En memoria de nuestra compañera Şehîd Ronahî – Andrea Wolf
“Si a nosotros, los que en un pequeño punto del mapa del mundo cumplimos el deber que preconizamos y ponemos a disposición de la lucha este poco que nos es permitido dar: nuestras vidas, nuestro sacrificio, nos toca en alguno de estos días lanzar el último suspiro sobre cualquier tierra, ya nuestra, regada con nuestra sangre, sépase que hemos medido el alcance de nuestros actos”. (Che Guevara)
Con estas palabras el revolucionario Che Guevara describió la tarea de los internacionalistas en la lucha de liberación de la humanidad. El 9 de octubre de 1967, el Che Guevara fue capturado y asesinado por agentes de la CIA durante una batalla en Bolivia. Aunque hayan pasado 51 años desde su asesinato, sus palabras y acciones, su búsqueda ilimitada de libertad y autodeterminación, siguen vivas y actuales.
Una de las que asumió esta tradición, y continuó esta línea revolucionaria con su propia vida y comprensión de la lucha, es nuestra compañera Ronahî (Andrea Wolf). Ella también fue asesinada en octubre después de haber sido capturada como prisionera de guerra en una batalla contra el ejército turco. Durante los seis días de lucha en la región kurda de Çatak, Hevala Ronahî y otros 23 amigos perdieron la vida en la lucha por la libertad.
¿Qué hace que una persona renuncie voluntariamente a la vida y a la prosperidad de Europa y se exponga a tales peligros y esfuerzos? Pero, ¿qué significan «vida» y «prosperidad»? ¿Cuáles son los criterios para medir estas categorías? Otros, en cambio, se preguntaban: ¿Por qué se fue a un lugar tan inseguro mientras podría haber continuado la lucha aquí en Europa? Éstas, u otras parecidas, fueron las preguntas, en parte sorprendidas, en parte reflexivas, de algunas personas cuando se enteraron de que Andrea se había ido a las montañas del Kurdistán para conocer la lucha y la organización del movimiento de liberación kurdo allí y para participar en ella como internacionalista. 20 años después, hoy cientos de internacionalistas de los 5 continentes están de camino a Kurdistán para ayudar a construir y defender alternativas sociales al patriarcado y al capitalismo.
Participar en la lucha de la liberación de otro pueblo reflectando su propria historia y presente, con una mirada de otra realidad y construyendo colectivamente una sociedad liberada, significa liberarse así misma de las ataduras del sistema. Ni marchar en el camino que el Estado y la sociedad han dibujado para nosotras, ni permanecer en la falta de perspectivas del movimiento de izquierda de Alemania, sino buscar nuevos caminos para una perspectiva de la liberación global. Estas eran las características de nuestra compañera Ronahi, que la llevaron en su decisión de irse a Kurdistán.
Las compañeras que caminaron junto con Heval Ronahî, saben que para ella su camino a las montanas de Kurdistán no era una perdida o despedida. Al contrario: para ella era un enriquecimiento. Siempre intentaba aprender nuevas cosas y compartir sus experiencias y capacidades. Pensando en los logros de la lucha kurda para la libertad y los métodos desarrollados por el liderazgo del partido, ella intento establecer una conexión entre su propia historia y la realidad de las metrópolis europeas: “¿Cómo se puede utilizar los métodos del partido para Europa? ¿Dónde se encuentran las similitudes? ¿Cómo tenemos que evaluar las diferencias históricas, geográficas y culturales que existen?” Estas preguntas eran el centro de los vivos debates que ella tenía con sus compañeras.
Ella estaba trabajando con perseverancia en una síntesis de las diferentes experiencias y se preparaba para volverse a Europa. No había duda para ella de su lucha para Europa. Siempre desarrollaba su plan y sus pensamientos para una perspectiva de liberación acorde con las condiciones de allí. Para ella no era fundamental su regreso a Europa, sino el cumplimiento de su objetivo. Es su diario escribió:
“Si pensamos en objetivos de una organización que tengamos que construir en Alemania, también llegamos a la cuestión del liderazgo. ¿Quién puede hacer éso? Por supuesto un colectivo y no una persona sola ¿Pero quién? En estos momentos veo nuestras insuficiencias muy claras. Prácticas militantes sin un pensamiento político profundo. La “política grande“, sin prácticas. O prácticas en que los dos tienen un desequilibrio, que no tienen mecanismos para el proceso interno, sobretodo en relación con la cuestión mujer/hombre.“ Falta de flexibilidad en un lado, y en el otro, acciones espontaneas de visión a corto plazo y animadas solo por sentimientos. Yo sé que también tengo estos errores. Pero una actitud de “así no“ no es suficiente. Tengo que aprender a tener paciencia. No tenerla es una expresión de no tener confianza en el camino correcto y en la solución. Entonces, pruebo mi paciencia.»
Entre el espacio del bullicio y la superficialidad técnica de la vida cotidiana en Europa, Hevala Ronahî encuentra acceso a la naturaleza, a la cultura y la historia de Mesopotamia. Vida, colectividad y amor – términos que fueron robados en su significado en Europa – se percibían claramente para Ronahî en la vida de la Guerrilla. También sobre estos momentos escribía:
“Un aire fresco me acaricia y enfrente de nosotras están las montañas. Ahora es mediodía, hace mucho calor. Los grillos cantan. Estamos bebiendo té y comiendo pan duro. Pero es increíblemente precioso, todo está vivo, y siempre tienes la sensación, de que aquí en Kurdistán, la historia de la humanidad se ha hecho, bueno, es que así también fue. (…) Una idea que significa vida de verdad – también estar conectado con la naturaleza – lo pone más claro. Con este fondo la vida en Europa se hace extraña – como que es verdaderamente alienante.“
A pesar de que Hevala Ronahî describe el contraste entre las dos diferentes condiciones de vida, ella nunca quiso aceptar una sola verdad “absoluta”. Ella evaluaba las ventajas y desventajas e intentaba mirar los beneficios y pérdidas. Ella intentó ser consciente sobre el impacto que el sistema imperialista había hecho en sus propia personalidad, y en vez de pensar en blanco o negro, ella intentaba mirar en diferentes colores, sombras y facetas de la vida, que no había podido ver antes.
Ella no veía las diferencias como contrastes separados, sino como elementos que pueden complementarse así mismos. Ella se preguntaba: “¿Por qué una cultura tiene que remplazar o enterrar a otra?” ¿Por qué la lucha entre la línea maternal (femenino) y la línea paternal (masculino) termina en una derrota y no en una conexión?”
Ella siguió especialmente la discusión que se había hecho en los años 1997-1998 en YAJK sobre la organización de mujeres y la liberación; y las extensivas perspectivas en el liderazgo del partido. No viendo la línea ideológica del PKK, de la realidad de los hombres y las mujeres – del este y el oeste – como contrarios, pero integrando las diferentes habilidades y los valores positivos en un proyecto universal para una vida libre. Aspectos del movimiento de liberación kurdo en el cual Ronahî y otros internacionalista pudieron fuertemente identificarse.
Ronahî y otras luchadoras de la libertad probaron que los deseos de libertad, de unidad mental y de una lucha en común son más fuentes que los intentos de dividir del sistema patriarcal. Compañeras como Heval Beritan (Gülnaz Karatas), compañeras turcas como Çiğdem y Canda, la compañeras circasiana Helîn (Nermin Akkuş), convirtieron sus vidas y sus luchas con las compañeras kurdas como heval Zeynep (Gurbetelli Ersöz), Sarya Baran, Meryem Çolak, Rewşen y Bermal, Rotinda y Kurdê, Zinarin, Rojîn Gevda, Çiçek Botan, Rêvana Rojava, Arîn Mirkan y otras muchas más luchadoras por la libertad que cayeron en octubre, son un símbolo vivo de la lucha internacionalista de la liberación de las mujeres.
Se liberaron de la estrechez del sistema. Así ellas crearon un fundamento de la libertad y la esperanza con el que hoy en día nosotros – como mujeres y hombres libres-amorosos, con diferentes edades, nacionalidades y culturas – continuamos la lucha para la realización de un mundo justo, libre de explotación. La mejor respuesta que podemos dar a la masacre cometida por los soldados turcos hace 20 años en la región de Çatak, es construir y difundir la perspectiva de una sociedad democrática-ecológica y de liberación de género en todas las partes del mundo. Esto incluye una lucha común por la libertad de Abdullah Öcalan, la liberación de Afrin, así como una defensa de la revolución en Rojava y otros lugares.
Şehid namirin!
¡La lucha continúa!
Şervîn Nûdeme