25/11 – Declaración de Jineology Internacional en el Día contra la violencia hacia las mujeres.
Como mujeres internacionalistas que vinimos a Rojava/Norte de Siria para unirnos a la revolución de las mujeres, enviamos nuestro saludo y solidaridad a todas las mujeres, feministas y personas LGTBI* que luchan contra el patriarcado en todos los rincones del mundo.
Levantarse contra la violencia hacia las mujeres significa que nos levantamos contra todo lo que viola nuestros cuerpos, nuestras vidas, nuestra libertad y nuestra dignidad. Nos levantamos contra la violencia en las familias y en las relaciones personales, contra la violación, contra los feminicidios, contra la dominación patriarcal y la explotación.
La violencia contra las mujeres no puede entenderse centrándose en un golpe en la cara o en un caso de violación sexual como hechos aislados. Existe un sistema que está detrás y que hay que entender. La cultura de la violación y la violencia hacia las mujeres tiene sus raíces en un sistema de dominación y explotación que se ha desarrollado a lo largo de miles de años, y que ahora está presente en la forma de patriarcado capitalista. La mentalidad creada por este sistema causa el abuso y explotación de los cuerpos de las mujeres, el trabajo de las mujeres, la naturaleza y todo ser vivo, violando a los otros en beneficio propio.
La cultura de la violación es una realidad en todas las partes del mundo. Los cuerpos de las mujeres son vistos como mercancías de dominio público, y su voluntad como algo fácilmente ignorado. Lo vemos en espacios públicos, donde las mujeres están bajo ataque cada día, así como dentro de la privacidad de las relaciones. Muchas mujeres se enfrentan a la violencia doméstica o al acoso callejero, y se enfrentan a ello solas porque está considerado como problema suyo en vez de uno estructural mucho más profundo.
En Şengal o Afrin, la violación sexual se ha convertido una vez más en arma de las fuerzas fascistas y yihadistas, quienes tenían como objetivo acabar con la fuerza y la moral de toda la sociedad. Actualmente, el Estado turco está de nuevo atacando la auto-organización democrática de los pueblos del norte de Siria. Estos ataques son ataques directos contra la revolución de las mujeres. Pero las mujeres también están resistiendo: son las mujeres las que defienden a la sociedad contra los ataques de los islamistas y el fascismo turco, las que motivan un cambio de mentalidad, las que llevan a cabo la auto-organización en todas las áreas de la sociedad.
Con las mujeres de Rojava estamos aprendiendo, nos escuchamos entre nosotras, construimos amistades y alianzas fuertes, luchando lado a lado por nuestra liberación. Nuestras armas son nuestra voluntad, nuestro conocimiento, nuestra sororidad, nuestra solidaridad, nuestra ideología y nuestra legítima autodefensa. Juntas estamos dispuestas a sobrepasar nuestros miedos y encontrar fuerza y esperanza entre nosotras.
Nuestra respuesta contra la violencia hacia las mujeres debe de ser la auto-organización. Solo así podemos construir alternativas, y también defenderlas. Asumamos la responsabilidad de generar cambio, siendo honestas entre nosotras, criticándonos en solidaridad para que la base de nuestra lucha se fortalezca y unifique. Profundicemos en el conocimiento de nuestra historia, identidad y métodos de resistencia. Organicémonos en asambleas y construyamos comunas de mujeres, cooperativas y unidades de autodefensa. Compartamos nuestras experiencias y defendamos lo que juntas estamos creando.
¡Contra la violencia usamos autodefensa porque nos queremos vivas, potentes y libres!
Los ataques contra la revolución social en Rojava son ataques contra todas nosotras ¡Estamos defendiendo la revolución de las mujeres!
¡No aceptamos la ocupación de las vidas de las mujeres, ni la ocupación de espacios liberados, por lo que nos alzamos por Afrin, como símbolo de la revolución de las mujeres y contra la ocupación fascista del Estado turco!
¡Jin jiyan azadi!
¡Mujer Vida Libertad!