El Ministro del Interior Jorge Fernandez se pone en evidencia al acusar a los kurdos sirios de terroristas
Una verdadera ceremonia de la confusión se adueñó el miércoles de toda la prensa española, incluidas las grandes cadenas de radio y televisión, al calificar de ‘terroristas’ a las Unidades de Protección Popular (YPG), principal aliado de EEUU y Europa en la lucha contra el Estado Islámico en Siria.
Pero aún más sorprendente fue que la redada llevada a cabo ese día en Madrid, Valencia y Bilbao para ‘desmantelar la estructura’ del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) en España pusiera en evidencia que los ministerios de Interior y Exteriores tienen una concepción radicalmente opuesta sobre el carácter terrorista de esa organización kurda de Siria.
De hacer caso a las noticias difundidas por todos los medios, en principio basadas en la correspondiente nota de prensa facilitada por Interior, los nueve detenidos –ocho españoles y un turco− formarían una organización para reclutar voluntarios para las YPG, que, en esas noticias, son consideradas como “un brazo armado del PKK” y, por lo tanto, una organización ‘terrorista’ igual que el PKK.
Sin embargo, eso no es cierto. Ningún país importante, salvo Turquía y, por lo que se ve también ahora el Ministerio español del Interior, considera a las YPG una organización terrorista. La realidad es que las YPG no son ‘un brazo armado’ del PKK, como se desprendía de todas esas informaciones, sino del Partido de la Unidad Democrática (PYD), la principal organización que aglutina a los kurdos sirios y la mayor fuerza que combate al Estado Islámico en ese país.
Es cierto que el PYD sigue la línea ‘apoísta’, es decir, la de Abdulá Ocalán, el líder del PKK, pero eso no es suficiente, al menos para EEUU, Rusia, la Unión Europea y el Ministerio español de Asuntos Exteriores, para incluirlo en la lista de organizaciones prohibidas por su carácter terrorista.
De hecho, las delegaciones del PYD y de las YPG se mueven con libertad por todos estos países y, en concreto, el líder del PYD, Saleh Muslim, que también ha realizado varias visitas a España, acaba de intervenir en una conferencia internacional celebrada en el Parlamento Europeo los días 26 y 27 de enero. Aún más llamativa fue la recepción del presidente Hollande a las YPG en el Palacio del Elíseo y, sobre todo, la actual defensa tanto por parte de EEUU, de Rusia y de Francia para que las YPG y el PYD estén representados en las actuales conversaciones de Ginebra sobre la crisis siria.
Más concretamente, en España, Saleh Muslim ha visitado oficialmente el Parlamento de Navarra y el Parlamento Vasco de Vitoria, mientras que otra máxima dirigente del PYD, Sinam Muhamad, fue invitada en enero de 2014 por el Ministerio de Asuntos Exteriores para participar en la Cumbre de la Oposición Siria en Córdoba.
Aquella cumbre fue inaugurada por el ministro García-Margallo, y su ministerio corrió con los gastos del viaje y estancia de Sinam. Como actualmente ha ocurrido en Ginebra, la mayor parte de los grupos de la oposición, que siguen la política de Turquía y Arabia Saudí sobre la crisis siria, se negaron a que el PYD participara en las sesiones, pese a los intentos del propio Ministerio de Exteriores para que sí interviniera en las mismas.
Entonces, ¿dónde está el lío que ha confundido a toda la prensa española y que finalmente ha puesto en evidencia la descoordinación entre Interior y Exteriores?
La respuesta hay que buscarla en que, tal vez por desconocimiento o por una información incorrecta por parte de la Policía turca, la Policía Nacional española ha confundido el grupo Reconstrucción Comunista, al que pertenecen los detenidos, con el PKK, cuando se trata de dos organizaciones que no tienen nada que ver entre sí, aumentando la confusión al identificar miméticamente, como solamente hace el gobierno de Ankara, al PKK de Turquía con el PYD de Siria.
Reconstrucción Comunista es una organización de extrema izquierda asociada a otro grupo similar en Turquía: el Partido Comunista Marxista-Leninista (PCM-L). Es cierto que el PCM-L apoya la lucha de los kurdos de Siria como lo apoyan otras muchas organizaciones tanto de Turquía como de Europa, EEUU y de otras partes del mundo; pero ni el PCM-L, ni Reconstrucción Comunista, pueden ser identificadas con el PKK ni con el PYD porque la línea ‘apoísta’ no tiene nada que ver con esa orientación marxista-leninista. Ya resulta dudoso que el PKK tenga una estructura organizada en España, si es que alguna vez la ha tenido, pero si la tuviera ni estaría ni podría estar compuesta por militantes de Reconstrucción Comunista.
Autor: Manuel Martorell
Fuente: http://www.cuartopoder.es/terramedia/2016/01/28/ypg-interior-y-exteriores-se-contradicen-al-acusar-de-terroristas-a-los-kurdos-de-siria/7406