En Kurdistán, la pluma asusta a los poderosos
La Marseillaise – Alice Magar – 12 octubre 2024 – Traducido y editado por Rojava Azadi Madrid
Dos coches esperan ante los grandes ventanales del hotel Mem u zin, en el centro de Suleimaniye. A las 8:30 en punto, siete periodistas salen del edificio amarillo de estilo retro. Se dirigen a la productora kurda Chatr Media. Tras pasar una hora y media en los estudios, la delegación se dirige a Metro, la organización de defensa de periodistas. No hubo tiempo para comer, ya que la jornada había estado jalonada por una serie de reuniones con una apretada agenda. La web de noticias Rojnews, el canal 100% femenino JinTV, el medio independiente Sharpress… Hasta las siete y media de la tarde, el grupo no encontró tiempo para comer algo. Al día siguiente y al posterior, volvió a ocurrir lo mismo.
En total, los periodistas visitaron más de una decena de medios de comunicación, asociaciones y sindicatos que trabajan por la libertad de prensa. El objetivo: unir a las fuerzas locales en torno a la muerte de Hêro Bahadîn y Gulistan Tara, dos periodistas que murieron el 23 de agosto en un ataque turco con drones, cuando informaban para Chatr Media, en la región de Sayyid Sadeq, a 300 km de la frontera1Se refiere a la frontera turco-iraquí.
Un crimen silenciado
Este acto, que ha pasado desapercibido en la escena internacional, no suscitó ninguna reacción por parte de las autoridades iraquíes. «Este atentado en un lugar remoto de Irak responsabiliza a nuestro gobierno», afirma Handren Hawrami Faraj Mohamed, miembro de la delegación europea creada por la asociación Rojin y la Iniciativa de Periodistas Kurdos para esclarecer este crimen. El periodista kurdo recuerda que el 15 de agosto, una semana antes del tiroteo mortal, Bagdad y Ankara habían firmado un acuerdo de cooperación militar. «No se ha emitido ninguna declaración oficial ni se ha tomado ninguna medida contra el autor terrorista de este ataque con aviones no tripulados, que constituye una violación flagrante de nuestra soberanía nacional», prosigue.
Tampoco se ha llevado a cabo ninguna investigación adecuada. Más de cuarenta días después de la tragedia, partes metálicas de la bomba siguen alojadas en el agujero en el asfalto creado por la explosión. «Es increíble que sigan ahí», afirma uno de los periodistas de la delegación. En el certificado de defunción de las dos periodistas, la causa de la muerte figura como «accidente de tráfico». Una aberración que hace aún más doloroso el duelo de la familia de Hêro Bahadîn. «Son mártires, queremos que todo el mundo lo sepa», dice la hermana de la reportera, con los ojos enrojecidos por las lágrimas.
Procedimientos judiciales
A nivel local, el gobernador de Suleimaniyah mostró su apoyo a los periodistas y reafirmó la importancia de una prensa libre e independiente en una cena informal, sin tomar una posición decidida en la escena política. «Intenta mantener un papel diplomático bastante neutral», explica Rebin Bakr, único superviviente del ataque con dron. «Es una buena persona, está ahí para su gente, y no tengo ningún comentario que hacer al respecto. Pero necesitamos declaraciones más contundentes del gobierno federal y en la escena internacional.»
Para que este crimen no caiga en el olvido, Handren Hawrami Faraj Mohamed cree que hay que «Construir un puente sólido entre Europa y Oriente Próximo. El mundo intelectual, los medios de comunicación y las asociaciones de derechos humanos deben documentar estos hechos», afirma. «Por eso queremos crear un centro en Bruselas que actúe como punto de transferencia de información procedente de las regiones kurdas.»
Más que ruido mediático, la delegación pretende llevar este caso ante los tribunales. Alrededor de la gran mesa de madera de la asociación kurda de defensa de periodistas Metro, la delegación discute sobre los documentos que deben obtener para construir un caso sólido. «Podemos proporcionarles un certificado que atestigüe la veracidad de este atentado», comienza Rahman Xerip, presidente de la organización. «La defensa de Turquía es que Gulistan Tara y Hêro Bahadîn pertenecían al PKK. Podemos publicar un desmentido. También sería interesante pedir al Llamamiento de Ginebra2https://www.genevacall.org/fr/ que lleve a cabo una investigación neutral e independiente.»
Al otro lado de la mesa, Handren Hawrami Faraj Mohamed toma notas escrupulosamente. Hay mucho en juego. En primer lugar, la delegación probará suerte ante un tribunal iraquí. Después, los periodistas esperan acudir al Tribunal Penal Internacional de La Haya. Puede que el camino sea largo, pero las muertes de Hêro Bahadîn y Gulistan Tara no serán en vano.
«El mundo intelectual, los medios de comunicación y las asociaciones de defensa de los derechos humanos deben documentar estos hechos.»
- 1Se refiere a la frontera turco-iraquí
- 2https://www.genevacall.org/fr/