Turquia pretende presionar a Estados Unidos y Rusia, contra cualquier apoyo a los combatientes kurdos
Turquía convocó a los embajadores de Estados Unidos y de Rusia para advertirles contra cualquier apoyo a los combatientes kurdos sirios en el marco de las operaciones contra el grupo yihadista Estado Islámico (EI), indicó una fuente oficial turca.
El Gobierno de Turquía ha advertido a Estados Unidos y Rusia de que no tolerará avances de las fuerzas kurdas sirias cerca de su frontera en el noroeste de Siria, según han explicado dos altos cargos gubernamentales turcos.
«Esto es algo claro para nosotros y no se bromea con ello», ha afirmado uno de los responsables, en referencia a la posibilidad de que las Unidades de Protección Popular (YPG) lleguen a cruzar el río Éufrates para ampliar su control a las fronteras turcas desde la región del Kurdistán iraquí.
Turquía teme que los avances de las YPG –apoyadas por su brazo político, el Partido de la Unión Democrática (PYD)– en el lado sirio de sus 900 kilómetros de frontera puedan alimentar las ambiciones «separatistas» entre los kurdos turcos en sus territorios del suroeste, discurso de cara a la galería pues bien saben que el objetivo es otro, la autonomía democrática. El Gobierno estadounidense ha estado apoyando a los combatientes de las YPG en su lucha contra Estado Islámico.
«El PYD ha estado aproximándose a Estados Unidos y Rusia últimamente. Consideramos al PYD como un grupo terrorista y queremos que todos los países estudien las consecuencias de cooperar con ellos», ha señalado uno de los responsables gubernamentales de Ankara.
El Gobierno de Turquía sospecha que Rusia, que comenzó hace dos semanas su campaña de ataques aéreos en Siria, ha estado apoyando a las YPG y al PYD. «Con el apoyo de Rusia, el PYD está intentando tomar territorios entre Jarablus y Azaz, avanzando por el oeste del río Éufrates», ha indicado.
Las fuentes consultadas han señalado que Turquía ya ha mostrado su preocupación por la situación en reuniones de alto nivel con autoridades de Estados Unidos y Rusia. Las dos fuentes gubernamentales turcas no han concretado qué acciones podría asumir Turquía si las YPG cruzan el Éufrates.
Las fuerzas bajo mando de Ankara han llevado a cabo ataques aéreos contra los milicianos del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) en el norte de Irak. Atacar a los combatientes kurdos en Siria sería más arriesgado porque podría generar un conflicto con las Fuerzas Aéreas de Rusia y de Estados Unidos.
Las YPG aseguraron este lunes que han incorporado a rebeldes árabes para formar una nueva alianza militar que recibirá armas y apoyo de Estados Unidos para intentar arrebatar a Estado Islámico el control de Raqqa, su principal bastión en Siria.
Las autoridades de Turquía han acusado a las milicias kurdas sirias de estar intentando impulsar «un cambio demográfico» en el norte de Siria desalojando a las comunidades turcómanas y árabes. Ankara dice temer que la situación actual pueda dar alas a la creación de un estado kurdo con los territorios controlados por este grupo en Irak, Siria y Turquía, una falsedad pues bien sabe el gobierno de Erdogan que el pueblo kurdo lucha por su propia auto-administración y la autonomía.
Las declaraciones de las autoridades turcas muestran, también, quienes son los que realmente se benefician de las acusaciones de Amnistía Internacional hacia las YPG, cuando hablan «de haber cometido crímenes de guerra en los territorios que han tomado en el norte de Siria en los últimos meses«. Los milicianos kurdos, que han emergido como los socios más eficaces de la coalición contra Estado Islámico, han negado las acusaciones de la ONG y han dicho que las personas que han huido lo han hecho por los combates y que ahora son bienvenidos.
Más de 40.000 personas han muerto en el conflicto entre los milicianos del PKK y las fuerzas de seguridad en Turquía desde 1984. El 20 de julio pasado se produce un atentado en Suruç, aun no reivindicado, ocasionando la muerte de 33 jóvenes, tras el mismo Erdogan. comenzó a bombardear posiciones del PKK en las montañas, dos años de “proceso de solución” se iban al traste, el gobierno islamista conservador del AKP provocaba y lograba reabrir el conflicto.
Algunos días antes del atentado en Suruç, un” padrino” de la mafia, Sedat Peker, partidario virulento de Erdogan, declaró lo siguiente :”se van a ahogar en su propia sangre, yo soy un soldado de Erdogan.”
El final del alto el fuego en julio de 2015 ha llevado a un aumento de los ataques y enfrentamientos en los últimos meses, miles de detenciones indiscriminadas, muertes incluso de niños a manos de francotiradores de la policía y el ejercito, en un intento de acallar las voces del pueblo contra la represión.
A pesar de los ataques el PKK había declarado, nuevamente, una tregua unilateral, a principios de Octubre, el día 10 miles de personas acudían a una marcha convocada para pedir el fin del conflicto entre el gobierno y el movimiento kurdo del Partido de los Trabajadores de Kurdistán, dos bombas causaban la muerte de mas de un centenar de personas según indico la Asociación Médica Turca (TTB), quien informo que en la actualidad hay 441 personas heridas que están bajo tratamiento en 28 hospitales de todo Ankara.
Cual había sido la respuesta del gobierno, ilegitimo, del AKP de Erdogan ante la tregua unilateral del PKK. El vice-primer ministro, Yalcin Akdogan, hizo todo lo posible para ignorar dicha declaración, incluso se atrevió a manifestar lo siguiente: “Basta ya de ceses-el fuego”. El atentado de Ankara, al final ha venido a demostrar que el AKP y sus matones no están en favor de la paz, no solamente son un peligro para Oriente Medio, también lo son para Europa, Rusia y EE.UU, aunque todos callen al respecto.
Fuente: Agencias