Una vez más asesinan a los kurdos…
Miembros del gobierno turco han declarado que han emprendido una operación para eliminar las trincheras cavadas por grupos de jóvenes simpatizantes del PKK. En cambio las autoridades kurdas denuncian que estas trincheras fueron cavadas para protegerse de los ataques del estado turco.
Martes 29 de diciembre de 2015 10:15 AM
NEWS DESK – ANF – AMED DİCLE
Las personas que salen en la foto son algunos de los oficiales de más graduación del ejército turco. Los generales, solemnes, escuchan al General en Jefe Hulusi Akar al que se puede dirigiéndose a ellos.
La foto está tomada en la ciudad de Şırnak en el Kurdistán turco el 19 de diciembre de 2015.
Se pueden ver dos mapas colgados sobre la pared de la oficina donde tiene lugar la reunión.
Uno de estos mapas es de Cizre, el otro es de Silopi.
Para evitar posibles malentendidos conviene aclarar que Cizre y Silopi no están en Siria ni en Iraq. Ambas ciudades se sitúan en Şırnak dentro de las fronteras turcas.
Los comandantes superiores del ejército turco; el tercer ejército más grande de la OTAN con un millón de personas a su servicio, están discutiendo sobre como conquistar estas dos pequeñas ciudades.
Silopi cuenta con una población de 121,000 habitantes. En las elecciones municipales de 2014 ganó el partido kurdo del BDP (Partido de la Paz y la Democracia) con un 78% de los votos. El sistema de co-gobierno que defienden los kurdos también se implementa en los municipios. Pero, en este momento los dos co-alcaldes y la mayoría de los concejales están en la cárcel en este momento. En las últimas elecciones generales de noviembre 2014 el HDP (Partido Democrático de los Pueblos) recibió el 89% de los votos en esta ciudad.
Más o menos similares son los datos para Cizre que además tiene una importancia histórica para los kurdos al ser uno de los centros más emblemáticos de la literatura y artes kurdo. La epopeya kurda de Mem u Zin sucede precisamente en Cizre, llamada Cizira Botan por los Kurdos. Botan es probablemente la región del Kurdistán más rebelde, conocida por nunca por nunca rendirse. Es la zona en la que sucede la mayor parte de la guerra en este momento.
En Cizre, el HDP logró el 82% de los votos en las elecciones municipales de 2014. Para luego subir hasta el 93% en las generales de noviembre en 2015. Uno de los dos co-alcaldes está en la cárcel y el otro cesado de su puesto por las autoridades turcas.
Es en estos dos pueblos, en el que tanta importancia tiene la lucha kurda y más éxitos cosecha, que decenas de miles de soldados, 8 generales y un grupo de oficiales de alta graduación han emprendido la guerra. Los barrios y, con ellos los hogares de los kurdos, están siendo bombardeados.
Pero no son los únicos sitios en donde se producen enfrentamientos. Otras 12 ciudades y distritos están viendo como la guerra se recrudece; ciudades como Diyarbakir que es la más grande del Kurdistán. Su distrito central está ahora devastado como lo puedan estar Aleppo o Hama en Siria. Como se puede ver en la foto, los tanques han sido desplegados a las mismas calles y están disparando contra viviendas. Esta ciudad forma parte del listado de la UNESCO de Ciudades Patrimonio de la Humanidad. Ahora solo quedan ruinas.
Bueno, y ¿por qué sucede todo esto?
Las autoridades turcas han lanzado una operación con la justificación de eliminar las trincheras y barricadas puestas por jóvenes simpatizantes del PKK en las ciudades. Pero, portavoces kurdos por otro lado, denuncian que los turcos están llevando a cabo ataques arbitrarios y apresando a la población por lo que los jóvenes se están defendiendo. Es decir, las autoridades turcas por un lado afirman responder a las trincheras mientras que el co-portavoz del HDP Selahattin Demirtaş afirma que estas son consecuencia y no causa de la guerra que ha empezado el estado turco.
El primer ministro Ahmet Davutoğlu confesó el 20 de diciembre que los preparativos para las 12 ciudades donde la lucha se produce en estos momentos llevaban elaborándose desde al menos 2013. Esta declaración confirma que el estado había planificado esta guerra en respuesta a la fortaleza del movimiento kurdo, y los jóvenes kurdos han tenido que defenderse. Sin darse cuenta Davutoglu ha dado la razón al movimiento kurdo en sus denuncias.
Mientras las negociaciones de paz en Imrali se desarrollaban muchos esperaban la paz en vez de una escalada bélica. Finalmente las negociaciones fracasaron después de las políticas antikurdas del estado turco en Rojava (Siria). Lo que esperaba el AKP de dichas negociaciones era el desarme incondicional del PKK, mientras que, esta organización esperaba primero un reconocimiento de la identidad kurda y posteriormente hablar del desarme.
Ninguna de estas expectativas se ha cumplido y las armas han vuelto a hablar y de forma implacable.
No fue hasta estallado el conflicto que se ha podido comprobar que este estaba preparado desde hace ya mucho. Unidades especiales y francotiradores han sido enviados para atacar a la población. El estado ha desaparecido a excepción de policía y ejército en estas 12 ciudades. Cientos de miles de personas están apoyando a los que resisten tras las barricadas. Mayores, niños y aquellos heridos o enfermos han abandonado las zonas de conflicto refugiándose en ciudades cercanas. Aun así, todavía permanece muchísima población.
Más allá de las zonas de conflicto, otras ciudades están viendo también movilizaciones y la cuestión kurda está alcanzando un punto critico. Los kurdos quieren una solución que pase por el reconocimiento de sus derechos o resistirán hasta el final. Este es el sentimiento que domina en las calles. Y muchos kurdos no quieren vivir dentro de la “integridad territorial de Turquía” por más tiempo. Ni creen, en este momento, que puedan sentirse como hermanos y hermanas de los turcos. Los kurdos no han alcanzado la paz con el estado en cualquier caso. Y encima están enfadados con los turcos de Estambul, Ankara o Izmir por su silencio ante las atrocidades cometidas por el estado turco. Se les ha roto el corazón y van a luchar por la autodeterminación.
La primera pregunta que surge es: ¿Qué sucederá ahora?
La realidad es que nadie lo sabe. Pero todo apunta a que la guerra se intensificará. El estado turco está empeñado en aniquilar a los kurdos uno por uno si hace falta; y los kurdos dicen que jamás se rendirán.
Como se puede ver en la foto, un miembro hace un gesto de muerte y dice “os daremos una lección”.
Esta foto fue tomada el 18 de diciembre, día en el que murieron mujeres y niños como todos los otros días. Hay 15 cuerpos en Silopi que no pueden ser llevados al deposito de cadáveres ni mucho menos enterrados.
Esta foto muestra a una familia sentada al lado del cuerpo asesinado de un hijo suyo.
La persona más mayor asesinada en Silopi se llamaba Yusuf Aybi. Contaba con 80 años y fue asesinada por salir de su casa.
La víctima más joven de estos ataques es un niño sin nacer.
Güler Yanalak de 30 años, fue disparada por la policía turca en Cizre. Estaba embarazada de dos meses. Ella sobrevivió al disparo pero perdió a su hijo.
Según un recuento llevado a cabo por el HDP han muerto ya 53 niños a manos de las fuerzas estatales en los últimos meses.
Y que decir de los medios…
A los 11 años en 1991, mi familia y yo fuimos al distrito de Kulp en Diyarbakir para recuperar el cuerpo de un familiar que había muerto en un enfrentamiento. Familiares de 13 guerrilleros y miles de personas más estábamos ahí. Pero los cuerpos no nos fueron entregados. No solo eso, sino que el estado aprovechó la ocasión para atacarnos y mataron a 7 civiles. Mi hermano mayor pudo sobrevivir al ataque escondiéndose bajo los cuerpos. Su chaqueta quedó empapada de sangre. Cuando pusimos las noticias en los telediarios turcos, se dijo que los muertos eran terroristas. Ese mismo día decidí hacerme periodista al igual que muchos otros como yo.
(http://www.diclehaber.com/en/news/content/view/395867?page=15&from=1923065108)
Ahora tengo 35 años y todavía puedo ver como en los telediarios turcos se llama terroristas a este señor de 80 años y a esta mujer embarazada y al niño que llevaba. Por desgracia además, muchos turcos se lo creen y mientras el resto del mundo permanece en silencio.