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La traición a Shingal

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Refugiados de Sengal

Commentary by Hayri Demir

Hace un año, las milicias terroristas del Estado Islámico invadieron la mayor área de asentamiento de la minoría Yezidí en Sengal, al norte de Irak. Los secuaces del califato masacraron pueblo por pueblo, perpetraron una masacre tras otra contra la indefensa población civil, amontonando los cuerpos de las víctimas uno encima de otro y secuestrando y esclavizando miles de indefensas mujeres y niñas. Un crimen que constituye casi todos los criterios de genocidio bajo la Convención de Ginebra. Para los Yezidís, la región de Shingal es la piedra angular de la religión, cultura historia así como de la resistencia Yezidí. Todas las revueltas yezidís han empezado o terminado allí.

El desastre de Shingal estimuló al mundo entero a ir a la guerra contra el ISIS y mandaron armas, asesores y equipamiento militar a la región en crisis. El presidente norteamericano Obama ordenó ataques aéreos contra el ISIS el 8 de Agosto de 2014, para prevenir un “genocidio inminente” y liberar a los Yezidís atrapados en el monte. EEUU no permanecería “con los brazos cruzados” y miró a una minoría amenazada al exterminio por el EI. Y ciertamente los ataques aéreos rescataron (pese todas las controversias políticas del llamado campo anti-intervencionista) a más de 60,000 Yezidís varados en el monte. EEUU mantuvo su palabra y no se quedo con los brazos cruzados mientras las críticas del estadounidense Jurgen Todenhofer creaba una plataforma para “enmascarar la propaganda bajo” el ataque al ISIS, como explicaba después. Como si el EI que tiene hasta su propia revista alguna vez hubiera intentado esconder su ideología.

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Refugiados yazidis que buscan refugio en la monta;a de Sengal

El genocidio ha sumergido a la comunidad yezidí en una profunda crisis, las divisiones entre los partidos kurdos amenazan ser disputadas a espaldas de los yezidies en Shingal. Sin embargo, los partidos políticos no deben de ser culpados, si no, aquellos yezidís que agitan y afilan los cuchillos por ellos. Las unidades de combate yezidís que pertenecen a diferentes e independientes partidos han empezado a agitar sus sables, mientras más de la mitad de la región permanece bajo control del EI. En las redes sociales los jóvenes yezidís se tiran a la yugular de los unos y otros ya que ninguno de ellos puede llegar a ser una figura religiosa, política y mucho menos de liderazgo quien los lleve por un camino fuera de la crisis. Una vez más, los héroes se desarrollaron entre los partidarios más leales al partido, quienes consideran más importantes a la gente sensata de su partido que al mismo futuro político de Shingal.

Pero como se pudo materializar este desarrollo? Por qué el genocidio no fue prevenido por los Peshmerga quienes estaban supuestamiente comprometidos a ello, por qué el EI no fue detenido al menos hasta que la población civil pudiera estar a salvo? Incluso un año después del desastre, la causa que permitió que sucediera este genocidio es tanto el hecho de no haberlo querido abordar como el haberlo llevado a la agenda como batalla política. El término traición es usado por los políticos kurdos, pero nosotras no hablamos de una disputa o desacuerdo tradicional. Hablamos de un genocidio que se ha cobrado la vida de miles de yezidís y ha esclavizado ha miles de mujeres y niñas.

Antes del genocidio

Cuando el EI se hizo más fuerte gracias a la guerra civil Siria, volvió a Iraq y conquistó Mosul a principios de Junio de 2014, la amenaza que se cernía sobre todas las minorías de la región era evidente. Primero golpeó a los cristianos en Mosul, quienes estuvieron en peligro de perder su tradicional hogar en Oriente Medio por primera vez después de siglos. Los yezidíes en el cercano Shingal estaban al corriente del peligro que les esperaba. Incluso después de la caída del régimen de Saddam, a los yezidíes se les negó un liderazgo propio en la región de Shingal donde dominaban los yezidíes. No se les confirió poder político, militar ni el de toma de decisiones. La región continuaba causando problemas entre la Región Autónoma de Kurdistán y el gobierno central Iraquí. El artículo 140 de la constitución Iraquí decreta que el estatus de la región debe ser clarificado por un referendum popular que, de todos modos, nunca fue ratificado debido a las tensiones políticas. Por lo que la región se consumió: mientras que la mayoría de los partidos reclamaron la región, siempre se habían frenado cuando llegaban las inversiones y se señalaban los unos a los otros. LO mismo ocurrió con la situación de seguridad. Después pasó lo que tenía que pasar: el 14 de Agosto de 2007 los terroristas de al-Qaida perpetraron un ataque en los pueblos yezidíes Siba Sheikh Kidir y Gir Izer en el sudeste de Shingal. Cuatro camiones que llevaban explosivos fueron usados en el ataque. Ambos pueblos fueron destruidos casi del todo. El resultado: alrededor de 800 muertos y más de 1500 heridos yezidíes.

Siete años después, la guerra entre las fuerzas de seguridad Iraquíes y las milicias terroristas del ISIS estallaron. El gobierno Kurdo respondió inmediatamente esta vez y mandó tropas a Shingal. Ese mismo mes miles de Peshmergas avanzaron hacia Shingal y cogieron la región pese a las diferencias políticas con el gobierno Iraquí. Después de todo, las fuerzas de seguridad Iraquís no solo habían huído de Mosul, si no también de Shingal, dejando claro que el artículo 140 había dejado de tener peso. El ministro Peshmerga entonces anunció que sus soldados no se echarían para atrás de las regiones que estaban siendo protegidas por ellos. Mientras parecía que el Estado Iraquí se desmoronaba, el gobierno kurdo hijo su trabajo correctamente y tomó control sobre las áreas disputadas, teniendo una línea de frente de 1000 kilómetros contra el EI.

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Chica refugiada yazidi huyendo del terror de las bandas del ISIS

Los soldados Iraquís, guardianes de la frontera y policía de Shingal que huían dejaban las armas atrás, siendo usadas por la población civil para su propia defensa. Los comandantes Peshmerga, sin embargo, ordenaron que se desarmaran en las tierras donde los Peshmerga tenían presencia, diciendo que defendería a los yezidíes en cualquier caso. En efecto, algunas pequeñas batallas estallaron en las fronteras externas de Shingal las cuales los Peshmerga supieron repeler. “Defenderían Shingal hasta la última gota de sangre”, dijo Sarbast Bapiri, cabeza de la 17. sección del Partido Democrático del Kurdistán (KDP), el partido del presidente kurdo Barzani que había tomado control de Shingal.

Después de que Baaj, localidad del sur de Shingal y Tal Afar que está al este de la región caieran en manos del EI en Junio de 2014, Sheikh Doski estableció bajo permiso del KDP, una unidad especial llamada HÊZA RES (unidad negra) que consistía en unos 700 soldados, 300 de los cuales eran de Sheikh Kidir y habían servido en la armada Irakí.
Sin embargo, los yezidíes dudaban de que los Peshmerga del KDP, que son predominantemente musulmanes, les protegerían en caso de una gran ofensiva del EI. Por lo que Haydar Shesho, miembro del partido Uníon Patriótica del Kurdistán (PUK) y ex miembro del parlamento Iraquí, en representación de la Alianza Kurda, mobilizó 3,500 voluntarios yezidíes que defenderían Shingal junto con los Peshmerga. Una semana antes del genocidio, Shesho ya había dicho a ARA News que había que armar a los voluntarios yezidíes. Salim Rashfdani, intelectual yezidí dijo en una entrevista que la “débil ayuda Peshmerga” supondría un peligro para el futuro. Y estaba en lo cierto.

El 17. politburo del KDP bajo el mandato de Sarbast Bapiri, declinó las armas a los yezidíes, declarando que la unidad era “puramente yezidí y no kurda”, y añadiendo que los Peshmerga ya habían tomado las precauciones adecuadas para defender a los yezidíes. Mientras tanto, el Consejo Relijioso Yezidí también intentó convencer al gobierno kurdo de Barzani a que estableciera una unidad Peshmerga que consistiera en soldados yezidíes que estaban listos para defender Shingal bajo las órdenes del ministerio Peshmerga. La dirección del KDP, sin embargo, rechazó y previno una reunión personal con el presidente Barzani, dijo Karim Sileman, consejero del Cosejo Religioso Yezidí.

Los soldados yezidíes de la armada de Iraq, de la frontera y la policía de seguridad habían terminado sus servicios y estaban listos para la defensa de la región de Shingal. Desde Siba Sheikh Kidir, 1,347 yezidíes que servían en la armada Iraquí abandonaron su servicio para voluntariamente defender la mayor área de asentamiento yezidí. Los soldados pidieron a los Peshmerga que les devolvieran sus armas que anteriormente les habían quitado. Tanto los comandantes como el politburó rechazaron otra vez. En ese momento los responsables de la región de Shingal eran:

-Sarbast Bapiri, Jefe de la 17. sección del KDP en Shingal.

-Shewkat Doski (Kaniki), responsable de los Asayesh (fuerzas de seguridad)

-Aziz Waysi, Comandante de la 1. brigada de la unidad de élite kurda Zerevani (Peshmerga del KDP)

-Said Kestayi, comandante jefe de los Peshmerga en Shingal.

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Funcionarios y comandantes responsables del KDP en Sengal

El número de guerreros Peshmerga desplegados y armados en Shingal y su vecindad (Zummar) llegó a 11,000 según Sarbast Bapiri. El número ha sido repetidamente confirmado tanto por Kasim Shesho, miembro del 17. politburo del KDP de Shingal como por Haydar Shesho. Said Kestyi comunicó repetidamente que 8,000 Peshmergas en Shingal estaban bajo su mando. Alrededor de 200 comandantes estaban a cargo de los 11,000 Peshmergas en Shingal.

El 3 de Agosto, un día antes de que el EI invadiera la región, Sarbast Bapiri dijo en la agencia de noticias kurda Waar que la situación de seguridad en Shingal era “estable”, añadiendo que los Peshmerga habían “asegurado todas las fronteras externas”. Unas semana antes las milicias terroristas ya habían amenazado con lanzar una ofensiva a larga escala.

3 de Agosto

El sábado, en la tarde del 2 de Agosto de 2014, los yezidíes del sur de Shingal escucharon las últimas descargas del día. El EI normalmente ataca temprano a la mañana o al anochecer, a la noche bombardea pueblos o posiciones de los guerreros de la resistencia. UN doctor yezidí del hospital de la ciudad escucha a un empleado (un kurdo musulman) hablando por teléfono. El doctor se enfrenta a él ya que la llamada parece ser sobre la región de Shingal y los terroristas del EI. El empleado entonces responde que estaba hablando con un amigo que se había unido a la milicia terrorista. El terrorista del IS le había asegurado que la milicia terrorista atacaría Shingal el siguiente día “sin ningún disparo”. El doctor avisa a los activistas yezidís. Como en los días anteriores, los civiles yezidíes armados con armas ligeras se quedan de guardia toda la noche.

“Las fronteras de nuestra comunidad Siba Sheikh Kidir tocan con pueblos musulmanes, esa es la razón por la que no hemos podido dormir todas las noches. Teníamos miedo de que el EI atacara a cualquier hora y entonces mantuvimos la guardia” dijo el intelectual yezidí Heci Qeyrani que vivía en Siba Sheikh Kidir.

Sobre las 2 de la mañana la embestida de los terroristas comenzó. Los terroristas del EI usaron docenas de guerreros, armas pesadas, morteros, coches armados y blindados y visión nocturna. Varios secuaces del EI avanzaron a los pueblos de Siba Sheikh Kidir, Qataniya y Gir Izer. La primera granada de mortero impacta en Siba, otra en Gir Izer. Los hombres y jóvenes yezidíes armados toman posiciones, asumiendo que la batalla comenzará pronto. Pero fuertes enfrentamientos comienzan, los terroristas empujan fuerte y llegan cada vez más cerca de los pueblos donde viven miles de yezidíes. Pese a tener armas ligeras los yezidíes repelen la primera ola de ataque y matan a docenas de terroristas.

“Pudimos repeler el primer ataque, los matamos y los echamos hacia atrás. Pero se mobilizaron de nuevo y nos atacaron una vez más. Otra vez los enfrentamientos comenzaron”, dice un testigo ocular de Gir Izer.

Por la carretera de Gir Izer a Baaj cual actualmente está controlada por los Peshmerga, más terroristas llegan a la línea del frente. Los Peshmerga que están dispuestos en la carretera principal huyen de sus posiciones, por lo que dejan el paso libre al EI. Con la pérdida de la carretera principal, los civiles pierden la manera más rápida al norte que está libre aún. Mientras tanto, los enfrentamientos continúan en los pueblos durante horas y los yezidíes están a punto de quedarse sin municiones. Alrededor de 100 yezidíes luchan en Gir Izer y otros 500 en Siba y Qataiya.

“Teníamos buena comunicación con la 17. división del KDP y los Peshmerga y les informamos sobre los eventos. Les llamamos varias veces. Nos dijeron que la ayuda estaba de camino, diciendo que llegarían en cualquier momento”, continúa Haci Qeyrani. El politburo del KDP pide a los yezidíes que mantengan posiciones y que sigan con la resistencia hasta que los Peshmerga lleguen. Los yezidíes en Siba y Gir también llamaron a las “unidades negras” de Sheikh Alo Doski, quienes estaban a pocos kilómetros.

En realidad, ningún Peshmerga viene de camino. El comandante de las “Unidades Negras” después comunicó que no había recibido ninguna orden de movilizar a sus hombres, aunque los yezidíes hubieran informado a la 17. división de KDP y a los comandantes Peshmerga. Los yeazidíes en Ziba y Gir Izer continúan luchando, hasta las primeras horas de la mañana. “Luchamos por cuatro horas más o menos y niguna unidad vino para apoyarnos”, dice Heci Qeyrani quien estaba luchando en Siba.

“Ellos nos dijeron que continuáramos luchando hasta que los Peshmerga llegaran. A esas horas, todos los Peshmerga habían huido hacia Rabia (nota del editor:frontera con Siria en el noreste de Shingal) que está localizado a 60 kilómetros de distancia.

Entre las 6 y 7 de la mañana la munición de los yezidíes se termina por completo, los refuerzos todavía no han llegado. Pero los yezidíes aún creen que los Pesmergas llegarán para repeler el ataque terrorista. Mientras los yezidíes defienden sus pueblos, los Peshmerga están en las montañas y lejos de los ataques.

En el norte de Shingal algunos yezidíes observan como los Peshmergan dejan sus posiciones y se dirigen hacia el norte. Aunque ningún terrorista del EI ha llegado al norte, los Peshmerga salen corriendo de sus barracones y huyen. La mayoría de la población yezidí está durmiendo en este momento. En poco tiempo, la bandera negra del EI ondeará sobre sus cabezas.

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Solo una nube de polvo, peshmerga huyendo de Sengal el 03 de agosto de 2014

Los yezidíes de Siba y Gir Izer ya han reportado por teléfono el desarrollo de la situación en el sury creen que los Peshmerga vendrán en su rescate ya que el politburo les ha pedido que “mantengan posiciones”. Las tropas de Aziz Waysi, Said Kestayi y Shewkat Doski estaban, junto con sus comandantes, huyendo. Aziz Waysi quien se suponía que defendería la región de Zummar, escapó junto con sus tropas y habrió el camino a los terroristas del EI en el este de Shingal. Durante las primeras horas de ataque, mientras los yezidíes pedían ayuda, Shewkat Doski huía rápidamente según testigos oculares. Con él, todas las fuerzas de seguridad también. En vez de mandar a sus tropas al sur, Said Kestayi huyó con ellas por el oeste de Shingal. E incluso antes de que la milicia terrorista llegara a la ciudad de Shingal y que los ciudadanos fueran conscientes de la situación, Sebast Bapiri huyó de la ciudad a la seguridad de las montañas.

Mientras tanto, los terroristas del EI habían rodeado casi por completo a los yezidís en el sur, amenazando con asaltar los pueblos en cualquier minuto. Incluso por el este, más terroristas se adentraban en la región de Shingal y por el norte y el oeste los terroristas se movían más adelante hacia las aldeas y los pueblos de los yezidíes. En ese momento, todos los Peshmesgas habían huído.

A las 6 de la mañana los yezidíes de Til Ezer son prevenidos por los yezidíes del norte quienes les comunicaron que una catástrofe estaba a punto de pasar y que varios pueblos yezidíes estaban rodeados. La llamada de teléfono es recivido por una mujer mayor, cuando la gente de Til Ezer intentan escapar, los Peshmerga en un checkpoint que controla el acceso a la carretera les previene de hacerlo. Los Peshmerga aseguran a la población que nada les pasará y que los Peshmerga les defenderán, pidiéndoles que vuelvan a sus hogares. Un poco más tarde, a las 9 de la mañana, un yezidí encuentra el checkpoint Peshmerga abandonado. Él vuelve al pueblo para decirles a los aldeanos que la presunta ayuda ha huido.

Pero los terroristas del EI ya han llegado al pueblo. Sólo unos pocos aldeanos se las arreglan para escapar a las montañas. Más de 100 yezidíes del pueblo son masacrados, incluyendo el marido de la mujer que recibe la llamada de teléfono. Mujeres y niñas son arreadas en camiones y secuestradas. Lo mismo ocurrió en el pueblo yezidí de Kojo donde la milicia terrorista masacraría a más de 600 yezidíes y secuestró a 1000 mujeres y niñas días después. Ya que en Til Ezer los Peshmerga impidieron a la gente de Kojo escapar.

Sobre las 7:30 de la mañana los yezidíes en el sur reciben las primeras llamadas desesperadas preguntando por qué no han abandonado los pueblos despuésm de que los Peshmerga huyeran de sus posiciones. Sólo entences los yezidíes empiezan a darse cuenta de los que había pasado. El pánico se apodera de la situación, el EI entra en los pueblos de Gir Izer y Siba

“Sólo con que los Peshmerga nos hubieran comunicado que habían huido y que no vendrían refuerzos, hubiéramos tenido tiempo y munición suficiente para llevar a los ciudadanos a algún lugar seguro”, se queja un testigo ocular de Siba. “Cuando nos rodearon, se había terminado para nosotros ya que no teníamos respaldo. Habíamos sido derrotados y huimos. Ellos (los terroristas del EI) capturaron a las mujeres, mataron a nuestros familiares en sus casas, sus cuerpos aún yacen allí”, dice otro testigo ocular de Gir Izer. Varios cientos de yezidíes son masacrados en esas horas. Las mujeres y niñas son secuestradas.

“Eligieron a las mujeres más bellas y se las llevaron”.

Los 11,000 Peshmerga y sus 200 comandantes que se suponía vendrían a “defender a los yezidíes hasta la última gota de sangre”, huyeron. La confianza en las fuerzas de seguridad kurdas se volvió un error fatal. La traición fue perfecta. Pero eso no es todo.

En el este de Shingal, en Zorava, varias unidades de Peshmerga yezidíes observaban como sus unidades huían junto con las armas pesadas. Docenas de yezidíes corrieron a los barracones Peshmerga para pedir armas que la armada Iraquí había dejado atrás. Sobre ocho camiones llenos de armas se localizan sólo en Zorava. Si los Peshmerga no estaban listos para defender a los yezidíes, les debieron dejar al menos las armas para que se pudieran defender.

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Yazidi peshmerga asesinado por los peshmergas que huían de Sengal

Kasim Shesho, quien era miembro de la 17. sección del KDP en ese momento, después de lo ocurrido dijo: !Si los Peshmerga hubieran dejado las armas que los soldados Iraquís abandonaron para los yezidíes, los yezidíes hubieran sido capaces de defenderse por sí solos. Esta catástrofe, este genocidio nunca hubiera pasado”. Pero eso tampoco ocurriría, de hecho pasó lo contrario.

Cuando las unidades de Peshmerga de Zorava intentaban escapar, varios Peshmerga yezidíes se pusieron en frente del convoy demandando luchar contra el EI o que dejaran las armas para que se pudieran defender. La discusión se hizo fuerte. Un Peshmerga abrió fuego matando a los tres yezidíes Ayad Naif Murad, Ali Elyas Yousif y Eliyas Khalaf quienes eran soldados Peshmerga. Otro yezidí llamado Jemil Eliyas fue herido. Varios yezidíes de Zorava confirman lo ocurrido, lo cual nunca será investigado, por lo que nadie será nunca acusado o arrestado.

Mi vecino, el terrorista.

Cuando los yezidíes al sur se dan cuenta de que la resistencia ha sido derrotada, intentan escapar hacia el norte en las montañas. Mientras tanto los vecinos musulmanes sunnies de los yezidíes tiran del manto negro de las milicias del EI y abren fuego contr los refugiados, mujeres y niños. A sus propios vecinos.
cuando huimos, los árabes de los alrededores de Shingal estaban preparados, se pusieron los ropajes del EI. Antes de que el EI invadiera la ciudad de Shingal (…) nuestros vecinos con los que habíamos vivido durante años, nuestras propias familias de acogida, nuestros socios comerciales y amigos, se pusieron el uniforme negro del EI.

La gente intenta llegar a las montañas de manera desesperada, los terroristas del EI y sus vecinos sunníes les cortan el paso, matando a docenas de personas. Heydar Shesho, el comandante supremo de las Fuerzas de Protección de Shingal (HPS) cuenta como los terrosistas kurdos del EI quemaban vivos a los yezidíes. Después de que los ataques aéreos de EEUU comiencen, muchos miembros de las tribus kurdas sunníes se vuelven a las regiones kurdas, sin ser perseguidos por sus crímenes hasta ahora.

Más de 360,000 yezidíes se las arreglaron para escapar, especialmente en el norte y el este. La desinteresada población kurda de Zakho hasta Erbil suministraron a los cientos de miles de refugiados agua y comida, y les dieron acomodación. Más de 60,000 yezidíes más escaparon por el norte buscando protección en las montañas, donde tuvieron que soportar temperaturas superiores a 45 grados sin agua ni comida durante días. Cientos murieron esos días.

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Exvecinos de los yezidis celebrando la llegada del ISIS en Sengal [foto tomada de un vídeo de propaganda del ISIS]

La milicia terrorista del EI secuestradon miles de mujers, chicas y niñas de los pueblos. Se llevaron a las mujeres y niñas en camiones. Después el EI se refirieron a las mujeres yezidíes capturadas como “botín de guerra”. La intención del EI: destruir a los yezidíes, su religión y cultura.

La “retirada táctica”

El hasta entonces heróico Peshmerga en Shingal falló completamente, dejando a cientos de miles de civiles en manos de los verdugos del EI sin ni siquiera molestarse en evacuar a los civiles. En cambio, hombres armados huyeron incluso antes de que miles de mujeres y niños tuvieran oportunidad de escapar.

Oficiales del KDP, incluyendo yezidíes, se enfrentan a muchas, justificadas críticas durante los siguientes meses. De repente se dijo que el incidente se debía de investigar, que la situación no estaba “clara”. Ha habido una “retirada táctica” de los Peshmera, pero en ningún caso una huida.

LO que el KDP y otro muchos kurdos ocultan, lo cuenta el general y portavoz del ministerio Peshmerga Holgard Hekmat abierta y honestamente en una entrevista con SpiegelOnline: ”Nuestros soldados huyeron. Es una vergüenza y aparentemente la razón de por qué se inventaron tales alegaciones (nota del editor: referencia a la presunta retirada táctica)”. El general Peshmerga repetidamente ha expresado que no se dio ninguna orden de retirada y que los responsables serán castigados.

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Peshmerga huyendo entre los yazidis que huyen

Poco después, se dijo tanto desde los militares como los políticos que la retirada Peshmerga en Shingal no fue un caso aislado. También en otras regiones de Kurdistán, los Peshmerga habían huido. LO que es ciertamente correcto. Pero en estas regiones, como en la de Makhmur, los civiles habían sido evacuados antes de la retirada.

A continuación, hubo un intento de disminuir el número de soldados Peshmerga estacionados en Shingal, como si eso hiciera parecer que la acción fuera menos seria. Los propios comandantes Peshmerga, sin embargo, han repetido varias veces el número de alrededor de 11,000 hombres que es un número realista y necesario teniendo en cuenta que la población en Shingal es de 600,000 personas, sumando diez mil más en Zumar.

Presunto castigo

Pocos sías después el presidente kurdo Barzani anunció que “traería ante la justicia a todos los responsables” y así lo hizo al menos dejando claro que ninguna orden de retirada había sido emitida. Hasta el día de hoy, sin embargo, no ha habido ni sentencia criminal ni ningún proceso serio.
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Serbest Bapirir despues de su liberacion

Aquellos responsables, Sarbast Bapiri, Said Kestyi y Shawkat Doski fueron interrogados bajo arresto domiciliario en el hotel Pirman y puestos en libertad pocos días después. Los 200 comandantes Peshmerga fueron interrogados en una presunta investigación sobre los incidentes. Sin embargo, como muchos de ellos estaban de servicio en otros frentes como el de Khanaqin, se sugirió que no era “el mejor momento para los comandantes y soldados Peshmerga en activo” para someterse a investigación. El teatro comienza

Era un buen momento, sin embargo, para arrestar al comandante líder yezidí Heydar Shesho quien (después de que los Peshmerga huyeran) se apresuró a Shingal para defender a los yezidíes allí. Lo metieron en una celda con simpatizantes del EI. El padre de Heydar, Qaso Shesho fue encarcelado durante años en las mazmorras de Saddam, donde fue torturado, porque él, como Peshmerga del KDP en Shingal luchó contra las tropas de Saddam.

Ningún Peshmerga que huyó, si no un comandante que arriesgó su vida durante meses sin ayuda del KRG en defensa de las diez mil personas en las montañas de Shingal representa un riesgo para el “orden interno”, según el presidente del KRG. Las Fuerzas de Protección de Shingal que fueron fundadas bajo el impacto del genocidio han sido criminalizadas.

Los yezidís no deben de desviar sus miradas de reproche demasiado lejos, si quieren mirar a los perpetradores. Hay seguidores del partido yezidí que carecieron de valor en una de las horas más difíciles de la historia yezidí, para llamar al crimen con su propio nombre: traición. En lugar de eso, apaciguan los hechos y evocan conspiración. También existe el fracaso de las asociaciones yezidíes, quienes interpretan como lobby de llamar la atención el perder su tiempo en Facebook con nombres de políticos, en vez de luchar por las decisiones favorables para la comunidad yezidí.

desagradecidos yezidíes”

Como las críticas hacia los Peshmerga crecían cada vez más entre los yezidíes, los yezidíes fueron acusados de “ingratitud”. Docenas de Peshmerga sacrificaron sus vidas por Shingal, se decía. Los yezidíes “han traicionado su identidad kurda y calumniado a los Peshmerga”. Así que no el hecho de que los Peshmerga huyeran, si no las críticas yezidíes han dañado la reputación de los Peshmerga, según la opinión.

Durante la arabitación del dictador Baathista en 1980, los dirigentes Iraquís registraron a la minoría yezidíes etnia árabe. Los yezidíes se unieron en poco a la resistencia kurda bajo Mollah Mustafa Barzani quien dirigió una potente y temida rebelión con los Peshmerga. Miles de yezidíes se unieron al partido de Barzani Partido Democrático del Kurdistán (PDK).

Los yezidíes sufrieron codo con codo junto con los Peshmerga durante la segunafa guerra del golfo, muriendo en las montañas y ciudades del sur de Kurdistán como Peshmergas, como cientos de miles de Kurdos. Hoy también. Porque ellos apoyaron a los Peshmerga y el KDP en Shingal en los 80, incurrieron en la ira de Saddam Hussein quien sin más preámbulos destruyó pueblos yezidíes en Shingal y Sheikhan, re-ubicando forzosamente a miles de yezidíes y ordenando la muerte de otros tantos.

Como reconocimiento de estos sacrificios, después del final del régimen de Saddam y la lucha por la liberación por los yezidíes, la sociedad kurda en Iraq ahora da la espalda y discrimina a esta minoría. Desde el gestor institucional hasta el verdulero, casi nadie quería tener nada que ver con los formados camaradas y compañeros de sufrimiento. Pero cuando llegó el momento de defender la región de de los yezidíes, la mayor área de asentamiento, ningún Peshmerga quiso ayudar. La sombra de Saddam, los árabes sunníes que vivían en Shingal, se pusieron el velo negro contra los yezidíes y ningún Peshmerga estuvo dispuesto ayudar.

Liberación

Al final, las fuerzas terrestres de las Unidades de Protección de la Gente (YPG), luchadores del PKK, quienes vinieron rápidamente desde Siria y otras regiones de Kurdistan así como las aviaciones de EEUU pudieron rescatar a los yezidíes varados en las montañas de Shingal. De nuevo, el gobierno kurdo no hizo ningún esfuerzo para luchar por un corredor de escape en la frontera con Siria. Solo 4 meses más tarde, depues de varios ataques y ofensivas de las milicias terroristas en las posiciones de los luchadores yezidíes en resistencia, los Peshmerga marcharon hacia Shingal y liberaron junto con otras unidades el norte. El presidente y Primer Ministro Kurdos de pies en las montañas de Shingal se permitieron celebrar y nombrarse liberadores de un pueblo masacrado.

Los eventos en Shingal han sacudido gravemente las relaciones entre los yezidíes y os kurdos. La ruptura total se evitó sólo por los ciudadanos desinteresados del Kurdistán que recibieron a los refugiados Yazidíes con los brazos abiertos, así como los combatientes kurdos del PKK y YPG.

La nieve bajo el sol

Ver a los Peshmerga como un todo no es solo poco razonable, si no que está mal. Lo que ha pasado en Shingal, sin embargo, no se puede ver más que como una traición. El KDP ha estado disfrutando por décadas de la lealtad de los dignatarios y políticos yezidíes. La mayoría de los yezidíes viven en áreas controladas por el KDP dentro de la región autónoma. A los yezidíes sin embargo no les queda otra opción más que compadecerse. El lider secular de los yezidíes, Mir Tahsin Beg ha sido por lo tanto reprochado políticamente por actuar en favor del KDP. Sin embargo, el Mir ya ha reconocido los pasados años de peligro. Sólo en las semi-subversivas reuniones con EEUU en Iraq se atrevía a decir la verdad.

“Como la nieve bajo el sol, la comunidad yezidí se derretirá bajo el KDP”, dijo Mir Tahsin en una publicación confidencial de wikileaks reportada en 2008. Él también, estaba en lo cierto.

Los yezidíes han confiado en la protección de los Peshmerga, quienes por su parte garantizaban la defensa de los yezidíes. Pero dejaron a los yezidíes en la estacada y permitieron el genocidio contra la inocente gente. Solo una emancipación de los partidos políticos puede asegurar el futuro de los yezidíes en el Kurdistán seriamente.

Fuente Ezidi Press

Traducido por Rojava Azadi

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