Liberación de Kobane: autodefensa de un pueblo organizado y armado
The Baluchistan Post – International Commune of Rojava – 25 enero 2025 – Traducido y editado por Rojava Azadi Madrid
El 26 de enero de 2025 se cumple el décimo aniversario de la victoria en Kobanê. Tras 134 días de resistencia, Kobanê se convirtió en el símbolo de la resistencia contra el Estado Islámico [ISIS]. Cuando comenzó la ofensiva de ISIS contra la pequeña ciudad, que fue uno de los puntos de partida de la Revolución de Rojava en 2012, el mundo entero se hizo eco de repente de la lucha kurda. Una ola de solidaridad internacional traspasó las fronteras nacionales de una forma que nadie habría creído posible antes.
En 2014, la revolución en Rojava era aún joven. Solo habían pasado dos años desde que en la madrugada del 19 de julio de 2012 se declarara la autonomía en tres ciudades del norte de Siria y se expulsara a las tropas del régimen de Assad. Sin embargo, esto solo fue posible gracias al alto nivel de organización que ya se había creado entre la población para entonces. Las estructuras de autodefensa social, que fueron capaces de asegurar el control territorial sobre las zonas liberadas y protegerlas de los ataques de otras fuerzas, desempeñaron un papel importante en ello. Al igual que el estallido de la guerra civil siria creó oportunidades para las fuerzas revolucionarias, las milicias islamistas y las fuerzas regionales e imperialistas también intentaron explotar el vacío de poder resultante.
Al poco tiempo, la revolución tuvo que demostrar su capacidad defensiva y rechazar los ataques de Al Qaeda siria. Gracias a la resistencia de la población y a su organización en fuerzas de autodefensa, estos fueron repelidos con éxito y se afirmó la libertad recién conquistada. Con la fundación del Estado Islámico en Irak en 2014 y la proclamación del califato, se abrió un nuevo capítulo oscuro en Oriente Próximo. Ciudades con millones de habitantes, como Mosul, fueron invadidas en una sola noche, y el número de yihadistas crecía con cada pueblo y ciudad que tomaban. Las imágenes de las atrocidades cometidas por ISIS conmocionaron entonces a Oriente Próximo y al mundo entero. Las decapitaciones de civiles y soldados capturados avivaron el miedo hasta tal punto que parecía que nadie podía detener el avance de ISIS.
Después de que el ISIS se extendiera de Irak a Siria en 2014 y se hiciera rápidamente con el control de amplias zonas del país, reunió todas sus fuerzas para el ataque contra la pequeña ciudad kurda de Kobanê, situada en la frontera sirio-turca. Ahora se sabe que este ataque se llevó a cabo como resultado de un acuerdo entre ISIS y el Estado turco.
El ataque contra Kobanê comenzó el 13 de septiembre de 2014, con los islamistas avanzando desde tres direcciones con tanques y artillería pesada. La toma de Kobanê pretendía impedir que las zonas de la revolución en el noreste de Siria crecieran juntas, y asegurar el suministro de armas y combatientes mediante la captura de los pasos fronterizos con Turquía. A partir de 2014, islamistas de varios países comenzaron a unirse a ISIS y a entrar en Siria a través de Turquía. Al suministrar armas a los yihadistas, Turquía pretendía garantizar el aplastamiento de la revolución en las regiones kurdas.
En pocos días, 300 pueblos de la región fueron tomados por los islamistas, y cientos de personas que no consiguieron huir fueron asesinadas de forma inhumana. El 5 de octubre de 2014, la combatiente Arîn Mîrkan se inmoló en la estratégica colina de Miştenur, frente a las puertas de la ciudad. Con su acción, abrió profundos agujeros en las filas de los islamistas y envió una señal a los pocos miles de luchadores por la libertad de la ciudad, así como a todos los pueblos del mundo: ¡Kobanê no caerá!
«Las imágenes de Şehîd Arîn Mîrkan siguen claras en mi mente. Ella se inmoló para detener el avance del EI. Otros amigos también se sacrificaron junto a ella».
– Rûbar, comandante en Kobane.
Tras su acción, quedó claro que no se retirarían frente a ISIS, a pesar de su inferioridad numérica y de tener que defenderse con unos pocos kalashnikovs y ametralladoras ligeras frente a un enemigo fuertemente armado. Después de que el encarcelado líder del PKK Abdullah Öcalan llamara a todo el pueblo kurdo a defender Kobanê, personas de todas partes de Kurdistán acudieron en masa a defender la ciudad. Multitudes que se habían reunido en la frontera con Turquía desbordaron a los soldados turcos y la valla fronteriza para cruzar a Kobanê y tomar las armas. También acudieron jóvenes de Kurdistán meridional y oriental para luchar en Kobanê. Esto no solo rompió las fronteras físicas, sino que también hizo visible la unidad del pueblo kurdo, dividido en cuatro estados-nación desde 1923.
La participación de unidades de combate árabes junto a las YPJ y las YPG en la lucha contra ISIS sentó las bases para la creación de las multiétnicas SDF (Fuerzas Democráticas Sirias), que hoy defienden el norte y el este de Siria. Al mismo tiempo, se desarrolló una ola de solidaridad internacional en defensa de la ciudad. Personas de todo el mundo salieron a las calles y expresaron su solidaridad con los valientes defensores de la ciudad.
«En general, se puede decir que todos teníamos una gran esperanza y sentíamos esta profunda amistad en todo momento. Sabíamos por qué moríamos».
Estado Islámico ya había logrado penetrar en el centro de la ciudad cuando se lanzó un contraataque. Casa tras casa fueron reconquistadas, y los yihadistas recibieron duros golpes día y noche. Por primera vez, ISIS fue detenido por una fuerza que, pese a su inferioridad material, era superior al enemigo en sus creencias y sus ideales. En ello desempeñaron un papel extraordinario las mujeres que lucharon codo con codo con los hombres en las posiciones de primera línea.
«La verdad es que la mayoría de las mujeres lucharon mejor que nosotros, los hombres. El hecho de que lucharan a nuestro lado también nos dio más fuerza».
Los combatientes de ISIS temían más a las combatientes de las YPJ. Esto no solo se debía a que, según la ideología islamista, morir a manos de una mujer significa no poder entrar en el paraíso, sino también a que las combatientes de las YPJ asestaban los golpes más duros a ISIS con su estilo de lucha profesional y colectivo.
Como resultado de la resistencia y de la presión ejercida por el movimiento de solidaridad internacional en el período que siguió, la entrada en la guerra de la coalición internacional contra ISIS se vio acompañada por el apoyo aéreo de los Estados que poco antes habían declarado que la ciudad había caído. Aunque este apoyo hipócrita desde el aire sólo comenzó cuando el pueblo y las YPJ y YPG ya habían asegurado el resultado de la batalla, demostró que un pueblo que se organiza y se defiende puede convertirse en una fuerza y poner en aprietos a las fuerzas imperialistas.
La resistencia en Kobanê fue una puñalada en el corazón de ISIS, así como en el corazón del Estado turco. Los combatientes y comandantes más conocidos de ISIS murieron durante los combates. Pocas organizaciones de la región han sido capaces de desarrollar tal práctica en la guerra urbana como el movimiento kurdo por la libertad. Además de la victoria militar en Kobanê, que debilitó masivamente a ISIS, fue sobre todo el efecto psicológico de la victoria lo que cambió las tornas. Después del 26 de enero de 2015, ISIS retrocedió. Se liberó un pueblo tras otro y se lanzó un contraataque. Con la liberación de las ciudades de Manbij en 2016, la capital de ISIS, Raqqa, en 2018, y finalmente la región de Deir ez-Zor en 2019, la revolución se extendió.
Detrás de la línea del frente militar, comenzó el trabajo en la sociedad, que había vivido durante años bajo el terrorífico régimen de ISIS. Así, fue la liberación de Kobanê la que sentó las bases del proyecto de una Siria democrática y multiétnica que se está construyendo en el norte y este de Siria. A través de ISIS, la opresión de la mujer, que se ha practicado durante siglos en Oriente Medio en nombre de la religión, se reveló en su forma más terrible. Con la destrucción de ISIS, se inició también el fin de este sistema patriarcal, y la revolución Jin, Jiyan, Azadî comenzó a extenderse a otras partes de Oriente Medio.
Se defendió la humanidad en la lucha contra ISIS. Más de 12.000 combatientes de las unidades de autodefensa dieron su vida por esta causa, y más del doble resultaron gravemente heridos. Kobanê se convirtió así en un símbolo y también en un recordatorio de que nada es más fuerte que la voluntad de un pueblo de vivir en libertad. Hoy, el Estado turco ha vuelto a poner sus miras en Kobanê, esta vez con la ayuda de sus tropas mercenarias del SNA. Tras su derrota en 2015, vuelve a hacer preparativos para destruir la Administración Autónoma Democrática y su proyecto de confederalismo democrático, liberación de la mujer y fraternidad de los pueblos.
Las últimas semanas, desde los ataques del SNA y del Estado turco, han demostrado que los pueblos de la región están dispuestos hoy, como lo estaban entonces, a defender Kobanê y la revolución del norte y este de Siria por todos los medios posibles.