DestacadosLucha de las Mujeres

El nombre de la resistencia: Jin Jiyan Azadî

Patria, Minerva y María Teresa Mirabal

Yeni Ozgur Politika – 24 noviembre 2022 – Traducido por Rojava Azadi Madrid

Hoy es el «Día Internacional de la Unidad, la Lucha y la Solidaridad contra la Violencia hacia las Mujeres».

Esta significativa jornada, que se extenderá a lo largo de una semana, se inscribe en un período en el que se intenta destruir la oposición social y la política democrática, así como consolidar las prácticas encaminadas a la liquidación de la lucha de las mujeres. Mientras tanto, las alcaldías de muchas ciudades [en Turquía y Kurdistán del norte] han prohibido todo tipo de actividades al aire libre y en interiores durante una semana.

En este ambiente en el que las bombas estallan dentro y fuera, las organizaciones de mujeres se posicionarán en contra de todas estas prácticas y pondrán fin a la violencia «masculina y estatal».

El 25 de noviembre es extremadamente importante como día de confrontación, pero el acontecimiento no puede limitarse a un día o una semana determinada, es de tal dimensión y prioridad que debe seguir siendo siempre actual.


Sólo por poner un ejemplo: según el informe de octubre publicado por la Plataforma «Paremos el Feminicidio», que publica informes mensuales sobre feminicidios, violencia sexual y abuso infantil basados en los datos recogidos, 36 mujeres fueron asesinadas por hombres. La violencia, el acoso y las violaciones que no se denuncian son incalculables.

Las mujeres se ven más afectadas por la violencia de este proceso y la violencia de los hombres contra las mujeres sigue aumentando.

Desde académicas a periodistas, desde diputadas a alcaldesas, desde sindicalistas a escritoras, las mujeres disidentes están siendo detenidas y arrestadas para intimidar la lucha de las mujeres. Se están cerrando las instituciones de mujeres que luchan contra la violencia de género, se está atacando a las organizaciones de mujeres y se quiere destruir los logros de las mujeres en este proceso.

El 25 de noviembre es la fecha del asesinato de las hermanas Patria, Minerva y María Teresa Mirabal en la República Dominicana en 1960, que luchaban contra la dictadura de Trujillo. Es el aniversario del día de la vergüenza de la humanidad, en el que las hermanas fueron brutalmente asesinadas tras ser violadas por los soldados de la dictadura.

Puede decirse que, como continuación de este legado de resistencia, las voces que claman Jin Jiyan Azadî han vuelto a encontrar su sentido en el levantamiento popular que se inició en Irán tras el asesinato de Jîna Amînî, de 22 años, a manos de los guardias de la «moral» del régimen el 16 de septiembre; estas voces encontraron su eco en diversas partes del mundo.

En 1981, la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó una resolución que declaraba el 25 de noviembre como día de solidaridad y lucha contra la violencia hacia las mujeres. 25 de noviembre: Este día expresa la solidaridad de las mujeres contra la desigualdad de género, la discriminación, la violencia social patriarcal, la violencia doméstica, la guerra y el racismo.

El artículo 1 de la Declaración de las Naciones Unidas sobre la Eliminación de la Violencia contra la Mujer define la violencia contra la mujer como «todo acto basado en el sexo que cause o pueda causar dolor o sufrimiento físico, sexual o psicológico a la mujer, o las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la privada». En interpretaciones recientes de esta definición, también se ha incluido «privar a las mujeres de sus necesidades económicas». Cuando pensamos en la violencia contra las mujeres, la mayoría pensamos en palizas y violencia sexual. Sin embargo, la cuestión no se limita a la violencia física.

Sí. Dado que la violencia contra las mujeres es política y sistemática, es obvio que la lucha contra ella debe ser también política y organizada.

Protesta en Estambul contra la decisión del Gobierno turco de retirarse del Convenio de Estambul para la prevención de la violencia machista, 20 de marzo de 2021. .ERDEM SAHIN (EFE

No importa quiénes seamos. Si no nos oponemos a esta atrocidad, si emulamos a los tres monos [ver, oír y callar] significa que todos somos responsables de la misma atrocidad. Si no adoptamos una postura, cada una de nosotras será objeto de la hipocresía que atribuye la santidad a las mujeres, por un lado, y, por otro, inflige una violencia y una brutalidad inimaginables. Significa que también hemos dejado nuestras huellas en esa bofetada o en ese gatillo.

izgorenhicri@gmail.com

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