El movimiento sindical en Turquía. Informe de Egitim Sen (sindicato de trabajadores de enseñanza y ciencia)
Egitim Sen – abril 2024 – Introducción de Tino Brugos, Confederación Intersindical. Informe de Egitim Sen traducido por Rojava Azadi Madrid (RAM). Editado por RAM.
INTRODUCCION – El Movimiento sindical en Turquía – Tino Brugos, Confederación Intersindical
Como en muchos otros aspectos, la evolución del movimiento sindical en Turquía es el resultado de la evolución singular del país.
Aunque existen organizaciones que se reclaman del socialismo dentro del Imperio Otomano, la evolución histórica acabará separando a esos núcleos de Turquía debido a los cambios fronterizos producidos a consecuencia del proceso de conformación de los estados nacionales. Así, la Federación Obrera de Salónica, con fuerte protagonismo de obreros judíos y macedonios, acabará vinculada a Grecia. En el otro extremo del Imperio, en Armenia, se desarrollarán grupos que se reclaman del marxismo, el partido Hunchak, y del populismo, los Dashnak. Aunque fueron influyentes durante el periodo constitucional de 1908 a 1912, la deriva autoritaria del gobierno nacionalista turco del Comité de Unión y Progreso y la consumación del genocidio durante la I Guerra Mundial, acabó con estos focos de ideología socialista.
Para encontrar agrupamientos obreros entre la población turca del Imperio habrá que esperar al periodo posterior a la revolución de los Jóvenes Turcos de 1908. Ya en 1907 se publicaron las primeras traducciones de pensadores del movimiento obrero occidental: marxistas, socialistas utópicos y populistas. Los primeros núcleos obreros surgieron en los grandes puertos comerciales (Salónica/Selanik, Constantinopla/Estambul y Esmirna/Izmir). El desarrolló del ferrocarril ayudó al crecimiento de la clase obrera y de ahí surgiría el primer Partido Socialista Otomano (Osmanli Sosyalist Firkasi), fundado en 1910 por Huseyn Hilmi, que no fue legalizado y obligó a Hilmi a exiliarse.
La participación del Imperio Otomano en la I Guerra Mundial permitió la consolidación de una delirante concepción nacionalista que llevó a cabo el exterminio de las poblaciones no musulmanas (armenios, asirios, griegos). En 1918, el Imperio fue derrotado y sometido a unas duras condiciones por parte de las potencias vencedoras (ocupación y reparto territorial) en el Tratado de Sèvres. A diferencia de lo ocurrido en otros países europeos derrotados, en los que estallaron revueltas de carácter socialista y soviético, en Turquía no se produjo ninguna revuelta obrera. Los reducidos efectivos de la clase trabajadora, la inexistencia de organizaciones socialistas y la reacción nacionalista impulsada por el ejército dirigido por Mustafá Kemal explican este hecho.
La revolución rusa ejerció su influencia sobre Turquía y aparecieron varios grupos que se reclamaban del comunismo pero todos ellos fueron asimilados por el nacionalismo kemalista o exterminados. La Guerra de Independencia finalizó con el triunfo kemalista y la firma del Tratado de Lausana, que garantizaba la continuidad de Turquía, aunque reducida a Anatolia y una pequeña porción de Tracia, en Europa, tal como la conocemos en la actualidad.
Este triunfo permitió la implantación de un sistema de partido único, el CHP, de M. Kemal, que procedió a acelerar el desarrollo económico del país con un gobierno nacionalista y autoritario. Existía un sindicato oficial, Turk Is, pero estaba plegado a los intereses oficialistas. En 1960 se produjo un golpe militar que abrió un proceso de relativa liberalización del país, con una Constitución que reconocía determinadas libertades. Esto permitió a un grupo de sindicalistas fundar el Partido Obrero Turco (TIP) que logró un importante impacto en la política del país al alcanzar representación parlamentaria al tiempo que impulsaba la acción sindical.
En este periodo, Turquía seguía siendo un país pobre y poco desarrollado. Al igual que ocurría en Grecia, Portugal o el Estado español, la emigración a Europa se convirtió en una salida para una parte de la población que emigraba del mundo rural. Coincide esto con una aceleración del proceso de industrialización que permitirá que la clase obrera comience a actuar en el conjunto del país.
Fruto de las primeras luchas independientes, algunos sindicatos fueron expulsados de Turk Is y procedieron a crear su propia organización, la Confederación de Sindicatos Revolucionarios de Trabajadores (DISK), cuyo protagonismo aumentará a lo largo de los años sesenta y setenta. Esta actividad obligará a la patronal a organizarse (TUSIAD o Club de los ricos) para defender sus intereses ante el empuje del movimiento obrero.
Una fuerte radicalización forzó al ejército a un segundo golpe militar en 1971. La represión que siguió detuvo el ascenso de los jóvenes que, influenciados por las movilizaciones juveniles de 1968, se habían lanzado a la ofensiva revolucionaria mediante la lucha armada. Aunque sus organizaciones resultaron muy golpeadas, el retorno a la normalidad permitió un importante avance en el proceso de organización de sectores populares, básicamente movimiento obrero y kurdo. En este contexto de movilización se produjeron importantes huelgas y manifestaciones. Las conmemoraciones del 1º de mayo en 1977 y 1978 se saldaron con represión policial, tiroteos, muertos y centenares de detenciones.
Para detener este ascenso revolucionario, se produjo otro golpe de estado en septiembre de 1980. Las consecuencias del mismo (decenas de miles de procesos, ilegalización de todas las organizaciones populares, asesinatos extrajudiciales impunes hasta hoy, sentencias de muerte y ejecuciones) se sienten todavía, cuarenta años después, entre la izquierda turca y el movimiento sindical.
El restablecimiento de las libertades, con un nuevo marco político muy estrecho, bajo estricto control policial y militar, permitió la recuperación de algunas organizaciones sindicales; pero en su mayoría tuvieron que reconstruirse lentamente en los años noventa del pasado siglo.
Egitim Sen (Sindicato de Trabajadores de la Enseñanza y la Ciencia)
Uno de los sindicatos reconstruidos en aquellos años es 1Egitim Sen, que agrupa al sector más combativo del ámbito docente. Forma parte de la KESK (Confederación Sindical de Empleados Públicos) así como de la Internacional de la Educación (IE), donde coincide con los STEs (Sindicatos de Trabajadoras y Trabajadores de la Enseñanza, integrados en la 2Confederación Intersindical).
Desde su fundación Egitim Sen ha tenido que hacer frente a varios intentos de ilegalización por parte del estado turco así como a procesos masivos de afiliados y afiliadas al sindicato. Esta represión oficial está relacionada con aspectos que podríamos considerar el ejercicio de derechos democráticos fundamentales: denuncia de la creciente influencia religiosa, peticiones de respeto a los Derechos Humanos, reconocimiento del derecho a recibir educación en lengua materna o movilizaciones para pedir una solución pacífica y democrática al conflicto kurdo.
En Turquía, la ley impide la posibilidad de formar organizaciones sindicales de carácter territorial o nacionalista como los que existen en el Estado español. Ese obstáculo obliga a los trabajadores y trabajadoras kurdas a desarrollar su actividad sindical en sindicatos de ámbito estatal. Para el movimiento kurdo, la actividad sindical en el sector de Enseñanza ha sido siempre importante ya que algunas de sus reivindicaciones centrales afectan a este sector (reconocimiento de la diversidad lingüística del país, introducción de las lenguas en el curriculum oficial, inclusión del estudio de la historia y tradiciones de cada territorio). Ya en los años sesenta y setenta surgieron organizaciones sindicales de docentes que incluían estas reivindicaciones (TÖS, Unión de Profesores de Turquía y TOB-DER, Confederación de Asociaciones de Profesores Unidad y Solidaridad) que fueron ilegalizadas en su momento.
Los STEs y la CI hemos desarrollado una estrecha relación con Egitim Sen desde hace más de veinte años, es decir, prácticamente desde su fundación, con la asistencia a mutua a nuestros Congresos, la publicación de comunicados de solidaridad frente a la represión y apoyando sus reivindicaciones tanto desde una perspectiva laboral como desde el ámbito cultural que, a nuestro entender, es una expresión más de nuestro apoyo solidario a la lucha del pueblo kurdo por el reconocimiento de sus derechos culturales y políticos.
En el reciente Congreso de los STEs celebrado en Valladolid los días 12 a 14 de abril, contamos nuevamente con la presencia de una delegación de Egitim Sen con la que nos comprometimos a mantener los lazos existentes e incrementarlos en la medida de nuestras posibilidades. La delegación de Egitim Sen nos hizo entrega del documento que, traducido al castellano por el colectivo Rojava Azadi, se publica por primera vez en su página web (continúa la represión en Turquía contra quienes luchan por la paz, la democracia y los derechos sindicales). En el mismo se pueden conocer las preocupaciones esenciales del sindicato docente en lo que se refiere a la problemática lingüística pero también a otros aspectos como el impacto del último terremoto de la primavera de 2023 que ha dejado sin acceso a la educación a miles de menores, mayoritariamente en territorio kurdo, la creciente islamización del curriculo educativo, las condiciones de precariedad laboral del profesorado, la creación de categorías en el interior del colectivo docente mediante la introducción de valores neoliberales que dividen y atomizan al profesorado, etc. Creemos que es una fotografía del estado del sistema educativo bajo el gobierno de Erdogan y las tendencias que generan su política en un sector tan sensible como el educativo.
Informe de Egitim Sen (castellano)
Informe de Egitim Sen (English)
- 1
- 2
