[Entrevista] El caso de María: Expulsión forzada y prohibición de entrada a Alemania de 20 años por su activismo político
Fuente: Lower Class Magazine
Fecha de publicación original: 8 de febrero de 2022
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María ha estado mucho tiempo visitando Alemania en los últimos años. La mujer políticamente activa ha asistido en este tiempo a manifestaciones y ha participado en eventos políticos. Entonces llegó el golpe represivo: sin ninguna acusación de un delito concreto, se le declara persona «peligrosa», se le expulsa de la República Federal Alemana y se le prohíbe la entrada en el país: ¡durante dos décadas! Hablamos con el grupo de apoyo a la compañera, «Grupo Internacional», sobre los antecedentes y repercusión de este caso.
Vuestra compañera María recibió la decisión de las autoridades alemanas de que debía abandonar la República Federal y que no podía volver a entrar en 20 años. ¿Cuál es la justificación de este inusual castigo?
Las razones son ridículas. El factor decisivo es que nuestra compañera está acusada de ser un peligro para el Estado alemán. Esta acusación se justifica por actividades completamente públicas, como la asistencia a actividades o manifestaciones. Además, la principal acusación se refiere a su trabajo político en solidaridad con el movimiento de liberación kurdo y a su participación en actividades políticas de izquierda, y argumentan que su estancia en la RFA tiene una motivación exclusivamente política.
Al parecer, entre otras cosas, se supone que ha infringido sus derechos de residencia como ciudadana de la UE. Lo que es absurdo es cómo se intenta criminalizarla por todos los medios posibles. Por ejemplo, sus conocimientos académicos de informática o sus habilidades lingüísticas (especialmente del idioma kurdo) se utilizan para esta justificación. Para nosotros y nosotras, las explicaciones son absurdas; todo se hace para coartar a una mujer políticamente activa y silenciarla. Es una demostración de poder con consecuencias grotescas.
Esta medida es una novedad en la RFA. ¿Por qué afecta exactamente a María? ¿Qué la hace tan «peligrosa» para el Estado alemán? ¿Quieren dar un ejemplo?
Todo ciudadano y ciudadana de la Unión Europea tiene supuestamente derecho a la libertad de circulación. El derecho de residencia de larga duración en otro Estado de la UE tiene ciertas condiciones previas (por ejemplo, buscar trabajo, trabajar, estudiar o casarse). La pérdida se produce cuando dejan de aplicarse las condiciones respectivas o, como en el caso de nuestra compañera, la pérdida se determinó según el apartado 1 del artículo 6 de la Ley de Libre Circulación/UE, que se basa en razones de orden público, seguridad o salud pública.
Sólo con esta condición de declarar a nuestra compañera un peligro potencial, las autoridades alemanas pudieron privarla del derecho a la libertad de circulación e imponerle una prohibición de entrada y residencia. Una vez más se demuestra que detrás de sus supuestos valores liberales y democráticos, la UE siempre deja un hueco en sus leyes para sus propias interpretaciones. Se permite así que estas leyes se utilicen para sus propios intereses políticos. La acusación de que activistas políticos son una amenaza o pueden presentar una amenaza se utiliza cada vez más en todos los países de la UE, y especialmente en Alemania, para combatir las tendencias revolucionarias de los movimientos políticos. En este caso, basan estas acusaciones contra María en el hecho de que estaría involucrada en las estructuras del PKK (Partiya Karkerên Kurdistan/Partido de los Trabajadores del Kurdistán) en Alemania y, por tanto, apoyando a una supuesta organización terrorista. Al mismo tiempo, la acusan de estar implicada políticamente con la “extrema izquierda” y de establecer así un vínculo entre las estructuras del PKK y los movimientos de izquierda alemana.
Toda persona que se acerque a las ideas y actividades del movimiento de liberación de Kurdistán ya corre el riesgo en este estado de ser acusada de apoyar a una organización terrorista. Tenemos que entender que esto es posible gracias a la ley vigente, que ha prohibido el PKK en Alemania como organización terrorista desde 1993. El Estado alemán utiliza esta ley con todos los medios y métodos posibles para reprimir el movimiento de liberación kurdo y la solidaridad internacionalista con él. Bajo la prohibición del PKK, por ejemplo, muchos activistas kurdos son encarcelados, detenidos o expulsados cada año por organizar concentraciones de protesta, seminarios o actos culturales relacionados con la lucha por la autonomía de su propio pueblo. También se juzga a muchas otras activistas solidarias por exhibir banderas o pancartas de apoyo a la lucha por la libertad en el Kurdistán. Y en el caso de nuestra compañera María, la prohibición del PKK es de nuevo la razón principal por la que ella, como ciudadana europea, puede ser declarada un peligro potencial y expulsada por la fuerza de Alemania. Una vez más, se pone de manifiesto el temor del Estado alemán a que las ideas de la revolución socialista y de las mujeres en Kurdistán ganen influencia dentro de sus propias fronteras. También juega un papel el hecho de que la RFA colabora estrechamente con Turquía en el plano ideológico, político y económico y apoya los planes fascistas e imperialistas de su fiel aliado Erdogan en Oriente Medio y la región mediterránea.
Por otro lado, sabemos que la RFA tiene una larga tradición de reprimir no sólo los movimientos revolucionarios internacionales, especialmente en virtud del artículo 129b -apoyo a una organización terrorista extranjera- , sino sobre todo las tendencias revolucionarias y de izquierda en su propio país. Mediante campañas de criminalización selectiva de diversas luchas sociales y la consiguiente propaganda política en los medios de comunicación, el Estado alemán bombardea constantemente a su sociedad con la supuesta amenaza de un movimiento violento, extremista, de izquierda radical y antifascista, y crea el terreno para acusaciones como las que se hacen en este caso. La participación de nuestra compañera María en la defensa del bosque Hambach o su participación en manifestaciones feministas como el 8 de marzo son motivos suficientes para que las autoridades alemanas aleguen un peligro potencial y su vínculo con la llamada extrema izquierda.
Así que sí, este caso es una novedad. Porque, por primera vez, esta decisión se toma contra una ciudadana de la UE que nunca ha sido acusada ni condenada por ningún delito en Alemania. Todos los cargos que se le imputan son atributos de su persona y de su actividad política, principalmente en solidaridad con el movimiento de liberación de Kurdistán en Alemania. El hecho de que María sea golpeada también se debe a la lógica estatal de la RFA. Se la criminaliza porque ha elegido una vida que no se ajusta a las normas de la lógica patriarcal y capitalista. Debido a su clara postura y al modo en que ha elegido vivir una vida política, el Estado alemán la considera un peligro.
El caso de María debe de asentar un ejemplo. Vemos que el Estado alemán está utilizando un nuevo método de represión que no sólo afecta al movimiento de liberación kurdo y a los y las internacionalistas solidarias con él, sino potencialmente a todos y todas las ciudadanas de la UE activas políticamente y sin pasaporte alemán y cuya residencia pueda ser cuestionada de algún modo. De este modo, se intenta crear un precedente. El objetivo es por tanto la prohibición de la actividad política. Hay que aislar y restringir a las personas políticamente activas limitando su radio de acción. Con la ayuda de las leyes europeas y la excusa de que activistas suponen una amenaza nacional por su implicación política, tratan de impedir ciertas ideologías que suponen un problema para el Estado y mantenerlas fuera de sus fronteras. En este caso, se trata especialmente de la ideología y el modelo político del movimiento de liberación de Kurdistán.
¿Qué autoridad o instancia se encuentra realmente detrás de esta decisión? ¿Es la policía, los servicios secretos, el Ministerio?
Tras ella hay una acción conjunta de varias instituciones represivas del Estado. Los principales actores con interés político detrás, que tienen toda la responsabilidad en este caso, son la Policía Federal (Bundespolizei) y la Oficina de Extranjería de Magdeburgo (Ausländerbehörde). La Policía Federal inició una investigación contra nuestra compañera María y la entregó a la Oficina de Extranjería de Magdeburgo. Ésta continuó la investigación y, con la ayuda de la Oficina Estatal de la Policía Criminal (LKA) y la Oficina de Protección de la Constitución (Verfassungsschutz) del estado de Sachsen-Anhalt, recabó información sobre su participación política y su condición de estancia en Alemania.
Es importante señalar aquí la facilidad y rapidez de la cooperación entre estas dos instituciones en materia de represión e intercambio de información, así como el poder y el papel que puede tener la autoridad de extranjería. Porque aunque la policía inició el caso y las distintas autoridades policiales transmitieron la información, sin la motivación política de la Oficina de Extranjería este caso y la decisión sobre la expulsión forzada y la prohibición de entrada y residencia durante 20 años no habrían sido posibles.
¿Cómo está afrontando la compañera esta situación? ¿Y qué significa para vosotras y vosotros?
Tanto nosotras y nosotros como nuestra compañera María no vemos este caso como un incidente aislado, sino como un paso más en la continua criminalización de la solidaridad con el movimiento de liberación de Kurdistán y la actual tendencia europea a restringir cada vez más los derechos sociales y políticos.
Con este caso, el Estado alemán también envía un mensaje muy claro a todas las personas que se solidarizan con la lucha del pueblo kurdo, pero también a la población kurda de Alemania. Intentan intimidar a las personas kurdas que viven aquí, que ni siquiera tienen pasaporte europeo, e impedirles así que alcen la voz en Alemania y participen en actividades públicas relacionadas con la lucha por la libertad y la paz en su propia tierra.
Y por eso María y nosotras y nosotros tenemos claro que nos defenderemos de este ataque. No permitiremos que el Estado alemán siente un precedente contra otros y otras activistas europeas en Alemania. Esto no sólo afectaría a la solidaridad con el movimiento de liberación de Kurdistán, sino que también podría dirigirse contra todas las personas políticamente activas que no tengan la ciudadanía alemana. Es especialmente nuestra responsabilidad no permitir que se alimente el miedo cuando se muestra la solidaridad con el movimiento de liberación kurdo. Hoy más que nunca debemos defender la necesidad de la protesta social por una vida libre, digna y justa para todos y todas.
¿Cómo vais a actuar contra esta represión y cómo puede apoyar la gente?
Resistiendo a este caso, demostraremos que la solidaridad internacional puede superar todas las fronteras y no puede ser detenida mediante los medios de represión del Estado. Por ello, como grupo de apoyo «Grupo Internacional», llamamos a la solidaridad con la lucha en el Kurdistán y a convertir el ataque contra nuestra compañera María en una resistencia común contra el aparato represivo del Estado alemán y el sistema fronterizo europeo.
Hemos preparado folletos informativos en diferentes idiomas e invitamos a los grupos locales a utilizar este material para informar sobre el caso y debatir las consecuencias políticas, así como para mostrar su solidaridad en movilizaciones y actividades locales.
Por último, queremos agradecer toda la solidaridad y el apoyo que hemos recibido en las últimas semanas, no sólo de Alemania. Si el verdadero objetivo de la represión ha sido siempre aislar, intimidar y dividir, entonces nuestra respuesta sólo puede ser intensificar más que nunca nuestra organización revolucionaria, la resistencia activa y la solidaridad internacional.