El abogado de Öcalan, Faik Özgür Erol, en el Consejo de Europa
KNK – 18 abril 2024 – Traducido y editado por Rojava Azadi Madrid
Esta es una traducción del discurso pronunciado por Faik Özgür Erol en la conferencia de prensa sobre Presos Políticos en Turquía celebrada en el Consejo de Europa el miércoles 17 de abril de 2024
«Hay una prisión en Turquía. Desde marzo de 2020, no se permite la entrada a nadie de fuera. Es una isla prisión en medio del mar – Mármara – a 30 kilómetros de tierra. Es una prisión similar a Robben Island en algunos aspectos, pero las condiciones de aislamiento son mucho más severas. Estamos hablando de la prisión de İmralı.
Hay cuatro presos políticos detenidos en İmralı. Uno de ellos es el Sr. Abdullah Öcalan. Los otros son Veysi Aktaş, Hamili Yildirim y Ömer Hayrı Konar.
La comunicación de İmralı con el exterior siempre ha sido problemática, pero desde hace muchos años, esta situación problemática se ha convertido en un estado de incomunicación total. He sido abogado del señor Öcalan durante diecisiete años. Tenemos demandas y casos en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos y docenas de casos en el Tribunal Constitucional de Turquía en nombre del Sr. Öcalan. Pero, a pesar de ello, no se nos ha permitido reunirnos con él desde 2011.
Esta situación se prolonga desde hace unos trece años. En 2019, tras las protestas por la huelga de hambre de los presos políticos, se permitieron cinco reuniones de abogados en İmralı. Sin embargo, esto no continuó, y las reuniones volvieron a prohibirse ese mismo año. Esto significa que İmralı sigue siendo una prisión en la que no se permite la presencia de abogados desde hace trece años.
Tampoco se permite a las familias reunirse con los presos de İmralı. La última vez que sus familias pudieron ir a İmralı fue en marzo de 2020. Durante cuatro años, no se les ha permitido reunirse con ningún familiar. En abril de 2021, pudieron realizar una breve llamada telefónica con sus familias, y este fue el último contacto con İmralı. Desde abril de 2021, se les ha mantenido en un estado de aislamiento total sin comunicación.
Como abogados de Öcalan y de los otros presos de İmralı, sabemos bien que este aislamiento absoluto no tiene base legal. Sabemos bien que el aislamiento se basa en una decisión política y administrativa. Sabemos que el aislamiento de Öcalan es un intento de impedir una solución a la cuestión kurda a través del diálogo pacífico y democrático.
El punto de partida de la práctica actual de Turquía de no reconocer y no aplicar las sentencias del Tribunal Europeo de Derechos Humanos es İmralı. En primer lugar, en 2014, el Tribunal Europeo calificó de trato inhumano la decisión de mantener a Öcalan en prisión hasta su muerte y pidió que se estableciera un mecanismo de libertad condicional. Desde 2014, Turquía no ha aplicado esta sentencia y se ha negado a aplicarla a cualquier persona condenada a prisión hasta la muerte.
Debemos reconocer y rechazar este hecho: Turquía, y el Consejo de Europa del que es miembro, no han permitido a ningún familiar o abogado entrar en una prisión dentro de sus fronteras -la prisión de İmralı- durante muchos años. No se pueden recibir noticias. En esta situación, la prisión de İmralı es, en términos reales, un agujero negro legal. La actitud de los órganos de supervisión y judiciales de derechos humanos del Consejo de Europa, que ignoran la existencia de un agujero negro legal, allana el camino, o fomenta, la propagación de lugares y prácticas similares en Turquía.
En 2011, convertimos la prohibición de los abogados en İmralı en un caso ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos. Hoy, hemos llegado a 2024, y todavía el Tribunal Europeo no ha emitido ninguna sentencia en este caso. ¿Cómo se explican trece años de retraso prolongado en esta demanda? Si se hace la vista gorda ante la existencia de un agujero negro jurídico durante un período tan largo, por razones políticas o diplomáticas, también se será testigo de cómo se multiplica y se extiende. Y esto será responsabilidad del Consejo de Europa.
Por lo tanto, esta práctica sin precedentes, el régimen İmralı de malos tratos, debe rechazarse antes de que sea demasiado tarde, y deben desarrollarse controles y decisiones legales eficaces.
(Para conocer la cronología jurídica del encarcelamiento de Öcalan, consulte aquí)