«Todo parecía posible» [En recuerdo de Leila Mustafa]
The Kurdish Center for Studies – Lucas Chapman & Ali Ali – 4 diciembre 2023 – Traducido y editado por Rojava Azadi Madrid
Hoy, 23 de noviembre de 2024, se cumple el primer aniversario del fallecimiento de Leila Mustafa, la añorada alcaldesa de la ciudad de Raqqa (Siria) tras su liberación de Estado Islámico. En su memoria reproducimos aquí el artículo "Todo parecía posible" de Lucas Chapman y Ali Ali, publicado por el Centro de Estudios Kurdos el 4 de diciembre de 2023.
Recordamos a Leila Mustafa con cariño y añoranza, con el deseo de que su dedicación, fuerza y resiliencia sirva de ejemplo a alcaldes y alcaldesas de todo el mundo.
¿Qué significa reparar una ciudad destruida? ¿Es simplemente la construcción de edificios o el restablecimiento de la esperanza colectiva? Leila Mustafa, ex copresidenta del Consejo Civil de Raqqa, afiliado a la Administración Autónoma, falleció por complicaciones médicas el 23 de noviembre de este año. Durante seis años, Mustafa había trabajado incansablemente para reconstruir desde las cenizas una ciudad antaño grandiosa que primero había sido profanada como capital de ISIS y luego reducida a un montón de escombros. Mientras caía su bandera negra, una mujer decidida personificaba la voluntad indomable de mostrar al mundo que la belleza puede brotar de la tragedia. Tras el anuncio de su fallecimiento, sirios, kurdos y personalidades internacionales de todo el mundo comenzaron a enviar mensajes de condolencia y apoyo a Raqqa y a la Administración Autónoma (AANES). «Es triste que Leila Mustafa, ex copresidenta del Consejo Civil de Raqqa, haya fallecido. Era una fuerza de la naturaleza que supervisó la reconstrucción de Raqqa tras su liberación del Califato de ISIS», tuiteó la expresidenta de la Comisión de Libertad Religiosa Internacional de Estados Unidos y partidaria de Rojava desde hace mucho tiempo, Nadine Maenza, adjuntando una foto de ambas sonriendo juntas en Raqqa.
«La pérdida de Leila Mustafa es una pérdida para todo el pueblo de la ciudad de Raqqa, y todas las áreas de la Administración Autónoma en general», dijo a KCS Mohammad Nour al-Din, copresidente del Consejo Civil de Raqqa que había trabajado con Mustafa desde 2019.
Mustafa nació en el seno de una familia kurda en 1988, en un pueblo cercano a la ciudad royava de Girê Spî. Sus amigos y colegas la describen como una hija de Raqqa, donde estudió ingeniería civil y se graduó en 2006. Cuando Estado Islámico capturó su amada ciudad, Mustafa y su familia escaparon a Heseke, donde permaneció hasta la liberación de Kobanê. Ya en 2015, trabajó en la reconstrucción de ciudades destruidas por ISIS. Ese año asumió su primer cargo como copresidenta en Girê Spî, y más tarde trabajó en Ayn Issa para preparar la liberación de Raqqa. En 2017 se convirtió en jefa del Consejo Civil de Raqqa, junto con el jeque Mahmoud al-Bursan, su copresidente, en representación de las tribus árabes de la región.
Mustafa tuvo mucho trabajo desde el principio; más del 80% de Raqqa había sido devastada por Estado Islámico y los subsiguientes ataques aéreos y combates de la Coalición.
La ciudad era «un jardín de escombros y minas», dijo Nour al-Din, y añadió: «Leila Mustafa, con el personal administrativo del Consejo de Raqqa en todos sus comités y oficinas, rehabilitó las infraestructuras y los servicios básicos para la población y la devolvió a sus hogares con el fin de devolver la vida y el espíritu a la ciudad de Raqqa con capacidades casi inexistentes… su esperanza de construir la ciudad de Raqqa se ha hecho realidad sobre el terreno». Mustafa también supervisó la reconstrucción de los puentes de entrada y salida de la ciudad, proporcionando a la población asolada por la guerra unas vías vitales fundamentales. En 2019, Mustafa describió el logro, relatando:
«Cuando liberamos Raqqa por primera vez, era un montón de minas y destrucción. Todas las infraestructuras estaban destruidas: la educación, la sanidad, la parte humanitaria. En ningún lugar del mundo se ha visto tanta destrucción como en Raqqa. Con los esfuerzos del SDC [Consejo Democrático Sirio] y también el apoyo de las organizaciones humanitarias, hemos logrado un gran hito.»
Aunque de etnia kurda, Mustafa era querida por kurdos, árabes y todos los diversos grupos que componían la población de Raqqa. Se dedicó no solo a reconstruir infraestructuras útiles y prácticas, sino también los rasgos culturales e históricos definitorios de la ciudad: «Mustafa no era solo una chica kurda. Se veía a sí misma como hija de la ciudad de Raqqa y consideraba a toda la gente de la ciudad de Raqqa como su gente, de todas las clases sociales. Su cercanía a la gente y a sus componentes era equilibrada y no distinguía entre sectas o religiones», afirmó Nour al-Din, quien añadió que Mustafa estaba decidida a reconstruir tanto la iglesia armenia de la ciudad, que había quedado destruida, como la Gran Mezquita de la ciudad, «que tenía un gran impacto en el pueblo de Raqqa y era el elemento más importante para la ciudad». Los esfuerzos de Mustafa acabaron llamando la atención de personas de fuera de la ciudad y del país: «La noticia de su muerte me conmocionó totalmente. Era súper carismática. Escupía en la cara de Daesh. Es una tragedia que haya muerto», dijo a KCS Jeremie, el coordinador de una ONG internacional no identificada que trabajó junto a Mustafa de 2019 a 2021. «No he conocido a muchos funcionarios como ella, para ser honesto», dijo Jeremie, cuyo trabajo en el sector humanitario le ha llevado por todo Oriente Medio y el mundo. «Una de las primeras cosas públicas que hizo en Raqqa cuando yo estaba allí… fue reconstruir los sistemas de iluminación. Recuerdo que fue algo importante, y todo el mundo estaba preocupado por otras prioridades en ese momento. Pero si lo piensas, para Raqqa después de Daesh, una mala iluminación nocturna era importante para la seguridad, sobre todo para las mujeres. En este sentido, pensaba en los habitantes de Raqqa como individuos», afirmó.
Jeremie describió la facilidad de trabajar con Mustafa, que a menudo se acercaba a las ONG con proyectos adaptados a sus especialidades y ponía en contacto a las organizaciones humanitarias con civiles que podían ayudarles a reconstruir la ciudad destrozada de la forma más integradora posible. En 2021, Mustafa ganó el premio World Mayor Jury Award, que la City Mayors Foundation concede a «los alcaldes más destacados del mundo, alcaldes que han servido a sus conciudadanos con integridad, valentía y diligencia», según el sitio web del proyecto. El premio de 2021 se concedió específicamente a alcaldes «que han demostrado un liderazgo sobresaliente durante la pandemia de Covid-19.» «En una sociedad dominada por rivalidades tribales y una sociedad tribal dominada por hombres árabes, como mujer joven y símbolo para todas las mujeres árabes y kurdas, Leila demuestra a diario con su comunicación y su comportamiento cómo pueden superarse los conflictos tradicionales mediante la colaboración y el compromiso con una empresa conjunta», rezaba el ensayo que apoyaba su nominación, «Leila tiene la determinación y el coraje de no dejarse vencer por estos grandes problemas, obstáculos y amenazas a la vida. Demuestra a diario, con su energía y compromiso, cómo personas de distintos niveles de esta sociedad pueden trabajar juntas, tanto a nivel estratégico del Consejo Civil como también, y quizá de forma más significativa, en primera línea. Como presidenta conjunta, Leila demuestra una energía y un liderazgo extraordinarios al seguir creando coaliciones de personas para reconstruir Raqqa. Su objetivo no es sólo reconstruir Raqqa, sino ayudar a crear una sociedad civil basada en la democracia y la reconciliación», continúa el ensayo. En el último periodo de su vida, Mustafa sufrió problemas hepáticos y fue trasladada a Damasco para recibir tratamiento. Mientras se sometía a una intervención quirúrgica, lamentablemente falleció a los 35 años.
El general de las SDF Mazloum Abdî, elogió a Mustafa como «símbolo de una mujer libre y ambiciosa» que «lideró el proceso de rehabilitación tras derrotar la mentalidad radical de ISIS»; describiéndola como «una gran líder y símbolo de igualdad y humanidad». Asimismo, Îlham Ehmed, Presidenta del Comité Ejecutivo del Consejo Democrático Sirio, describió a Mustafa como «una joven libre con determinación e iniciativa para fortalecer los lazos de las relaciones fraternales entre el pueblo de Raqqa y todas sus culturas»; y el periodista independiente Solin Muhammed Amin recordó a Mustafa como «un símbolo de apoyo y aliento para las mujeres ambiciosas que luchan por el éxito». Y añadió: «Nunca dudó en prestarme ayuda y colaboración en mi trabajo periodístico y mis actividades feministas». En última instancia, Amin proporcionó un epitafio apropiado, resumiendo que «su memoria permanecerá viva en los corazones de quienes se beneficiaron de sus esfuerzos en la reconstrucción de Raqqa» Además de ser conmemorada por la City Mayors Foundation, Mustafa fue inmortalizada en el documental francés «9 Days in Raqqa» (9 días en Raqqa).
«Lo más importante es que nos liberaron de esa pesadilla llamada ISIS», recuerda Mustafa al documentalista, cuya película dio la vuelta al mundo y formó parte de la selección oficial de Cannes en 2020. «Todo se siente… posible», dice a la cámara con una sonrisa. Y gracias a su firme liderazgo, para las mujeres de Raqqa sigue siéndolo.
El tráiler de «9 días en Raqqa» puede → verse aquí
Autores:
Lucas Chapman es un periodista freelance estadounidense afincado en Rojava. Pasó un año como redactor jefe de la sección inglesa de North Press Agency, y ha colaborado con Arab News, Kurdish Peace Institute, The Post Internazionale y Zenith Magazine.
Ali Ali es un periodista, investigador y fotógrafo kurdo de Rojava. Ha trabajado anteriormente como colaborador y jefe de relaciones públicas en el Centro de Información de Rojava, y ha colaborado con North Press Agency, Arab News, el Instituto Kurdo de la Paz y Orient XXI.
