'Esto es una masacre': las bombas de Turquía llevan a las familias a las cuevas
Fuente: CNN
Autor: Waffa Munayyer, Joe Sterling and Eliza Mackintosh
Fecha:01/02/2018
Traducido por Rojava Azadi
(CNN) Las familias kurdas se amontonan sobre mantas en una cueva con poca luz. Otros se esconden en los escombros de un edificio bombardeado, reunidos alrededor de una fogata. Los que tienen sótano, buscan allí su refugio.
Ésta es la vida en Afrin.
La ofensiva militar transfronteriza de Turquía contra las milicias kurdas respaldadas por Estados Unidos ha llevado a los civiles que viven en el enclave sirio del noroeste a la clandestinidad. Se estima que unas 16.000 personas han sido desplazadas por los combates, que se han visto marcados por ataques aéreos y bombardeos implacables, según las Naciones Unidas.
Residentes de Afrin se sientan sobre mantas alfombrando el piso de una cueva.
Las imágenes obtenidas en exclusiva por CNN capturan las calles desiertas de la ciudad, repletas de automóviles destrozados, escombros y enormes agujeros donde alguna vez estaban las tiendas.
«No sabemos a dónde ir», dice Mohammed Khaled, de 10 años, que se expresa en kurdo.
«El avión ha estado arrojando bombas durante cinco días. Están arrojando misiles y bombas. Mi padre dice que no salga, por los aviones de guerra, y por eso dormimos en las cabañas. Todas nuestras casas están destruidas».
Khaled se encuentra en el exterior de una de las estructuras donde los civiles buscan refugio. Los niños se mueven detrás de él, inquietos. Según el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), las autoridades locales han impedido a las familias que abandonen el área. La organización humanitaria tuvo que suspender los servicios de protección infantil en medio de la violencia.
Um Muhammed, la madre de Khaled, pregunta por qué el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, está bombardeando a su pueblo.
«¿Qué le hemos hecho?» dice en árabe.
«Hemos perdido nuestros hogares, nuestros hijos, no queda nada … ¿por qué nos pasa esto a nosotros? ¿No es una lástima que los niños tengan que vivir así? Somos seres humanos, ¿verdad? ¿Por qué nos hacen esto?»
«Esto es una masacre», agrega, rompiendo a llorar. «Por favor, transmitan nuestro mensaje. Estamos suplicando a la comunidad internacional que detenga el asesinato de los civiles, que detenga los ataques aéreos y la guerra contra nosotros».
Afrin ha llevado la peor parte de los ataques de Turquía desde el 20 de enero, cuando Ankara lanzó la Operación Rama de Olivo para eliminar al Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK), al Partido de la Unión Democrática Kurda (PYD) y a militantes del ISIS del área a lo largo de su frontera.
Las operaciones militares se han dirigido principalmente contra los combatientes kurdos de las Unidades de Protección del Pueblo, o YPG. La milicia, que ha sido clave para las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF), apoyadas por Estados Unidos en la lucha contra ISIS, es vista por Ankara como una organización terrorista.
Una nube de humo se extiende sobre Afrin mientras el bombardeo continúa.
Turquía ve la búsqueda de los kurdos -que se extienden por Turquía, Siria, Irán e Iraq- por establecer una patria independiente como una amenaza vital a su integridad territorial. Y Turquía ha advertido durante mucho tiempo que no tolerará el control de las YPG de gran parte de su frontera con Siria.
Hevi Mustafa, el copresidente del Consejo Ejecutivo de Afrin, elogia la determinación y la confianza de las fuerzas que luchan contra el ataque.
Mustafa califica los ataques turcos como «bárbaros» y dice que espera que la comunidad internacional responsabilice al gobierno turco por la violencia.
«Nuestros soldados están luchando ferozmente. Asumieron ellos mismos la defensa de Afrin», declara. «Esperábamos este ataque en nuestras áreas porque somos parte de un proyecto democrático y queremos poner fin a la crisis siria mediante este proyecto. Por supuesto, el gobierno turco no quiere poner fin a la crisis en Siria».
Un niño descansa después de ser tratado en el Hospital Avrin en Afrin.
El miércoles, las SDF comunicaron que un «ejército invasor» de militares turcos y terroristas de Al-Nusra, ex afiliado de Al Qaeda en Siria, había bombardeado Afrin con cohetes Katyusha, apuntando al vecindario Ashrafia, en gran parte civil, de Afrin y los heridos estaban siendo trasladados a los hospitales. Las SDF informaron que civiles, desde niños a ancianos, habían resultado heridos.
«En este momento estamos abrumados con la cantidad de civiles heridos y muertos», dice el Dr. Jawan Muhammed, gerente general del hospital de Afrin.
«Nuestro hospital no puede hacer frente, nuestras salas de cirugía están colapsadas. Llevamos a cabo 18 cirugías por día. Estamos consumiendo todos nuestros suministros médicos debido a la gran cantidad de víctimas como resultado de ataques aéreos indiscriminados y fuego de artillería».
Las fuerzas turcas reportaron el miércoles más muertes en la región, informando del lanzamiento de cohetes y bombardeos, pero culparon a los «terroristas» vinculados al PKK.
Un hombre kurdo herido habla por teléfono en el hospital.
Turquía considera que las YPG son indistinguibles del PKK y dice que esas entidades se han estado escondiendo en Afrin desde que el régimen del presidente sirio Bashar al-Assad abandonó la zona en 2012.
Según el Estado Mayor turco, la operación se lleva a cabo en el marco de los derechos de Turquía basados en el derecho internacional. El ejército también dice que evitar las bajas civiles es de «máxima importancia».
«Solo los terroristas y sus refugios, cuarteles, armas, medios y equipos son el objetivo, y mostramos todo tipo de atención y sensibilidad para evitar daños a civiles / inocentes y al medio ambiente», dijeron las Fuerzas Armadas turcas en un comunicado.
Las personas que se esconden en las cuevas de Afrin tienen una visión diferente.
Una mujer pregunta: «¿Qué quieren los aviones de nosotros? ¿Por qué nos están bombardeando? ¿Qué es lo que quieren de nosotros y qué es lo que quieren de los niños pequeños?»
Una joven llamada Yasmin se escondió con su madre y sus hermanos después de que mataran a su padre.
Fatima Muhammed (derecha), se refugia en una cueva conotras 12 personas
«Aquí está realmente oscuro. Tenemos tanto miedo porque hacen mucho ruido. Están llevando a cabo ataques aéreos. ¿Qué les hemos hecho? Somos sólo niños. ¿Cuál es nuestra culpa?» pregunta.
Fatima Muhammed, ataviada con un suéter rojo y el pelo envuelto en un pañuelo morado, se encuentra entre una docena de personas escondidas en la misma cueva.
«Terminamos en las calles y en las cuevas … no podemos regresar a nuestros hogares, todos están destruidos», dice ella. «¿Qué tipo de país golpea a los civiles de esta manera?»