El acuerdo NES-Damasco (Análisis del Centro de Información de Rojava)

RIC – 15 marzo 2025 – Traducido y editado por Rojava Azadi Madrid
El 10 de marzo, el presidente del Gobierno Provisional Sirio (GPS), Ahmed al-Sharaa, y el comandante en jefe de las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF), Mazloum Abdi, alcanzaron un acuerdo en el que se esbozaba la integración administrativa, militar y de seguridad entre las SDF y Damasco, que deberá aplicarse antes de finales de año. Según el anuncio de la Presidencia siria, el acuerdo «estipula la integración de las Fuerzas Democráticas Sirias en las instituciones de la República Árabe Siria, haciendo hincapié en la unidad del territorio sirio y rechazando la partición».
El acuerdo contiene ocho puntos:
1. Garantiza los derechos de todos los sirios a la representación y participación en el proceso político y en todas las instituciones del Estado en función de sus competencias, independientemente de su origen religioso y étnico.
2. La comunidad kurda es originaria de Siria; el Estado sirio garantiza su derecho a la ciudadanía y todos sus derechos constitucionales.
3. Alto el fuego en todos los territorios sirios.
4. Integración de todas las instituciones civiles y militares del NES en la administración del Estado sirio, incluidos los pasos fronterizos, aeropuertos y yacimientos de petróleo y gas.
5. Garantía de regreso de todos los sirios desplazados a sus ciudades y pueblos de origen y seguridad de su protección por parte del Estado sirio.
6. Apoyo al Estado sirio en su lucha contra los remanentes de Assad y todas las amenazas a su seguridad.
7. Rechazo a los llamamientos a la división, la incitación al odio y los intentos de sembrar discordia en todos los sectores de la sociedad siria.
8. Los Comités Ejecutivos trabajarán y se esforzarán por aplicar el acuerdo a más tardar a finales de este año [2025].
La importancia de la reunión fue ampliamente reconocida, ya que era la primera vez que Ahmed al-Sharaa y Mazloum Abdi se reunían públicamente. El segundo punto del acuerdo -el reconocimiento oficial de los kurdos de Siria- también se consideró histórico, en base a la discriminación que durante décadas ha sufrido la población kurda dentro de Siria por parte del Estado central. En 1962, en particular, los kurdos fueron desposeídos en masa de su ciudadanía. El gobierno realizó un censo en la gobernación de Haseke, en el que los kurdos tenían que demostrar que vivían en Siria desde al menos 1945. Como el censo duró solo un día y las autoridades publicaron poca información sobre el censo con antelación, muchos no tuvieron tiempo de demostrarlo. Decenas de miles de personas perdieron la ciudadanía siria, por lo que sus hijos tampoco pudieron adquirirla. En 2011, el número de kurdos formalmente apátridas en Siria había alcanzado el medio millón.
Sin embargo, en la práctica, el acuerdo contiene pocas cosas nuevas o inesperadas. Los puntos clave son cuestiones que ambas partes habían manifestado previamente que aceptaban desde que comenzaron las conversaciones entre el NES y Damasco a finales de diciembre [2024]. El acuerdo no contiene detalles sobre cómo se logrará concretamente la integración militar, administrativa, económica o de recursos, ni sobre qué tipo de proceso de implementación hay por delante.
Desde este punto de vista, el acuerdo firmado es «solo un memorando de entendimiento», como dijo a RIC una fuente de las SDF. «Ahora al menos hay dos partes que están de acuerdo en tomarse tiempo para discutir todo en detalle antes de apresurarse a implementar cualquier cambio. Eso es positivo. Pero no hay nada en el acuerdo con lo que no estuviéramos de acuerdo en principio antes». De hecho, la DAANES, las SDF y el SDC ya habían anunciado en febrero que estaban centrados en encontrar «un mecanismo de implementación apropiado» para la integración de las instituciones militares y administrativas.
Todavía no se han resuelto los puntos de fricción, como el deseo de las SDF de mantener su forma de fuerza diferenciada frente a la exigencia de al-Sharaa de que se disuelvan totalmente y los combatientes individuales vuelvan a incorporarse al nuevo ejército sirio.
Sin embargo, como establece el punto final del acuerdo, ahora se formarán comités para trabajar en los aspectos prácticos para la realización de lo acordado. El acuerdo «no se traducirá en ningún cambio real sobre el terreno a menos que los comités conjuntos se pongan de acuerdo en todo», explicó una fuente de las SDF. El copresidente del Consejo Ejecutivo de la DAANES, Hussein Othman, dijo a RIC que los comités clave -económico, político, administrativo y de seguridad- tendrán como objetivo «establecer un conjunto de entendimientos con Damasco».
Hassan Kocher, miembro del Consejo Ejecutivo, explicó que la creación de estos comités hará que la DAANES se implique más en el proceso, y confirmó que, hasta ahora, el diálogo entre la DAANES y Damasco había sido solo entre fuerzas militares. «Las SDF son las que llevan a cabo estas reuniones con HTS. Se han reunido oficialmente dos veces. La DAANES aún no se ha unido a las conversaciones como administración civil porque las reuniones se celebraron con fuerzas militares. Ahora, después de estas reuniones, y después de que se hayan discutido los puntos básicos, se constituirán comités económicos, políticos y sociales. Participarán todos los componentes del NES: árabes, siríacos y otros. También habrá un comité para la cuestión kurda.» Kocher añadió que estos comités también intentarán desempeñar un papel en la determinación de la futura Constitución final de Siria. «Estos comités mantendrán debates sobre cómo será la Constitución siria, cómo se nos incluirá en ella y cómo será el Estado sirio. Todo esto y más detalles se discutirán después de que se formen los comités». La voluntad de la DAANES aquí parece genuina. Sin embargo, con la reciente publicación de la Constitución de transición, en la que el poder se centraliza en gran medida en manos del presidente interino al-Sharaa y se recortan los controles y equilibrios democráticos, parece muy posible que el proceso de redacción de la futura Constitución siga estando directamente en manos de al-Sharaa.
Kocher afirmó que es importante ampliar la participación en los procesos de construcción del nuevo Estado sirio, al tiempo que cada región debe poder considerar sus condiciones y necesidades únicas. «Los puntos básicos aprobados hasta ahora requieren un debate más serio, porque todos los pueblos de Siria deben participar en esta nueva administración. Esta es una vertiente. Otra vertiente tiene que ver también con proteger un poco la autonomía regional. El Estado central no puede interferir en todos los asuntos regionales. El Estado tiene sus tareas fundamentales para sus instituciones centrales, pero puede trabajar junto a las instituciones de los pueblos regionales, y podemos discutir sobre esta base».
Ante las especulaciones sobre el destino de las regiones de mayoría árabe del NES, de las que algunos afirman que muchos habitantes árabes preferirían una afiliación administrativa a Damasco, Kocher afirmó: «No es cuestión de ‘renunciar’ a una región o de ‘conservarla’: no se trata de ‘renunciar’ a una región o ‘quedársela’. La comunidad árabe -y todas las demás comunidades- del país tienen su propia voluntad. Hay que tener en cuenta a todas las comunidades. Deben tener voz y voto en el destino de su región. Deben poder gobernarla por sí mismas. Hace ya varios años que hay estabilidad allí [en las regiones de mayoría árabe del NES]. Sus habitantes lo han conseguido. Tienen su propia voluntad. Nadie está «entregando» su región a nadie. […] Esas regiones tienen sus propias experiencias. Muchos de los hijos e hijas de esa región decidieron unirse a las SDF para liberar sus regiones de ISIS. Sacrificaron miles de vidas para hacerlo».
En este sentido, no se han producido cambios sobre el terreno desde la firma del acuerdo. Othman, confirmó al RIC que las operaciones del NES contra ISIS continuarán como hasta hoy, pero ahora es posible una nueva cooperación en materia de seguridad e inteligencia con Damasco: «Los acuerdos entre las SDF y la Coalición internacional siguen en vigor. No habrá ningún cambio a este respecto. Las SDF están autorizadas a luchar contra ISIS en el NES. Puede haber cooperación de seguridad e inteligencia con Damasco a este respecto [… pero] la participación de Damasco requiere discusión, comprensión y un proceso de evaluación completo.» La idea de que el Gobierno Provisional Sirio se una realmente a la lucha contra ISIS ha levantado algunas cejas. Si bien las operaciones contra ISIS dirigidas por Estados Unidos, con la participación de las SDF y/o Damasco, pueden llevar a la degradación de la estructura organizativa de ISIS en Siria, combatir verdaderamente la ideología violenta e intolerante promovida por los grupos yihadistas parece aún menos factible con el Gobierno Provisional -dirigido por un núcleo de antiguos miembros de al-Nusra/HTS- en el poder. El asesinato de más de 1.000 alauitas a manos de las fuerzas del Gobierno Provisional en Latakia la semana pasada se asemejó mucho a las numerosas masacres que se produjeron a lo largo de la guerra civil siria a manos de facciones yihadistas como ISIS y el predecesor de HTS, Jabhat al-Nusra. Además, se ha registrado la presencia de antiguos combatientes de ISIS dentro de HTS, incluso por parte del Consejo de Seguridad de la ONU. Aunque ya no reciben órdenes de los dirigentes de ISIS, siguen mostrando con orgullo insignias y símbolos de ISIS, lo que indica claramente una postura ideológica. Tras la llegada de HTS al poder en Damasco, se exhibieron abiertamente insignias y símbolos yihadistas de ISIS en las calles de Damasco y otras ciudades sirias.
Othman añadió que se debatirá el despliegue del nuevo ejército sirio en las zonas fronterizas de NES: «Los ejércitos nacionales son responsables de proteger el Estado y sus fronteras y de repeler cualquier ataque contra la soberanía del Estado. La integración de las SDF en el ejército significa que esta institución nacional debe proteger al país. Los detalles de la distribución y el despliegue serán el resultado de discusiones internas». Farhad Shami, jefe del Centro de Medios de las SDF, también aclaró a los medios de comunicación que el nuevo ejército sirio, bajo el Gobierno Provisional Sirio, no entrará en la región del NES aparte de potencialmente en los pasos fronterizos, y que no hay ningún cambio actual en la situación de las prisiones de ISIS o la lucha contra ISIS en el NES.
Kocher declaró que EE.UU. ha desempeñado un papel en la consecución del acuerdo, ya que «lleva años presente en el NES para Siria y lucha contra ISIS a través de una alianza con las SDF. Ayudó a organizar las reuniones con Damasco. En base a estas razones, ha desempeñado un papel en estas negociaciones, fomentando una solución política y no militar».
Othman subrayó que el proceso que se avecina debe permanecer libre de injerencias extranjeras: «Uno de los mayores retos son las intervenciones regionales que pretenden obstaculizar el logro de entendimientos sostenibles. La voluntad siria debe anteponer los intereses nacionales a cualquier otra consideración. Debe haber una postura unificada contra estas intervenciones en asuntos puramente sirios». También argumentó que el acuerdo reflejaba el compromiso de las SDF con una Siria unificada: «La DAANES y las SDF han demostrado a todos que son un proyecto nacional, especialmente tras la derrota de ISIS, la persecución de las células durmientes y el éxito de la DAANES en llevar la estabilidad a las zonas que gobierna. Con la reciente firma del acuerdo, las SDF han demostrado que tienen un proyecto nacional sirio, en el que siempre han insistido.»
A pesar de que el acuerdo estipulaba el compromiso de un alto el fuego en toda Siria, el RIC ha registrado que los ataques turcos y del SNA contra el NES han continuado tras el acuerdo Damasco- NES, incluidos bombardeos contra el centro y las afueras de la ciudad de Tel Tamir, bombardeos alrededor de Sarrin, ataques con drones contra el lugar de la protesta civil en la presa de Tishrin, además de ataques aéreos y bombardeos en la línea de frente de Manbij. Un investigador del RIC visitó la protesta civil en la presa de Tishrin para supervisar la situación e informó el 12 de marzo: «Esta mañana se han producido 10 ataques con drones contra el cuerpo de la presa. En los últimos días han golpeado mucho la presa, pero no había nadie fuera. Hubo coches dañados [en la foto]. También se oye el sonido de los ataques aéreos desde la línea del frente, a varios kilómetros de distancia». Esto es notable, porque el SNA anunció su disolución e integración bajo el Ministerio de Defensa hace dos meses. De ahí que los grupos que actualmente atacan el SNA formen parte del nuevo ejército sirio.
La promesa de garantizar el retorno seguro de todos los desplazados internos sirios bajo la protección del Estado es particularmente pertinente para la región NES. Turquía y su fuerza siria sustituta, el SNA, invadieron NES en 2018 y 2019, vaciando las zonas de Afrin y Sere Kaniye, anteriormente de mayoría kurda, de la mayoría de sus habitantes originales. Al no poder regresar debido a la violencia y la actividad delictiva perpetuadas por las facciones del SNA que pasaron a controlar las zonas ocupadas por Turquía, se construyeron varios campos de desplazados internos en el NES para alojar a quienes estaban dispuestos a esperar años con la esperanza de regresar a sus regiones de origen. Otros sintieron que no tenían más remedio que marcharse a Europa, con sus casas ya incautadas y confiscadas por miembros del SNA, sus tierras y propiedades saqueadas. Minorías religiosas como yazidíes y cristianos vieron cómo el SNA destruía y profanaba sus santuarios y tumbas. Un nuevo ataque del SNA en diciembre de 2024 expulsó a la población de Shehba, adyacente a Afrin, creando otro flujo de desplazados internos hacia el NES. Muchos de los que huyeron ante la embestida del SNA eran desplazados internos de Afrin, por lo que estaban experimentando un desplazamiento forzado a manos del SNA por segunda vez. Aunque desde la caída de Assad se ha registrado el retorno de 750.000 desplazados internos sirios, la continua ocupación turca y el control del SNA de Afrin y Sere Kaniye siguen siendo un obstáculo que impide a los habitantes originales de la zona regresar a sus hogares. En este sentido, cualquier medida práctica que se adopte para alcanzar el punto cinco del acuerdo deberá tener en cuenta tanto a Turquía como al SNA.
Con respecto a la posibilidad de que la implementación exitosa de un acuerdo NES-Damasco pudiera dar paso a una retirada de las fuerzas estadounidenses de Siria, Kocher se negó a comentar, diciendo: «No especulo sobre lo que Estados Unidos quiere o no quiere. […] Esta cuestión está relacionada con los intereses de Estados Unidos y sus planes en la región; no solo en Siria, sino en Oriente Próximo. Esto es una realidad. Todas las grandes potencias en Oriente Próximo actúan en función de sus intereses y no de los nuestros. Por lo tanto, su retirada no está relacionada con nosotros, sino con sus intereses. ISIS todavía existe y está tratando de revitalizarse, y ellos lo reconocen.»
El sexto punto del acuerdo, referido a la lucha contra las células afines a Assad, fue acogido con preocupación por muchos, a la luz de la masacre de alauitas que se había producido a manos de las fuerzas del Gobierno Provisional en la costa siria apenas unos días antes. El 6 de marzo, milicianos pro-Assad llevaron a cabo una serie de ataques contra la Seguridad General local del Gobierno Provisional. Con el factor sorpresa de su lado, se hicieron con el control de algunos barrios y tramos de campo montañoso en Latakia. En respuesta, el Gobierno Provisional anunció una movilización masiva de sus fuerzas, iniciando una operación de combate en toda la región. Las células insurgentes no tardaron en ser derrotadas, y el día 7 todas las ciudades estaban de nuevo en manos del Gobierno Provisional. Sin embargo, las fuerzas del nuevo ejército sirio procedieron a desatar una oleada de violencia contra los alauitas, matando a unas 1.000 personas, filmándose a sí mismas mientras cometían abusos humillantes y ejecuciones sobre el terreno. Los cadáveres fueron arrojados a las calles por las fuerzas del Gobierno Provisional, que también quemaron y saquearon hogares alauitas, lo que supuso la peor violencia vista en Siria desde la caída de Assad. Probablemente dirigiéndose a quienes cuestionaban la decisión de las SDF de firmar un acuerdo con Damasco en estas circunstancias, la copresidenta del Departamento de Relaciones Exteriores de la DAANES, Ilham Ahmed, declaró que el acuerdo SDF-Damasco «es un paso dirigido a detener […] los dolorosos acontecimientos presenciados por nuestro pueblo en la costa», así como todas las operaciones militares en suelo sirio. Añadió: «Esperamos que este acuerdo allane el camino hacia una reconciliación nacional integral, una vía de verdadera justicia transicional».
A nivel nacional, la noticia del acuerdo suscitó celebraciones generalizadas en todo el país, ya que muchos lo consideraban un paso importante hacia la unidad interna, que evitaba nuevos derramamientos de sangre y sentaba las bases para que Siria pudiera reconstruirse de nuevo. A nivel internacional, se sucedieron las declaraciones positivas de todos los actores regionales clave.