Crónica: Concentración por la liberación de Abdullah Öcalan [09.11.15]
Hace siete meses que nadie recibe noticias desde Imrali, la isla prisión donde el Estado turco tiene encarcelado al líder del PKK, Abdullah Öcalan. Ninguna información des del pasado abril, cuando se supo que la salud de ‘Apo’ había emporado. Un aislamiento que no solo preocupa a abogados y familiares, si no que tiene en vilo a un pueblo que no se olvida de su musa.
A más de mil quilómetros del sur del mar de Mármara, en Wan, una ciudad del norte del Kurdistán, unas 150 personas salieron ayer a la calle convocadas por el KCK (Unión de Comunidades del Kurdistán)1 para pedir la libertad de Abdullah Öcalan. Las ‘Madres por la Paz del Kurdistán’, en el centro de la concentración, mostraron la última fotografía de su líder a los periodistas que cubrían el acto. Desde el primer momento la concentración se vio asediada por policías con escopetas de gas y un cañón de agua. Cuando se intentó empezar la marcha hacia el centro de la ciudad, la policía alertó de que si se seguía adelante iba a cargar y disparar gas lacrimógeno. Tras unos minutos de resistencia, finalmente se decidió disolver la manifestación. Eso sí, nadie se marchó sin antes gritar: ‘Bijî Apo’ (Viva Apo), cántico que acercó a niños y adolescentes al punto de encuentro.
El Movimiento de liberación kurdo (a pesar de tener legalizadas muchas de sus instituciones) está amenazado constantemente y eso se siente en el ambiente. Aquí, dar unos pasos más de la cuenta en una manifestación puede significar la muerte o la cárcel. Tras las elecciones, el gobierno turco no ha dado tregua y sigue oprimiendo y asesinando a la resistencia kurda. Aunque en Wan estos días la situación es más tranquila que en el distrito de Amed (Diyarbakir para los turcos), nadie se olvida de Sehit Hasim Özpolat, un joven que hace un mes fue asesinado por la policía turca a tan solo unos metros del lugar de la concentración.
Un miembro del Dem-Genç (juventudes del DBP) nos cuenta que la muerte de su camarada no le hizo llorar, si no que le dio fuerza para seguir luchando. El Movimiento en esta parte de Bakur está fortaleciendo sus bases día a día para seguir construyendo la autonomía basada en el ‘Confederalismo democrático’, un ejemplo de ello son las cooperativas o los consejos de barrio. Para los jóvenes del Dem-Genç, la liberación de Öcalan es el motor de su lucha. Nos aseguran que el día en el que ‘Apo’ sea liberado, todo su pueblo será libre. En él ven algo de sí mismos, ven a la persona que marcó un antes y un después en su historia de opresión. Los convirtió en camaradas y dio forma a un movimiento que transformó a las víctimas en guerrilleras. ‘Apo’ no es solo un líder. Es una idea, la idea de liberación. La idea a la que aferrarse en estos días que las garras del enemigo aprietan fuerte.
Elsina Öteki