70 premios Nobel hacen un llamamiento a Erdoğan: «Negocie con Abdullah Öcalan la cuestión kurda»
Una campaña de solidaridad con Abdullah Öcalan pide al jefe de estado Erdoğan que negocie con el fundador del PKK encarcelado en Turquía. Esto es especialmente relevante para Siria.
Tagesspiegel – Hannes Heine – 26 julio 2024 – Traducido y editado por Rojava Azadi Madrid
Casi 70 premios Nobel de 20 países han escrito al Consejo de Europa, al Comité de Derechos Humanos de la ONU y al Presidente turco abogando por unas negociaciones de paz con el Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK).
En la carta, obtenida por Tagesspiegel, los firmantes hacen un llamamiento a Recep Tayyip Erdoğan para que «inicie nuevas conversaciones» con el fundador del PKK, Abdullah Öcalan, y ponga fin a su «aislamiento en la isla de Imrali».
«En un mundo cada vez más plagado de violencia, muerte, destrucción y guerra, incluidas las amenazas rusas de utilización de armas nucleares como continuación de su invasión de Ucrania, toda la vida en este planeta se enfrenta a un futuro incierto», escriben los galardonados con el premio Nobel.
Más que nunca, necesitamos personas que tengan el valor de tomar un camino diferente, prosiguen: «En este contexto, le hacemos un llamamiento a usted, Presidente Erdoğan, para que elija de nuevo un camino de paz».
La estadounidense Jody Williams firma la carta en nombre de los otros 68 galardonados con el Premio Nobel. Williams recibió el Premio Nobel de la Paz en 1997 por su labor contra las minas terrestres. La alemana Herta Müller apoya el llamamiento; fue galardonada con el Nobel de Literatura en 2009. También participan físicos, médicos y químicos.
Erdogan toma medidas contra los kurdos en el norte de Siria
Öcalan lleva 25 años encarcelado en la isla-prisión de Imrali, al sur de Estambul. Desde hace algún tiempo no se le permite recibir visitas. Durante este tiempo, el presidente Erdoğan también ha intensificado la lucha contra el PKK, catalogado como grupo terrorista, en el exterior. Las tropas aéreas y terrestres turcas han atacado regularmente localidades kurdas en Siria e Irak donde Ankara sospecha que hay fuerzas afiliadas al PKK.
El principal objetivo de Erdoğan es la región autónoma del norte de Siria, gobernada por una coalición liderada por el partido laico kurdo PYD. El PYD también hace referencia al fundador del PKK, Öcalan, que aboga por una federación de Estados multiétnicos en Oriente Próximo.
Durante la guerra siria, Turquía ha apoyado durante años a los insurgentes islamistas contra el régimen de Damasco y, al mismo tiempo, ha expulsado a los kurdos de muchos lugares del norte de Siria.
A su vez, EEUU ha ayudado a los kurdos de Siria en la lucha contra Estado Islámico (ISIS), y las unidades kurdas YPG participaron como fuerza principal en la alianza militar Fuerzas Democráticas Sirias (SDF) para derrotar a ISIS como potencia territorial en 2019.
Anteriormente ya negoció con el fundador del PKK, Öcalan
Recientemente, Erdogan se ha acercado al jefe del Estado sirio Bashar al Assad, que es respaldado por Rusia. Erdogan está instando a Assad a desmantelar finalmente la autoadministración kurda en la frontera turco-siria. Assad, a su vez, quiere que las tropas turcas se retiren de las localidades que tiene ocupadas en el norte de Siria.
Por otra parte, el presidente de Siria también rechaza la autonomía kurda. Si Erdoğan negociara con Öcalan, como piden los 70 premios Nobel, el fundador del PKK podría instar al movimiento autonomista kurdo a encontrar un compromiso con Turquía.
Representantes del gobierno turco ya negociaron con Öcalan entre 2009 y 2015. El islamista Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP) de Erdoğan en Ankara rompió así con la línea dura de los anteriores gobiernos kemalistas. Estos gobiernos habían favorecido una solución militar a la lucha de décadas contra el PKK, cuyo cuartel general se encuentra en las montañas de Qandil, en el norte de Irak.
El PKK está vetado en Alemania, aunque la ministra del interior Nancy Faeser (SPD) ha presentado una solicitud para levantar la prohibición del PKK.
Los peticionarios argumentan que no sólo ha cambiado el carácter de la organización, sino también sus objetivos: el PKK lucha por la autonomía kurda en Turquía en lugar de por la secesión, no lleva a cabo atentados en Alemania y es socio de Occidente en la lucha contra ISIS. El más alto tribunal belga dictaminó en 2020 que el PKK no era una organización terrorista, sino una parte en un conflicto en el sentido del derecho internacional.