El problema de los políticos, el problema del pueblo
Arti Gerçek – Mehmet Altan – 1 abril 2024 – Traducido y editado por Rojava Azadi Madrid
Las elecciones [locales en Turquía] han terminado. Muchos de los elegidos dieron pasos importantes para adquirir riqueza y prestigio… Salvaron sus vidas. Pero mientras este sistema continúe y no llegue la democracia, no habrá mejoras en nuestras vidas.
Fui a Berlín hace años… Me encontré con un zumbido que estaba por todas partes en la ciudad, cuya fuente no podía localizar, y del cual no podía deshacerme sin importar lo que hiciera…
Resulta que era el Día de la Música Techno, al que asistieron miles de personas.
Cada temporada electoral, siento como si me hubiera topado con una versión cacofónica de ese zumbido ininterrumpido en mis oídos que se ha vuelto políticamente cutre y feo.
Afortunadamente, ayer ese ruido terminó, o al menos disminuyó.
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Los políticos desconectados de los problemas sociales han puesto fin a la lucha entre ellos por el lucro, pero el pueblo seguirá sufriendo.
Ni los desempleados encontrarán trabajo, ni los precios bajarán, ni la prosperidad aumentará, ni la presión disminuirá.
Entonces uno se pregunta: ¿de qué sirven las elecciones si no resuelven los problemas de la sociedad?
¿La lucha de un político por ganancias?
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Por supuesto , además de los políticos, también necesitamos cuestionar la sociedad de la que provienen esos políticos.
¿Por qué esta sociedad no puede producir personal político para resolver sus problemas?
¿Por qué no puede obligar a los políticos a resolver los problemas?
¿Por qué el odio y la ira tienen prioridad sobre todas las emociones y la razón en esta sociedad?
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Estamos atrapados en un pantano de odio tan amargo que absorbe y destruye la energía de la sociedad.
Es como si la gente votara no para vivir mejor, para vivir más pacíficamente o para vivir más libremente, sino para castigar o incluso destruir a quienes son «diferentes a ellos».
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Según el artículo 68 de la Constitución, «Los partidos políticos son elementos indispensables de la vida política democrática».
¿Y qué pasa si no hay «vida política democrática» en el país?
¿Qué haremos si no hay partidos de masas cuya primera prioridad sea establecer una vida política democrática?
La pregunta más crucial es esta:
¿Por qué no surge una demanda democrática de esta sociedad?
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El artículo 69 de la Constitución establece que «Las actividades, los reglamentos internos y el trabajo de los partidos políticos se ajustarán a los principios de la democracia».
Las regulaciones y actividades internas del partido estaban de acuerdo con los principios de la democracia.
Se sabe qué es el poder político, es obvio lo que hacen…
Le sugiero que examine la lista de los designados para la primera posición en los municipios clave del principal partido de la oposición.
Cogieron dinero de la gente, engañaron a la gente como si hubiera una encuesta y luego nombraron a personas no cualificadas sin siquiera solicitar un expediente.
¿No es esto adecuado en una democracia plena?
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La principal oposición, así como el gobierno, están satisfechos con el sistema actual…
No quiere arreglar la podredumbre; quiere recibir una parte de la podredumbre.
Los dos partidos principales están arrastrando a la sociedad a un círculo vicioso desesperado.
Pero aquí está la cuestión: si un partido realmente quiere democracia, no puede obtener votos de los votantes.
En este punto, el círculo vicioso se vuelve aún más deprimente.
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Somos un país donde los alcaldes son elegidos directamente por la gente desde 1960.
Según la Constitución, los gobiernos locales todavía están bajo la tutela del gobierno central.
Piénselo, ¿cómo es posible que el Ministerio del Interior pueda destituir al alcalde elegido por el pueblo mientras hay un tribunal de justicia?
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La institución política no alza su voz por un municipio democrático porque las oportunidades de licitación y expropiación de los municipios les resultan mucho más atractivas.
Eser Karakaş escribió el otro día:
Hasta 2023, el Estado turco realizó licitaciones por valor de 1.612 billones de liras, de los cuales 698 billones fueron ofertados por la administración central y 317 billones por las administraciones locales.
¿Quién ganará la licitación y quién se beneficiará de ella?
Estas licitaciones son la razón del ruido llamado política.
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¿Es posible construir una institución política democrática que salve a Turquía de la decadencia?
¿Es posible?
Hay tal pérdida de altitud en la política que tal vez no sea posible sin tocar fondo aún más terrible.
O la vida impondrá esta solución a una sociedad que se encuentra en un terrible callejón sin salida.
Ya veremos…
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Se acabaron las elecciones…
Muchos de los seleccionados ha dado pasos importantes para adquirir riqueza y prestigio…
Se salvaron sus vidas.
Pero mientras este sistema continúe y no llegue la democracia, no habrá mejoras en nuestras vidas.
No tenemos ningún interés en estas elecciones más que quedar atrapados en una alegría sin sentido cuando nuestro partido favorito gana y enojar a nuestros oponentes.
Por supuesto, si a esto lo llamas «interés»…
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¿Cómo saldrá Türkiye de este vórtice?
¿Cómo se librará de este odio común que enferma a toda la sociedad?
¿Cómo se librará de esa ilusión infantil de que las elecciones son un partido de fútbol y no puede establecer la conexión entre las elecciones y su futuro?
Creo que estas son las verdaderas preguntas.
A la gente no le gusta mucho hacer estas preguntas… Porque las respuestas pueden ser muy hirientes.
Por eso es más atractivo para todos hacer un «análisis político» de los resultados electorales en lugar de hacer estas preguntas…
Mehmet Altan: Publicó su primer artículo a los 15 años. Trabajó como redactor jefe, escritor, realizador de televisión y comentarista en el periódico Sabah durante 20 años y en el periódico Star durante 6 años. Enseñó en la Universidad de Estambul durante 30 años y es profesor desde 1993. Tiene alrededor de 40 libros publicados. Tras el 15 de julio, fue detenido violando los artículos 19, 26 y 28 de la Constitución, y encarcelado durante 21 meses. El Tribunal Constitucional, el TEDH y el Tribunal Supremo dictaminaron que se habían violado sus derechos. Se encuentra bajo un decreto de estado de excepción desde el 29 de octubre de 2016.
