Los niños apátridas de Siria se enfrentan a un futuro incierto

INTRODUCCIÓN:

Los niños apátridas son un dilema a largo plazo causado por los grupos extremistas en Siria. En al-Hol, el campamento de al-Roj y otras zonas del noreste de Siria, además de Idlib, en el noroeste del país, miles de niños han nacido apátridas de padres extranjeros o, al menos, de padres extranjeros que entraron ilegalmente en Siria.

Estos extranjeros se dirigieron a Siria a partir de 2012 con los ojos puestos en la yihad. Se unieron a diferentes grupos extremistas y tomaron extraoficialmente esposas o maridos.

Este fenómeno creó el problema de los niños apátridas y les privó de sus derechos legales a la educación, la atención sanitaria y la libertad de circulación, entre otros. Además, estos niños viven en un ambiente extremo y en condiciones calamitosas que les abocan a un futuro peligroso y desconocido.

Las organizaciones internacionales utilizan muchos términos para describir a las personas a las que ningún Estado concede la ciudadanía y no tienen identificación, como Apátridas, Invisibles y Más Vulnerables y Perseguidos, así como otros términos que explican el grado de vulnerabilidad de este grupo en la comunidad de acogida.

Este informe publicado por el Departamento de Documentación y Seguimiento de North Press aborda la cuestión de los niños apátridas nacidos de padres que se unieron o conectaron con grupos extremistas para arrojar luz sobre un dilema que presagia un futuro catastrófico para estos niños y la trágica situación actual en la que viven. El informe incluye testimonios de madres sirias de estos niños que fueron entrevistadas, además de fuentes de seguridad, administrativas y de derechos humanos.

Entrevistamos a 13 personas, y cabe mencionar que todos los nombres que figuran en el informe son seudónimos por motivos de seguridad.

NORESTE DE SIRIA

«Me obligaron a mentir y a fingir que el padre de mi hija es sirio para poder sacarla conmigo del campo de al-Hol», dijo Fátima, una mujer de unos 30 años originaria de Raqqa, la antigua capital del Califato de Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés) en el norte de Siria.

Fátima fue casada a la fuerza por su padre con un militante marroquí de ISIS, pero este la abandonó tras dar a luz a una niña con un defecto congénito.

«Hablar con ustedes hoy es un riesgo porque cambié la identidad de mi hija. Me arrepiento de haberme casado con un militante de ISIS. Destruí el futuro de mi hija con discapacidad y el mío», añadió.

Fátima tuvo que falsificar el certificado de nacimiento de su hija como nacida de padres sirios para poder inscribirla en organizaciones humanitarias que la trataran y cuidaran.

Por otra parte, Khadija, que también procede de Raqqa, se casó con un militante estadounidense de ISIS y tuvo dos hijas con él. Aún se desconoce su destino.

Khadija abandonó el campo de al-Hol hace dos años gracias a las garantías de las tribus locales. Tuvo que cambiar los documentos de identidad de sus hijas para que no permanecieran en el campo de al-Hol, que dista mucho de ser un lugar adecuado para los niños.

«Mis hijas son inocentes. Quiero que vayan a la escuela como sus compañeras», declaró a North Press.

«Puedo moverme fácilmente por la región porque tengo documentos de identidad que prueban mi ciudadanía siria, pero tuve problemas cuando quise matricular a mis hijas en una escuela. No tengo libro de familia ni certificado de matrimonio ni ningún documento de identidad que demuestre que mis hijas son realmente mías», añadió.

La situación de Aysha no es muy diferente. Estuvo casada con un militante saudí de ISIS y tuvo dos hijos. «Mi casa está cerca de la escuela. Todos los días mi hija me pregunta: ‘¿por qué no puedo ir a la escuela? He intentado muchas veces convencer a los profesores de que la admitieran en la escuela sin documentos de identidad, pero se han negado», dijo.

«No sé leer ni escribir, así que no puedo enseñarle en casa. Mi vida se ha arruinado, pero mis hijos no tienen culpa de eso», añadió.

La comunidad local no acepta a las mujeres que abandonaron el campamento de al-Hol ni a sus hijos, donde sufren acoso. Mientras tanto, las mujeres extranjeras siguen en el campamento con sus hijos menores de 12 años. Los niños mayores de 12 años son separados de sus madres y llevados a centros de rehabilitación para mantenerlos alejados del ambiente extremo del campamento y protegerlos de los abusos físicos y sexuales de las mujeres de ISIS que aún creen en la ideología del grupo.

Aunque han pasado cinco años desde que las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF), con el apoyo de la Coalición Mundial liderada por Estados Unidos, eliminaron a ISIS en la ciudad de Baghouz, en Deir ez-Zor, es imposible conceder a los niños de ISIS documentos de identidad. La misión más difícil es identificar la verdadera nacionalidad de los niños, ya que las madres se casaron con más de una persona y de distintas nacionalidades, por no mencionar que los padres están muertos o detenidos o abandonaron a sus hijos.

NOROESTE DE SIRIA

«Después de que mataran a mi marido francés, del que sólo sabía su apodo, me quedé con mis hijos en un campamento para viudas en Idlib, enfrentándome a duras condiciones económicas y de vida», cuenta Sirin, una mujer de unos 30 años de la ciudad de Harem, en el norte de la gobernación de Idlib. Se queja de cómo su marido se marchó sin dejarle dinero ni siquiera un lugar donde alojarse o información sobre el linaje de sus hijos.

La obligaron a casarse con un yihadista francés conocido como Abu Baraa al-Muhajer, combatiente en las filas de un grupo islámico de Idlib. Estuvo casada con él durante cinco años y tuvo tres hijos hasta que lo mataron en una batalla en los alrededores de Hama.

Los hijos de Sirin no tienen nacionalidad, lo que les dificulta recibir ayuda de las ONG que exigen presentar documentos de identidad. Además, el Gobierno de Salvación afiliado a Hayat Tahrir al-Sham (HTS, antiguo Frente al-Nusra) se niega a expedir documentos de identidad para los niños porque «no hay identificación del padre».

Sirin consiguió falsificar los documentos de nacionalidad de sus hijos para hacerles la vida más fácil después de sufrir durante tanto tiempo.

Sara, también de Idlib, fue abandonada por su marido tunecino cuando estaba embarazada de siete meses y se marchó de Idlib a Turquía, según declaró a North Press: «Un año y medio después de casarnos, me dejó con la excusa de tener un asunto privado en Turquía».

Y añadió: «Me ofrecí a ir con él, pero se negó y no ha vuelto desde entonces».

Un jeque la casó con el militante tunecino sin registrar el matrimonio en los tribunales locales. Ahora su hijo de un año y medio no tiene documentos de identidad que prueben que es hijo suyo.

Sara y su hijo viven en casa de sus padres, que a diferencia de otras familias aceptaron el regreso de su hija, pero su hijo no tiene documentos de identidad oficiales.

Es muy difícil inscribir a su hijo con el apellido de su padre para que pueda tener derecho a una educación y a una vida mejor.

Muhammad, periodista de Idlib, informa que «la mayoría de los hijos de militantes extranjeros no están incluidos en el plan educativo impuesto por el Ministerio de Educación afiliado al Gobierno de Salvación».

Según el periodista, a estos niños se les enseña el Corán en las mezquitas donde viven.

Explica que la mayoría de ellos viven en duras condiciones económicas y de vida. A menudo, los chicos son objeto de explotación y reclutamiento forzoso. A las niñas las casan menores de edad y son más propensas a sufrir abusos sexuales, sobre todo las que viven en campamentos.

ESTADÍSTICAS

Según una estadística del Departamento de Documentación y Seguimiento, el número de niñ@s apátridas presentes en los campos del noreste de Siria supera los 7.000.

300 niñ@s sirios nacidos de padres no sirios abandonaron el campo de al-Hol y se distribuyeron de la siguiente manera: 30 niñ@s en Raqqa, 20 en Tabqa y unos 200 en Deir ez-Zor, mientras que en Hasakah los Comités de Resolución de Conflictos, afiliados a la Administración Autónoma del Norte y Este de Siria (AANES), aún no han llegado a elaborar una estadística.

Mientras tanto, la Junta de Asuntos Sociales afiliada al HTS en Idlib ha especulado con la presencia de más de 5.000 niñ@s apátridas en sus regiones.

Nuestro departamento obtuvo documentos secretos de la Oficina de Asuntos de Combatientes Extranjeros afiliada al HTS que confirman la presencia de hombres y mujeres extranjeros que se han unido a facciones extremistas en el noroeste de Siria, lo que significa que el número de niñ@s apátridas es cada vez mayor.

Según la estadística obtenida de la Oficina de Asuntos de los Combatientes Extranjeros, hay más de 2.500 militantes en las filas de HTS, además de otros más de 2.000 en otras facciones. Estos militantes tienen distintas nacionalidades y proceden de Europa, Rusia, Chechenia, Pakistán, Irán, el norte de África y varios países árabes.

La estadística muestra que en Idlib hay unas 900 mujeres extranjeras. Algunas de ellas son viudas y se han casado con militantes y dirigentes sirios porque no podían regresar a su país de origen.

Según una fuente del Aparato General de Seguridad de HTS, la cuestión de los militantes extranjeros en Idlib es una de las cartas de negociación más importantes que tiene HTS para determinar el destino de la región en coordinación con las autoridades turcas.

En cuanto a l@s niñ@s apátridas de Idlib, no hay indicios de solución para este dilema, ya que se desconoce la verdadera identidad de los padres no sirios, por lo que los niñ@s pierden sus derechos y quedan expuestos a abusos sexuales y físicos.

PERSPECTIVA LEGAL

Según la legislación siria, las leyes de ciudadanía siria no se aplican a l@s hij@s de militantes extranjeros, ya que est@s niñ@s se consideran hij@s de filiación desconocida, además de carecer de contrato matrimonial, libro de familia o cualquier documento que confirme la identidad del padre.

El abogado sirio Khaled Omar explica que, según la ley de ciudadanía siria, l@s niñ@s de madre siria y padre extranjero tienen derecho a la ciudadanía siria si nacen en Siria. Sin embargo, los casos de niños similares a los mencionados en el informe no pueden obtener la ciudadanía.

«No se trata de un permiso legal. Es una cuestión política más que jurídica. En otras palabras, conceder la ciudadanía a est@s niñ@s requiere estabilidad militar, política y administrativa, y resolver esta cuestión depende principalmente de que se resuelva la crisis siria en su conjunto. Pero como solución temporal, se puede promulgar una ley para organizar sus asuntos civiles hasta que se alcance una solución definitiva para la cuestión», añadió.

Est@s niñ@s se consideran víctimas de grupos extremistas, y tienen derecho a tener una nacionalidad, que es un derecho humano fundamental. Además, el derecho internacional humanitario establece que el derecho de los países a decidir quiénes son sus nacionales no es absoluto, y deben cumplir especialmente sus obligaciones con los derechos humanos sobre la concesión o revocación de la ciudadanía.

Según la Convención sobre los Derechos del Niño, tod@ niñ@ tiene derecho a una nacionalidad aunque sea apátrida, y el artículo 8 de la Convención prevé «asistencia y protección apropiadas, con miras al pronto restablecimiento de su identidad».

RECOMENDACIONES:

• El gobierno sirio, AANES y HTS deben conceder a est@s niñ@s documentos civiles.
• Todas las partes en conflicto en Siria no deben explotar a est@s niñ@s ni someterlos a ningún daño físico o psicológico.
• Todas las partes en el conflicto en Siria, así como los Estados con nacionales en Siria, deben apoyar su regreso seguro y voluntario a sus países de origen y garantizar su integración en la comunidad.
• Todas las partes en el conflicto en Siria y las oficinas de las Naciones Unidas deben proteger los derechos de est@s niñ@s y garantizarles una vida segura y digna.
• El Consejo de Seguridad de la ONU debe esforzarse con las partes pertinentes para resolver la cuestión de l@s niñ@s apátridas.