriera a los patrocinadores extranjeros mencionados anteriormente de los rebeldes. También ayudó que Turquía dejara sus aeropuertos y fronteras abiertas a los yihadistas de todo el mundo que se unieron a Daesh. También parece haber habido algún tipo de apoyo financiero de los Estados del Golfo, ya sea formalmente o a través de canales secundarios.
El Estado turco tiene su propia agenda. No es de ninguna manera un simple delegado de los Estados Unidos. Pero al final del día, es miembro de la OTAN y puede contar con el cien por cien de apoyo del gobierno de EE. UU., como lo demuestra la venta de misiles que EE. UU. hizo a Turquía días antes del tuit de la retirada.
En vista de todo esto, podemos ver por qué las YPG / YPJ optaron por cooperar con el ejército de los EE. UU. Mi posición no es defender esta decisión, sino demostrar que, dadas las circunstancias, era la única alternativa práctica frente a la aniquilación. Al mismo tiempo, está claro que esta estrategia no ha proporcionado seguridad al experimento de Rojava. Incluso si dejamos de lado las preocupaciones éticas, existen problemas al confiar en los EE. UU. -o en Francia, Rusia, Turquía, Arabia Saudita o cualquier otro gobierno estatal con su propia agenda estatal-. Como anarquistas, tenemos que hablar muy seriamente sobre cómo crear otras opciones para las personas en zonas de conflicto. ¿Existe alguna forma de coordinación descentralizada horizontal internacional que pudiera haber resuelto los problemas a los que se enfrentaba la gente de Rojava, de tal manera que no se hubieran visto obligados a depender del ejército de los EE.UU.? Si no encontramos respuesta a esta pregunta cuando observamos la Siria de 2013-2018, ¿hay algo que podríamos haber hecho antes? Éstas son preguntas extremadamente urgentes.
Nadie debe olvidar que ISIS sólo se redujo a su debilidad relativa actual por un movimiento de resistencia popular multiétnica y radicalmente democrática, que incidentalmente involucró a voluntarios internacionales de todo el mundo. En vista de la orden de Trump de abandonar y traicionar la lucha contra el ISIS, toda persona sincera que desee seriamente poner fin a la propagación de grupos terroristas fundamentalistas apocalípticos como el ISIS o sus inminentes sucesores debe dejar de contar con el Estado y poner todos sus recursos en apoyar directamente los movimientos igualitarios multiétnicos descentralizados. Cada vez es más claro que ésa es nuestra única esperanza.
¿Qué significa la retirada de tropas?
No me sorprende que Trump y los estadounidenses estén «traicionando a un aliado»; no creo que nadie aquí haya tenido la ilusión de que Trump o el Pentágono pretendían apoyar el proyecto político en Rojava. Mirando hacia atrás a través de la historia, quedaba suficientemente claro que cuando ISIS fuese derrotado, los EE. UU. dejarían Rojava a merced del ejército turco. Si las fuerzas de las YPG / YPJ han arrastrado sus pies para erradicar a ISIS de sus últimas fortalezas, ésta puede ser una de las razones.
Pero todavía resulta muy sorprendente y desconcertante que Trump se haya apresurado a renunciar a esta posición que EE. UU. ha forjado en la Rusiosfera, y que el estamento militar de los EE.UU. le permita hacerlo. Desde la perspectiva de mantener la hegemonía militar global de los EE.UU., la decisión no tiene ningún sentido. Es un regalo gratuito para Putin, Erdoğan e ISIS, que podría aprovechar la situación para regenerarse en toda la región, tal vez de alguna forma nueva. Incidiré en ello más adelante.
La retirada de Siria no significa necesariamente que el conflicto con Irán esté fuera de la mesa, por cierto. Por el contrario, ciertos halcones en el gobierno de EE. UU. pueden ver esto como un paso hacia la consolidación de una posición desde la cual esto podría ser posible.
Sin importar cómo lo veas, la decisión de Trump es una gran noticia. Indica que el «Estado profundo» de EE. UU. no tiene poder sobre la política exterior de Trump. Sugiere que el proyecto neoliberal de los EE. UU. tiene certificada su defunción, o al menos que algunos elementos de la clase dominante de los EE. UU. lo consideran así. También implica un futuro en el que los autócratas etnonacionalistas como Erdoğan, Trump, Assad, Bolsonaro y Putin estarán en el asiento del conductor en todo el mundo, en connivencia entre ellos para mantener el poder sobre sus dominios privados.
En ese caso, toda la era posterior a la guerra fría de la hegemonía militar de los Estados Unidos ha terminado, y estamos entrando en una era multipolar en la que los tiranos gobernarán los etno-estados autoritarios balcanizados: pensemos en Europa antes de la Primera Guerra Mundial. Los liberales y neoconservadores que preferían la hegemonía estadounidense están velando el cadáver de una era que fue una pesadilla sangrienta para millones. La izquierda (¿y los anarquistas?) que imaginan que esto podría ser una buena noticia son los tontos que luchan contra el enemigo de ayer y la guerra de ayer, sin reconocer las nuevas pesadillas que surgen a su alrededor. La coalición roja/marrón de facto de socialistas autoritarios y fascistas que están celebrando la llegada de esta nueva era nos apresuran a todos a avanzar hacia un nuevo mundo en el que cada vez más partes del globo se asemejarán a las peores partes de la guerra civil siria.
Y hablando desde este punto de observación, aquí, hoy, no lo digo a la ligera.
¿Qué pasará después?
Lamentablemente, los movimientos kurdos y de izquierda en Turquía han sido diezmados en los últimos años. Me sorprendería mucho si hubiera algún tipo de levantamiento en Turquía, no importa lo que pase en Rojava. No debemos permitirnos esperar que una invasión turca provoque una insurgencia en el norte de Kurdistán.
A menos que suceda algo realmente inesperado, aquí hay básicamente dos resultados posibles.
Primer escenario
En el primer escenario, el Partido de la Unión Demócrata (PYD) alcanzará algún tipo de acuerdo con el régimen de Assad, probablemente en condiciones menos favorables de lo que hubiera sido posible antes de la invasión turca de Afrin; ambas partes probablemente harán concesiones de algún tipo y aceptarán luchar en el mismo bando si Turquía invade. Si Rusia lo aprueba, podría ser suficiente para evitar que se produzca la invasión. Bien las YPG/YPJ o el SAA terminarán con el reducto [del ISIS] en Hajin, y la guerra podría quedar prácticamente terminada, excepto por Idlib.
Tanto el régimen de Assad como las diversas formaciones predominantemente kurdas han sido extremadamente duros en la negociación, pero quizás la amenaza tanto para Rojava como para el régimen de Assad sea tan extrema que elegirán esta opción. Es posible que éste sea uno de los objetivos de la amenaza turca, o incluso de la retirada de Trump: obligar a las YPG a ceder la autonomía militar al régimen de Assad.
YPG, PYD y compañía no están en una posición muy buena para negociar en este momento, pero el régimen sabe que al menos puede negociar con ellos, mientras que, si el norte de Siria está ocupado por yihadistas respaldados por Turquía y por diferentes saqueadores, no está claro qué podría pasar después. Rojava contiene gran parte de las mejores tierras agrícolas de Siria en el norte, así como campos petroleros en el sur.
Sólo puedo especular sobre cuáles podrían ser los términos de este acuerdo teórico. Hay mucha especulación en línea: la regularización de la ciudadanía kurda y los derechos de lengua materna, considerar el servicio previo en las YPG como un servicio militar para que los soldados que han estado luchando contra ISIS todos estos años puedan volver a ser civiles en lugar de ser reclutados de inmediato por el SAA, algún tipo de autonomía política, o similares. A cambio, las YPG y sus aliados básicamente tendrían que entregar al régimen el control militar y político de las áreas tomadas por las SDF.
¿Se podría confiar en que el régimen de Assad cumplirá un acuerdo después de obtener el control? Probablemente no.
Para ser claro, es muy fácil para mí hablar de manera abstracta sobre el régimen de Assad como el menor de los dos males. Me he informado sobre muchas de las atrocidades que el régimen ha cometido, pero no las he experimentado yo mismo, y ésta no es la parte de Siria donde hicieron las peores cosas, por lo que escucho con más frecuencia las historias de los locales sobre Daesh y otros yihadistas, por no hablar de Turquía. Probablemente hay personas en otras partes de Siria que consideran que el régimen de Assad está recuperando el poder con el mismo temor con el que la gente aquí considera al ejército turco y al ISIS.
En cualquier caso, hay algunas señales de que este primer escenario todavía podría ser posible. El régimen ha enviado tropas a Manbij, a una de las líneas donde se está produciendo una acumulación masiva de tropas turcas / TFSA. Hay reuniones entre el PYD y el régimen, así como con los rusos. Está programada a corto plazo una negociación entre el PYD y el régimen con Egipto como mediador.
Este primer escenario no ofrece un conjunto muy atractivo de opciones. No es por lo que Jordan Mactaggart o los miles y miles de sirios que lucharon y murieron con las YPG / YPJ dieron su vida. Pero sería preferible al otro escenario…
Segundo escenario
En el segundo escenario, el régimen de Assad se sumaría a Turquía en lugar de a las YPG.
En este caso, una combinación del ejército turco y sus afiliados invadirían desde el norte, mientras que el régimen lo haría desde el sur y el oeste. Las YPG lucharían hasta la muerte, calle por calle, bloque por bloque, en una tormenta de fuego que recordaría el levantamiento del ghetto de Varsovia o la Comuna de París, utilizando todas las tácticas defensivas que adquirieron mientras luchaban contra el ISIS. Mucha gente moriría. Eventualmente, el régimen de Assad y Turquía / TFSA establecerían alguna línea entre sus zonas de control. En el futuro previsible, habría algo como un resto de Estado turco-yihadista en el Norte de Siria del tipo señorío de guerra.
Los kurdos, asirios, armenios, cristianos y otras minorías serían expulsados, limpiados étnicamente o aterrorizados. El TFSA y las milicias relacionadas probablemente saquearían todo lo que pudiera caer en sus manos. A largo plazo, sería probable que Turquía devolviera a los refugiados sirios que ahora están en Turquía a estas áreas ocupadas, provocando cambios demográficos irreversibles que podrían ser la causa de futuros conflictos étnicos en la región.
No debemos creer en cualquier promesa que el Estado turco o sus apologistas hagan de que esto no será el resultado de su invasión, ya que esto es exactamente lo que han hecho en Afrin y no tienen ninguna razón para comportarse de manera diferente en Rojava. Recordemos: desde la perspectiva del Estado turco, las YPG / YPJ son el enemigo número uno en Siria.
Ahora hablemos de Daesh. A pesar de la amenaza de invasión que se avecina, las SDF todavía están terminando con el reducto de ISIS en Hajin. Si no fuera por el hecho de que Turquía está lanzando a Daesh un salvavidas al amenazar con invadir, Daesh estaría condenado, ya que están rodeados por las SDF, el SAA y el ejército iraquí. Permitidme decir esto de nuevo: Trump le da a Turquía el visto bueno para invadir Rojava y es prácticamente lo único que podría salvar a ISIS.
Trump ha dicho repetidamente cosas en el sentido de que Turquía promete acabar con ISIS. Para creer esta mentira, habría que ser políticamente ignorante, sí, pero, además, también habría que ser analfabeto geográficamente. Esto describe a los partidarios de Trump, si acaso.
Incluso si el gobierno turco tuviera alguna intención de luchar contra Daesh en Siria, una proposición que es altamente dudosa, considerando lo fácilmente que Turquía hizo despegar a ISIS, para llegar a Hajin y el valle del río Éufrates, tendrían que cruzar la totalidad de Rojava. No hay otra manera de llegar a Hajin. Si no estás familiarizado con el área, mira un mapa y verás de lo que estoy hablando.
El régimen de Assad mantiene posiciones en todo el río Éufrates, desde las posiciones de las SDF y hasta las del Daesh, y estaría dispuesto y podría terminar con el último reducto del ISIS. En lo que a mí respecta, prefiero ver que el régimen asuma las pérdidas para lograrlo que ver a las YPG expandirse demasiado y sangrar aún más. Pero el punto aquí es que cuando Trump dice algo como que “¡Turquía terminará con ISIS!”, está dando una señal a los turcos de línea dura para que puedan atacar Rojava y que no hará nada para detenerlos. No tiene nada que ver con ISIS y sí tiene que ver con la limpieza étnica en Rojava.
Al menos, aunque Assad se alíe con el gobierno turco, podemos esperar que las fuerzas del régimen sigan acabando con ISIS. Si Turquía se sale con la suya y hace lo que dice Trump, abriéndose camino a través de Rojava hasta Hajin, es probable que faciliten a los combatientes de Daesh un paso seguro, un nuevo uniforme, tres comidas al día y esta aldea en la que vivo a cambio de su ayuda para luchar contra las futuras insurgencias kurdas.
Así que ahí está: al declarar la victoria sobre ISIS, Trump está arreglando la única manera en que los combatientes de ISIS podrían salir de esta situación con sus capacidades intactas. Es orwelliano, como poco.
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La única otra opción que puedo imaginar, si las negociaciones con el régimen de Assad se rompen o el PYD decide tomar el camino moral y no comprometerse con el régimen -que no son dignos de confianza y han llevado a cabo muchas atrocidades por su cuenta- sería dejar que todas las Fuerzas de Autodefensa se fundan de nuevo en la población civil, permitir que Turquía y sus representantes caminen hacia Rojava sin perder la fuerza de combate de las YPG/YPJ, y comenzar inmediatamente una insurgencia. Eso podría ser más inteligente que una final condenada, pero quién sabe.
Mirando hacia adelante
Personalmente, quiero ver el fin de la guerra civil siria y que Irak se libere de algún modo de otro ciclo de guerra en el futuro cercano. Quiero ver que ISIS no pueda regenerar su sistema base y prepararse para una nueva ronda de violencia. Eso no significa intensificar las formas en que esta parte del mundo se mantiene vigilada, significa fomentar soluciones locales a la pregunta de cómo pueden coexistir diferentes personas y poblaciones, y cómo pueden defenderse de grupos como Daesh. Esto es parte de lo que la gente ha estado tratando de hacer en Rojava, y ésa es una de las razones por las que Trump y Erdoğan encuentran que el experimento aquí es tan amenazador. Al final, la existencia de grupos como ISIS hace que su autoridad parezca preferible en comparación, mientras que los proyectos horizontales multiétnicos participativos muestran cuán opresivo es su modelo.
El derrocamiento de Assad por medios militares es un proyecto muerto, o, al menos, las cosas que tendrían que suceder para volverlo plausible en el futuro cercano son incluso más horribles de lo que es el régimen. Espero que, de alguna manera, algún día, pueda haber algún tipo de acuerdo entre el régimen y las YPG / YPJ, y el régimen y los rebeldes en Idlib, y todos los demás que han estado sufriendo aquí. Si el capitalismo y la tiranía estatal son el problema, este tipo de guerra civil no es la solución, aunque parece probable que lo que ha ocurrido en Siria suceda en otras partes del mundo, ya que las crisis generadas por el capitalismo, el poder estatal y los conflictos étnicos incentivan el desacuerdo.
¿Qué puedes hacer, al leer esto en alguna parte más segura y estable del mundo?
Primero, puedes hacer correr la voz de que la decisión de Trump no es una forma de llevar la paz a Siria ni la confirmación de que ISIS ha sido derrotado. Puedes decir a otras personas lo que te he contado sobre cómo se ve la situación desde aquí, en caso de que yo no pueda hacerlo por mí mismo.
En segundo lugar, en caso de una invasión turca, puedes utilizar todos los medios a tu alcance para desacreditar y obstaculizar al Estado turco, a Trump, y los demás que han allanado el camino para ese resultado. Incluso si no puedes detenerlos, incluso si no puedes salvar nuestras vidas, será parte de la construcción del tipo de movimientos sociales y la capacidad colectiva que será necesaria para salvar las vidas de otros en el futuro.
Además, puedes buscar formas de obtener recursos para las personas en esta parte del mundo, que han sufrido tanto y continuarán sufriendo a medida que se produzca el siguiente acto de esta tragedia. También puedes buscar formas de apoyar a los refugiados sirios que se encuentran dispersos por todo el mundo.
Finalmente, puedes pensar en cómo podríamos poner mejores opciones en la mesa la próxima vez que estalle un levantamiento como el de Siria. ¿Cómo podemos asegurarnos de que los gobiernos caigan antes de que su mandato dé paso al reinado de la fuerza bruta, en el que sólo los insurgentes respaldados por otros Estados pueden obtener el control? ¿Cómo podemos ofrecer otras visiones de cómo las personas pueden vivir y satisfacer sus necesidades juntas, y movilizar la fuerza necesaria para implementarlas y defenderlas a nivel internacional sin necesidad de ningún Estado?
Éstas son grandes cuestiones, pero tengo fe en ti. Debo tenerla.
Apéndice: Narrativas del rival
A partir de esta útil descripción general, aquí se presenta una revisión de las narrativas que a menudo vemos desde diferentes bandos en la guerra civil siria:
Narrativa leal [al régimen de Assad]:
- Énfasis en cómo EE. UU. y otros países apoyaron y financiaron a los rebeldes para sus propios fines geopolíticos como la causa principal de la escalada del conflicto.
- La existencia de ISIS se atribuye principalmente al apoyo de los rebeldes al caer en las manos equivocadas y más fundamentalmente como resultado colateral de la guerra de Irak de 2003.
- Énfasis en los vínculos y cooperación entre los llamados rebeldes moderados y grupos como Hay’at Tahrir al-Sham (HTS) para argumentar que todos son parte del mismo problema.
- Diferentes puntos de vista sobre las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF) y su legitimidad. Esto parece ser diferente entre unos leales y otros; algunos piensan que son casi tan malos como los rebeldes tradicionales y otros los ven como aliados contra ISIS y los rebeldes apoyados por Turquía.
Narrativa occidental, del golfo árabe y rebelde:
- Énfasis en la primavera árabe y en cómo la supresión brutal de las protestas (relativamente) pacíficas llevó a una escalada del conflicto y la rebelión armada y, finalmente, a una guerra civil en toda regla.
- La existencia de ISIS se atribuye principalmente a las acciones de Assad. A menudo se afirma cómo sus acciones brutales y su dependencia de milicias sectarias crearon un entorno en el que ISIS podía crecer y obtener apoyo. Además, se señala que el ejército de Assad atacó deliberadamente a otros rebeldes más que a ISIS, y por lo tanto es en gran parte responsable de su crecimiento.
- Énfasis en que hay una clara distinción entre rebeldes moderados y radicales, y debemos separarlos en un análisis honesto.
- Las opiniones sobre las SDF van desde hostiles hasta extremadamente hostiles. A menudo se apresuran a enfatizar los casos en que el Ejército Árabe Sirio (SAA) y las SDF trabajaron juntos. En formas más leves, esta narrativa critica la percepción de un exceso de confianza en los kurdos en la mayoría de las áreas árabes, al tiempo que sigue reconociendo la legitimidad de la organización en la mayoría de las áreas kurdas.
Narrativa turca:
- La narrativa turca es básicamente la misma que la anterior en la mayoría de los temas, con la importante excepción de que la hostilidad hacia las SDF se intensifica al máximo. Aquí, los vínculos entre las SDF y el PKK se enfatizan y las SDF se caracterizan por ser una organización terrorista ilegítima que es una amenaza para Turquía y suprime a los árabes locales.
Narrativa occidental, kurda:
- El conflicto se ve a menudo como una oportunidad histórica para los pueblos kurdos en su búsqueda de nacionalidad. Énfasis en cómo los kurdos fueron discriminados antes de la guerra y cómo pueden ahora tomar el asunto en sus propias manos.
- La existencia y expansión de ISIS se atribuye principalmente a Turquía. Se destaca especialmente la pasividad de Turquía durante la batalla de Kobane, junto con las acusaciones de apoyo directo de ISIS y la importación de petróleo de ISIS.
- En cuanto a los rebeldes, las opiniones tienden a acercarse a las de los leales. Los rebeldes (en áreas relevantes, de todos modos) son vistos como apoderados turcos o como lunáticos radicales a quienes Turquía puede hacer la vista gorda. La línea entre los rebeldes e ISIS a menudo es borrosa, aunque no se agrupan en la misma medida que en la narrativa leal.
- Las SDF son vistas como uno de los únicos actores armados sanos y morales en una batalla que se caracteriza por ser mal contra mal. Se enfatizan las atrocidades rebeldes y leales para apoyar este punto de vista.
Narrativa del ISIS e islamista radical:
- El inicio del conflicto es visto como un gran despertar de los musulmanes contra sus apóstatas alauitas. Énfasis en la solidaridad de los combatientes extranjeros hacia sus sufridores hermanos musulmanes.
- Esta narrativa incluye al propio ISIS y también Al Qaeda y grupos radicales similares, que ven al ISIS como un grupo que traicionó la causa yihadista.
- Los rebeldes son percibidos como naifs serviles a los intereses de gobiernos extranjeros y que implementan ideales no islámicos en su nombre. El énfasis también se pone en cómo negocian los rebeldes y alcanzas acuerdos con los leales, sólo para ser traicionados y perder territorio.
- Las SDF son percibidas como apóstatas ateos a sueldo de los EE.UU. La diferencias principal con Turquía es tal vez el énfasis en la falta de religiosidad más que en las conexiones con el PKK.
Notas:
1. En Hajin, donde se encuentra el último bastión de ISIS, la posición estadounidense está muy por detrás del frente, dentro del alcance para su artillería, pero fuera del alcance de cualquier arma que tenga Daesh, para que puedan sentarse y golpear sin ser golpeados, mientras que los riesgos los corren las tropas terrestres de las Unidades del Protección del Pueblo (YPG) y las Fuerzas Democráticas de Siria (SDF). Esto es precisamente lo que el ejército turco nos haría si Turquía invadiera Rojava.
2. De hecho, hay dos partidos principales en el Kurdistán iraquí además del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK). Cada uno tiene su propio ejército y policía; una vez se enfrentaron en una guerra civil. No se gustan en absoluto. El Partido Democrático del Kurdistán (PDK), la dinastía de la familia Barzani, está más estrechamente alineado con Turquía y los EE.UU.; antes estaba más alineado con Saddam Hussein. Tienen malas relaciones con la administración de Rojava; aquí son despreciados porque básicamente se hicieron a un lado y dejaron que la catástrofe en Sinjar sucediera en su propio patio trasero mientras el PKK se apuraba por dirigirse hacia la brecha. La Unión Patriótica de Kurdistán (PUK) tiene mejores relaciones con Irán, el PKK y la administración de aquí. Hay una milicia en Rojava relacionada con el PDK llamada Rojava Peshmerga; una vez más, tienen una mala reputación porque han pasado toda la guerra haciendo muy poco, mientras que las YPG han muerto en masa luchando contra ISIS. Todo esto es simplemente para decir que no hay una sola posición kurda; También hay grupos reaccionarios kurdos.
3. Eso sí, los rebeldes sirios nunca fueron homogéneos; entre ellos, se puede encontrar un elemento alineado con Turquía y yihadista y un elemento alineado más cercano a las YPG / YPJ. Lamentablemente, muchos de los interesados en soluciones más «democráticas» a la situación en Siria se vieron obligados a huir del país hace años.
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