Construyendo una nueva Siria: Dentro de la Administración Autónoma del Norte y Este de Siria
The Amargi – Cihad Hammy y Abbas Abbas – 26 noviembre 2025 – Traducido y editado por Rojava Azadi Madrid
En 2012, a medida que la revolución siria se volvía cada vez más difícil de resolver, el régimen de Assad retiró sus fuerzas de las zonas de mayoría kurda en el norte de Siria para centrarse en combatir a la oposición armada en otras ciudades.
En este vacío de poder, el Partido de la Unión Democrática (PYD) comenzó a implementar en 2012 un proyecto llamado Rojava, centrado, entre otras cuestiones, en la liberación de las mujeres y la democracia comunal, en las regiones kurdas de Siria.
Fawza Yusuf, copresidenta de la Administración Autónoma Democrática del Norte y Este de Siria (DAANES), en una entrevista con The Amargi, habló sobre cómo se estableció la Administración Autónoma. «Se mantuvieron conversaciones con diversas partes interesadas y se basaron en una visión compartida». La Administración Autónoma se declaró por primera vez en la región de Jazira en 2014, y luego en Kobane y Afrin. Tras la liberación de Raqqa, Deir ez-Zor, Manbij y Tabqa del ISIS en 2016 y 2017, también se establecieron administraciones autónomas en esas zonas, con una población cercana a los 4,6 millones de personas.
Los retos de la inclusión: una administración multiétnica
Establecer un proyecto como la DAANES no es una tarea fácil. No solo abarca diversas etnias, como árabes, kurdos, asirios, armenios, circasianos y yazidíes, sino que también aspira a oponerse y ofrecer una nueva alternativa a un Estado nación centralizado y homogeneizado. «El régimen de Assad siempre buscó dividir y gobernar», declaró Sanharib Barsoum, copresidente del Partido de la Unión Siríaca, a The Amargi. «Con este proyecto, hemos roto ese molde», añadió.
Pero la aceptación por parte de los distintos grupos de personas no era algo seguro. Dado que fue el PYD quien propuso la creación de la DAANES, muchos sospechaban que estaba orientada hacia la política kurda. «Muchos armenios veían la Administración Autónoma como kurda», declaró Kohar Khajdorian, miembro de la oficina política del Partido Unión Armenia, a The Amargi.
Aunque muchas tribus árabes se han unido a la DAANES desde su fundación, no todo ha sido fácil. Las tribus árabes están lejos de ser homogéneas en el norte y el este de Siria. Algunas tribus colaboraron con la DAANES, como Shammar, Ogeidat y al-Jabour, mientras que otras expresaron sus quejas, entre ellas la marginación y la limitada inclusión política. «Al ser árabe, vivía con miedo al aparato de seguridad del régimen de Assad ubicado en las zonas de seguridad, ya que nuestras áreas estaban bajo el control del régimen. La aceptación no fue fácil, e incluso unirse a la fuerza militar fue difícil», explicó Akram Mahshoush, asesor del Majbas de la tribu Al-Jabour, a The Amargi. Además de estos retos internos a los que se enfrentaba la DAANES, siempre ha estado expuesta a amenazas existenciales, ya sea por parte de ISIS, del régimen sirio o de Turquía y sus grupos armados afiliados.
A pesar de estos retos, el flujo de diversos grupos étnicos y religiosos que continuaron uniéndose a la DAANES no se detuvo. Según Barsoum, su partido rechazó tanto al régimen de Assad como al principal organismo de oposición, ya que ninguno de los dos ofrecía garantías para los derechos del pueblo asirio. «Esto nos animó a unirnos y ayudar a establecer la DAANES y a participar en la redacción del contrato social que garantiza la identidad, los derechos y la lengua siríaca».
El contrato social, revisado en su versión definitiva en 2023, incorpora la representación multiétnica, la igualdad de género, la libertad lingüística y la abolición de la pena de muerte. Sin embargo, los críticos subrayaron que el contrato solo fue aprobado por el círculo interno de la DAANES y carecía de un mandato popular, como disposiciones para un referéndum.
Las figuras prominentes de las tribus árabes expresaron motivos similares. Mahshoush comentó que, cuando se creó la DAANES, «consideramos que lo más adecuado era contar con una administración en la que participaran todos».
La aplicación de estos ideales en medio de una guerra en curso ha sido un reto fundamental y, en particular, la cuestión de la igualdad de género es considerada por muchos como radical para una sociedad conservadora.
«En los asuntos políticos y sociales, la participación de las mujeres es del 50 %, y se adopta un sistema de copresidencia en todas las instituciones, tal y como se estipula en el Contrato Social».
Aunque se acusa a los kurdos de hegemonía dentro de la DAANES, según Barsoum, la comunidad siríaca desempeña un papel activo en todas las instituciones que la componen. «Estamos presentes en todas las instituciones de la Administración Autónoma, ya sea en las Fuerzas Democráticas Sirias o en las Fuerzas de Seguridad Interna».
La DAANES es conocida por su alta tasa de participación femenina en las esferas política, social y militar. Yusuf destacó que «en los asuntos políticos y sociales, la participación de las mujeres es del 50 %, y se ha adoptado un sistema de copresidencia en todas las instituciones, tal y como se estipula en el Contrato Social».
Del mismo modo, Khajdorian sostuvo que las mujeres ganaron más libertad gracias a las leyes que garantizaban sus derechos y se involucraron activamente en la sociedad civil. «Hoy en día, vemos a mujeres en puestos de liderazgo en el Gobierno y en otros ámbitos, lo que demuestra el éxito del experimento en el empoderamiento de las mujeres», afirmó.
Gobernanza: Toma de decisiones colectiva
Con esta diversidad, la cuestión de quién toma las decisiones y cómo se toman sigue siendo crucial. Cuando se le preguntó, Barsoum respondió: «Todas las instituciones toman decisiones colectivas, no partidistas; es decir, son unánimes». En opinión de Yusuf, los principios democráticos incorporados en el Contrato Social de la DAANES permiten la inclusión de todos los grupos y opiniones de quienes pertenecen a ella. Las opiniones de todos se tienen en cuenta por consenso. Al tratar con el reducido número de miembros de un grupo constituyente, «les asignamos una cuota para garantizar su representación», añadió.
«No niego que los árabes y los asirios a veces se encontraron en posiciones debilitadas en la toma de decisiones, pero esto demuestra la corrección del enfoque adoptado por el componente kurdo, que se basa en la participación colectiva».
A pesar de su apertura a la diversidad étnica y religiosa de la región, el PYD fue criticado por ser dominante, lo que socavaba su legitimidad. Cabe destacar que, aunque la DAANES se presenta como un modelo radicalmente democrático, el PYD conserva un poder organizativo desproporcionado dentro de ella.
Mahshoush reconoció algunas limitaciones en la toma de decisiones, pero expresó su esperanza en el enfoque general adoptado por la DAANES: «No niego que los árabes y los asirios a veces se encontraron con posiciones debilitadas en la toma de decisiones, pero esto demuestra la corrección del enfoque adoptado por el componente kurdo, que se basa en la participación colectiva. Existe coordinación entre todos los componentes». Además, añade: «Las decisiones nunca se tomaron de forma individual ni fueron monopolizadas por un solo componente, ni siquiera dentro de ellos mismos».
Como nuevo modelo político, la DAANES se enfrenta a retos y críticas. Aun así, ha creado un espacio para la gobernanza multiétnica, la participación de las mujeres y la toma de decisiones colectiva en la Siria en guerra. Su éxito y supervivencia dependen de factores geopolíticos externos y, a nivel interno, de su capacidad para profundizar en la democracia, abordar las contradicciones internas y mantener la cooperación entre las diversas comunidades.
El autor:
Cihad Hammy estudia inglés y estudios americanos (máster) en la Universidad de Hamburgo. Es investigador y coeditor de Rojava in Focus: Critical Dialogues.
