DECLARACIÓN SOBRE AFRIN DE LA AUTOADMINISTRACIÓN DEMOCRÁTICA
DECLARACIÓN DE LA AUTOADMINISTRACIÓN DEMOCRÁTICA DE ROJAVA EN RELACIÓN CON LOS ATAQUES A AFRIN DEL PASADO 21/ENERO/2018
A lo largo de varias décadas, especialmente en las de 1920 y 1930, los sucesivos gobiernos turcos reprimieron muchas revueltas kurdas, negaron la existencia de los kurdos y siguieron una política de negación, marginación y exclusión de este pueblo. Sin embargo, con el final de cada levantamiento, los kurdos se adhirieron cada vez más a su causa y demostraron su capacidad para reorganizarse y reanudar su lucha por sus legítimos derechos nacionales, socioculturales y políticos. Los kurdos no están dispuestos a renunciar a su lucha, especialmente porque su problema ha ganado dimensiones regionales e internacionales en los últimos años.
Los sucesivos gobiernos turcos, con todas sus fuerzas militares y pertrechados con las armas más modernas, han intentado, durante muchos años, eliminar al pueblo kurdo, pero ha sido en vano. La guerra que acaba de comenzar contra este pueblo, que pronto se ampliará bajo diversos pretextos, da fe de esta afirmación.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, declaró al periódico ruso Izvestiya:
«Turquía está lista para lanzar una operación militar a gran escala en el norte de Siria, e incluso para anexionar Manbij y Raqqa a sus áreas de influencia para evitar el establecimiento de un Estado kurdo».
Turquía, que durante mucho tiempo ha sido el principal defensor de los grupos de oposición islamistas, especialmente el Frente Al Nusra y el Estado Islámico, y no ha escatimado esfuerzos para reprimir a los kurdos. La ciudad de Kobani sigue en nuestra memoria, ya que Turquía facilitó la entrada de Daesh durante tres años y le dio todo su apoyo para llevar a cabo las más terribles masacres contra civiles inocentes. Tras su fracaso en Kobani, Turquía comenzó a difundir su odio en Afrin en un intento más por deshacerse de los kurdos.
El Estado turco está tratando de implementar su plan en la región engañando a la población. Busca, a través de sus mercenarios que han sido entrenados en Turquía, instigar la sedición y la hostilidad entre los kurdos y los árabes. Todavía no ha tenido éxito en su plan.
Durante más de una semana, el líder del AKP y presidente de Turquía, Erdogan, ha aparecido en la televisión varias veces al día, amenazando a Afrin. Erdogan no ha sido el único en hacer estas amenazantes declaraciones, sino que muchos de los funcionarios de su partido, como el ministro de Defensa Nurettin Canikli, el primer ministro Benali Yildirim y el ministro de Relaciones Exteriores Mevlüt Çavuşoğlu, han hecho declaraciones similares. Estas declaraciones han sido acompañadas por el bombardeo de artillería pesada en Afrin, junto a visitas y contactos intensivos y secretos entre Turquía, Irán, Rusia y el régimen sirio con el objeto de llegar a un acuerdo.
Turquía ha movilizado a los grupos mercenarios a los que apoya en la región de Idlib, como el Movimiento Nour al-Din al-Zenki, el Frente Al Nusra y Ahrar Al Sham, y los ha empujado a luchar en Afrin para sus objetivos de ocupación.
Turquía es muy consciente de que ocupar Afrin no es una merienda, y no es como ocupar las ciudades de Al Bab y Jarablus después de un acuerdo con el Estado Islámico. Turquía sabe que encontrará resistencia en Afrin. Por lo tanto, el Estado turco envía a estos grupos mercenarios a las líneas del frente para evitar el flujo de cadáveres de las tropas turcas a Turquía, lo que llevaría a la escalada de reacciones públicas a la política exterior de Erdogan.
Las Unidades de Protección del Pueblo (YPG), las Unidades de Protección de la Mujer (YPJ) y todas las formaciones militares en Afrin han decidido resistir cualquier ataque militar procedente de Turquía o de cualquier otro grupo militar contra Afrin y no ceder ante la presión del Estado turco. A pesar del poder militar desigual entre las YPG/YPJ y el ejército turco, la segunda fuerza militar más grande de la OTAN, las YPG/YPJ han tomado la decisión de defender Afrin a toda costa y no se rendirán. Así, el libre albedrío y la determinación triunfarán sobre el arsenal militar masivo del ejército turco.
El Estado turco lanza sus ataques contra Afrin para socavar la voluntad del pueblo, lograda gracias a la sangre de sus mártires en Rojava y el norte de Siria. Al atacar Afrin, el Estado turco también apunta a los miles de personas desplazadas de otras partes de Siria, que buscaron refugio en Afrin. Esto significa que Turquía hoy está atacando al pueblo sirio en su conjunto.
Después de recibir la luz verde rusa, los aviones de guerra de Turquía comenzaron el pasado día 20 sus ataques aéreos contra Afrin. Los bombardeos se han concentrado en zonas pobladas y, hasta el momento, ocho civiles han perdido la vida, incluido un niño refugiado, Yahya, y otros 13 civiles han resultado heridos.
[Estos datos son del pasado día 23.]
Desde la declaración de Turquía de su guerra de agresión contra Afrin, su ejército y los grupos mercenarios asociados han intentado invadir el territorio de Afrin. Todos los intentos de los atacantes han fallado. El ejército de ocupación y sus mercenarios atacan desde las afueras de las poblaciones de Balbala, Raju, Jinderis, Shia y Shara, todos las cuales se encuentran cercanas a la frontera con Turquía, pero dentro del territorio sirio.
Tras el fracaso del ejército turco para penetrar en el territorio de Afrin, sus aviones de guerra comenzaron el pasado día 23 a intensificar el bombardeo de las áreas densamente pobladas, como la zona de Mobata y las cercanías de la ciudad de Afrin, así como las aldeas cercanas a la frontera turca como Balbala, Raju, Jinderis, Shia y Shara, causando mucha destrucción y matando a muchos civiles inocentes.
Los invasores turcos han cometido masacres contra civiles y crímenes de lesa humanidad. La comunidad internacional ha guardado silencio, a pesar de las declaraciones de las grandes potencias, especialmente Rusia y Estados Unidos, de que la agresión turca no sirve a la seguridad y estabilidad de la región, ni tampoco a la guerra contra el Estado Islámico. Se ha informado en los medios de comunicación que los ministros de Asuntos Exteriores de Rusia y Estados Unidos hablaron y discutieron sobre la agresión turca y el ataque a Afrin. Sin embargo, no han abordado el problema en público ni han realizado ninguna declaración oficial.
A pesar de los devastadores bombardeos sobre Afrin, su población ha permanecido en la ciudad para enfrentarse al ejército turco y sus mercenarios. Esto es lo que perturba a Turquía, por lo que sus medios han comenzado a difundir noticias falsas sobre el desplazamiento de la población de Afrin. La Administración Pública de Afrin ha hecho un llamamiento a los hombres y mujeres jóvenes para que se unan a la resistencia, e incluso los mayores han tomado las armas para enfrentarse a la ocupación turca.