Un peshmerga kurdo asesinado por artillería turca
KNK – 18 julio 2024 – Traducido y editado por Rojava Azadi Madrid
Al parecer, Osman Ruştî Mêrvansî (32) fue asesinado mientras se dedicaba a la apicultura cerca del pueblo de Şêladiz, en el distrito de Amedi (Amêdî) de Duhok (Región de Kurdistán, Irak). Era un peshmerga fuera de servicio, miembro de las fuerzas de seguridad locales. El cadáver de Mêrvansî fue trasladado a caballo hasta el pueblo. Presentamos nuestras condolencias a la familia y al pueblo de Şêladiz.
Las acciones agresivas y opresivas de las fuerzas armadas turcas contra la población civil kurda de Kurdistán Meridional (norte de Irak) representan crímenes de guerra que merecen ser condenados y constituyen una flagrante violación de la soberanía del Gobierno Regional de Kurdistán (KRG) y de Irak. El reciente bombardeo de Şêladiz, que se saldó con la trágica pérdida de una vida, es un claro ejemplo de las atrocidades que se están perpetrando. El ataque deliberado contra aldeas, el desplazamiento de familias inocentes y la destrucción gratuita de hogares, iglesias, fábricas e infraestructuras críticas es totalmente censurable.
Las repercusiones de la reciente operación militar turca, que se extiende del 15 de junio a hoy, son catastróficas. Nueve pueblos han sido desplazados a la fuerza, con al menos 184 familias arrancadas de sus hogares. Muchas de ellas pertenecen a antiguas comunidades asirio-cristianas. La quema de unos 68.000 dunams de tierra ha causado daños ecológicos irreversibles. Las víctimas civiles, los heridos y la interrupción de servicios vitales como la electricidad y las telecomunicaciones no han hecho sino agravar la crisis humanitaria.
El silencio en torno a la anexión de facto de territorio iraquí deja entrever un respaldo tácito regional e internacional, lo que hace temer una escalada incontrolada. El angustioso patrón de las operaciones militares turcas en Kurdistán Meridional (norte de Irak), marcado por los daños a civiles, los desplazamientos y la destrucción de infraestructuras, exige atención urgente. La proliferación de instalaciones militares y la interrupción de las redes de comunicación agravan aún más el sufrimiento de las comunidades afectadas.
La comunidad internacional debe unirse en solidaridad con el pueblo kurdo, exigiendo el cese inmediato de las hostilidades, la protección de los civiles y la rendición de cuentas por parte de los autores de estas atroces violaciones. La persecución de agendas expansionistas a expensas de los territorios kurdos en Siria e Irak, tal y como prevé el régimen de Erdoğan-Bahçeli, amenaza con intensificar los conflictos regionales y desencadenar desplazamientos masivos.
Corresponde a la comunidad mundial frustrar los crímenes de guerra de Erdoğan y su deseada anexión del norte de Irak, como la historia nos demuestra en lugares como el norte de Chipre ocupado desde 1974, que nunca han tenido intención de abandonar.