¿El llamamiento de Öcalan incluye a Rojava?

Yeni Ozgur Polítika – Veysi Sarisözen -10 marzo 2025 – Traducido y editado por Rojava Azadi Madrid
La afirmación de que "el llamamiento incluye a Rojava" es una peligrosa señal de que Erdoğan no dará pasos hacia la democratización. Esta señal es aún más peligrosa que el lenguaje venenoso que utiliza.
Algunos portavoces del gobierno [turco] interpretan que el llamamiento del presidente Öcalan incluye a Rojava1Más bien a la Administración Autónoma Democrática del Norte y Este de Siria (DAANES).. Se basan en la frase «todos los grupos» del último párrafo del llamamiento:
«Convoquen su congreso y tomen una decisión, como haría voluntariamente toda sociedad y partido moderno que no haya sido obligado a dejar de existir (…) todos los grupos deben deponer las armas y el PKK debe disolverse».
Está claro sin lugar a dudas que aquí se hace referencia a las HPG, YJA-Star y los grupos autónomos, grandes y pequeños, del PKK. No se mencionan ni Rojava, ni Rojhilat, ni organizaciones apoístas de otro país.
Para entenderlo, basta con fijarse no solo en el último párrafo del llamamiento, sino también en el Estado con el que Öcalan discutió y negoció la cuestión, para comprender por qué Rojava y otras regiones no se mencionan en el llamamiento. Según el comunicado, una delegación que representa al Estado ha estado negociando la cuestión con Öcalan en İmralı durante al menos un año, y finalmente se llegó a un «compromiso democrático», por utilizar el término empleado en el llamamiento, sobre la base de la democratización del Estado y de que, a cambio, el PKK deponga las armas y se disuelva. Por ello, el PKK no depondrá las armas ni se disolverá hasta que se den pasos tranquilizadores hacia la democratización (de los cuales la libertad de Öcalan es el más importante), y el Estado no dará ningún paso democrático hasta que el PKK deponga las armas y se disuelva. Según tengo entendido, en esto consiste el «compromiso democrático». En otras palabras, tanto el Estado aseguró al PKK diciendo «me democratizaré» como el PKK aseguró al Estado diciendo «depondré las armas y disolveré mi organización». Un alto el fuego mutuo es una condición previa necesaria para que las partes den los pasos que han acordado.
El llamamiento no podía mencionar a Rojava ni a ninguna otra región de otro Estado porque no ha habido ninguna negociación similar entre Öcalan y el Estado sirio, iraní o iraquí. Ni la coalición de bandas de Damasco ni el régimen de los mulás de Teherán han prometido democratización alguna -como ha hecho el Estado turco- a cambio de que las YPG, YPJ y SDF depusieran las armas y el PYD se disolviera. Porque no se ha establecido ninguna relación, y mucho menos negociaciones, con estos Estados. Por esta razón, el presidente Öcalan ha hecho un llamamiento solo al PKK.
Desde este punto de vista, la propaganda de los medios de comunicación del gobierno turco y de los portavoces del AKP, que han difundido que la DAANES «ha rechazado el llamamiento de Öcalan», que «el llamamiento incluye a Rojava» debe entenderse como una excusa para no cumplir la condición de democratización recogida en el llamamiento. El gobierno y Erdoğan dicen «como Rojava no ha depuesto las armas y el PYD no se ha disuelto, no aceptamos el compromiso de democratización expresado en el llamamiento». La afirmación de que «el llamamiento incluye a Rojava» es una señal peligrosa de que Erdoğan no dará pasos hacia la democratización. Esta señal es aún más peligrosa que el lenguaje venenoso que utiliza.
Se ve que han tergiversado la afirmación de Sırrı Süreyya Önder de que «el llamamiento se hizo a todos en principio». El llamamiento se hizo a toda organización y persona armada y no armada, legal e ilegal que defienda el paradigma apoísta con unas tesis distintas a «deponer las armas y disolverse» diciendo «cambia y transfórmate». De hecho, este llamamiento a «cambiar y transformarse» se hace no solo a las organizaciones y personas apoístas, sino a todo el movimiento socialista, aunque sea indirectamente.
Una cosa está indudablemente clara: el presidente Öcalan lleva años pidiendo a todos los Estados de la región, y a todas las organizaciones democráticas que están en disputa o en conflicto con esos Estados, que busquen vías de «reconciliación democrática» entre ellos, si no quieren ser un juguete en manos de las potencias hegemónicas. Rojava, desde el principio, ha estado buscando formas de llegar a un acuerdo de igualdad de derechos con el régimen de Assad, y ahora incluso con la administración colonial, cuyos secretos internos conocen mejor que nadie.
El interlocutor de la DAANES y del PYD no es el Estado turco. Es el Estado sirio. El interlocutor del Estado turco es la República Árabe Siria. Porque Rojava es una región autónoma que existe en el territorio del Estado sirio, y todas las ocupaciones y anexiones que han tenido lugar contra esta región, así como los ataques militares que se están produciendo actualmente, han sido y están siendo llevados a cabo contra el Estado sirio. Al mismo tiempo, cualquier intento del Estado turco en relación con Rojava es una burda intervención en los asuntos internos de la República Árabe Siria.
Al igual que ningún Estado tiene derecho a interferir en la relación entre el PKK y el Estado turco, el Estado turco no tiene derecho a interferir en la relación entre el Estado sirio y el PYD y las SDF. No se puede esperar que el presidente Öcalan haga ningún llamamiento al régimen de Damasco y a la DAANES que no sea la recomendación de una reconciliación democrática. El Estado turco ha aceptado a Öcalan como interlocutor, mientras que entre el régimen de Damasco y Öcalan no existe ni la más mínima relación, y mucho menos un interlocutor. En esta situación, Öcalan no podía ni podía pedir a las SDF que deponga las armas y se disuelva frente al régimen de Damasco, del que no ha recibido ninguna promesa de democratización.
Quien observe los enfrentamientos que se están produciendo actualmente en Latakia y en otros lugares donde viven árabes alauitas, en los que según las estimaciones han perdido la vida más de mil sirios, puede comprender fácilmente que el régimen de Damasco no tiene ninguna intención de buscar un compromiso democrático con nadie. Cuando Erdoğan dice que Rojava debe desarmarse y disolver sus organizaciones, está tratando de abrir la puerta a masacres que HTS es incapaz de llevar a cabo.
Con el llamamiento de Öcalan, existe la «posibilidad» de que se resuelvan problemas muy críticos que necesitan solución. Como toda posibilidad, esta puede materializarse o no. El intento del gobierno de incluir a Rojava en el llamamiento a la reconciliación democrática es un enfoque poco serio y malicioso destinado a eliminar esta posibilidad.
Y, por desgracia, a pesar del llamamiento, el gobierno del AKP tiende a caminar por la senda del régimen de Damasco contra las SDF y las HPG e intensifica la guerra con más de mil ataques aéreos en pocos días, a pesar de la declaración de alto el fuego.
Sí, con el llamamiento de Öcalan se ha dado el primer gran paso para una reconciliación democrática entre quienes representan al Estado, o a una parte del Estado, y el PKK, pero el gobierno de Erdoğan todavía no ha dado ningún paso serio en línea con este gran comienzo. En esta situación, los partidos representados en la Gran Asamblea Nacional turca, si realmente apoyan el llamamiento de Öcalan, deben poner fin urgentemente a esta tendencia. El primer enfrentamiento entre militares y guerrilleros en el ambiente de guerra intensificado por el gobierno, que causará muchas víctimas, conducirá quizás a desperdiciar la última oportunidad. Todo el mundo debe actuar con responsabilidad.
- 1Más bien a la Administración Autónoma Democrática del Norte y Este de Siria (DAANES).