La lucha kurda es fundamental para el futuro de Siria
The New Arab – Joseph Daher – 29 diciembre 2024 – Traducido y editado por Rojava Azadi Madrid
Joseph Daher sostiene que los progresistas deben construir una Siria plural que reconozca las libertades de los kurdos.
En las últimas semanas, el Ejército Nacional Sirio (SNA), con el apoyo de las fuerzas turcas, ha lanzado ataques mortales contra zonas controladas por la Administración Autónoma Democrática del Norte y Este de Siria (DAANES), dirigida por kurdos, y las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF). De hecho, el SNA ha estado actuando como un delegado turco en Siria desde su creación en 2017 y recibe financiación, entrenamiento y apoyo militar de Ankara. Sin embargo, el 23 de diciembre, las SDF dirigieron una contraofensiva que empujó al SNA a retirarse de varias zonas.
La ofensiva militar dirigida por el SNA contra las zonas habitadas por kurdos controladas por las SDF comenzó casi al mismo tiempo que la ofensiva militar que condujo a la caída del régimen de Assad. Las fuerzas del SNA tomaron el control de las ciudades de Tel Rifat y Manbij, en el norte de Siria, lo que provocó el desplazamiento de más de 150.000 civiles y numerosas violaciones de los derechos humanos.
Tras estos ataques, el SNA ha proseguido sus operaciones militares contra las SDF en la presa de Tishrin. La presa suministra electricidad a gran parte del noreste de Siria, bajo el dominio de la DAANES. Las SDF controlan la instalación desde 2015, tras evacuar a ISIS con la ayuda de tropas estadounidenses.
Además, el ejército turco ha estado bombardeando los alrededores de Kobane, causando pérdidas civiles, incluido el ataque a un centro de cereales que dañó 300 toneladas de trigo almacenado.
Estados Unidos intentó mediar en una tregua temporal entre las SDF y Turquía, pero Ankara se negó a negociar un alto el fuego con «una organización terrorista». Turquía considera a las Unidades de Protección Popular (YPG) -que constituyen la columna vertebral de las SDF- como el frente sirio del Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK), al que califica de grupo terrorista.
Se organizaron varias manifestaciones en zonas controladas por las SDF para condenar los ataques dirigidos por Turquía. La población teme que se repita la invasión y posterior ocupación de Afrin en 2018, que provocó el desplazamiento forzoso de cientos de civiles (algunos calculan que 300.000), en su gran mayoría kurdos.
La última ofensiva respaldada por Turquía es, por tanto, vista por muchos como una amenaza existencial para los kurdos.
El destructivo papel de Turquía en Siria
Tras la caída del régimen de Assad, Turquía se ha convertido en el actor regional más importante en el país. Al proporcionar apoyo a Hayat Tahrir al-Sham (HTS), Ankara ha ido consolidando su poder sobre Siria. El principal objetivo de Turquía, aparte de llevar a cabo el retorno forzoso de los refugiados sirios y beneficiarse de las futuras oportunidades económicas durante la fase de reconstrucción, es negar las aspiraciones kurdas de autonomía y, más concretamente, socavar la DAANES. Esto sentaría un precedente para la autodeterminación kurda en Turquía.
El ministro turco de Asuntos Exteriores, Hakan Fidan, declaró durante una rueda de prensa conjunta con el líder de HTS, Ahmed al-Sharaa, que la integridad territorial de Siria «no es negociable» y que el PKK «no tiene cabida» en el país. Pocos días después, el presidente Erdogan declaró que las SDF «se despedirán de sus armas o serán enterradas en tierras sirias». El ejército turco también ha bombardeado continuamente a civiles e infraestructuras críticas del noreste de Siria desde finales de 2023.
Aunque HTS no ha participado en ningún enfrentamiento militar contra las SDF en las últimas semanas, la organización no ha expresado su oposición a los ataques dirigidos por Turquía, sino todo lo contrario. Murhaf Abu Qasra, alto comandante de HTS y recién nombrado ministro de Defensa del gobierno de transición, ha declarado que «Siria no se dividirá y no habrá federalismo. Si Dios quiere, todas estas zonas estarán bajo la autoridad siria».
Además, al-Sharaa declaró a un periódico turco que Siria desarrollaría una relación estratégica con Turquía en el futuro, y añadió que: «No aceptamos que las tierras sirias amenacen y desestabilicen Turquía u otros lugares». También declaró que todas las armas deben quedar bajo control estatal, incluidas las de las zonas controladas por las SDF.
En el pasado, HTS apoyó repetidamente las ofensivas turcas contra las SDF.
Todo ello a pesar de las declaraciones de oficiales de las SDĎen las que buscaban negociar con HTS. El comandante de las FDS, Mazloum Abdi, declaró que están a favor de la descentralización del Estado y de la autoadministración, per⁴o no del federalismo, y que están abiertos a formar parte de un futuro ejército nacional sirio (con garantías). Declaró que las SDF no son una extensión del PKK y que están dispuestas a expulsar a los combatientes no sirios inmediatamente después de alcanzar una tregua.
En su discurso más reciente, al-Sharaa declaró que estaban negociando con las SDF para resolver la crisis del noreste de Siria y que el Ministerio de Defensa sirio integrará a las fuerzas kurdas en sus filas.
La presencia militar estadounidense en el noreste es actualmente el principal obstáculo para la eliminación total de las SDF en esas zonas por parte de Turquía. Sin embargo, la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca podría llevar potencialmente a un acuerdo con Ankara que conduzca a la retirada de Estados Unidos. Esto daría luz verde a una invasión turca con consecuencias desastrosas para los civiles, en particular los kurdos, y pondría fin al proyecto DAANES.
Solidaridad débil
Es poco probable que HTS esté dispuesto a apoyar las demandas de las SDF y DAANES, especialmente en lo relativo a los derechos nacionales kurdos. Después de todo, las regiones del noreste son ricas en recursos naturales, sobre todo petróleo y agricultura, por lo que tienen una importancia estratégica y simbólica.
En última instancia, HTS no es diferente del Consejo Nacional Sirio y de la Coalición Nacional de Fuerzas de Oposición y Revolucionarias, actores de la oposición en el exilio hostiles a los derechos nacionales kurdos.
En términos más generales, al igual que con Afrin en 2018, el principal problema es la ausencia de signos organizados de solidaridad u oposición a la ofensiva militar dirigida por Turquía en las zonas de las SDF, y las amenazas a los civiles kurdos. Se trata de una cuestión considerable, dado que es una necesidad política para el futuro democrático, progresista y pluralista de Siria.
Cambiar esa trayectoria sería también un paso para atajar la división étnica entre árabes y kurdos. Las fuerzas progresistas y democráticas deben librar una lucha contra el chovinismo árabe para forjar la solidaridad entre estas poblaciones. Este ha sido un reto desde el inicio de la revolución siria en 2011 y tendrá que resolverse para que la población del país se libere realmente.
Hay una necesidad desesperada de volver a las aspiraciones originales del levantamiento por la democracia, la justicia social y la igualdad, incluida la defensa de la autodeterminación kurda. Porque si bien se puede criticar a las SDF o a las YPG por sus errores y su represión, no son el principal obstáculo para la solidaridad entre kurdos y árabes. Aunque esta es la posición beligerante que mantienen las fuerzas de la oposición árabe en Siria, así como el HTS y el SNA en la actualidad.
La población kurda de Siria ha sido discriminada desde la creación del Estado en 1946. Los kurdos han sufrido la prohibición de su lengua y de sus celebraciones culturales, han soportado políticas de colonización árabe, se les ha privado de la nacionalidad y de los derechos sociales básicos, y se han enfrentado al subdesarrollo en zonas en las que eran mayoría.
En este contexto, las fuerzas progresistas deben buscar la colaboración entre árabes sirios y kurdos, incluida la DAANES. Al fin y al cabo, la DAANES y sus instituciones políticas representan a amplios sectores de la población kurda y la han protegido frente a diversas amenazas locales y externas.
El levantamiento de 2011 permitió el surgimiento de una profunda dinámica nacional kurda sin precedentes en la historia de Siria. La cuestión kurda plantea muchas otras cuestiones sobre el futuro del país, como el potencial de una identidad pluralista no basada únicamente en la arabidad o el islam, así como la naturaleza del Estado y su modelo social. En última instancia, todos estos retos están intrínsecamente relacionados con el deseo de una verdadera emancipación de las clases populares sirias.
EL AUTOR:
Joseph Daher enseña en la Universidad de Lausana (Suiza) y en la Universidad de Gante (Bélgica). Es autor de «Syria after the Uprisings, The Political Economy of State Resilience»; «Hezbollah: the Political Economy of Lebanon’s Party of God»; «Marxism and Palestine».
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