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Irán se niega a devolver los cuerpos de los presos kurdos ejecutados

Pejman Fatehi, Mohsen Mazloum, Mohammad Faramarzi y Vafa Azarbar fueron ejecutados por el régimen iraní el 29 de enero.

RojInfo, Medya News – 7 febrero 2021 – Traducido y editado por Rojava Azadi Madrid

Todavía no se ha permitido a las familias de los cuatro activistas kurdos ahorcados en Irán el 29 de enero recuperar los cadáveres de sus parientes para darles sepultura. Las autoridades iraníes han prohibido las ceremonias fúnebres.

Los cadáveres de cuatro activistas kurdos -Pejman Fatehi, Mohsen Mazloum, Mohammad Faramarzi y Vafa Azarbar-, ejecutados por el régimen iraní el 29 de enero, aún no han sido devueltos a sus familias. Las autoridades han prohibido a sus familias organizar ceremonias de duelo.

Se han apostado fuerzas policiales en torno a los domicilios de las familias para impedir las concentraciones de protesta. «Estas restricciones son contrarias tanto a las leyes de la República Islámica como a la sharia», declaró a IranWire Bayan Azimi, esposa de Fatehi.

Maria Mahmoudi, esposa de Faramarzi, habló de la angustia y la incertidumbre de las familias a las que se dijo que no se les mostrarían los cadáveres ni se les permitiría llevar a cabo los entierros.

La prohibición de acceder a los cadáveres es una política destinada a impedir las concentraciones de protesta, afirmó la Sra. Mahmoudi, subrayando la determinación de la población kurda de oponerse enérgicamente a tales injusticias.

La ejecución de cuatro presos políticos kurdos ha provocado una indignación generalizada en Irán tanto dentro como fuera del país, provocando huelgas. La creciente indignación contra el gobierno iraní se agravó cuando las autoridades iraníes se negaron a entregar los cadáveres de los jóvenes activistas ejecutados a sus familias.

«El régimen opresor de la República Islámica ha obstaculizado la entrega de los cuerpos de nuestros seres queridos y ha informado a las familias de que tiene intención de enterrarlos en un lugar no revelado», declaró Joanna Taimasi, esposa del preso ejecutado Mohsen Mazloum.

Varias organizaciones de derechos humanos de las regiones kurdas del noroeste de Irán, conocidas como Rojhilat, convocaron conjuntamente acciones de protesta contra las ejecuciones y las violaciones de derechos. Los comercios cerraron el martes en las ciudades de Marivan, Saqqez, Sanandaj, Mahabad, Dehgolan, Bukan, Diwandre y otras.

La comunidad internacional, ya alarmada por la creciente oleada de ejecuciones en Irán, ha expresado su condena. Una coalición de 25 organizaciones internacionales de derechos humanos instó a la Alta Comisionada Adjunta de la ONU para los Derechos Humanos, Nada Al-Nashif, a que pospusiera su viaje previsto a Irán el 3 de febrero.

La coalición advirtió de que la visita podría utilizarse con fines propagandísticos para encubrir el historial de Irán en materia de derechos humanos, especialmente tras las recientes ejecuciones.

El comité ejecutivo del Congreso Nacional del Kurdistán (KNK), grupo paraguas kurdo con sede en Bruselas, acusó al gobierno iraní de hipocresía al continuar con la brutalidad contra el pueblo kurdo mientras intenta presentarse como guardián de los derechos de los palestinos.

«El asesinato de quienes exigen derechos humanos y culturales y alzan la voz por la autodeterminación es una acusación contra el opresivo y sanguinario régimen iraní», afirmó el KNK.

Los cuatro hombres, Mohsen Mazloum, Pejman Fatehi, Vafa Azarbar y Mohammad Faramarzi, fueron ejecutados tras 18 meses de detención en régimen de incomunicación y un juicio secreto ampliamente criticado por su injusticia.

Las condenas a muerte se dictaron sin representación letrada independiente y sin derecho a apelación. Entre los cargos que se les imputaban figuraba el de espionaje para el Mossad, el servicio secreto israelí.

Las ejecuciones se sumaron a las ya antiguas críticas internacionales al historial de Irán en materia de derechos humanos, especialmente en lo que respecta a los grupos minoritarios, y se sumaron a la tendencia a perseguir a activistas y disidentes kurdos en Irán.

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