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TEV-DEM (Movimiento por una Sociedad Democrática) anuncia su proyecto de democratización para Siria

El Movimiento por una Sociedad Democrática (TEV-DEM) de Rojava,  ha anunciado su proyecto de democratizar Siria y encontrar así una manera de salir de la crisis actual. El proyecto engloba a todos los diferentes grupos étnicos y religiosos de Siria y se ha enviado a muchos diferentes grupos sociales y políticos y a los círculos en todo el país. La declaración se produjo a raíz de la convocatoria basada en los 10 principios del líder kurdo Abdullah Öcalan para resolver la cuestión kurda en Turquía y Kurdistán del Norte. Se pueden establecer paralelismos entre el enfoque adoptado para resolver la cuestión kurda en Turquía y en Siria.

Los principios fundamentales del documento se enumeran a continuación, va seguido del documento completo:

Las fuerzas sirias deben comprometerse con una serie de principios básicos para obtener una solución política realista:

>  La transición de un régimen autoritario, nacionalista, y de estructura machista a un sistema democrático descentralizado en el que todo el mundo comparta  la autogestión.
>  La lucha contra los grupos yihadistas salafistas de cualquier nombre y procedencia.
>  La unidad de la nación siria.
>  El respeto a la diversidad étnica de la comunidad siria con todos sus pueblos constituyentes.
>  Proyecto de declaración de una solución pacífica y democrática,  siendo indispensable discutirlo con todas las fuerzas políticas que lo apoyan.
>  Formar el grupo más grande posible de estas fuerzas políticas, y mantener una reunión más amplia con los representantes de dichas fuerzas. En dicha reunión se decidirá sobre las formas de seguimiento del proyecto y como ponerlo en práctica sobre el terreno.
>  Realizar una conferencia nacional siria (Conferencia de Paz Siria para una Solución Democrática), patrocinada por las Naciones Unidas, en el que todas las fuerzas políticas que crean en una solución pacífica puedan participar, incluidas las organizaciones de la sociedad civil y los actores de la comunidad.
>  Elegir un consejo de la conferencia con poderes específicos. El Consejo Democrático sirio debe incluir a miembros de todos los pueblos que la componen, teniendo en cuenta la proporción de mujeres y jóvenes.
>  Sobre la base de estos principios básicos, creemos que las fuerzas sirias activas sobre el terreno deben avanzar en una propuesta común de la siguiente manera:
>  Realizar un llamamiento para un alto el fuego
>  Buscar la liberación de los presos políticos.
>  Comunicarse con los gobiernos pertinentes a la crisis siria y con las Naciones Unidas.
>  Gestionar la preparación de  elecciones generales.
>  Formar un comité encargado de redactar la constitución democrática de Siria, y un segundo comité para determinar la forma en que se celebrarán las elecciones generales.

DOCUMENTO COMPLETO

Siria ha entrado en un estado de caos, en el que prevalecen la violencia y la lucha contra la violencia y el respaldo de los centros de poder que se benefician de ella.  Sus escenarios superan el potencial de las personas para encontrar un espacio para el diálogo y la reflexión. Si esta tendencia actual continúa Siria se enfrenta a la fragmentación y a su disolución. La “oposición siria” se encuentra encerrada en un laberinto sin salida. Muchos de ellos han terminado jurando lealtad a Daesh (Estado Islámico) y a grupos yihadistas salafistas, y han participado en matanzas colectivas, sin el menor cargo de conciencia.

La crisis es más grande, más profunda y más peligrosa que un mero ajuste del régimen de Al Assad. Este es el resultado de una enfermedad producida por el propio estado, con una concentración de poder tan intensa como para producir dichos resultados. El estado no se ajusta a la realidad natural, pluralista y participativa propia de las sociedades humanas, limitándose a visiones fuera de enfoque que deifican el unilateralismo.  La negación, exclusión, dominación, la esclavitud y la injusticia fueron y son creados por los Estados, por las dictaduras, y por los sistemas fascistas o semi-fascistas. Como resultado de ello, la situación de Siria se dirige hacia la explosión y el caos.

No es posible proyectar una visión de futuro viable para Siria sin tener en cuenta la historia y el contexto geo-político de la región. Así que primero debemos limpiar los escombros y en lugar de centrarnos en los estragos producto de las posturas autoritaristas y sus paradigmas, debemos buscar una teoría integradora que encarne el espíritu de nuestra época, que proporcione de una manera efectiva la participación de todos los pueblos de la región y su diversidad, incluso de grupos pequeños e individuos, con el fin de construir, proteger y desarrollar un nuevo sistema democrático.

Grupos constituyentes de Siria

Los estados de Oriente Medio se formaron como una reproducción de la experiencia europea, que impuso su modelo unificado en la región apoyándose en una ideología de Estado-Nación  que ostentaba la prepotencia y la negación en su epicentro. Ellos adoptaron métodos amorales, para servir a los intereses de grupos particulares a costa de la sociedad en su conjunto. Como resultado, las sociedades de Oriente Medio se han convertido en grupos susceptibles de manipulación y distorsión. Fue eliminada la coexistencia pacífica y positiva, basada en el pluralismo, que había prevaleció durante siglos en la región.

Entre los pueblos constituyentes de una sociedad, la dominación de uno sobre el otro es un insulto a la coexistencia natural. Los pueblos constituyentes de la sociedad siria son árabes, kurdos, armenios, sirios, caldeos, asirios,  turcomanos, chechenos, y circasianos. Todos son genuinamente nativos en esta tierra, todos participaron en la creación de la historia y la cultura de la región, y todo ello contribuye al equilibrio social. Durante muchos siglos se entremezclaron costumbres, clanes, tribus y diversos grupos humanos a veces en conflicto contínuo pero cohesionados en la lucha contra los invasores colonialistas. Juntos crearon un mosaico de civilizaciones, Siria está llena de una genuina diversidad cultural.

Para entender las relaciones entre dichos pueblos constituyentes, debemos sondear la historia del país, incluso sus primeras comunidades humanas. Durante miles de años de la historia antigua, dichos grupos lograron desarrollarse y progresar, mucho antes de la existencia de una organización estatal. Aquel acontecimiento de la historia natural del hombre es lo que llamamos la “revolución agrícola”.

En estas tierras nacieron multitud de religiones, culturas, idiomas, alfabetos, bajo las civilizaciones de los sumerios y acadios, asirios, medos, mitanni, hurritas y fenicios.  Mesopotamia fue una civilización creativa, y como resultado de su magnificiencia y originalidad han sobrevivido los mitos y leyendas. Miles de años de convivencia entre estos pueblos crearon una relación social armoniosa, lejos de la explotación y la subyugación que imponen los sistemas autoritarios.

La diversidad de Siria también se extendió hacia la costa, donde los pueblos pudieron comunicarse y mezclarse con otros allende los mares. No existían fronteras entre los pueblos, y sí eran capaces de aceptar una unidad integradora capaz de aceptar la diversidad, tanto dentro como fuera.  Sin duda, la imagen de Siria no siempre fue pacífica. Sufrió guerras, conflictos e invasiones que a menudo dejaron heridas que tardaron mucho tiempo en sanar. Sin embargo la característica principal fue la vida basada en la integración y la hermandad de los pueblos.

Relaciones entre los pueblos constituyentes

Las profundas relaciones interculturales e interétnicas de Siria son tan antiguas como la historia misma. Comenzaron con las primeras migraciones de las tribus y los grupos semitas de la Península Arábiga hacia Irak; se propagaron  a través de los ríos Tigris y Eufrates y se asentaron en las llanuras de Mesopotamia. Más tarde las invasiones árabes islámicas en las zonas kurdas causaron un punto de inflexión: las políticas islámicas fueron reguladas e implementadas a nivel nacional, aunque los kurdos se mantuvieron distantes de este enfoque, manteniéndose fiel a su fe.

A causa de sus riquezas materiales y ubicación estratégica, Siria siempre ha sido objeto de las ambiciones invasoras, por lo que las  sucesivas migraciones de invasores expusieron a estas tierras a la inestabilidad, al caos, la destrucción, el robo y el pillaje. Por otro lado dichas migraciones  también proporcionaron profundos efectos en el legado cultural y religioso. Las relaciones que se desarrollaron entre kurdos y árabes, con la expansión del Islam, se fundaron sobre la base de la tolerancia y la fraternidad, que difieren de las etapas chovinistas posteriores de la historia de Siria.  El Imperio Otomano no negó la existencia de los diferentes pueblos, tribus y clanes; En cambio, aceptó el pluralismo, incluso en el nombre del califato. El imperio jugó un papel importante en la historia de la coexistencia pacífica entre árabes y kurdos, sobre todo porque la mayoría de los kurdos se convirtieron al Islam. Esta convergencia ha tenido un impacto positivo en las relaciones entre kurdos y otros pueblos, incluyendo a los cristianos y grupos de otras religiones y sectas. Esas relaciones positivas continuaron durante la época del mandato francés y las luchas contra la ocupación colonial. Y continuaron después de la independencia de 1946, cuando los kurdos jugaron un papel crucial en la liberación y el desarrollo temprano del moderno estado sirio, hasta que el partido Baath tomó el timón e impuso su pensamiento unilateral, nacional-chovinista.

Ese régimen racista, negacionista, represivo, adoptó políticas y proyectos machistas, que durante medio siglo dieron lugar a severos problemas de convivencia, y levantamientos. Importaron la cultura de la negación del otro, alejadas de los conceptos originales del pueblo sirio. Se negó y se excluyó a los kurdos y restos de minorías. Dichas políticas nunca penetraron en las profundidades de la sociedad, en cambio permanecieron confinadas en la política y regímenes autoritarios. Ellos nunca rompieron el tejido de la sociedad siria, no destruyeron la cultura de la convivencia pacífica.

Kurdos, sirios, caldeos, asirios, armenios, chechenos, y turkmenos comparten un hogar común en Siria, y sus relaciones pacíficas se extienden mucho más atrás en la historia. Muchos factores contribuyeron a la consolidación de estas relaciones y al espíritu de entendimiento y convivencia, pese a que el poder trataba constantemente de difundir el espíritu de división y fomentar la hostilidad entre ellos.

La crisis actual

Después de que Siria obtuviera su independencia a raíz de la Segunda Guerra Mundial, disfrutó de un breve período de prosperidad política caracterizada por la diversidad y el pluralismo facilitado por el elemento de la democracia. Tal vez el proceso de consecución de la independencia tuvo efectos que aún persisten, así el nombre de “República de Siria” llegó hasta nuestros días en reconocimiento de la diversidad nacional, religiosa y cultural.

Sin embargo, este período  relativamente democrático sólo duró una década y terminó cuando las tendencias arabistas nacionalistas surgieron en Siria y en Egipto. El proceso culminó en 1958 con la unión entre los dos países, tras lo cual las libertades comenzaron a mermar y terminó la relativa democracia del estado. Cuando dichas políticas nacionalistas comenzaron a jugar su papel la sociedad comenzó a desvanecerse. La República Siria pasó a llamarse República Árabe Siria, como una declaración explícita del nacionalismo de estado y de la negación y exclusión de los demás pueblos constituyentes. Unos años más tarde el Partido Baath tomó el poder y la libertad comenzó a retroceder hasta que fue estrangulada por completo.

En todos los frentes se iniciaron proyectos raciales, medidas arbitrarias excepcionales, persecuciones y coerciones contra los kurdos y demás grupos constituyentes de Siria. Fue declarado un estado de emergencia que duró medio siglo. Se paralizó la vida política y la democracia. Siria llegó a parecerse a una enorme prisión de pueblos confinados, sin libertad  donde no se respetaban los derechos ni los valores humanos.

Comenzaron a surgir movimientos sociales que demandaban cambios revolucionarios, pero a medida que se desarrollaba la crisis, los movimientos populares en Siria demostraron carecer del liderazgo efectivo para liderar una transformación democrática. Las razones son numerosas: carecían de una adecuada comprensión de la realidad de Siria y carecían de visión de futuro. No pudieron confiar en su propio poder, y permitieron que intervinieran países extranjeros. Siria se convirtió en una arena de intervenciones sin fin, en la que las potencias extranjeras defendían sus propios intereses estratégicos. Como resultado, los movimientos radicales islámicos  crecieron hasta que se hicieron con el control de las fuerzas de la oposición frágiles y desorganizadas, empezando por Al-Qaeda y Jabhat Al-Nusra y continuando con Daish (Estado Islámico). Esta más peligrosa de todas las organizaciones terroristas radicales, está luchando ahora en una guerra sangrienta en nombre del Islam contra los valores humanos contemporáneos. El fracaso de la oposición para abordar las cuestiones de los pueblos constituyentes de Siria es una de las razones que empujaron al ascenso del yihadismo radical.

El régimen tomó ventaja estratégica de la debilidad política y militar de la oposición para imponer una elección: o se apoya el régimen, o al caos . La única excepción se produjo en Rojava, que declaró desde el principio que estaba junto a su revolución forjando su propio camino. Los últimos desarrollos en el ámbito de Siria han demostrado la exactitud de este enfoque democrático y pacífico.

La Solución Democrática

Teniendo en cuenta la enorme cantidad de problemas complejos a los que nos enfrentamos en  Siria se requiere de una solución radical que aborde no sólo los síntomas sino también las causas. De hecho, esta solución es la democratización integral de Siria, una en la que todos los pueblos constituyentes obtengan todos sus derechos y tengan  libertad para desarrollar y producir una Siria capaz de convertirse en un hogar donde todo el mundo participe y disfrute de su riqueza. Una democratización integral que tocaría todos los aspectos de la vida, es un proceso complejo que requiere de tiempo y esfuerzo. Nadie posee una varita mágica para lograrlo al instante, pero sí podemos definir los principios básicos de un modelo de convivencia. Por encima de todo destacamos que el modelo de Estado-Nación es una trampa mortal para los pueblos y comunidades de Siria. Dicha arquitectura política debe ser superada y reemplazada por el modelo de Nación Democrática, en aras a apoyar el pluralismo y la convivencia.

La nación democrática es capaz de contener libremente estos elementos en toda su diversidad cultural, su promoción hacia el desarrollo, y reconocer su existencia y sus derechos a la supervivencia. Pensar a nivel nacional, religiosa o doctrinalmente y tratar de imponer el unilateralismo nos bloqueará y nos llevará a un punto cero. La solución debe residir en convertir a Siria en una entidad común para todos los pueblos que la componen, salvando a todos juntos porque ninguno de los pueblos constituyentes será libre si está subyugado a cualquier otro.

Si estamos afirmando que Siria es una nación, en un concepto nuevo y moderno, entonces ¿cuál es su nacionalidad? Su nacionalidad no es étnica, religiosa, económica, cultural o lingüística. Más bien, Siria se convertirá en una nación de multinacional democrática,  basada en los fundamentos de la democracia, las libertades y la convivencia de todos los pueblos que la componen, que construya un terreno apropiado para el surgimiento de la persona y el ciudadano libre. Dicha solución que proponemos da tanto al individuo como a la comunidad la posibilidad de la evolución mental.

Fundamentos de la Solución Democrática

La autoadministración democrática es la expresión tangible de la solución democrática en el contexto de la solución de todas las cuestiones étnicas, incluida la cuestión kurda. El enfoque tradicional trataba de obtener una participación en el Estado sirio o formar estados étnicos semi-independientes, o crear un Estado federal o confederación. Sin embargo, la primera demanda de una Siria democrática es que reconozca los derechos de todos los grupos étnicos y religiosos para que se auto-gestionen ellos mismos de acuerdo a su propia voluntad, y para noponer ningún obstáculo en el camino de convertirse en una sociedad democrática nacional. La democracia debe afirmarse en el derecho a la libre autodeterminación de los pueblos.

La democracia y el Estado pueden desempeñar sus funciones bajo el mismo techo político y la constitución democrática establecerá los límites entre sus esferas de influencia. Si el estado que posee el poder está realmente comprometido con la democracia, no deberá obstaculizar o imponer una prohibición sobre la formación de una sociedad democrática.

Estas son las bases de la nueva solución democrática:

Fundamentos Sociales

En el marco del Estado-nación, el autoritarismo paralizó al movimiento social y su evolución. Pero también marginó tanto a la comunidad como al individuo, reduciendo sus actividades de manera tan significativa que se enfrenta a la desaparición y a la “muerte” como si de un cáncer social se tratara.

En cuanto a la mujer, la esclava más antigua, la modernidad se se convirtió en una trampa. Durante la época del régimen, la mujer fue elegida como “un trabajador libre” en la posición de “ama de casa”, en la parte superior del pelotón de trabajo. Ella se convirtió en una máquina que produce nuevas generaciones para el régimen existente. Y como la corona de la industria es la publicidad, la mujer se convirtió en la “la reina de las materias primas.” Ella fue relegada a una herramienta de placer usada ilimitadamente por todos los poderes autoritarios, desde el gran déspota hasta el pequeño”emperador” dentro de la familia.  La vida social en la sociedad siria actual consta de ancianos que se han convertido en niños, y mujeres que han perdido  su voluntad. Y la familia, una de las instituciones más antiguas y prestigiosas de la sociedad, ha sufrido una completa disolución.

Por el contrario, la solución democrática comprende el principio de que la libertad de la mujer es la libertad de la sociedad y que la libertad de las mujeres es la garantía de todas las demás libertades. La construcción de una Siria democrática requiere la liberación del concepto de  autoridad del Estado central, que le ha llevado al borde de la destrucción, y la democratización de la estructura social. Las relaciones sociales son la premisa original, por lo que debemos corregir la situación, el estado, y el papel de la mujer en la sociedad mediante el desarrollo de los mecanismos de participación en las diversas esferas de la vida. Sólo entonces podremos configurar una situación basada en una cultura de igualdad dentro de la comunidad.

La intimidad ha sido saboteada en todos los aspectos de la sociedad siria, desde la unidad social más pequeña hasta la familia y la sociedad en su conjunto. Hay que respetar las idiosincrasias de todos los pueblos constituyentes con sus características culturales y nacionales. Este respeto puede garantizar verdaderamente la continuidad de las sociedades relativamente independientes, una vez liberados de la presión de las autoridades gobernantes, y evitar que se hundan de nuevo en el pantano de una sola identidad, base de la discriminación. La sociedad siria, debe respetar la multiplicidad de identidades y afiliaciones sociales de todos los pueblos que la componen, así como su identidad social. Esto allanará el camino para el logro de las bases más importantes de la solución democrática.

Aquí también aparecen los derechos de las personas y los ciudadanos libres. Los niños, los ancianos y las personas con necesidades especiales deben recibir, en esta nueva casa, lo que necesitan para convertirse en ciudadanos libres, capaces de producir e innovar en todos los aspectos de la vida. Los pueblos constituyentes representan un componente básico de la sociedad siria en su conjunto. Por lo tanto, tenemos que preservar y proteger sus comunidades, que durante mucho tiempo sufrieron la opresión, la injusticia, el genocidio y la explotación.

La protección de la estructura social de los pueblos constituyentes árabes, kurdos, sirios, asirios, turcomanos, y chechenos, musulmanes,  cristianos, yazidis, drusos y alauitas, es  una de las tareas más importantes que pueden derivar en una solución democrática . Cada uno de los pueblos que la componen deben convertirse en parte de una familia perteneciente a una sociedad democrática, porque sólo una sociedad es capaz de garantizar la existencia de estas comunidades. La condición previa para lograr su integración existencial, mental e institucional permanente en la sociedad es crear a un ciudadano libre. Un individuo libre que sea capaz de ejercer su libertad en un entorno político y social democrático, independientemente del grupo al que pertenezca. En el marco de una Siria democrática el individuo se convierte en un ciudadano constitucional. Así cada pueblo constituyente preservará su identidad social en el marco de la ciudadanía constitucional.En la nación democrática, serán garantizados esos derechos en una constitución, que incluirá el derecho a la independencia semi-democrática.

Fundamentos Políticos

Ninguna entidad social puede existir sin tener su propia administración. En Siria hay que prever la diversidad cultural de los pueblos constituyentes en todos los niveles y en todas las direcciones, reservándose el Estado sirio como una realidad “especial”. Debemos destacar una especie de independencia y libertad para todos los pueblos, identidades y afiliaciones conservando la entidad central democrática. Esto sólo es posible a través de una combinación de centralización y descentralización, porque Siria es el país de los pueblos constituyentes, todos los cuales deben ser autorizados a disfrutar plenamente de sus derechos.

Reafirmamos la necesidad de una fórmula de compromiso que (1) reúna a las partes y al todo, y sin embargo (2) garantice los derechos de las partes, y (3) que mantenga la unidad de la sociedad siria como un todo. El papel del centro debe ser en beneficio de las partes, y los poderes de las autoridades centrales debe ser reducido a favor de la auto-administración local.

La transformación de la estructura política de Siria podría ocurrir a través de cualquier reforma o revolución. En ambos casos, vamos a estar en la vanguardia de una estructura esencial que una a los diversos pueblos constituyentes que componen Siria en su conjunto. En otras palabras, la centralización se solapará con la descentralización, lo que permita a los pueblos constituyentes aparecer, fortalecer sus identidades, y expresarse.

Sin duda, las nuevas divisiones administrativas deben ser proporcionales a la distribución de los pueblos e identidades constitutivas. En cada uno, cada parte se representará mediante la auto-administración. La descentralización garantiza tanto la centralización y la vida común, porque la ciudadanía común será una expresión mental y práctica de la libre administración de todos los miembros de cualquier grupo. Sobre esta base, Siria se convertirá en el hogar para todos sus pueblos a pesar de sus diferencias; que abarcará todo el mundo y representará a todos.

El nombre más apropiado para esta “casa”, teniendo en cuenta que el sistema republicano es el más cercano a la democracia, sería “la República de Siria” o “la República Democrática de Siria”, en la que la Constitución identifica los derechos y deberes de todos pueblos constituyentes.

Fundamentos Económicos

Muchos estados-nación, incluida Siria, llevaron a cabo el saqueo y la explotación bajo las consignas nacionalistas. Todas las instituciones económicas, políticas y sociales se han desarrollado para justificar el saqueo y para dar legalidad al tirano de continuar para proteger sus propios intereses. La ocupación económica es el tipo más grave de ocupación y la que mayormente socava y fragmenta. Por lo tanto, el cautiverio económico se convierte en la forma más mortal de negación de la identidad y privación de libertad.

El sistema económico de la nación democrática y la autoadministración Democrática detiene esta práctica bárbara y trabaja para restablecer el control de la comunidad sobre la economía, y en los niveles más bajos de conciliar los las autoadministraciones. Así que la economía semi-independiente básicamente trabaja bajo la industria ecológica y la economía comunal como un reflejo de democracia plena.

La economía semi-independiente acepta a los mercados y el comercio, pero no permite que la economía alcance el beneficio para la acumulación de capitales. Sobre la base del colonialismo económico, las leyes actuales del gobierno frenan la creatividad económica y a la ecología. Hay necesidad  de una base jurídica que favorezca una economía semi-independiente  y una dinámica que favorezca el  desarrollo del mercado laboral local.

Fundamentos Legales

La Ley democrática se basa en la diversidad, que sin embargo rara vez recurre a disposiciones jurídicas y se caracteriza por estructuras simples. A lo largo de la historia, el Estado-nación ha dado forma a un procedimiento judicial, debido a su participación en cada detalle de la sociedad. Se ha tratado de eliminar la figura de la comunidad moral y política, a pesar de que las sociedades antiguas resolvían una gran parte de sus problemas a través de dichas comunidades.

Los derechos se originaron en la vida social,  las costumbres, los valores y la moral, pero con el tiempo el estado, tal como surgió, trató de aumentar su influencia y controlar los valores de la sociedad. A tal fin, se promulgaron leyes y constituciones que adaptaron a sus intereses en cada etapa. La ley se convirtió en una forma de proteger a las figuras y a las instituciones del Estado, para que puedieran continuar saqueando, y para dar legitimidad a sus prácticas. Los tribunales,  leyes, y decretos especiales afectaron en todos los aspectos de la vida, convirtiéndose en herramientas para reprimir, matar, saquear, y negar a pueblos enteros. El Estado se embarcó en proyectos racistas y ejecutó masacres bajo el amparo de la  Constitución y de las leyes.

En la solución democrática, la nación democrática se basa en la moral social más que en la ley estatal. Satisface la necesidad de desarrollar organizaciones legales y organiza la comunidad de acuerdo con las normas éticas en la aplicación  de los derechos y constituciones.

Fundamentos de Autodefensa

Todo organismo vivo posee un mecanismo de autodefensa.

Entre los seres humanos, con el desarrollo de la civilización, la emergencia de los países, y el crecimiento de los conflictos, surgió la necesidad de organizar unidades de defensa en forma de tropas y ejércitos. Todas las leyes y tratados legitimaron el derecho a la auto defensa, pero la tarea de defender a la comunidad internacional se ha convertido a menudo en un instrumento de represión, que los regímenes autoritarios han utilizado para apoyar y consolidar sus políticas e intereses, tanto externa como internamente.

Así, la defensa propia que depende de la activación de la comunidad no tiene por qué esperar  la aprobación del estado, su apoyo y  orientación. En la solución democrática, la constitución democrática organizará el trabajo de las autoridades de defensa. En el interior del país, la sociedad debe construir instituciones de la propia comunidad y de la sociedad civil en todos los ámbitos.

Se necesita una estructura organizativa en todos estos niveles para que la sociedad pueda defender sus derechos esenciales. En la nación democrática, todas las organizaciones de la sociedad civil, como medio de protección y desarrollo, organizará las instituciones de defensa, incluidas las fuerzas militares y de seguridad, de acuerdo con el formato establecido por la patria democrática, que queremos construir.

El sistema va a defender a la nación en su conjunto, representada por el Estado y las instituciones públicas pertinentes. Aquí, es necesario regular la relación entre las instituciones del Estado, en la medida que son nacionales, y las instituciones locales descentralizadas de Siria. Siria debe ser dividida administrativamente, y cada provincia o región administrativa puede y debe formar sus propias fuerzas. Pero lo hará sin poner en peligro la unidad de la patria y su centralidad; en un nivel, la centralización y la descentralización se fusionarán armoniosamente.

Fundamentos Culturales

La cultura es una de las bases más importantes de la democracia; de hecho, la propia democracia es una cuestión cultural, que impregna todos los aspectos de la vida comunitaria y la definición de su carácter general. La cultura es la situación espiritual y moral de la comunidad. Al igual que todos los demás fenómenos, influye y es influenciada por los acontecimientos pero siempre configura activamente la dirección general de la comunidad. Así, los sistemas políticos han trabajado duro para penetrar en el sistema cultural para moldearla de acuerdo a sus intereses. Siria es la cuna de culturas, de hecho, es una tierra de numerosas culturas constructivas. Las culturas y las lenguas varían maravillosamente con la multiplicidad de los pueblos. La cultura de Siria se ha convertido en una cultura compuesta de muchas lenguas y culturas en toda su profundidad histórica y geográfica.

La nueva Siria debe ser capaz de abrazar esta diversidad, que se debe desarrollar en espacios libres que protejan el legado existente y permita su desarrollo e integración en la democracia. Se debe rechazar todo tipo de chovinismo cultural, intolerancia lingüística, religiosa y étnica, y sustituirlo por el respeto cultural común.

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