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Tribunal Permanente de los Pueblos – Rojava contra Turquía: Conferencia sobre la sentencia del Tribunal

TPP – 17 marzo 2025 – Traducido y editado por Rojava Azadi Madrid

El 26 de marzo, de 14:00 a 16:00 horas, se dará a conocer el veredicto final de la 54ª sesión del Tribunal Permanente de los Pueblos – Rojava vs Turquía en un acto especial convocado en el Parlamento Europeo en Bruselas.

Este veredicto llega en un momento crucial y verdaderamente histórico, en el que se han dado pasos significativos hacia la paz y una solución política a la cuestión kurda en Turquía y el noreste de Siria. La cuestión de la justicia y de la rendición de cuentas de los autores de crímenes contra los kurdos y otros pueblos de la región es crucial para crear una base estable sobre la que pueda construirse un autogobierno democrático en la región.

Tribunal Permanente de los Pueblos: Rojava contra Turquía

El Tribunal Permanente de los Pueblos (TPP) es una organización internacional de defensa de los derechos humanos fundada en 1979 en Bolonia (Italia) con el objetivo de condenar las dictaduras latinoamericanas. Su labor se basa en los principios de la Declaración Universal de los Derechos de los Pueblos, proclamada en Argel en 1976, y en los principales instrumentos internacionales de protección de los derechos humanos. El TPP pretende fomentar la actuación de tribunales judiciales basados en tratados intergubernamentales, como la Corte Penal Internacional y la Corte Internacional de Justicia.

La 54ª sesión del Tribunal Permanente de los Pueblos se reunió en Bruselas (Bélgica) los días 5 y 6 de febrero de 2024 para investigar los presuntos crímenes de guerra cometidos por Turquía en el noreste de Siria. Los jueces recibieron pruebas de desplazamientos forzosos, asesinatos en masa, ataques contra la población civil, violencia de género, destrucción ecológica y otras formas de violencia por parte del Estado turco y las fuerzas respaldadas por el Estado turco en el noreste de Siria (Rojava) contra la población civil.

La declaración preliminar del tribunal afirma:

«Los ataques de Turquía en territorio sirio, sin autorización del Consejo de Seguridad de la ONU, equivalen a un crimen internacional de agresión. El patrón de ataques, bombardeos, ataques con aviones no tripulados y atrocidades contra civiles, los desplazamientos forzosos y la ingeniería demográfica mediante la sustitución de poblaciones, la destrucción de la energía y los daños al suministro de agua, los daños medioambientales, la destrucción del patrimonio cultural y las instituciones educativas, el uso de la violación, la tortura, la detención secreta, son todos contrarios al derecho internacional, constituyen crímenes de lesa humanidad y crímenes de guerra, y son indicativos de genocidio.»

En cuanto a las obligaciones de la comunidad internacional, la declaración va más allá, argumentando que es vital que la experiencia de los kurdos del norte y este de Siria y los crímenes cometidos contra ellos sean debidamente reconocidos, que los responsables sean llevados ante la justicia, que la Administración Autónoma Democrática del Norte y Este de Siria (DAANES) sea reconocida internacionalmente como una administración autónoma auténticamente representativa y democrática, y que la comunidad internacional garantice inmediatamente el cese de los ataques de Turquía, directos e indirectos, contra el pueblo kurdo de Rojava, con el fin de evitar un genocidio en toda regla.

Por qué es importante el tribunal

En los últimos meses, se han dado pasos significativos hacia el fin de los ataques del Estado turco contra Rojava y hacia una solución pacífica de la cuestión kurda. Desde la caída del régimen de Assad, la DAANES ha desempeñado un papel activo en la propuesta de cómo desarrollar la gobernanza democrática en Siria, con pleno reconocimiento y respeto de la diversidad étnica, religiosa y cultural del país. La cuestión fundamental de los derechos y la libertad de las mujeres ha sido abordada por el Consejo Sirio de Mujeres, Kongra-Star y otras iniciativas similares, que insisten en que la libertad y la participación de las mujeres en todos los ámbitos de la vida política y social deben ser una característica definitoria de cualquier sistema de gobernanza futuro. Un acuerdo preliminar firmado entre el general Mazlum Abdi de las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF) y el presidente interino Al-Shaara declaró el alto el fuego en todo el país, el derecho de los sirios a participar en los procesos políticos independientemente de su etnia o religión, y el derecho de los desplazados forzosos a regresar a sus hogares.

El 27 de febrero, el líder kurdo y preso político Abdullah Öcalan hizo un llamamiento en favor de «la paz y una sociedad democrática», instando a resolver la centenaria cuestión kurda en Turquía por medios políticos y democráticos. Desde entonces, actores internacionales como el Secretario General de la ONU, gobiernos nacionales, partidos políticos, sindicatos y organizaciones activistas y de la sociedad civil han hecho declaraciones de apoyo al llamamiento de Öcalan. Aunque este paso se ha anunciado como el comienzo de una nueva era para la política democrática en Oriente Próximo, iniciada gracias a la iniciativa de Öcalan, ahora queda por ver cómo responderá el Estado turco a este llamamiento.

Aunque estos recientes acontecimientos suponen importantes avances, aún queda mucho camino por recorrer. El Estado turco ha continuado con sus ataques contra el noreste de Siria, el último de los cuales ha causado la muerte de siete personas en un ataque con drones cerca de Kobane. Aunque se han dado pasos positivos en temas de política y gobernanza en la región, la cuestión de la justicia y la rendición de cuentas por parte de los perpetradores sigue siendo un factor central y, de hecho, crucial para el desarrollo de una política democrática en el futuro. Para lograr una paz justa y duradera y establecer un gobierno democrático para todos los pueblos de Siria, la rendición de cuentas y la justicia por los crímenes cometidos contra los pueblos de la región -que pueden constituir crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad- son un paso importante para curar las heridas de la sociedad y crear una base estable sobre la que construir un futuro brillante para todos los pueblos de la región.

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