Crisis del Coronavirus en el norte y este de Siria
Rojava Information Center (RIC) – 05/04/2020
Contenido:
- Datos clave
- Crisis humanitaria y sanitaria en el norte y este de Siria
- Paralización de la ayuda humanitaria de la ONU
- Incapacidad para hacer pruebas médicas y falta de asistencia de la OMS
- Corte del suministro de agua por parte de Turquía
- Condiciones en campos de desplazados y prisiones
- Propuestas
- Apéndice
- Contacta con nosotros
- Datos clave
Nueve años de guerra, ataques sistemáticos a la infraestructura sanitaria e hidráulica por parte de las fuerzas de ocupación turcas, falta de reconocimiento internacional y cierre del único paso de ayuda de las Naciones Unidas hacia el norte y este de Siria (NES) en enero de 2020, han dejado a la región autónoma en un riesgo extremo contra la epidemia del Coronavirus. Con la negativa de la Organización Mundial de la Salud (OMS) a prestarle apoyo directo, la Administración Autónoma del Norte y Este de Siria (AANES) depende de sus propios y escasos recursos, y de la ayuda que se canaliza a través del gobierno de Assad, de la cual poco llega al noreste.
En la fecha de publicación de este informe (5 de abril), sólo se han identificado 7 posibles casos de coronavirus, aunque la falta de instalaciones para realizar análisis, que se describe a continuación, significa que la prevalencia real es mucho mayor.
- Población del norte y este de Siria: 4.000.000[1]
- PDIs[2] y refugiados: 600.000[3]
- Desplazados internos que viven en campamentos y asentamientos ad-hoc: 200.000
- Personas que necesitan asistencia humanitaria: 1.650.000[4]
- Residentes del Campo Al-Hol: 65.000
- Civiles sin acceso a agua durante el período regular debido a los cortes de la estación de agua de Alok (provocados por Turquía): 700.000 – 1.100.000
- Hospitales públicos dañados durante la guerra contra ISIS y la invasión turca de 2019: 9 de 11
- Centros de salud pública actualmente en funcionamiento: 26 de 279
- Máquinas de prueba PCR en funcionamiento antes de la invasión turca de 2019: 2
- Máquinas de prueba PCR en funcionamiento después del asalto turco al hospital Sere Kaniye: 0
- Equipos de prueba suministrados al Gobierno de Siria por la Organización Mundial de la Salud: 1.200
- Kits de prueba suministrados por la OMS a la NES: 0
- Ventiladores: 40
- Ventiladores por cada 100.000 personas: 1
- Camas en las unidades de cuidados intensivos: 35
- Límite de casos hasta saturación del sistema de salud en el norte y el este de Siria: 460[5]
- Tasa de mortalidad prevista en los campos y centros de detención: 10%
2. Crisis humanitaria y sanitaria en el norte y este de Siria
El NES sólo tiene 40 ventiladores para atender a una población de millones de personas, incluyendo sólo tres para apoyar a los cientos de miles de desplazados internos kurdos que viven bajo un aislamiento especialmente duro en la región de Shehba. 9 de los 11 hospitales sufrieron daños durante la guerra, mientras que un estudio del London University College sobre la capacidad de Siria para tratar el coronavirus ha revelado que en las tres antiguas regiones sirias que componen el actual NE de Siria sólo hay capacidad para tratar 460 casos: 360 en la región de Hasekeh, 100 en la región de Raqqa y ninguno en la región de Deir-ez-Zor.
Sólo hay 35 camas de UCI en el NES, y aunque se están construyendo apresuradamente otras instalaciones de aislamiento provisional para casos moderados y graves, incluida una unidad de 60 a 120 camas en Hasekeh, la capacidad máxima prevista para casos moderados y graves será probablemente inferior a 450, según un segundo estudio. Ningún distrito de la NES cumple con el umbral de emergencia de al menos diez camas por cada 10.000 personas, y sólo un distrito cuenta con suficiente personal médico, de enfermería y comadronas para cumplir con los umbrales de emergencia de al menos 22 trabajadores sanitarios por cada 10.000 personas. Es probable que los casos en cuarentena se ubiquen en tiendas de campaña al aire libre debido a la falta de espacio.
De esta manera, el personal médico tendrá que tomar decisiones difíciles sobre quién vivirá y quién morirá. Es probable que se exceda rápidamente la capacidad máxima, en particular debido al ineficaz sistema de tests que se aplica actualmente (véase más adelante), que causa una alta tasa de falsos positivos.
La población local también tiende a vivir en estrecha proximidad con muchos parientes enfermos y ancianos, lo que plantea problemas de salud pública más amplios, a pesar de que se ha declarado el estado de emergencia: escuelas, actos públicos, viajes y negocios innecesarios han sido clausurados.
La higiene deficiente y la prevalencia generalizada de enfermedades como el Síndrome de Ictericia Agudo y la diarrea aguda, además de la tuberculosis en los campamentos y el sistema penitenciario, hacen que sea probable que la NES experimente una alta tasa de mortalidad. Esto se ve agravado por la interrupción del flujo de agua a la región de Hasekeh por parte de Turquía (véase más adelante), lo que significa que más de un millón de personas no pueden acceder al mínimo recomendado por la OMS de 20 litros de agua al día para alcanzar los niveles básicos de higiene.
3. Paralización de la ayuda humanitaria de la ONU
No han sido sólo Turquía y el régimen de Assad los que han impuesto un embargo efectivo a la región autónoma. En enero de 2020, Rusia ejerció su veto en el Consejo de Seguridad de la ONU para cerrar el único punto de acceso de la ayuda procedente de la ONU al NES.
Esto significa que toda la ayuda de la ONU a Siria se envía ahora a las zonas controladas por la rama de Al-Qaeda Hayat Tahrir-al-Sham, facciones bajo el control del servicio de inteligencia turco, o el régimen de Assad. La AANES está obligada a tratar de acceder a la ayuda de la ONU a través de Damasco, pero la realidad es que la mayor parte de la ayuda enviada a Damasco llega a los bolsillos de las facciones cercanas al régimen de Assad, o permanece en áreas leales al régimen. Poco o nada llega a la AANES.
Un reciente informe de la agencia de la ONU OCHA[6] indicaba que esta decisión reducirá seriamente la capacidad de la AANES para combatir el coronavirus. 7 centros de salud en Raqqa están enfrentando una severa escasez de medicinas y suministros como resultado directo de esta decisión, con uno de ellos a punto de cerrar, mientras que el centro de salud en el Campo Al-Hol también está severamente afectado. La falta de presencia de la OMS y la ONU en el NES significa que las ONG que trabajan en la región no podrán acceder al fondo de 2.000.000.000 de dólares de la ONU destinado a combatir el coronavirus.
Con el cierre del paso de Yaroubiah, toda la ayuda debe cruzar al NES por el único paso fronterizo semioficial de Semalka (Peshkhabour), que ahora está cerrado debido al coronavirus, y aunque algunas entregas humanitarias están cruzando, hay muchos retrasos y obstáculos a ambos lados de la frontera. Un gran número de trabajadores humanitarios internacionales están evacuando el NES y regresando a sus países de origen a través del Kurdistán iraquí.
4. Incapacidad para hacer pruebas médicas y falta de asistencia de la OMS
El impacto de esta decisión tiene serias repercusiones, comenzando desde la fase de tests médicos. No hay casos confirmados de coronavirus en la NES, pero esto se debe únicamente a que no hay una sola máquina de pruebas de PCR (reacción en cadena de la polimerasa) en toda la región. Las únicas máquinas de análisis en funcionamiento se perdieron en octubre de 2019, cuando Turquía invadió la ciudad de Sere Kaniye, de mayoría kurda, bombardeando su hospital como parte de una operación que dejó inaccesible e inoperante el único laboratorio de análisis del NES.
A través de Turquía, la OMS ha proporcionado equipos de prueba para la zona de Idlib, controlados por la filial de Al-Qaeda Hayat Tahrir-al-Sham: desde aquí, pueden enviar muestras a Turquía para su análisis. La OMS también ha proporcionado 1.200 kits de prueba a las zonas controladas por el régimen, pero debido a su falta de reconocimiento internacional, la AANES no tiene acceso a ningún kit de pruebas suministrado por la OMS.
Así, la AANES depende de soluciones provisionales como pruebas de glóbulos blancos y controles de temperatura, que sólo proporcionan una imagen inexacta del estado del paciente y dan frecuentes (hasta el 50%) falsos positivos, corriendo el riesgo de propagar aún más el coronavirus entre las poblaciones vulnerables. La OMS les exige que envíen todas las muestras para las pruebas de PCR a Damasco, luego a la OMS para su confirmación, y luego de vuelta a la AANES.
Este procedimiento lleva alrededor de una semana, cuando Damasco está dispuesto a realizarlo, y como se ha señalado anteriormente, se han tomado menos de 10 muestras de este tipo hasta el momento, siendo transportadas a Damasco mediante la reutilización de kits de prueba preexistentes destinados a otras enfermedades como la poliomielitis y el VIH.
En la fecha de esta publicación (5 de abril), las autoridades médicas de la AANES informan que Damasco se niega a aceptar muestras del noreste, mientras que una fuente del gobierno de los EE.UU. ha expresado dudas de que Damasco esté analizando en absoluto las muestras que recibe de la AANES. Se están llevando a cabo negociaciones para encontrar una solución y permitir a la AANES comprobar el coronavirus con precisión.
Sin embargo, con el coronavirus propagándose por toda Siria, desde Deir-ez-Zor hasta Damasco, y con los casos sospechosos ya en cuarentena en Qamishlo, Hasekeh y otros lugares, se espera que el virus se propague rápidamente a través del NES en los próximos días y semanas.
5. Corte del suministro de agua por parte de Turquía
Mientras el régimen obstruye la ayuda desde el sur, Turquía aplica presión desde el norte. La invasión de Turquía de Sere Kaniye y Tel Abyad en 2019 eliminó dos hospitales y muchos puntos de salud y clínicas, y también les permitió tomar el control de la estación de agua de Alok. Alok es una pieza fundamental de infraestructura, que proporciona agua potable a al menos 650.000 personas y probablemente a más de un millón en las ciudades de Hasekeh, Til Temir, Sheddadi y Al-Hol, entre otras; 65.000 personas desplazadas vinculadas a ISIS en el campamento de Al-Hol; desplazados en los campamentos de Washokani y Aresha, incluidos los desplazados por la invasión turca; el mayor centro de detención de combatientes de ISIS del mundo, que alberga a unos 5.000 y es el escenario de un reciente levantamiento; y el principal hospital de cuarentena de la AANES.
Turquía lanzó un ataque aéreo contra la estación de abastecimiento de agua de Alok el primer día de su invasión, dejándola fuera de servicio. Ahora, Turquía tiene el control de la estación, y aunque se ha reparado con la mediación internacional, Turquía corta regularmente el flujo de agua a las zonas de la AANES para ejercer presión política sobre la administración -lo ha cortado cuatro veces en el último mes, cada vez exigiendo a la AANES que envíe más y más electricidad y que pague las reparaciones en las zonas que Turquía ocupó en 2019-. Como potencia ocupante, Turquía es responsable de satisfacer la necesidad de electricidad en Sere Kaniye, y además está exigiendo mucha más energía de la que es proporcional a sus necesidades. Recientemente, el 2 de abril, las fuerzas turcas bombardearon la tubería de agua de Alok a Hasekeh, cortando el agua por quinta vez.
Cortar el suministro de agua a los civiles como arma de guerra es un crimen de guerra, cualesquiera que sean las circunstancias. Cuando esa agua está alimentando a poblaciones con un inmenso riesgo de coronavirus -el 10% de las personas en las prisiones y campamentos, donde la tuberculosis está en aumento, se prevé que mueran en la pandemia- es probable que cueste muchas vidas.
6. Condiciones en campos y prisiones
Como se ha señalado anteriormente, la situación es especialmente crítica en el campamento de Al-Hol, las instalaciones de detención de ISIS, los campamentos de PDIs civiles como Washokani, Arisha y Tel Seman, entre las PDIs en las escuelas de Hasekeh, y entre las PDIs en la región de Tel Rifaat/Shebha.
En los campamentos se están tomando precauciones similares a las que se adhiere el resto de la población civil. En Al-Hol, como en otros campos, hay una cuarentena y un cierre. Sólo llegan al campamento entregas de alimentos esenciales, con todos los demás puestos del mercado del campamento cerrados, y sólo se prestan servicios sanitarios esenciales. Esto tiene un impacto en la entrega de otros servicios de salud, servicios de educación, etc., pero se ve como la mejor alternativa.
Operando con un mínimo de personal y minimizando la rotación dentro y fuera de los campamentos, las autoridades esperan prevenir la propagación del coronavirus, pero como no hay equipos de prueba en el NES es difícil hacer cumplir la cuarentena de manera efectiva. Dado que hay tanto zonas del campamento de Al-Hol que las autoridades no pueden controlar eficazmente, como rutas clandestinas de entrada y salida del campamento operadas por contrabandistas, es poco probable que puedan lograr el cierre total. El paso de un caso de coronavirus al campamento significará una rápida proliferación. No hay ventiladores en las escasas instalaciones sanitarias del campamento de Al-Hol, mientras que las ONG, como MSF[7], todavía no han regresado a Al-Hol tras su partida durante la invasión turca de 2019.
Programas similares de confinamiento y cuarentena están en marcha en los otros campos, junto con programas de esterilización en todos los campos y prisiones. En cuanto a las prisiones, fuera de la esterilización y de la minimización de la rotación de personal no hay mucho más que se pueda hacer, y se sospecha que el reciente levantamiento en un centro de detención de ISIS en Hasekeh estaba relacionado con el temor al coronavirus. Se están construyendo nuevas y más amplias instalaciones de detención, y existe el plan de construir un campamento más grande en reemplazo del campamento Al-Hol, con mejores instalaciones, pero estos proyectos no se completarán a tiempo para hacer frente a la pandemia.
Los factores identificados anteriormente, como la propagación de la tuberculosis, la interrupción del suministro de agua por Turquía y la interrupción de la ayuda de las Naciones Unidas, servirán como multiplicadores que facilitarán la propagación del coronavirus en los campamentos de desplazados internos y en los centros de detención. Simplemente, no hay infraestructuras para hacer cumplir el distanciamiento social efectivo en los campos o centros de detención.
7. Propuestas
Hay un cierto número de pasos que pueden darse para aliviar la inminente crisis de coronavirus en el NES:
1) Que la OMS trabaje directamente con la AANES y le proporcione equipos de prueba, máquinas de PCR, ventiladores, etc. La AANES ha demostrado sistemáticamente ser el único actor en Siria capaz de atender a millones de personas vulnerables, desplazados internos y detenidos por el ISIS y, sin embargo, ahora se le niega el acceso a la ayuda de la OMS y de las Naciones Unidas.
2) Que se permita a las ONGs en el NES que prestan servicios de primera línea acceder al Plan de respuesta humanitaria mundial de COVID-19, que ofrece hasta 2.000.000.000 de dólares para luchar contra COVID-19, pero destina casi todo a los organismos de las Naciones Unidas que ahora no pueden trabajar en el NES.
3) En relación con esto, la reapertura del paso de ayuda de la ONU en Yaroubiah, cerrado en enero y que corta la ayuda de la ONU al NES, obligando a la región a depender de la ayuda que pasa por Damasco, de la cual poco llega al NES.
4) Que Turquía deje de limitar inmediatamente el suministro de la estación de agua de Alok, que deja hasta a un millón de personas sin acceso a agua potable, ya que esto constituye un crimen de guerra y empeorará gravemente el impacto del coronavirus en la región afectada.
8. Apéndice
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TEL +963 996 827 521
[1] https://reliefweb.int/report/syrian-arab-republic/north-east-syria-humanitarian-snapshot-20-june-2019
[2] Personas Desplazadas Internas
[3] https://reliefweb.int/report/syrian-arab-republic/north-east-syria-humanitarian-snapshot-20-june-2019
[4] Ibid
Haz clic para acceder a CRP_covid_19_in_Syria_policy_memo_published.pdf
[6] Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios
[7] Médecin Sans Frontières
Puedes descargar aquí el informe completo en .pdf:
Traducido por Tomas Ghinzu, Rojava Azadi Madrid