Feminicidio: la guerra sin fin del sistema patriarcal
TRISE.ORG – Discurso de Havin Guneser – Roma, 2014
Queridos amigxs;
En primer lugar me gustaría decir que estoy muy feliz de estar aquí entre todxs ustedes para discutir la lucha por la libertad de las mujeres en general, pero también y para ser especifica, la lucha de las mujeres kurdas durante estos tiempos modernos. Personalmente nunca pensé que viviría en momentos en los que se hacen historia, ni pensé que pasara durante mi propia vida. De hecho, somos testigos de cómo se esta haciendo historia en Kobani, Kurdistán Occidental. Agradezco a los organizadores de este evento por esta oportunidad.
Supongo que los comienzos son muy importantes para todo y todxs, pero especialmente para los movimientos políticos. Los valores morales y los principios políticos que forman la base de cualquier movimiento le dan la capacidad de transformarse y trascenderse a sí mismo. Uno puede poner al movimiento de libertad kurdo y a su principal estratega y líder Abdullah Öcalan en esta categoría. De hecho, el PKK cobró vida justo después de los tremendos efectos revolucionarios de 1968. La formación de los primeros grupos comenzó a principios de los 70 y finalmente el PKK fue fundado en 1978. Por lo tanto, no terminó siendo una organización que pueda considerarse totalmente dentro de la categoría de la vieja izquierda ni de la nueva izquierda.
Sin embargo, tenía una sorprendente singularidad. Los fundadores del PKK procedían de diferentes ámbitos de vida; diferentes creencias, etnias, y compuesto de mujeres desde el primer grupo básico. Esta combinación de jóvenes rurales y urbanos, la mayoría de lxs cuales eran estudiantes, dio un tremendo dinamismo a este joven movimiento. Esta combinación tampoco permitió el desarrollo de un dogmatismo ideológico. Así, el feudalismo, el chovinismo, el nacionalismo, la dominación masculina en general fue rechazada incluso desde el principio y dio al movimiento una buena base sobre la que desarrollarse.
Sería injusto afirmar que la comprensión y el análisis de la cuestión de la mujer era profunda en aquel entonces. Le daríamos un injusto atributo mágico a lo que ocurrió durante 40 años. Por el contrario; aunque hubo un comienzo sólido, la visión sobre la esclavitud de la mujer y por lo tanto su libertad se desarrolló con profundidad como resultado de la participación de las mujeres en mayor número y debido al enfoque dialéctico de Abdullah Öcalan como principal estratega del movimiento. Otro factor importante fue la complejidad de la propia cuestión kurda. No había una respuesta o solución fácil a la cuestión kurda y el estatus quo que se formó en torno a ella no dio lugar a una solución fácil. El acuerdo de Yalta entre la Unión Soviética y los EE.UU. (1945) exasperó la ya terrible situación de su negación y las políticas de eliminación. Así pues, no había espacio para el engaño; todas las ideologías dominantes en sus multiples formas, e incluso los lugares que asimilaban los movimientos dentro del sistema se establecieron antes del comienzo del PKK. Esto, creo que llevó a la verdadera búsqueda de la libertad y a poder ver y discernir los disfraces adornando otros diferentes movimientos e ideologías.
Sin embargo, hubo un golpe militar en 1980 y considerando que el PKK fue fundado en 1978, el movimiento de libertad era todavía precoz y debido a ello no estaba totalmente organizado. Fue uno de los golpes militares más duros de todos los tiempos. Muchxs fueron asesinados. Miles de personas fueron arrestadas, arrojadas a prisiones y sometidas a horribles torturas. Muchas más de cientos de miles de personas fueron reunidas en escuelas, estadios deportivos y torturadas. Rápidamente una renovada obediencia en la sociedad fue reinstalada – bueno, así pensaron en ese momento.
La resistencia y la lucha de los miembros del PKK en la notoria prisión de Diyarbakir – incluyendo la resistencia de las mujeres y la del miembro fundador del PKK Sakine Cansiz – pronto se convirtió casi en una narración mitológica. Las aspiraciones de libertad del pueblo kurdo, pero especialmente las de las mujeres kurdas, y más concretamente la lucha implacable de Sakina Cansiz y su resistencia frente a las horribles torturas a las que fue sometida, allanaron el camino para que la mujer desempeñara un enorme papel en los días venideros.
Así entonces, aunque al principio la lucha de las mujeres en el PKK no trascendió las fronteras de la antigua izquierda, tampoco pudo ser contenida dentro de ella. El papel de Öcalan en este momento, como estratega y como líder político del movimiento kurdo fue importante. No ignoró la esclavitud de las mujeres ni su deseo y lucha por la libertad. Él, a pesar de las reacciones negativas de algunos miembros masculinos de la organización, abrió un espacio político, social, cultural, ideológico y organizativo para las mujeres. Se mantuvo firme en esto.
Las mujeres se unieron a las fuerzas guerrilleras desde el principio debido al sexismo que se enfrentaban basado en las estructuras tribales feudales, así como a la furia que sentían ante la creciente opresión colonialista y explotadora del Estado turco contra los kurdos. Gente de todas las clases sociales vinieron a librar una lucha común. En este entonces el problema principal ya se conocía bien. Venir y unirse a un movimiento revolucionario no era suficiente por sí solo para superar las características estructurales transmitidas mediante las estructuras colonialistas y feudales. Los problemas comenzaron a surgir especialmente en el acercamiento a las mujeres; hubo un intento de regenerar los roles tradicionales entre las fuerzas guerrilleras y las estructuras del partido. Había mujeres que aceptaban la regeneración de estos roles y también había mujeres que los rechazaban. Así pues, la organización pronto se dio cuenta de la gravedad del problema y estableció la YJWK (Unión de Mujeres Patrióticas del Kurdistán) en 1987. La fundación de esta unión fue la primera declaración de intención de dirigirse a una organización de mujeres única y separada.
En la década de los 90 hubo una enorme afluencia de mujeres a las fuerzas de la guerrilla. Esto obligó a la formación de una nueva organización con las fuerzas de la guerrilla. En 1993, por primera vez, se formaron unidades de mujeres únicas. Esto significó que no estarían bajo el mando directo de los guerrilleros hombres y podrían tomar sus propias decisiones y por lo tanto aplicar sus propios planes. El consiguiente desarrollo de las mujeres en defensa propia les dio confianza en sí mismas. Esto condujo a enormes transformaciones ideológicas, políticas y sociales. Esta fue la segunda ruptura después de la heroica resistencia de las mujeres en las cárceles turcas. De hecho, condujo a cambios revolucionarios en la forma en que las mujeres eran percibidas dentro de la sociedad kurda y por los hombres.
Consecuentemente en 1995, se formó la YAJK (Unión de Mujeres Libres del Kurdistán). A partir de entonces el trabajo político y social también se llevó a cabo no sólo entre las mujeres de la entidad sino también dentro de la sociedad. Al mismo tiempo, comenzó el trabajo por la solidaridad internacional. Fue durante estos años que Öcalan comenzó a hablar de un nuevo concepto: el de ‘extinguir’ (entre comillas) a los hombres dominantes.
A partir de esta fecha la lucha por la libertad de las mujeres se radicalizó. Comenzaron a hablar de romper con la modernidad dominante, mental, psicológica y culturalmente. Pero también hablaron de un proyecto para transformar al hombre en paralelo. Con este fin, la educación de los hombres fue dada por las mujeres.
A medida que se acercaba el año 1998, las mujeres establecieron los principios de la ideología de la liberación de la mujer y para ponerlos en práctica formaron el PJKK (Partido de las Mujeres Trabajadoras del Kurdistán). En el año 2000 las mujeres ampliaron su perspectiva organizativa y de lucha y fundaron el PJA – Partido de las Mujeres Libres. Uno de los logros más importantes de esta época fue la declaración del Contrato Social de la Mujer.
Sin embargo, todos estos intentos no superaron totalmente los límites y el marco del patriarcado. No sólo el movimiento de mujeres, sino toda la organización estaba centrada en la búsqueda de una alternativa. Aunque el PKK ya no era la vieja izquierda, tampoco fue capaz de encontrar una solución que rompiera completamente con el socialismo real y, por tanto, con la modernidad capitalista. Se puede definir el período comprendido entre 1993 y 2003 como el período de transición y el intento de establecer una alternativa a la modernidad capitalista. El material teórico disponible, las experiencias pasadas de varios otros movimientos, el feminismo y la propia experiencia del PKK llevaron al movimiento a concluir que la esclavitud de la mujer constituía la base misma de todas las esclavitudes posteriores, así como de todos los problemas sociales. Así pues, comenzó a diferenciarse de los marxistas-leninistas clásicos. También difirió en la forma en la cual se empezó a ver el aparato estatal; un instrumento de poder y explotación que no es necesario para la continuación de la vida humana y natural. En tercer lugar, su percepción de la violencia revolucionaria también cambió; siendo enmarcada finalmente como autodefensa.
Öcalan determinó que la esclavitud de las mujeres se había implementado y perpetuado en tres niveles a lo largo de cinco mil años: Primero, en la construcción de la esclavitud ideológica; luego en el uso de la fuerza; por último, en la confiscación de la economía de la mujer. Como resultado, se apresuró a establecer la conexión entre la profundidad de la esclavitud de la mujer y el enmascaramiento intencional de este hecho ademas de el aumento del poder jerárquico y estatista dentro de la sociedad. Como las mujeres están acostumbradas a la esclavitud, el camino a la esclavitud de los otros sectores de la sociedad está pavimentado. La esclavitud de los hombres se deriva después de la esclavitud de las mujeres. Sin embargo, la esclavitud de las mujeres es diferente en algunos aspectos a la esclavitud de clase y nación. Su legitimación se logra a través de una refinada e intensa represión combinada con mentiras que manipulan las emociones. La diferencia biológica de la mujer se utiliza como justificación de su esclavitud. Todo el trabajo que ella hace se da por sentado y se llama indigno «trabajo de mujer».
Sin analizar el proceso de superación social de la mujer, no sólo no se pueden comprender adecuadamente las características fundamentales de la consiguiente cultura social de dominio masculino, sino también qué puede construirse en su lugar. Sin comprender cómo se formó socialmente la masculinidad, no se puede analizar la institución del Estado y, por lo tanto, no se podrá definir con precisión la cultura de guerra y poder relacionada con la condición de Estado. Esto es algo que debemos destacar porque esto es lo que allanó el camino para el feminicidio y la colonización, y explotación de los pueblos. La subyugación social de la mujer fue la contrarrevolución más vil jamás realizada. Öcalan señala que «la espada de guerra que se esgrime en el estado y la mano del hombre dentro de la familia, son símbolos de hegemonía. Toda la sociedad clasista, desde sus capas superiores a las inferiores, está sujeta entre la espada y la mano».
El capitalismo y el estado-nación se analizan para representar al hombre dominante en su forma más institucionalizada. La sociedad capitalista es la continuación y la culminación de todas las antiguas sociedades explotadoras. Es, en efecto, una guerra continua contra la sociedad y la mujer. En pocas palabras, el capitalismo y el estado-nación son el monopolio del hombre tiránico y explotador. Basta con mirar a todo el mundo para ver un renovado aumento de la violencia, la explotación y la represión de la mujer. Esto no está ocurriendo sólo en los países del llamado tercer mundo, sino en todo el mundo.
Uno de los objetivos principales de la hegemonía ideológica de la modernidad capitalista es borrar los hechos históricos y sociales relativos a su concepción y su esencia. Esto se debe a que la forma económica y social capitalista no es una necesidad social e histórica; es una construcción, forjada a través de un proceso complejo. La religión y la filosofía se han transformado en el nacionalismo, la divinidad del estado-nación. El objetivo final de su guerra ideológica es asegurar su monopolio sobre el pensamiento. Sus principales armas para lograrlo son el religionismo, la discriminación de género y el cientifismo como religión positivista. Sin hegemonía ideológica, sólo con opresión política y militar, será imposible mantener la modernidad. Mientras que el capitalismo utiliza el religionismo para controlar el conocimiento de la sociedad, utiliza el nacionalismo para controlar las clases y la ciudadanía, un fenómeno que ha surgido en torno al capitalismo. El objetivo de la discriminación de género es negar a las mujeres cualquier esperanza de cambio. La manera más efectiva para que la ideología sexista funcione, es atrapar al hombre en las relaciones de poder y dejar a la mujer impotente a través de la violación constante. A través de la ciencia positivista, el capitalismo neutraliza el mundo académico y la juventud. Los convence de que no tienen más remedio que integrarse en el sistema, y a cambio de concesiones esta integración es asegurada.
Pero aclarar sin ambigüedades, la condición de la mujer es sólo un aspecto de esta cuestión. Mucho más importante es la cuestión de la liberación; en otras palabras, la resolución del problema supera la importancia de revelarlo y analizarlo. Durante el último cuarto del siglo XX el feminismo logró hasta cierto punto revelar la verdad sobre la mujer. Pero el movimiento de liberación kurdo y Abdullah Öcalan dan un paso más y basan su análisis de la sociedad en la «sociedad moral y política». Dibujan una relación entre la libertad y la moral, y la libertad y la política. Con el fin de desarrollar estructuras que amplíen nuestro espacio de libertad, la moral se define como la conciencia colectiva de la sociedad y la política se define como su sabiduría común. Pero, ¿cómo trabajamos ahora hacia esto.
Para poder detener la perpetuación del capital y la acumulación de poder, así como la reproducción de la jerarquía, es necesario crear estructuras para una sociedad democrática, ecológica y liberada por el género. Para lograrlo, el desmantelamiento del poder y la jerarquía es una necesidad absoluta. El sistema social de la modernidad democrática es el Confederalismo Democrático y la Autonomía Democrática. Este sistema no es una formación estatal alternativa, sino una alternativa al Estado. Nuestras democracias actuales se desarrollaron después de la democracia romana, que es representativa en lugar de participativa. Así, la mayoría gobierna y una élite decide sobre cuestiones fundamentales en nuestro nombre. La autonomía democrática, por otra parte, es una democracia radical con la participación organizada y la toma de decisiones de las mujeres, pero también con todos los sectores de la sociedad organizándose y participando directamente en la toma de decisiones para poder decidir sobre los asuntos que les conciernen directa e indirectamente.
Debido a esto, el movimiento de libertad de la mujer pasó por varios períodos de reestructuración. Era necesario una organización de mujeres que trascendiera las estructuras de los partidos y fuera mas flexible y completa, dicho de otra forma, se necesitaba un organización de mujeres confederal. De este modo, en 2005 se fundó la KJB (Comunidad de Mujeres Eminentes). Como resultado de ello, se llevaron a cabo acciones y reestructuraciones organizativas para poner en práctica la formación del nuevo paradigma basado en la democracia, la ecología y la libertad de las mujeres. El KJB se estableció para convertirse en el punto de coordinación entre las fuerzas de autodefensa, las organizaciones sociales, el partido femenino PAJK y la organización de mujeres jóvenes. En septiembre de 2014 la organización de mujeres se sometió a otra transformación y durante el proceso ha cambiado su nombre por el de KJK. Esta transformación era necesaria para responder a las necesidades de la sociedad y la formación de las instituciones necesarias de manera igualitaria, y poder continuar la transformación de los hombres, la democratización de la sociedad, la creación de una ética y estética de vida libre de forma contundente. Desde entonces las mujeres toman todas las decisiones relativas a sí mismas por sí mismas y están representadas desde el nivel local hasta todos los diferentes niveles estructurales cuando toman decisiones que conciernen a la sociedad en su totalidad. De esta manera se detienen mediante este mecanismo cualquier intento de repetir y perpetuar las estructuras y formas jerárquicas que provienen de otros sectores de la sociedad que están muy organizados – jóvenes, ancianos, profesionales, artesanos, ideológicos, religiosos.
Considerando que la esclavitud de la mujer se ha implementada y perpetuada mediante: la construcción de la esclavitud ideológica; seguido por el uso de la fuerza; y por último, la confiscación de la economía de la mujer, se debe tratar estas tres areas simultáneamente.
Educación y deberes intelectuales:
Cuando se analiza la evolución de las sociedades humanas, se ve con claridad como se desarrolló la esclavitud de las mujeres antes de la sociedad en su totalidad. La primera jerarquía fue ideológica; de hecho, jerarquía significa «gobierno por sacerdote». Por lo tanto, es necesario exponer la historia de la colonización de las mujeres en este contexto. Junto con esto, la colonización económica, social, política e intelectual de las mujeres también debe ser revelada. Esto significaría la exposición de la historia de la humanidad para toda la sociedad. Cuanto más se vinculaba la ciencia y el conocimiento al capital y al monopolio del poder, más se atacaba a la sociedad moral y política. La civilización estableció un monopolio tanto en la ciencia como en el conocimiento, separándolo así profundamente de la sociedad y especialmente de las mujeres. Esto a su vez significó su separación de la vida y el medio ambiente.
Economía, Industrialismo, Ecología:
La economía es la tercera fuerza después de la ideología y la violencia a través de la cual las mujeres y posteriormente toda la sociedad se vio atrapada y obligada a aceptar la dependencia. Economía significa literalmente «mantenimiento de la casa». Sin embargo, en el orden de la mujer, la acumulación no era ni para el comerciante ni para el mercado; era para la familia. Por lo tanto, hay una verdadera necesidad de convertirla en lo que debe ser. Pero para los economistas capitalistas sólo el trabajo que es productivo y visible se mide en términos monetarios. Así, el vínculo entre el trabajo invisible de las mujeres y la acumulación de capital se descubrió cuando se examinó el papel que desempeña el trabajo doméstico en el capitalismo. Quienes quieran apropiarse del trabajo doméstico sin establecer relaciones salariales deben hacerlo mediante la violencia estructural y directa. En efecto, esta violencia estructural y directa caracteriza todas las relaciones de explotación: entre los seres humanos y la naturaleza, la industria y los campesinos, las ciudades capitales y las colonias. Esta es una de las razones por las que Abdullah Öcalan considera que la relación hombre-mujer es colonial en su esencia. Y por lo tanto la mujer es la primera colonia.
Auto-Defensa:
Esto es también un asunto de suma importancia. Ya que la violencia combinada con ofensivas ideológicas y económicas contra las mujeres, condujo a que se obtuviesen resultados. Hoy en día la violencia está bajo el monopolio del Estado. Tiene el derecho exclusivo a ella. Las mujeres durante cinco mil años no fueron fáciles de oprimir; esto significó que fueron quemadas como brujas, o enterradas vivas por haber nacido mujer, golpeadas con o sin excusas; la lista puede seguir y seguir. Pero lo importante es que ya no deben dejarse a merced de los demás; no importa quiénes sean.
Los tiempos caóticos, como el que estamos atravesando, hacen del cambio un posibilidad realista ahora mas que nunca. El capitalismo se encuentra en una crisis sistémica y está tratando de superar esto transformándose y adaptandose. Esta transformación no significa que resulte ser progresista. Por el contrario, fuerzas reaccionarias en todo el mundo, de diferentes formas y maneras, están tratando de imponer un sistema incluso más derechista a la población mundial y especialmente a las mujeres. El caos se ha centrado en el Oriente Medio, y en él, en Kobani, Rojava en el Kurdistán. La lucha allí tiene un doble significado; para los kurdos significa la libertad de las mujeres, y también la lucha general por la libertad en todo el mundo. Necesitamos ver más allá de las nubes. Esto presenta una oportunidad para que las fuerzas democráticas emerjan como las grandes ganadoras de este caos. Todo lo que ha sido construido por la mano humana, puede ser demolido por la mano humana. La esclavitud de la mujer no es una ley de la naturaleza ni es su destino.
También quisiera aprovechar la oportunidad para conmemorar a las tres mujeres revolucionarias que fueron asesinadas en París; además, las valientes jóvenes que están en este momento luchando para detener la propagación del fascismo. No se las puede dejar solas. Son las Mujeres Libres de la España de 1937, están cantando una hermosa canción de libertad y hacen que sus voces sean escuchadas.
Havin Guneser
Portavoz de la Iniciativa Internacional «Libertad para Abdullah Öcalan – Paz en el Kurdistán”.
8 de Octubre de 2014
Traducido por: Tomas Ghinzu, Rojava Azadi Madrid